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Historia de los Alumbrados II, Los Alumbrados de Alta Andalucía (1575-1590) PDF

672 Pages·1978·19.458 MB·Spanish
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Alvaro Huerga HISTORIA DE LOS ALUMBRADOS . Iun Mi Mi«K \iK>S IM 1A AHA ANLAU'CIA tirs-H90) ■fao°g‘e UNIVERSITY OF MICHIGAN ALVARO HUERGA HISTORIA DE LOS ALUMBRADOS ( °- °) i57 i63 II LOS ALUMBRADOS DE LA ALTA ANDALUCIA ^575^59° FUNDACION UNIVERSITARIA ESPAÑOLA SEMINARIO CISNEROS MADRID, 1978 Original from Dígítízed by UNIVERSITY OF MICHIGAN Publicaciones de la FUNDACION UNIVERSITARIA ESPAÑOLA Monografías • 31 !í <7o ‘ •f ISBN: 84-7392-091-0 Depósito legal: M. 13-864*1978 Ikip. Tara villa (Suc. Vda. Galo Sáez). Mesón de Paños, 6 • Madrid*13 Goo Original from Digitized by UNIVERSITY OF MICHIGAN I33<3*7(o 5 ^ INDICE SINTETICO PROLOGO. Primera Parte LOS HECHOS I. VISTA PANORAMICA DEL DISTRITO. II. LAS BRUJAS DE MONTILLA. III. BAEZA, ¿«MATRIZ DE ALUMBRADOS»? IV. LA INQUISICION EN UBEDA Y BAEZA. V. PROCESOS BIACENSES. VI. «CAUSA CRIMINAL* CONTRA DIEGO PEREZ DE VALDIVIA. VIL LOS CLERIGOS DE LUCENA. VIII. EL FOCO DE JAEN. IX. BANDERIAS ESPIRITUALES. X. PROCESO A UN INQUISIDOR. XI. EL «NEGOCIO» DE GASPAR LUCAS Y COMPAÑIA. XII. AUTO DE FE EN CORDOBA. 21 ENERO 1590. XIII. LA CUESTION PENDIENTE DE LOS «PRIORES». Sbgunda Parte LOS JUICIOS PRELIMINAR. XIV. EL «EXAMEN DE INGENIOS* Y LOS FENOME­ NOS MISTICOS. XV. ¿«AVISO DE GENTE RECOGIDA» O PALINODIA DE PEREZ DE VALDIVIA? XVI. LAS «EMPRESAS» DEL PRIOR DE JABAL- QUINTO. XVII. RECAPITULACION. Parte Tercera DOCUMENTOS. Original from Digitized by UNIVERSITY 0F MICHIGAN Google Original from Digitized by UNIVERSITY OF MICHIGAN PROLOGO La historiografía hispana abre frecuentemente sus ventanas al pai­ saje de Baeza. Desde Gonzalo Argote de Molina a los más recientes cultivadores del haza de la historia, desde los romances fronterizos a las más modernas guías de turismo, Baeza es capítulo fundamental, ancho, alado. En Nobleza de Andalucía avanza como una proa bifronte, aupada en las orillas del Guadalquivir, anclada en una tierra firme casi castellana: «Entre dos torres doradas soy Baeza la nombrada, nido real de gavilanes». Pasmo hoy del viajero que se adentra por sus calles y se abandona al gozo fruitivo entre sus torres, palacios y escudos; rejas forjadas y pergaminos polvorientos le hablan de su historia en mudéjar, en alga­ rabía, en románico, en atisbos góticos, en delicia renacentista, en explo­ siones barrocas. El soy de Nobleza de Andalucía se conjuga en Noticias y documentos, de Cózar, por el pretérito fui. Ese epílogo con lamento de Cózar es como un puñal en una herida luminosa y desangrada, destino notable de las ciudades que no quieren —ni deben— morir. El proceso de la historia es irreversible. Lo que no obsta para que, si es historia auténtica —en el significado que la filosofía existencialista da a la adjetivación—, lleve en la entraña de su ayer un mensaje para el hoy y el mañana. Una lección, según el concepto ciceroniano-agustiniano de la historia. En Baeza «vagaron sombras de alto ejemplo*. A esas sombras ejemplares, magistrales, luminosas, vivas, dedico el presente ensayo, que cobijo bajo las alas petrificadas y la enseña simbó­ lica del «nido real de gavilanes». 