G.D.H. COLE HISTORIA DEL PENSAMIENTO SOCIALISTA Vil Socialismo y Fascismo 1931-1939 FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera edición en inglés, 1960 Primera edición en español, 1963 Primera reimpresión, 1974 Traducción de JULIETA CAMPOS Título original: Socialism and Fascism (1931-1939) © 1960 Macmillan and Co., Londres, D. R. © 1963 FONDO DE CULTURA ECONOMICA Av. de la Universidad 975, México 12, D. F. Impreso en México FIGURAS PRINCIPALES Cap. Cap. KAUTSKY, 1854-19381-2 .... 13 JOUHAUX, 1879-1952».2 ... 4 LANSBURY, 1858-1940*• 2 ... 3 STALIN, 1879-19532 11 B. WEBB, 1858-19431-2 .... 3 AZAÑA, 1880-1940 5 S. WEBB, 1859-1947 2 .... 3 TRANMAEL, 1879-2 7 BRACKE, 1861-1955 2 4 TROTSKY, 1879-1940 h. 2 .... 11 VLIEGEN, 1862-19472 8 TAWNEY, 1880-2 3 HENDERSON, 1863-1935L« 2 . 3 O. BAUER, 1881-1938 2 6 JOWETT, 1864-1944 2 3 BEVIN, 1881-19512 3 SNOWDEN, 1864-1937*• 2 ... 3 FIMMEN, 1881-19432 8 MACDONALD, 1866-1937 *• 2 . 3 FOSTER, 1881-3 10 VANDERVELDE, 1866-1938*• 2 8 GRIMM, 1881-19582 8 ADDISON, 1869-19512 3 RYKOV, 1881-19382 11 CACHLN, 1869-19582 4 V. TANNER, 1881-2 7 VOROSHILOV, 1881-2 11 GANDHI, 1869-19482 — WIGFORSS, 1881-2 7 KRUPSKAIA, 1869-19392 .... 11 DIMITROV, 1882-1949 2 9 LARGO CABALLERO, 1869- ATTLEE, 1883-2 3 1946 2 5 COMPANYS, 1883-1940 5 DE LOS RÍOS, 1870-1949 ... 5 KAMENEV, 1883-1936 2 11 DE MAN, 1871-19472 8 PRIETO, 1883-1962 5 PIECK, 1871-2 2 VISHINSKI, 1883-1955 2 .... 11 HUYSMANS, 1871-2 6 ZINOVIEV, 1883-19362 11 BLUM, 1872-19502 4 SHINWELL, 1884-2 3 SAVAGE, 1872-19402 — SANDLER, 1884-2 7 BRAILSFORD, 1873-19582 ... 3 N. THOMAS, 1884-2 10 RAKOVSKY, 1873-?2 11 V. AURIOL, 1884-2 4 STAUNING, 1873-19422 .... 7 HANSSON, 1885-19462 7 J. H. THOMAS, 1873-1949 Í-2 3 RADEK, 1885-?2 11 KALININ, 1875-19462 11 CHU TEH, 1886- 12 LITVINOV, 1876-19512 11 BELA KUN, 1886-19362 .... 9 SCULLLN, 1876-19532 — P. MURRAY, 1886-19522 ... 10 J. LONGUET, 1876-19382 ... 4 BEN GURION, 1886-2 — U. SINCLAIR, 1878-2 10 THAELMANN, 1886-1944 2 ... 1 F. ADLER, 1879-19602 6 DALTON, 1887-2 3 NYGAARDSVOLD, 1879-1952 2 . 7 KAROLYI, 1887-1955 2 — Estudiado también en los volúmenes III-IV. Estudiado también en los volúmenes V-VI. 7 8 FIGURAS PRINCIPALES Cap. Cap. MORRISON, 1888-2 3 BULGANIN, 1895-2 11 SOKOLNIKOV, 1888-?2 11 HAYA DE LA TORRE, 1895-2 . 10 BUJARTN, 1889-1938 2 11 MIKOYAN, 1895-2 11 NEHRU, 1889-2 — ZHUKOV, 1895- 11 COLÉ, 1889-1959 2 3 Li LI-SAN, 1896- 12 NEGRÍN, 1889-1956 5 FENNG PAI, 1896-1929 12 CRIPPS, 1890-19522 3 GOTTWALD, 1896-1953 9 Ho CHI MIN, 1890- — BE VAN, 1897-19602 3 MOLOTOV, 1890-2 11 CHOU EN-LAI, 1898-2 12 POLLITT, 1890-2 3 BERIA, 1899-1953 11 Trro, 1890-2 9 CHANG WAN-TIEN, 1900- .. 12 BRAUNTHAL, 1891^ 6 A. PHILIP, 1901- 4 NENNI, 1891-2 — STRACHEY, 1901- 3 RAKOSI, 1892-2 9 DÍAZ, 1902-1940 10 NIN, 1892-1937 5 MAO TSE-TUNG, 1893-2 .... 12 ORWELL, 1903-1950 2 3 LASKI, 1893-1950 2 3 CH'EN SHAO-GÜ, 1904- 12 GOLLANCZ, 1893- 3 GAITSKELL, 1906-19632 .... 3 LOMBARDO TOLEDANO, 1893-2 10 DURBIN, 1906-1948 3 TOGLIATTI, 1893-2 — SILONE, 1906- — JRUSCHOV, 1894- 11 CH'IN PANG-HSEIN, 1907-1946 12 EVATT, 1894-2 — REUTHER, 1907-2 10 PREFACIO por MARGARET COLÉ G. D. H. Cole murió súbitamente en enero de 1959. La redacción de este volumen, el último proyectado de su Historia del pensamiento so cialista, había sido concluida y mecanografiada un poco antes; pero debi do en gran medida a un accidente en el que sufrió la fractura de un brazo, no pudo someterlo a la cuidadosa revisión y análisis de otras auto ridades, como en el caso de los anteriores volúmenes. La redacción mostraba, por tanto, algunas repeticiones y errores que seguramente ha bría suprimido; además, dos de los capítulos —el dedicado a Israel y el de la India— así como la bibliografía, excepto la parte dedicada a China, estaban demasiado incompletos para publicarse de esa manera. Su muer te fue demasiado imprevista para permitirle hacer recomendaciones en sus últimos momentos; por lo tanto he omitido esas partes (quedando la sección de bibliografía referente a China como apéndice al capí tulo xii) y con la ayuda de nuestro hijo, Humphrey Cole, y de Julius Braunthal, que ha escrito la "Introducción", he limado las redundan cias y los errores menores que se pudieron descubrir. En