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Historia de la guerra electrónica : desde la batalla de Tsushima al Líbano y las Malvinas PDF

201 Pages·1983·22.905 MB·Spanish
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I LOS PRECURSORi—ZS DE LA GUERRA ELECTRONICA . En febrero de 1904, estallaba la guerra ruso—japonesa por con-_ flicto de intereses entre Petrogrado y Tokio, iniciada por Japón con un ataque por sorpresa contra buques de guerra rusos surms cn los pucmm dc Chcmulpn y Port—Arthur, cn el Mar Amarillo, en la costa occidental de la peninsula de Corea. Era aquella la _ primera guerra en la que ambos contendientes hacían uso de la radio , … (: telegrafía sin hilos, como se llamaba entonces, para las comuní— _ caciones entre las fuerzas propias. _ De a genial invención hecha por Guillermo Marconi sólo unos pocos años antes, se habían beneficiado, rápidamente sobre todo, las marinas de guerra para los enlaces a distancia entre buque y buque y entre buque y tierra. , En particular, los japoneses habían hecho instalar en todos los buques de su flota un aparato de radio copiado del de Marconi, pero de prestaciones francamente inferiores, ya que podía operar sólo en una frecuencia y apenas tenía un alcance de“ 60 millas. También los rusos, en aquella zona de guerra del Extremo Oriente, disponían de radio en sus barcos de guerra y en muchas estaciones de tierra situadas en las proximidades de las bases navales. Desde los primeros días de guerra, los rusos tuvieron ocasión de emplear la radio, además de para las comunicaciones normales, para usos distintos de aquellos para los que había sido inventada, aunque de modo improvisado; usos que pueden ser considerados como acciones de una guerra electrónica embrionaria. ' _Por ejemplo, durante los frecuentes ataques que la flota japo- nesa'realizaba contra los buques rusos con base en Port-Arthur, los radiotelegrafistas de estas bases—notaron que, a menudo, antes del ataque oían en sus auriculares un gran intercambio de señales de radio de creciente intensidad entre los buques japoneses que usaban la radio sin limitación ni precaución'alguna. Puesto que estas co- municaciones eran interceptadas bastante tiempo antes de que los buques enemigos fueran avistados, los rusos podían enterarse anti— 20 , MARIO DE ARCANGELIS HISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA 21 cipadamentc de la inminencia del ataque y dar la alarma a los bu» reemplazar los buques perdidos y vengar la derrota sufrida: para ques propios y a las baterías de costa antes de que los japoneses mandar esta flota se designó al almirante Zinovi Petrovio Rozest- iniciaran el bombardeo naval. vensky, el hombre destinado a convertirse en protagonista de uno En una ocasión, algunos barcos rusos de Vladivostok que ha- de los acontecimientos más dramáticos de la historia naval de todos bían salido a la mar para realizar un ataque por sorpresa contra los tiempos. la base naval japonesa de Gensan, en el Mar del Japón, lograron, Dos años antes, en julio de 1902, este oficial, aún no almi- gracias a la radio, evitar una trampa mortal puesta por la flota rante, mandaba uno de los 31 buques de guerra rusos reunidos en japonesa que había descubierto su salida de Vladivostok. A me- la rada de Reval, en el Mar Báltico, para saludar al Emperador de dida que se acercaban a Gensan, los buques msos interceptaban Alemania, Guillermo II, que en su yate visitaba al Zar Nicolás II. señales radiotelegráficas cada vez más intensas que revelaban la Después de las salvas reglamentarias en honor del huésped, los presencia de muchos buques de guerra japoneses en aquellas aguas dos Emperadores, con su séquito de ministros y almirantes, em- dirigiéndose también a Gensam. Ante esto, los rusos renunciaron barcaron precisamente en el crucero Nini”, mandado por Rozest< al ataque, que hubieran terminado trágicamente ya que delante de vensky, para asistir a un ejercicio de la flota rusa en el mar. aquel puerto estaba esperándoles toda la flota enemiga. Los ejercicios, que consistían esencialmente en la ejecución de Pero no fue éste sólo el uso adistinto» del dc las telecomuni- evoluciones y tiro navales contra blancos tcmolcados, se prolon— cacíones que hicieron de la radio los rusos en aquel primer año de _ garon durante tres horas. Durante ellos, Rozestvensky, casi ajeno la guerra. a la presencia de ambos soberanos en el puente de su barco, El 8 de marzo de 1904 los japoneses, para poder atacar y hundir daba las órdenes para las evoluciones y para el tirocomseguridad a los buques rus'os fondeados en el interior de la rada de Port- extrema y notable aplomo: Ello impresionó tan favorablemente al Arthur, no visibles desde fuera, enviaron dos cruceros acorazados, Emperador alemán que en el momento de desembarcar, terminados el Kamga y el Nin/Jin, para realizar un bombardeo naval de la rada los ejercicios, felicitó al Zar diciéndole: «Me sentiría satisfecho de con tiro indirecto, valiéndose de la colaboración de un destructor contar en mi flota con oficiales tan eficientes como vuestro Rozest- que,convenientemente situado mucho más cerca de la costa, tenía vensky.» la misión de observar los piques de los proyectiles disparados por _ También el Zar quedó bien impresionado del comportamiento los cruceros, y transmitirles ,por radio las correcciones necesarias impecable del Capitán de Navío, Rozestvensky, que desde aquel para que los disparos dieran