Historia del Perú para descontentos Héctor Béjar Vieja crónica y mal gobierno La otra historia, la que nos ocultan Tomo I Vieja corónica y mal gobierno Achebé ediciones Edificio Los Olmos 1403 Residencial San Felipe Jesús María, Lima www.hectorbejar.com www.hectorbejarrivera.com [email protected] https://www.facebook.com/hector.bejarrivera Primera edición: Lima, 2019 Segunda edición corregida y aumentada. Lima 2020. Impreso en el Perú. El derecho de Héctor Béjar a ser identificado como autor de este trabajo ha sido inscrito de acuerdo con las leyes peruanas de derechos de autor. Está autorizada la transcripción parcial siempre que se haga referencia al autor y a esta edición. VIEJA CRÓNICA Y MAL GOBIERNO Contenido del Tomo I De Colón a Cáceres Palabras iniciales ................................................................................7 1. Mafias y plebe ............................................................................10 2. Los mitos europeos que aceptamos ...........................................31 3. España no conquistó América ...................................................54 4. Cristóforo, ¿descubridor? No, tirano y esclavista ...................112 5. Abya Yala, o como se haya llamado ........................................131 6. Idolatrías europeas ..................................................................203 7. Los negros esclavos nos liberaron ............................................248 8. Hubo una utopía de la Patria Grande ....................................278 9. José de San Martín, el realizador.............................................317 10. América según Bolívar..............................................................342 11. Criollos y mestizos ...................................................................368 12. El día en que los ricos peruanos premiaron a los invasores chilenos ...........................................................392 13. Nacidos del estiércol ................................................................415 14. Fue el pueblo el que triunfó contra España ...........................445 15. La contrarrevolución de Balta .................................................474 16. Retornan los consignatarios ....................................................495 17. Cómo finalmente, Chile no pudo con el Perú profundo ................................................................502 18. Inglaterra, dueña económica del Perú ....................................536 Bibliografía ......................................................................................549 5 Héctor Béjar 6 VIEJA CRÓNICA Y MAL GOBIERNO Palabras iniciales No pretendo ser académico. Esta es solo una propuesta de dis- cusión para entrar al fondo de nuestros problemas. Un testimo- nio, un punto de vista personal. Una gran hipótesis. Sostengo que no estamos bien. Podemos estar caminando, in- conscientemente, hacia la destrucción de nuestro país. Y sosten- go también que eso es consecuencia de cómo vemos el mundo y cómo nos vemos a nosotros. Porque somos lo que pensamos. Y pensamos de acuerdo a cómo creemos que son nuestros orígenes y nuestra historia. Y en la medida en que tengamos una infor- mación errónea, tendremos una conciencia falsa. Y una concien- cia falsa es como los cimientos de barro sobre los que nada se puede edificar. Somos un gran rebaño sin norte que se ocupa de sobrevivir y comer mientras sus conductores se concentran en sus negocios turbios e ilegales. Conquistamos, es decir, depredamos y destrui- mos el ambiente donde vivimos. Y estamos pervirtiendo, corrom- piendo, destruyendo a nuestra propia gente. Este libro trata de dar la información que he podido recoger sobre nuestros orígenes y nuestra vida como país y sociedad, pro- cedente de investigadores serios de Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Brasil y el Perú que voy citando a lo largo del texto, ade- más de numerosos estudiosos europeos. Pretende una versión dis- tinta a la que dan los colegios y universidades que repiten lo que han ido inventado a lo largo de años, los enemigos del Perú, que somos buena parte los propios peruanos. Todo esto es, por supuesto, discutible y puede ser discutido. Una discusión que tenga por objetivo trazar nuevos horizontes 7 Héctor Béjar hacia la construcción, no hacia