otras palabras, he cuidado de la edición del libro hasta donde me ha sido posible y pido la indulgencia de los críticos para las incorrecciones que puedan haber persistido. Por lo demás, el libro queda tal como él lo escribió. En un momento, como lo indica el prefacio al volumen III, había pen sado prolongar la historia hasta 1945. Sólo lo hizo en parte; la narra ción termina, en casi todos los casos, al estallar la guerra. Pero el largo capítulo final indica claramente que éste debía ser el último libro de la serie y que había dicho cuanto quería decir. Por las razones señaladas, este Prefacio no contiene, como los de volúmenes anteriores, una larga lista de personas a las que se debe agra decimiento; y aquellos, que deben ser muchos, que contribuyeron con alguna información —especialmente en los países extranjeros— mientras el libro estaba en preparación, sírvanse aceptar este reconocimiento ge neralizado de sus servicios. Sin embargo, debo hacer público, especí ficamente, mi agradecimiento a unos pocos: a Humphrey Colé, que trabajó extensamente en las revisiones necesarias; a Julius Braunthal, que revisó cuidadosamente las pruebas e hizo valiosas sugestiones; al Nuffield College, que prestó su inestimable ayuda en la copia del ma nuscrito y a Miss Brotherhood, del Nuffield College, que realizó con notable precisión la tarea de leer y descifrar una escritura extremada mente difícil. Kensington, 1959. 9 INTRODUCCION por JULIUS BRAUNTHAL Estoy muy agradecido a la señora Margaret Colé por haberme pedido que leyera las pruebas de galera del volumen postumo de l aHistoria del pensamiento socialista del fallecido G. D. H. Colé y que escribiera una breve introducción. Me conmueve profundamente el gran honor de haber sido invitado a asociar mi nombre a esta importantísima con tribución a la historia del socialismo internacional. La obra de G. D. H. Cole es una enorme realización, nunca antes intentada por ningún estudioso de ningún país. Cuando concibió el alcance del estudio que proyectaba, pensó limitarlo a una historia del solo pensamiento socialista, como lo declaró en el Prefacio al primer volumen de su obra; consideraba que escribir una historia general del socialismo era "una tarea imposible para un solo autor". No obstante, lo imposible ha sido logrado. Ha dado más de lo que prometió. Su obra es, en efecto, la historia más completa del socialismo moderno es crita en cualquier idioma; una enciclopedia del movimiento socialista international lo mismo que del pensamiento socialista. Esta hazaña es tanto más notable cuanto que fue realizada con la desventaja de una salud cada vez más debilitada. Enfermo por mu chos años de diabetes, comprendía que con toda probabilidad no llegaría a una edad avanzada; y algunas veces, al contemplar las dimensiones de la tarea que se había impuesto, ponía en duda, como en el Prefacio al volumen IV* publicado a fines de 1958, si tendría vida suficiente para terminarla. Mediante un enorme esfuerzo de voluntad consiguió escribir las quinientas páginas que constituyen este volumen y prolongó así la historia del socialismo mundial hasta la segunda Guerra Mun dial y, en algunos casos, más allá. G. D. H. Cole dio a este volumen el título de "Socialismo y fascis mo", pero, de hecho, abarca mucho más de lo que el título indica. La historia de la tragedia del socialismo europeo es reflejada en toda su plenitud y la naturaleza del fascismo perspicazmente analizada con un original enfoque del fenómeno. Son examinados y valorados el resur gimiento del movimiento obrero norteamericano, estimulado por la gran depresión de los primeros años de la década de los treintas, y los cam bios en la situación de fuerza de la clase obrera en los Estados Unidos producidos por el Nuevo Trato. El carácter peculiar de la revolución social en México y los movimientos sociales en los demás países latino- * Volumen V de nuestra edición. [E.] 10 INTRODUCCIÓN 11 americanos son descritos y explicados. El comunismo conserva, sin em bargo, el lugar más importante dentro de este estudio. Al investigar las fuerzas principales que produjeron el eclipse del socialismo europeo y el triunfo del fascismo, la importancia de la revolución bolchevique, su