en el blanco, Pero un operador de día llevó una carrera fulgurante. . la estación de radio de la_base rusa oyó las señales que los barcos El 14 de octubre de 1904, acompañado por los buenos deseos japoneses estaban intercambiando y, aunque no comprendió su sig< de toda Rusia, 59 buques de la flota del Báltico salieron de Libau, nificado, inscintívamente cogió el manipulador de su transmisor de en el Golfo de Finlandia, dirigiéndose a Vladivostok, el lejano chispa¡, con la intención de interferir ,de algún modo la comuni puerto de la costa oriental de Siberia. Alcanzaron el Atlántico, cir- cación entre los buques enemigos. Su gesto, aunque inconsciente, cunnavegaron el continente africano y tras cerca dedoscientos días dio por resultado que aquel día el bombardeo naval japonés no de navegación, durante los cuales recorrieron más de 18.000 millas produjese daño alguno a los buques rusos, por cuanto los japoneses, y encontraron dificultades de todo orden, entraron en el Mar de tal vez a causa de las interferencias en sus comunicaciones, interrum- la China Oriental a mediados de mayo de 1905. pieron la acción y se alejaron. Rozestvensky tenía que tomar entonces una decisión sobre la Las operaciones navales durante aquel año fueron, no obstante, ruta a seguir para entrar en el Mar del Japón y llegar a Vladi- desfavorables a los ¡rusos, que perdieron en varios encuentros con vostok, ya que los accesos a este mar son tres: el Estrecho de la flota japonesa la mayor parte de sus buques de guerra destacados Corea con la Isla de Tsushima en medio; el Estrecho de Tsugaru en el Extremo Oriente. Como consecuencia de ello se decidió en que separa las islas japonesas de Nipón -y Yeso y también, más Petrogrado enviar al Extremo Oriente a la flota del Báltico para al norte, el Estrecho de La Pérouse, que se encuentra entre el extremo septentrional del archipiélagojaponés y la Isla de Sajalín. ' Radiotransmisor que utilizaba como fuente de energia de radiofrecuencia La elección del Estrecho que debería atravesar la flota para al- la descarga oscilante de un condensador a través de una bobina y de un es- canzar Vladivostok, era muy importante, pues de ello podía depen- pmterometro (medidor de chispa). der el destino de la propia flota. A bordo de los buques, desde 22 MARIO DE ARCANGELIS msroam DE LA GUERRA ELECTRONICA 23 algunos días antes, no se hablaba de otra cosa, tanto entre los º …… oficiales como entre la marinería; el tema de las discusiones era 0% Libau A >IA cómo alcanzar Vladivostok evitando el encuentro con la flota japo— nesa dadas las precarias condiciones de eficacia de la flota rusa a oPA causa de la larga navegación. En efecto, el problema de la ruta a oo ¿U5R Cf) Q 5 C ¿74. _ seguir se prestaba mucho a la discusión porque cada uno de los '" … … 57+ pchaososseasntatebsanmxceonncivoennacdidoossprqeuseendtaebbaervíaenutatjialiszaerseincuonnovedneienlotess,paMsuo—s 2>— er º ? _ i CHINA“0‘" X“ºO septentrionales, el de Tsugaru o el de La Pérouse, tanto porque O 5 5) la distancia desde la embocadura de tales pasos hasta Vladivostok a es menor como porque están más distantes de las bases navales :no… º : . (==—35€ japonesas de Corea. Esta convicción se basaba también en el hecho r %RICA _/O_/ smgaiaiir'fá?" de que en uno de los buques de la flota, concretamente en el "P , ' ' r > ¡¿A ‘5‘ (] /‘ . .L.\,r * crucero auxiliar Ural, se había instalado, poco antes de salir de , Rusia, un potentisimo aparato de radio, construido expresamente O B en Alemania y que tenía un alcance superior a las 700 millas, ver- o OCEANO daderamente excepcional para aquellos tiempos. En la imaginación INDIGO de los marineros rusos era posible, con tal equipo, entrar en co- v" ¡ municación con los cruceros supervivientes de la base de Vladi— vostok para hacerlos salir del puerto en el momento oportuno para coger entre dos fuegos a la flota japonesa. La única persona a bordo que no hablaba con nadie de tal Derrota de Rotjesvensky. porblema, ni siquiera con su Estado Mayor, era el propio almi- de utilizar lo menos posible aquel precioso medio de comunica- rante Rozestvensky, tal vez porque ya había tomado una decisión ción para consegiir su objetivo principal, que era llegar a Vladi- que no tenía intención de someter a discusión… vostok sin ser descubierto y atacado por la flota japonesa. Puesto La flota japonesa, al" mando del almirante Togo, estaba casi que la interceptación de eventuales comunicaciones de radio por toda concentrada en la Bahía de Mesampo, en la parte meridional los japoneses podría revelar la aproximación de la flota rusa“, or— del Estrecho de Corea, lista para hacerse a la mar para interceptar denó que. «no se emitiera ningún mensaje a través del'éter». a los navíos enemigos en cuanto fueran avistados. Para ello el almirante japonés había dispuesto un servicio de Se había llegado, entre tanto, al 25 de mayo de 1905 y los vigilancia, con buques en patrulla continua en posiciones y a las buques rusos, formados en dos largas columnas, navegaban a la velocidad de 9 nudos en dirección al Estrecho de Corea. La mar distancias oportunas. Un viejo acorazado se había destacado tam- bién en el sur de la Isla de Tsushirna, para hacer de puente o relé estaba agitada y la visibilidad era escasa. Desde la mañana, las en- el enlace de radio entre los patrulleros y el mando de la es- estaciones de radio de algunos buques habían podido interceptar cuadra en puerto. débiles