la destrucción que ya nos rodea y carcome. De un punto inicial debemos tener conciencia. Vivimos en un territorio cuyos seres humanos tienen quince mil años de an- tigüedad. Sabemos, por los dudosos testimonios escritos de los cronistas castellanos, lo que habría pasado hace apenas 500 años; y el resto lo conocemos por historiadores parcializados o atemorizados por el sistema. Los cinco mil años anteriores los suponemos con los arqueólogos. Y hasta ahí llegamos. ¿Qué son los quinientos años de testimonios escritos comparados con los quince mil de vida humana en estas tierras? Mientras Babilo- nia dejó su código de Hamurabi, los babilonios, egipcios, chinos y los indios se remontaron por lo menos hasta los dos mil años antes de Cristo, nosotros asumimos solo quinientos años, como si de cincuenta años de vida solo recordásemos cinco meses. No sabemos cómo se construyó Machu Picchu, por qué trazaron las líneas de Nazca, qué significaban los quipus, cómo era realmen- te el arte, cómo fue la ciencia del lejano pasado, porque los sa- bios indígenas callaron o fueron asesinados; y fueron destruidas las obras de arte precolombinas para fundirlas y llevarse el oro a la península, en un inmenso crimen por el cual hasta aho- ra los descendientes de los criminales no han pedido perdón. No demolieron solo nuestros edificios sino nuestra alma mater y nos impusieron un espíritu postizo que todavía soportamos. Somos un país con Alzheimer, perdimos la memoria. Y además, detestamos el pasado indígena y adoramos oficialmente el lega- do colonial o la visión criolla y poscolonial del inmenso pasado precolombino. Quiero explicarme y explicar qué pasó desde el gigantesco ge- nocidio y ecocidio que llamamos conquista. Develo los crímenes de Isabel y Colón, la degeneración de los Austrias y Borbones, las luchas sin descanso de los oprimidos indígenas, la gran traición que ha significado la república criolla, los proyectos revoluciona- rios que los depredadores sofocaron y escondieron. Se dirá que así es la Historia, con H mayúscula. No acepto esa posición porque de allí nace la aceptación de todos los abusos posteriores que todavía 8 VIEJA CRÓNICA Y MAL GOBIERNO hoy nos oprimen y corrompen. No acepto el centralismo europeo y norteamericano que todavía perdura y pretendo que este relato sea un testimonio más de los muchos que en estos tiempos están rompiendo el hielo y el hierro de la opresión. Quizá todavía este- mos a tiempo de evitar el desastre ecológico del país que habita- mos, abrir un horizonte distinto de lucha e iniciar la construcción de una realidad nueva y justa. 9 Héctor Béjar 1. Mafias y plebe Empecemos por un golpe de vista. ¿Qué vemos cuando recorremos cualquier ciudad del Perú de hoy? No me refiero al mundo lejano de los cerros, ese mundo humano pobre destinado a la desaparición, que vive una muerte lenta y olvidada y que solo ha servido para la literatura de los grandes narradores. Ni al también lejano y en gran parte oculto mundo de la minería informal, el cultivo y pisado de la coca, la depredación de las maderas preciosas que castiga al mundo rural. Me refiero al Perú que surge de todo ello, al Perú del presente y del futuro, esa sociedad inevitable que nos sobrecoge. De él no nos hablan los estudios oficiales. Tenemos que salir de las estadísticas, de la vanidosa teoría pagada por los organismos internacionales que olvida la realidad, para retornar a las miradas ingenuas de las gentes comunes. No mirar solamente lo que nos rodea, ver el mundo real. VIAJO EN UN AUTO COLECTIVO de Chosica a Lima. El auto está lleno. Vamos cuatro pasajeros en el asiento trasero y otros dos acompañan al conductor en el asiento delantero. En una pista estrecha de dos sentidos llena de hue- cos, el vehículo se proyecta a más de 100 kms. por hora. Obser- vo el velocímetro y digo al chofer: señor ¿no le parece que usted está manejando de manera peligrosa? El chofer no responde, solo mira al frente con ceño fruncido mientras zigzaguea en la pista adelantando a los otros autos. El viajero que está a mi derecha me interrumpe: ¿y a usted qué le importa? Es claro que me importa, replico. Usted y yo podemos morir. Me interesa lle- gar a mi destino sano y salvo. Insiste mi compañero de asiento: oh señor, estamos apurados. Además usted y yo tenemos que morir en algún momento. 10