7 Original from Digitized by UNIVERSITY OF MICHIGAN ALVARO HUERGA El ensayo intenta una cala hasta las raíces en el fenómeno histórico de Los Alumbrados de ¡a Alta Andalucía. Tres o cuatro aclaraciones previas ayudarán a comprender los lími­ tes de mi pretensión. En realidad, el arco cronológico tiene su clave de cierre en 1575, con ramificaciones anteriores y posteriores lógicas; y el punto de apoyo geográfico lo sitúo en Baeza, por considerar que es núcleo alrededor del que la historia y la vida se alargan y proyectan. En especial, a Ubeda. Esto no obstante, la envergadura de la obra —y voy con la segunda observación— se extiende más allá del epicentro Baeza-Ubeda: a todo lo que abarcaba en el siglo xvi jurisdiccionalmente el Santo Oficio de Córdoba, que bregó no sólo con los Alumbrados, sino también con las variopintas especies 'heréticas' de brujas, saludadores, luteranos, moris­ cos, etc., etc. El estudio de la acción inquisitorial en el ancho campo de la Alta Andalucía aportará de refilón interesantes noticias sobre aspec­ tos íntimos de la vida española de aquella época. Por ejemplo, la Reía- ción de la visita a Ubeda y Baeza, 1575, nos informa que el célebre Doctor Huarte de San Juan tenía un esclavo llamado Gaspar, que, como buen morisco, hablaba en algarabía; los «clérigos confesos» de Lucena, tan acremente detectados y fustigados por Castañeda, ilustran documental­ mente la tensión de la 'polémica de la sangre’ en la clerecía; de valiosa novedad, si se me permite opinar, es el capítulo dedicado a Montilla: va a servir de ayuda a los especialistas en «brujas» y, sobre todo, a los estudiosos de Cervantes, ya que la 'novela ejemplar' El Coloquio de los perros tiene en ese capítulo una documental clave de interpretación. Dentro de las unidades temáticas e históricas del volumen —lo ad­ vertiré expresamente y en tercer lugar—, el foco más infecto de Alum- bradismo lo constituye el grupo de beatas y beatos que adoctrinó el 'maestro' Gaspar Lucas, ladino, cínico, lúbrico. Por fuerza, la Inquisi­ ción 'sospechó' que, dada la vecindad geográfica, su 'secta' derivaba del núcleo o matriz biacense. Es posible que algún lector caiga en análogo recelo. Sin embargo, la perspicacia de los inquisidores averiguó que, pese a las apariencias y cercanías, se trataba de un foco genéticamente diverso del de Baeza. El adversario más intrépido de Gaspar Lucas fue Luis de Noguera, un hombre precisamente de la 'escuela' de San Juan de Avila. Por ser 'discípulo' de Avila, sufrió, primero que nadie en Jaén —sólo se le anticipó Montoro, un clérigo lascivo que terminó en gale­ ras—, la insidia de un proceso, sin llegar a formalidades de cárcel y sen­ tencia. Pero tampoco nadie se opuso tan radicalmente a los métodos de Gaspar Lucas. Ello indica que la 'escuela’ seudomística de éste y la 'escuela' espiritual de los avilistas —la de Baeza, la de Luis de Noguera— proceden de raíces diferentes y sus contenidos son también diversos. La disyunción formal se impone para evitar graves riesgos de hermenéu- 8 ’gler Original from UNIVERSITY OF MICHIGAN LOS ALUMBRADOS DE LA ALTA ANDALUCIA <1575-1590) tica histórica. Y me parecía que era menester advertírselo al lector, ya que en la naración se intercalan tres capítulos —tres islas en el mar del Alumbradismo— dedicados al análisis del foco de Jaén. En fin, los contenidos del fenómeno socio-religioso que voy a histo­ riar desbordan el ámbito de una zona o región, trascienden el tiempo y la geografía: son índice e hito de una hora de la España mística. Baeza escribió una de las páginas más vibrantes de la espiritualidad cristiana del siglo xvi. A redescubrirla van encaminadas mis pesquisas, sumer­ giéndome en el pasado vivo de una ciudad que sigue siendo no sólo uno de los rincones más bellos de España, sino también un haz de luz para conocer el drama de su heroísmo interior. Para el logro de esta «aproxi­ mación» han sido necesarias muchas vigilias investigadoras en archivos y bibliotecas, muchas singladuras por el mar de los documentos y libros de antaño. La incitante aventura histórica comenzó en Baeza. Y en Baeza ter­ mina. A la zaga de un peregrino, de un apóstol, de un judío errante y de un santo católico que se llamó Juan de Avila. El primer periplo cuenta los hechos, la historia, con el fondo de los documentos inquisitoriales sirviendo de carta de marear. Honestamente, la exploración resulta rica, inédita; pero, a la vez, parcial. De ahí que haya pensado que era oportuna una segunda parte, oteando el tema por la vertiente de los libros no inquisitoriales. Libros de la época, libros raros, libros-testimonio, libros biacenses de examen, de apología o de enconada denuncia. En una recapitulación procuro, al fin de la jomada, agavillar los datos sobresalientes de esa historia viva y someterlos a un juicio de valor. Este segundo tomo comprende tres partes. La primera, que es la más larga, estudia aspectos mútiples bajo el denominador común del Alum- bradismo. Entran las brujas de Montilla, los clérigos de Lucena y el foco de Jaén; la parte central —ya lo he dicho— está dedicada a Baeza, eje y núcleo. El inquisidor Juan López de Montoya escribía el 10 de mayo de 1585 al Consejo de la Santa y General Inquisición: «En Ubeda y Baeza, que están una legua la una de la otra, es donde la Inquicición ha tenido más negocios en años pasados y ha hecho ma­ yores castigos. Y, por estas causas, se ha procurado siempre que allí sea más respetada y temida». Tendremos ocasión de ver, en el curso de esta historia, el episodio que motivó la declaración —frontal, dura y reluciente como un acero— de marras; y de encontramos con el inquisidor que la firma, uno de los 9 Original from Digitized by UNIVERSITY OF MICHIGAN ALVARO HUERCA jueces más activos del tribunal de Córdoba, a cuyo distrito corresponden Ubeda y Baeza. Las cito aquf como pauta de mi pesquisa. La quintaesen­ cian de un modo contundente: más negocios, más o mayores castigos, más preocupación para que el Santo Oficio sea respetado y temido. La jurisdicción del tribunal se extendía a una zona que corresponde aproximadamente a las actuales provincias de Córdoba, Jaén y sur de Ciudad Real. Los «negocios» de que se ocupa son innumerables. Pero el «negocio» mayor, el prioritario, el que lo trae en vela es el de los Alumbrados. Y aunque surgen brotes en otras partes —en Jaén hubo uno muy virulento—, el tribunal no aparta el ojo de Baeza, por creer que allí está el núcleo de condensación y expansión, de germen y con­ tagio. Faena, pues, fundamental de mi estudio será verificar, documento en mano, la triple vertiente del texto de Montoya: «negocios», «castigos», «honor» inquisitorial. Al fondo de ese tríptico lapidario descubriremos un paisaje humano vivo en tensión religiosa. Y también innumerables briznas de tierra y tiempo. Para que las calas expositivas no se dispersen, intentaré seguir el hilo cronológico de los hechos, concentrándolos en unidades temáticas. Que serán las que oportunamente verá el benévolo y curioso lector. La segunda parte recoge algunos juicios, sembrados en libros pre­ ciosos y olvidados, sobre el fenómeno de los Alumbrados biacenses. La tercera, una gavilla de documentos que iluminan por sí solos la realidad histórica desde su entraña inquisitorial y fáctica. * * * Los capítulos dedicados a Ubeda y Baeza fueron galardonados con el premio «Cazabán 1976» y publicados en libro aparte por el Instituto de Estudios Giennenses. Al reintegrarlos en la obra general, oportunamente corregidos y ampliados, quiero expresar al Instituto mi gratitud por el premio y por la licencia para utilizarlos aquí. Madrid, abril 1978. 10 Original from Digitized by UNIVERSITY OF MICHIGAN PRIMERA PARTE: LOS HECHOS Google Original from Dígítízed by UNIVERSITY OF MICHIGAN

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