e incomprensibles emisiones de radio. A medida que la El éxito del plan de Togo se basaba, sobre todo, en que la flota rusa continuaba su avance, el número de estas transmisiones flota enemiga fuera avistada con la mayor antelación posible y que aumentaba, así como la intensidad de las señales recibidas: se tra- la noticia del avistamiento llegara sin retraso. En esencia, todo taba, evidentemente, del intercambio de comunicaciones entre los dependía de la eficacia y de la oportunidad de las comunicaciones navíos japoneses en exploración y el mando de la flota. radioeléctricas, a falta de las males la presa podría esfumarse. El Rozestvensky parecía ignorar la existencia del adversario, y sin preocuparse de destacar al menos algún torpedero en descubierta, almirante ruso', en cambio, había dispuesto un empleo de la radio completamente distinto, pues habiendo tenido ocasión durante la proseguía lentamente en su ruta. En la noche'del 27 de mayo larga navegación de hacer un balance entre las ventajas e inconve— la luna estaba en cuarto menguante y en la mar había niebla que reducía la vibilidad a poco más de una milla. No hubo ningún nientes derivados del uso de la radio, había tomado la decisión avistamiento hasta cerca de las 02.45 horas. Entonces, el crucero HISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA ' ' 25 24 MARIO DE ARCANGELIS mandante, indignado porque no se toma ninguna medida contra el auxiliar japonés Sbinana Maru, que estaba en misión de explora— explorador japonés que ahora parece querer desafiar casi a toda ción a unas 40 millas a poniente de las islas Goto, descubre de la flota, consulta con su oficial de comunicaciones la posibilidad improviso por la proa, entre la niebla, un buque que navega con de aprovechar su potente radio para contrarrestar, de algún modo, las luces encendidas. El crucero japonés, no pudiendo distinguir la la acción del Slaínano Maru. Ambos convienen en que transmi- clase ni la nacionalidad del barco sospechoso ni saber si se trataba tiendo una señal continua sobre la misma frecuencia usada por el de un buque que navega aisladamente o formando parte de una buque japonés, la emisión, por su gran potencia, podría sofocar y, formación, comienza a seguirlo, sin comunicar a nadie su avista— por tanto, perturbar la emisión del navío japonés tanto como para miento. Más tarde, hacia las 04.30 horas, se acerca al buque para impedir, probablemente, la comunicación del avistamiento efectua- reconocer mejor sus caracteristicas y puede identificarlo como un do. Con esta convicción el comandante del Ural, pide al buque buque hospital de la flota rusa. También el buque ruso se percata, insignia autorización para usar la radio para perturbar precisamente a su vez, de “la presencia del crucero japonés, confundiendolo con un buque amigo y le dirigió algunas señales luminosas de recono— las transmisiones del Sbímmo Maru. Pero a los pocos minutos el Almirante responde con este lacónico mensaje: «No impida a los ¿miento. De este error cometido por el adversario, el comandante del Sbinano Maru deduce que el buque navega sin duda con otros japoneses telegrafiar.» Rozestvensky rechazaba asi un consejo que, en aquella circunstancia, podia resultar valiosisimo. El motivo de y, en consecuencia, cierra distancias para tratar de descubrir toda tal decisión está aún por esclarecer: acaso fuera debido a que la formación. quería dar a toda la flota una demostración de su propia seguridad Hacia las 04.45 horas una clara permite al Sbírmno Mam dis— tinguir, a poco más de media milla del buque hospital, la larga en el enfrentamiento con el enemigo, o bien a que no había asimi- lado el valor de aquella novedad que constituía la perturbación fila de acorazados y cruceros rusos. Inmediatamente comienza a llamar por radio al buque del al- .electrónica de las comunicaciones. mirante Togo para darle la noticia. En aquel entonces la radio Entre tanto el Sbimmo Maru, sin perder de vista al enemigo, se distancia lo necesario para poder esclarecer con precisión la estaba aún a un nivel bastante primitivo, y el enlace entre dos composición de la formación rusa y seguir mejor sus movimientos. aparatos situados a cierta distancia era bastante dificultoso a causa, Así, apenas conseguido el enlace por radio, pudo transmitir sobre todo, de los estáticos atmosféricos, por lo cual el Slyimmo finalmente este mensaje: «He avistado al enemigo», y después, sin Mm no lograba transmitir su precioso mensaje. Entre tanto, tam— ser perturbado lo más mínimo, comenzó a pasar información sobre bién en los barcos de Rozestvensky los serviolas habían descubierto situación, rumbo y la velocidad de la formaciónenmiga, de la“ que al buque sospechoso que se había acercado poniéndose a navegar a un rumbo paralelo a la formación rusa, desapareciendo de cuando podia deducirse claramente que se dirigía hacia el Estrecho de Co- en cuando entre las brumas del alba. No era posible reconocerlo, rea. Pero de pronto cayó una espesa niebla, poco antes del alba, y pero de su comportamiento podía inferirse que se trataba cierta- los buques adversarios se perdieron completamente de vista. Esta mente de un buque enemigo de exploración. Todos esperaban que era una ocasión extremadamente favorable a la flota rusa para sus- Rozestvenslry destacase inmediatamente a los cruceros más velo— traerse a aquel impecable seguimiento y dirigirse hacia los estrechos septentrionales de Tsugaru