ideología y el desarrollo económico de la Unión Soviética desde los inicios del primer Plan Quinquenal hasta casi las vísperas del XX Con greso del Partido Comunista ruso son analizados detalladamente de nuevo. Y, finalmente, la filosofía del comunismo chino y su elevación al poder son examinados en un fascinante capítulo. Además, G. D. H. Cole concluyó el estudio con un capítulo que trasciende los límites indicados en el título del volumen. En "Una mi rada al pasado y al futuro", intentó determinar la situación actual del so cialismo y calcular sus perspectivas. Este volumen expresa, así, en mu chos aspectos su última palabra en torno a ideas y acontecimientos. Hace un recuento del desarrollo del pensamiento socialista desde sus principios a fines del siglo xviii hasta nuestros días, mostrando cómo se ha trans formado en el proceso de interacción de ideas y circunstancias. Elabora luego reflexiones altamente estimulantes sobre el problema crucial del socialismo actual, el problema de cómo salvar el desastroso abismo que separa a socialdemócratas y comunistas. Analiza la esencia de los valo res que la socialdemocracia trata de realizar —los derechos civiles, los derechos políticos y la seguridad social y económica, surgidos de la de manda básica de igualdad individual— y los valores de las sociedades comunistas, originados en un colectivismo fundamental que niega la prioridad de los derechos individuales. En conclusión, no veía la ma nera de trascender esta diferencia fundamental. G. D. H. Cole no era, sin embargo, ni comunista ni socialdemócrata, porque consideraba al comunismo y a la socialdemocracia como doctri nas de centralización y burocracia, mientras él pensaba, como lo advir tió en las palabras finales de su obra, "que una sociedad socialista fiel a sus principios igualitarios de fraternidad humana debe descansar en la difusión más amplia posible del poder y la responsabilidad". Esta concepción del socialismo, formulada teóricamente por primera vez por G. D. H. Cole en sus trabajos sobre el socialismo gremial hace cuatro décadas, orientó su labor creadora a lo largo de toda su vida. Ins piró, además, el análisis de diversas escuelas del pensamiento socialista en los sucesivos volúmenes integrantes de esta obra, especialmente el estudio del proudhonismo y de algunos aspectos del bakuninismo, de la versión del socialismo de César de Paepe y de algunos aspectos del sindicalismo francés. En particular se sentía atraído por dos for mas del socialismo contemporáneo que le parecían la más cercana apro ximación al ideal que sostenía: el socialismo israelita, basado en el kibbutzim y el histadrut, y la filosofía hindú de Savordaya, difundida 12 INTRODUCCIÓN por Vinova Bhave y Jayprakash Narayan y encarnada en el movimiento budiano.* A pesar de no haberse completado, la obra monumental de G. D. H. Colé será la fuente obligada sobre la historia del socialismo durante muchos años. Con esta obra ha añadido a su renombre como historia dor del movimiento obrero inglés la distinción de ser el más prodigioso historiador del movimiento socialista internacional. G. D. H. Colé fue una gran figura del socialismo internacional, no sólo del socialismo inglés. Naturalmente, resulta muy difícil calcular toda la medida y profundidad de su influencia sobre el movimiento so cialista internacional. La sorprendente lista de idiomas a los que se han traducido sus libros —japonés, chino, hebreo, italiano, español, polaco, servio y, por supuesto, alemán, sueco, noruego y holandés— lo colo ca, por sí sola, en primera fila entre los estudiosos del socialismo conoci dos por los socialistas del mundo entero. G. D. H. Colé es respetado en el movimiento socialista internacional, en primer lugar, como el más notable historiador de su época del movimiento obrero británico. Su Short History of the British Working Class Movement, traducida al japonés, al hebreo y al italiano, ha sido escogida como texto por univer sidades de diversos países. Su admirable ensayo sobre el pensamiento económico de Marx, que sirvió de introducción a la edición de El ca pital de la colección Everyman y, más aún, la lúcida exposición del marxismo en su famoso libro What Marx Really Meant (reeditado en 1948 con el título de The Meaning of Marxisní) son grandes contri buciones a la difusión y comprensión de la filosofía marxista. Pero al gunos de sus libros, si se me permite hablar por experiencia propia, han ejercido una influencia inmediata sobre el movimiento socialista inter nacional. Por ejemplo, su Sélf-Govemment in Industry, publicado en 1917, y traducido al alemán y al sueco, fue una fuente de inspiración para los arquitectos de la reconstrucción socialista en Alemania y Aus tria, cuando el impulso revolucionario a fines de la primera Guerra Mundial planteó el problema de la socialización de las industrias en esos países. Rudolf Hilferding, uno de los principales líderes de la clase obrera alemana y miembro de la Comisión de Nacionalización creada por el gobierno socialista alemán, escribió una Introducción para la versión alemana del libro y la obra de Otto Baue rWeg zum Soziál- ismus, publicada en 1919, fue muy influida por las ideas de Colé. Lo mismo puede afirmarse del proyecto de nacionalización de Otto Neurath, que elaboró para los entonces gobiernos socialistas de Sajonia y Baviera. Fue mucho más inmediata, sin embargo, y mucho más decisiva la * Este movimiento propugna la repartición de tierras en forma igualitaria sin distinción de castas. [E.] INTRODUCCIÓN 13 influencia de G. D. H. Colé como maestro. En sus primeros años de profesor-ayudante universitario y en el movimiento educativo de la clase obrera influyó profundamente en muchos de los jóvenes, hombres y mujeres, que participaron en la construcción del mundo de la posgue rra. Después, cuando se convirtió en profesor titular y dedicó la mayor parte de su tiempo a la enseñanza para posgraduados, tuvo numerosos discípulos de los Estados Unidos, de la Comunidad Británica y de Asia. Los estudiosos de los movimientos sociales en los países asiáticos, sur gidos después de la segunda Guerra Mundial, han explicado frecuente mente el fenómeno de la sorprendente extensión de las aspiraciones socialistas por toda Asia —uno de los más notables fenómenos, en efec to, de la historia contemporánea— por el predominio de tendencias so cialistas en el pensamiento de los intelectuales asiáticos. Esta observa ción la he visto confirmada en mis conversaciones con intelectuales en Tokio y Hong Kong, en Djakarta, Singapur, Rangún y Delhi, ya se tratara de miembros activos del movimiento obrero o de profesores uni versitarios o de funcionarios de la administración de sus respectivos paí ses. Para ellos el nombre de Cole, y los de Laski y Tawney, son fami liares y sus enseñanzas y escritos son recordados con reconocimiento como la fuente de su inspiración socialista. G. D. H. Cole creía en el socialismo como una doctrina vital. Para él no era simplemente una hermosa idea adecuada a la contemplación de los estudiosos, sino una rigurosa exigencia moral a la que había que responder con la mayor energía para ponerla en práctica. En sus años de juventud fue encargado de investigaciones del A.S.E. (convertido después en Unión Amalgamada de Trabajadores Mecánicos) y uno de los principales fundadores de la Liga Gremial Nacional y de la Oficina Fabiana (más tarde laborista) de Investigaciones; fue también el primer secretario de estudios o investigaciones del Partido Laborista y siempre uno de los dirigentes más importantes de la Asociación Educativa de los Trabajadores. Entre las dos guerras participó activamente en mu chas organizaciones socialistas, y fue el principal promotor de la Nueva Oficina Fabiana de Investigaciones que, al principiar la guerra, galva nizó a la Sociedad Fabiana, otorgándole nueva vida e influencia; era presidente de la Sociedad cuando murió. En sus últimos años, en su intento por revivir el espíritu de cruzada en el movimiento socialista, inspiró la formación de la Sociedad Internacional de Estudios Socia listas. La idea motora de su última participación en el terreno de la ac ción socialista es un noble testamento al idealismo que lo caracterizaba. Desilusionado por el impasse del socialismo, tal como lo confesó en dos valiosos artículos para el New Statesman, no veía posibilidades de res catarlo de la limitación de las fronteras nacionales a no ser recreando