o de La Pérouse. Alguien del Estado ces de la flota para destruir al incauto enemigo. Aquel era un Mayor rogó a Rozestvensky que reconsiderase la situación, pues momento extremadamente importante porque de la decisión que ya era claro, por el creciente tráfico radiotelegráfico, que había se tomase podía depender el destino de la flota rusa y el éxito o fracaso de la misma guerra. comenzado un estrecho cambio de información y órdenes entre el Rozestvensl—ry ordenó a todos los buques apuntar sus cañones mando de la flota japonesa y el Sbínano Maru, al que se habían sobre el Sbinano Mam, pero la orden de abrir fuego se hacía unido entre tanto otros buques de exploración. Todo fue inútil. Entonces, los comandantes de los buques mayores, exasperados por esperar. la inercia de Rozestvensky frente a tanta audacia enemiga e igno- Entre tanto, en muchos de los barcos rusos los radiotelegra— fistas de guardia pudieron interceptar las emisiones del Sbinano rando su anterior prohibición, ordenaron a sus radiotelegrafistas perturbar de todas las formas posibles las comunicaciones por radio Maru llamando al buque del almirante Togo para comunicarle su entre los buques enemigos. Pero ya era demasiado tarde. descubrimiento. A bordo del Ural, el buque ruso que como se ha dicho, tenía la estación transmisora más potente de la flota, el co- Cuando se disipó la niebla con la luz del alba, el escenario no liISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA 27 perimentó un gran alivio y ordenó inmediatamente a todos sus © buques abandonar el fondeadero para salir al encuentro del ene- migo. Captura de _ Hacia las 13.30 horas, mientras la formación rusa, con el aco- Rotjesvensky razado Suvorof)‘ en cabeza, a bordo del cual iba el almirante Rozest- X Rendición de los vensky, navegaba ya por el Estrecho de Corea, a levante en la buquesíupervmentes Isla de Tsushima, aparecieron en el horizonte los buques japoneses. Rozestvensky fue el primero en ordenar abrir el fuego: dos minutos después, apenas todos los buques llegaron a sus puestos de combate, respondió Togo con sus cañones. Un verdadero hu- racán de próyectiles se abatió inmediatamente sobre el buque in— signia ruso. La torre de mando, dentro de la cual estaba todo el Persecución de los Estado Mayor de la flota, fue alcanzada reiteradamente. El mismo buques rusos Rozestvensky fue gravemente herido y perdió el conocimiento, supervwlentes mientras casi todos sus oficiales caían muertos 0 heridos, El resultado del encuentro es bien conocido: el almirante Togo, con rápidas y geniales maniobras, rodeó a los buques rusos con Bases de la flota un círculo de fuego, destruyendolos inexorablemente, uno tras otro. japonesa Sólo tres de ellos lograron alcanzar Vladivostok, mientras otros tuvieron que izar bandera _de rendición al enemigo.._A bordo de uno de éstos últimos, se encontraba sin conocimiento a causa de las heridas recibidas el almirante Rozestvensky, que cayó prisio— nero de los japoneses. Así, aquella seguridad en sí mismo y aquel desdén hacia los demás que, durante unos ejercicios en el Mar Báltico, unos años antes, habían permitido a Zinovi Petrovích Rozestvensky repre- sentar un brillante papel ante dos emperadores, le fueron fatales frente al enemigo en los momentos más importantes previos a la Amanecer _ batalla. del dia 27. Es difícil establecer hoy si una conducción distinta de las ope— 1.° avistamiento de la flota rusa raciones habría podido llevar a un resultado diferente en la difi< cilisima empresa asignada a Rozestvensky. Quizá el intento de impedir al audaz Sbinano Maru usar su radio para señalar la presencia de la flota rusa, hubiera resultado también inútil dada la neta superioridad desde cualquier punto de vista de la flota japonesa sobre la rusa,_Con__todo,r no,puede me- La Batalla de Tsushima. rnos de observarse que s ’ a _ola-prob ¡lidadtparawliqzestji ' ' Ts shimaje la que perecieron había cambiado en nada: la flota de Rozestvensky, seguida por los buques exploradores enemigos, continuaba ru'mbo hacra el Estre- 11i2!"'a”€f"”u a,,r…º, precisamente, cho de Corea, indiferente a todo, como atraida hacra un destino ineludible. En el bando contrario, el almirante Togo, que _desde hacía días vivía horas de gran ansiedad por carecer de noticras de la flota rusa, apenas tuvo la comunicación del Sbinana Maru, ex- II LOS ALBORES DE LA GUERRA ELECTRONICA Los austríacos fueron los primeros en comprender que la inter- ceptación de las transmisiones de radio ajenas, era un medio ex- celente para adquirir las informaciones militares y políticas que, hasta entonces, se venían buscando a través de acciones de inte— ligencia costosas y peligrosas. En efecto, cuando en el año 1908 se produjo la crisis política halo—austríaca como consecuencia de la anexión de Bosnia y Herzegovina, por parte del Imperio Austro— húngaro, los austriacos, que se habían distinguido siempre en el arte del espionaje, hicieron uso de la interceptación .y descriptación del tráfico de radio transmitido y recibido por el Gobierno ita- liano, usando la información así obtenida para evaluar mejor la situación y para tomar decisiones sobre política exterior. Posteriormente, durante la guerra italo—turca en 1911, el servi— cio secreto del Imperio Austrohúngaro, siempre muy interesado por los acontecimientos políticos 'y militares italianos, desarrolló un ex- celente trabajo de inteligencia electrónica, interceptando todas las transmisiones de radio entre Roma y Trípoli, donde habían des- embarcado los italianos. De tales interceptaciones los austríacos ob- tuvieron valiosa información sobre los movimientos de las tropas italianas de la metrópoli y sobre la marcha diaria de las opera- ciones militares en Libia, Este ha sido, sin duda, el primer caso histórico en que se usaron sistemas de radio en lugar de los tradicionales (espías, ca- ballería, etc.) para seguir, paso a paso, el desarrollo de una cam- paña militar que tenía lugar a centenares ¿'de kilómetros de dis— tancia. " ' l Otra nación que, como Austria, habia cultivado ”" del espionaje en todas sus guerras, era Francia. precedieron al primer conflicto mundial, el servicio se logró interceptar y registrar todas las transmisiones que las emba— jadas extranjeras en París hacían a sus respectivos gobiernos y todos los mensajes diplomáticos procedentes del exterior. La operación más brillante de inteligencia electrónica realizada HISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA 31 _ 30 MARIO DE ARCANGELIS Llama-¿eses? Estos cambiaron varias veces de frecuencia, pero los alemanes lograron siempre impedir el intercambio de mensajes. De en Francia fue la interceptación de un largo mensaje transmitido este modo, los dos buques alemanes, cambiando de imprevisto su al embajador alemán en París desde el Ministerio de./Asuntos Ex- derrota, lograron sustraerse a la persecución, dirigiéndose hacia los , tqeureioErselessibeAarlveiamciháonacseeercnraeetFolrqafurnaecniacs.ées,coqmuuenhicaabbíaa llaogdraedcloarayCaioenncdoentgruare—rrlaa . Dar"dCEa.nelos.-y arribarntudrob…a uno pd,uerltaos…¡de _Tur_quía.. — (cine?, ya clave para descriptar los mensajes cifrados.alemanes, no solo puso que, por primera _vez en la historia, se em.plearon las ondas elec» ““ en claro aquel mensaje, sino que consrguio modificar astutamente el texto antes de que llegase al embajador alemán, tanto que este tromagnéticas eficazmente, no para transmitir un mensaje a una estación de radio amiga, sino solamente con el deliberado propó- tardó mucho en interpretarlo, mientras Francia ganaba un tiempo sito de interferir electrónicamente las transmisiones de radio del precioso acelerando las medidas de movilización. . Durante toda la Primera Guerra Mundial, la interceptac.io,n de. enemigo para impedirle su uso. Aunque de manera menos ostensible, se desarrollaron también las transmisiones de radio, de carácter diplomático, adquirio una actividades de guerra electrónica en los frentes terrestres con gran importancia cada vez mayor, llegando a extremos increíbles. eficacia. El servicio secreto inglés logró la clave de los codigos secretos Desde algunos años antes del estallido de lu l’rimcm Guerra alemanes, de modo que durante tres años estuvieron cnlcontliuo— nes de interceptar y descriptar todos los mensajes transmitidos por Mundial, tanto Austria como Francia habían constituido en el ám— el Ministerio de Asuntos Exteriores Alemán a sus embajadores en bito militar organizaciones especiales para interceptar el tráfico de radio de los ejércitos extranjeros de su interés. La organización el extranjero. . ., Los ingleses lograron mantener en secreto este golpe magistral austríaca, en aquel momento, había alcanzado desarrollo suficiente para proporcionar también informaciones valiosas al Servicio Se- del servicio de inteligencia, hasta el extremo de no deCirselo si- creto alemán que, por extraño que parezca, no había creado aún quiera a los americanos, sus aliados, hasta que los alemanes, que una organización semejante. En realidad, no sólo Alemania, sino ” no sospechaban lo más minimo aquel grave fallo .de su servicio secreto, trataron de meter en la guerra a los mejicanos, prome—_ tampoco otras naciones habían llegado a comprender con la pron- titud debida la importancia de la interceptación de las transmi— tie'ndoles la anexión de Texas, Arizona y Nuevo—Méjico. siones de radio del adversario. Pero la Primera Guerra Muhdial, desde el punto de vista eke: Particularmente faltos de preparación y simples eran los rusos, ” trónico, se recuerda principalmente a causa de algunos aconteci- por ejemplo, que tal vez ni siquiera al inicio de las hostilidades mientos importantes que pueden considerarse como el prologo de la propia yryerdadera guerra electrónica. . se dieron cuenta de que las emisoras de radio podían interceptarse www el momento de la declaración de guerra a Alema- por cualquiera que se pusiera a la escucha sobre la frecuencia opor- tuna. La interceptación por parte del enemigo de los mensajes que .' nseiaepnocronltaraGbarnanenBreetlañMaa,rloMs ecdriutceerráonseoa,lesmegauniedsosGadeebecnercyaBproerrlaeul transmitieron en claro con órdenes y despliegue de fuerzas poco crucero inglés Gloucerter, que debia transmitir por radio sus mo— antes de las batallas de Tannenberg, y de los Lagos Masurianos vimientos a Londres que, a su vez, tendría que dar instruccwnes contribuyó, notablemente, a las victorias del general Hindemburg, a la escuadra británica en el Mediterráneo para interceptar y des— sobre ellos. Los rusos después, comprendieron la necesidad de ci— truir a los dos cruceros alemanes; sin embargo, no podian _cono— frar los mensajes propios, pero el servicio de interceptación aus- cerse las intenciones de éstos y la derrota que iban a seguir, ya triaco fue tan hábil que descubrió rápidamente la clave para des- que podían refugiarse en Turquía, aliada de Aleman__ia, o en Italia,» cifrarlos; los alemanes, a los que les enviaban regularmente los todavía neutral. “__, __ textos correspondientes en claro, pudieron'ºasí conocer dia a día “ lu'tran'siriist'wíeíl:E'Bi'¿gig tre el .ngucesgen.y, l M15_5.11- todos los movimientos del Ejército ruso hasta el momento de la it…de informes“ o denes_relagi…vidad de Revolución bolchevique de 1917 y del armisticio en el frente “los cruceros“ adversariosAfuéfbnaíntergptadag por éstos que, en el oriental, ' _ momento que consideraron más op arahacerle perder su En todos los frentes, los estados mayores habían podido ya “"“” na accio “…,p…e conocer y apreciar las ventajas operativas que podian derivarse de . , , , ‘W, _ rusa-onu DE LA GUERRA ELECTRONICA 33 32 MARXO DE AxCANGELts la interceptación de las comunicaciones del adversario y‘ pedían que traba minuciosamente todo el tráfico hasta que el enemigo volvía a este servicio se potenciara más, Había nacido, prácticamente, la cambiar de frecuencia. inteligencia electrónica, actividad que asumiría un papel cada vez Durante el primer conflicto mundial ambos contendientes ex- más importante en el arte militar moderno. perimentaron el engaño electrónico en sus formas más sencillas, Aunque apenas habían transcurrido una quincenalde años, desde ' como, por ejemplo, transmisiones falsas, comunicaciones ficticias y que Guillermo Marconi había transmitido por primera vez una otros ardides por el estilo, encaminados a desorientar a los mandos señal a través del espacio, la radio había hecho progresos suf1c1entes enemigos. ' para permitir su uso eficaz a partir de la Primera Guerra Mundial Ni siquiera las comunicaciones por hilos pudieron sustraerse a desde buques, aeronaves e instalaciones terrestres fijas o mOViles. la interceptación enemiga. En los frentes terrestres, en los que es- Pero para la inteligencia electrónica eran necesarios aparatos mas taba muy difundido el uso del teléfono, se recurría a los medios “fºgºsa—(19.3. los receptores entonceswnorvmalmente eriwuso. más inesperados para escuchar las conversaciones del enemigo. En ’ ' , en efecto,!"i" visaje ansmi'ti'do pp? la guerra de trincheras se utilizaron ampliamente sistemas telefóni- eníi' ,wtsf'º“ "' penas perceptible por cos que se servían de un solo hilo para enlazar dos interlocutores, estar”-l limite—delNalcance,“ ' 'Í "alga;Q. Si era c1- cerrándose el circuito por tierra. Como el único hilo estaba siempre sciftar en campo propio, los mandos militares, convencidos de que el ene- migo sólo podía escuchar si se conectaba a este hilo, no se pre- ocupaban lo más mínimo de las posibles interceptadones, por lo que hablaban siempre en claro. Pronto esto resultó completamente ilusorio y los primeros en comprenderlo fueron los mandos britá- nicos del cuerpo expedicionario en Francia que ya en 1915 empe- zaron a darse cuenta de que los alemanes preveían y prevenían con demasiada regularidad las acciones ofensivas preparadas por ellos, ¡se diría casi que los alemanes recibían una copia de sus órdenes de operaciones cuando los ingleses se preparab a ejecutarlas! . _ . ¿53 Por otra parte, tampoco era Poco tiempo después se aclaró el misteri os alemanes habíarig necesario desÍriptar siempre competamente un mensaje cifrado del deIsarrollado y Iconstruid "un 'aparat'o'fq' diante … ' " enemigo para saber lo interesante sobre sus fuerzas: por medio del fhio ‘ * , análisis del tráfico radiotelegráfico interceptado se podía hacer, casi siempre, una primera apreciación sobre la disposición de las fuerzas t , , - Vomc‘o , glesa‘En &añºalalírasfló?“alemanes Habían—“descubierto a manera ¡$e—”apro- enemigas en el campo de batalla y sobre sus intenciones en yísperas vecharse del uso indiscriminado del teléfono por el enemigo, con- de una ofensiva. De aquí que para incrementar la capaCidad de siguiendo escuchar a través de tierra todas las comunicaciones tele- recepción de las comunicaciones del enemigo, los receptores de ra- fónicas que vtenían lugar enlel frente entre__las…tropas británicas dio fueron dotadºs de amplificadores basados en un dispositivo in< atrincheradasíltiasta cl; k d mil., * desde la ventado sólo unos años antes: la lámpara termoiónica o válvula ¿[estación de escucha,“ . . ' amplificadora. £ %” El principal elemento que hay que buscar para interceptarlas moiónic _ . º; comunicaciones del enemigo es, obviamente, la frecuencia utilizada ”…En mantº”€é'“de“sc,iibrió esto, los ingleses ,estudiaron inmediata- por éste. Como en la guerra todos los contendientes hacen lo po- mente un antídoto, que consistió en un aparatocapaz de apantallar sible para mantener secretas sus frecuencias de trabajo, y a este fin la difusión de las corrientes en el suelo dentro de cierto radio se cambian continuamente, el empleo de equipos de interceptación desde la fuente emisora1. Este dispositivo, al crear una barrera so- precisaba operadores muy adiestrados que tenían que variar pacien» temente las sintonias de sus aparatos arriba y abajo hasta encontrar XConcretameme, consistía en un generador de ruido eléctrico que, sir- la utilizada por el enemigo. Una vez localizada se recibía y regis— viéndose de un tubo electrónico de gas, lo inyectaba cn el suelo alrededor del \ 34 MARIO DE ARCANGELIS HISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA 35 nora no sólo acabó con las interceptaciones, sino que permitió a los cedencia y, por tanto, por triangulación, determinar la posición de _ ingleses al año siguiente desarrollar y realizar, a su vez, un nuevo la estación emisora". ' sistema de interceptación telefónica a través de tierra que, sirvién- El radiogoniómetro resultó ser un instrumento de trabajo pre- dose de mayor número de válvulas electrónicas y otros medios cioso para la inteligencia electrónica y para la adquisición de infor— técnicos, permitía interceptaciones telefónicas hasta distancias entre mación sobre el enemigo. No siendo en verdad muy amplio el cuatro y cinco mil metros. empleo de la radio en los ejércitos de entonces, la localización de En los dos últimos años dela guerra, estos sistemas intercepta- una estación emisora enemiga coincidía casi siempre con el desmi- dores llegaron a ser tan eficaces que en el frente occidental los brimiento y localización del lugar en que se asentaba un mando Estados Mayores de ambos bandos, dándose cuenta de que el uso de gran unidad y la distribución territorial de las estaciones de del teléfono en primera línea tenía más inconvenientes que ventajas, radio daba una idea muy fiel de la organización del frente enemigo. dictaron disposiciones severamente restrictivas relativas al uso de Por otra parte, trazando sobre el mapa las localizaciones sucesivas los teléfonos de campaña. . de una misma estación de radio, era posible conocer los movimien- Desde el principio del conflicto los esfuerzos de técnicos y mili- tos de la fuerza enemiga. Particularmente organizados en este sen- tares se empeñaron en la construcción de aparatos cada vez más tido estaban los ejércitos franceses e ingleses que disponían desde perfeccionados, no sólo para asegurar las comunicaciones entre 'las 1915 de buenos sistemas radiogoniome'tricos, por lo que podían fuerzas propias, sino también para localizar las estaciones emisoras conocer la distribución de las grandes unidades enemigas, los mo- adversarías. Esto último fue posible gracias al desarrollo de un vimientos importantes de fuerzas y a menudo también las intenciones sistema radiogoniome'trico inventado por el italiano Artom, que del enemigo a cerca de un ataque inminente. había descubierto la acción direccional de una antena de cuadros, Todo esto permitó a los aliados tomar a tiempo las medidas o sea, la capacidad de una antena de este tipo para determinar la oportunas y desbaratar, incluso, los planes operativos del adversa- dirección de una emisora electromagnética. rio, contribuyendo de este modo a imponer a los alemanes una En general, la radiogoniometría se basa en la recepción directa, larga guerra de desgaste, en la que los aliados tenían la ventaja de de la onda de superficie de un radioemisor. Una antena de cuadro disponer de mayores recursos. es capaz de recibir tal onda, de determinar su dirección y, con el Pero fue en las operaciones aeronavales en las que el radiogo— auxilio de una antena normal, también el sentido de llegada de niómetro obtuvo los resultados más importantes durante la Primera dicha onda (esto es, de establecer si la estación transmisora se en— Guerra Mundial. Especialmente los ingleses dieron un gran impulso cuentra en un sentido o en el opuesto, 180º respecto a la estación a la radiogonimetría constituyendo cuatro redes de estaciones de interceptación y de goniometría (o D/F:Direction Finder, como se llama hoy), para dar apoyo a la Armada, comprometida en tareas vitales dentro del contexto general de la guerra. Obtuvieron resultados excelentes en la determinación de los mo- :soras.’ ¿21315113 plaga vimientos de los submarinos alemanes que atacaban el tráfico mer- , Guillermo Marconi, que se había trasladado a Inglaterra hacía cante y subían a la superficie para transmitir sus informes a sus algunos años a consecuencia de las desilusiones sufridas en su patria, mandos y recibir órdenes“. Muchos hundimientos de submarinos perfeccionó allí el método usado por su compatriota Artom, usando ocurridos tras la puesta en funcionamiento de las redes de intercep— una válvula amplificadora nueva y más sensible que permitía captar señales debilísirnas, no perceptibles hasta entonces con los recep- ºEl procedimiento para radiogonometrar una estadón emisora seleccionada tores normales a cristal. _ (por ejemplo, un radiofaro de navegación) era el siguiente: se sintonizaba el Ya en 1914, al inicio del primer conflicto mundial, era posible receptor (a cuya entrada se conectaba la antena/_de cuadro) a la fremencia de la estación transmisora elegida y girando elicuadro en tomo a su eje buscar e interceptar emisiones electromagnéticas enemigas con el vertical, se determinaba la dirección de propagación de la onda basándose nuevo tipo de radiogoniómetro, determinando la dirección de pro- en el mínimo de recepción (que permite una mejor selectividad que al maxi- mo). Se pasaba después a la determinación del sentido, conectando una antena auxiliar unida a la de cuadro. ' circuiro de retorno del teléfono de campaña a fin de impedir que las con- “Determinaban cual era la dirección de procedencia, de la emisión radio versacioneslque pasaran a través de este fueran interceptadas. interceptada y mediante triangulación obtenían 1a situación del submarino. HISTORIA DE LA GUERRA ELECTRONICA 37 36 MARIO DE ARCANGELIS graves errores en la utilización de la radio, ya que, al igual que tación radiogoniome'trica se han atribuido a éstas, que mantenían los submarinos, transmitían siempre en la misma frecuencia,usaban informados a los buques cazasubmarinos de todos los movimientos los mismos indicativos para enlazar con las estaciones radiogonio— de los submarinos enemigos. métricas en tierra y como volaban a una velocidad bastante re— En verdad, esto no era muy difícil para los ingleses, ya que ducida, los operadores ingleses sólo tenían que escuchar una llama— los submarinos alemanes no tomaban precaución alguna ante el da de los dirigibles con su correspondiente indicativo y tomarles peligro a que se exponían haciendo un uso indiscriminado de la demoras a intervalos breves y regulares, para deducir que se apro< § radio. li ximaba una incursión sobre Londres. Todo esto facilitó, enorme— Dorados de potentes transmisores que operaban en la frecuencia i mente, la tarea de los ingleses que consiguieron así localizar exac- 750 kc/s. con horario preestablecido, los submarinos alemanes Asa- tamente el edificio del que procedían aquellas emisiones electro- lían a superficie y transmitían largos mensajes de forma bastante magnéticas sorprendiendo y capturando a los agentes secretos alema— tipificada, lo que facilitaba enormemente el trabajo no sólo de los nes. Sin embargo, los ingleses no desmantelaron en seguida la pe- criptógrafos sino también de los radiogoniometristas británicos, tan- queña estación de radio clandestina alemana, sino que la usaron la to en la búsqueda de las emisiones procedentes de los submarinos, noche siguiente para guiar a los dirigibles alemanes sobre un lugar como en la determinación exacta de su situación. deshabitado de la costa del mar del Norte, donde les esperaban Con los progresos técnicos conseguidos en el campo de la radio algunos'aviones caza que hicieron verdaderos estragos entre los di- y de sus accesorios, fue también posible construir radiogoniómetros rigibles. Desde entonces ya no se utilizó más el dirigible como bom— de dimensiones y pesos tan reducidos como para ser transportados bardero, ya que su_gran vulnerabilidad a los ataques de la caza había por los propios agentes de inteligencia electrónica. quedado patente a los alemanes. Después de aquel incidente se en— Desde que los alemanes comenzaron los primeros bombardeos sobre Londres por medio de dirigibles, surgió el problema de llegar viaron a bombardear Londres los aeroplanos tipo Gotha, mientras que los dirigibles se destinaron a misiones secundarias como el al objetivo de noche, con las ciudades enemigas completamente os- reconocimiento aéreo. . curecidas. Inicialmente los dirigibles utilizaban para este objeto los sistemas de navegación astronómica, pero los resultados eran poco Pero la actuación más interesante y eficaz de la red radiogonio- satisfactorios por las varias dificultades intrínsecas a este tipo par— métrica inglesa, tuvo ocasión de manifestarse en la víspera de la gran batalla naval de Jutlandia. En el año 1916 se habia extendido ticular de aeronave, además de la posible presencia de nubes o en la opinión pública inglesa un grave descontento por el compop niebla. Así que los alemanes abandonaron este sistema y pasaron a tamiento pasivo de su «Grand Fleet», que no lograba obstaculizar usar el guiado a distancia de los dirigibles, sirviéndose para ello eficazmente las incursiones de la flota de alta mar alemana contra de la red radiogoniome'trica instalda en Alemania. Pero sea por la gran distancia o por la magnitud de los errores angulares debidos algunas localidades costeras de Gran Bretaña. E1 vivo recuerdo de a la propagación electromagnética (efecto Gwry), la recepción y la la batalla del Dogger Bank, en la que el almirante alemán Hipper logró sustraerse a la acción de la escuadra inglesa al mando de precisión de las demoras radiogoniome'tricas no permitían un em— almirante Beatty, dolía a los que se consideraban dueños de los pleo eficaz de los dirigibles. Por ello se abandonó también este sistema de guía a larga distancia y se pasó al de guiado próximo, mares y reclamaba venganza. Pero la situación geográfica, la rela— ción de distancias entre las bases y otros factores favorecían la hecho por agentes secretos alemanes enviados a Gran Bretaña clan- audacia de la flota alemana que lograba siempre descargar sus gol— destinamente. Estos se instalaron, con sus radiogoniómetros portá- pes y alejarse antes de que llegaran los ingleses: era, para éstos, tiles, en una casa situada a algunos kilómetros de la periferia de un problema de tiempo difícil de resolver. Londres, y desde allí tomaban las demoras de los dirigibles en su A fines de mayo de aquel año, los alemanes habían programado aproximación y los guiaban por radio hacia la capital con sufi— una incursión naval a gran escala contra las costas británicas, con ciente precisión a pesar de la oscuridad, la niebla y el oscurecimien— la participación también de submarinos y dirigibles. Para evitar que to. Mas la presencia de emisiones electromagnéticas extrañas antes los ingleses pudieran enterarse de la salida de puerto de la flota de cada bombardeo aéreo, hizo sospechar al servicio secreto inglés de alta mar mediante el servicio de interceptación radiogoniomé— que, con un cierto número de radiogoniómetros montados sobre trica, los alemanes pensaron engañar al Almirantazgo británico con vehículos, comenzó una tarea sistemática de interceptación y de una estratagema de naturaleza electrónica, radiogoniometría. Por otra parte, los dirigibles alemanes cometían

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