El célebre escritor norteamericano James A. Michener eligió Torremolinos como escenario de uno de sus más conocidos bet-sellers: “The Drifters”, traducido como “Hijos de Torremolinos”.
La novela refleja el carácter casi mítico que Torremolinos adquirió durante los años sesenta del pasado siglo como lugar preferido no solo de turistas convencionales, sino de jóvenes inconformistas y bohemios que buscaban un lugar idílico donde iniciar una nueva vida, con una libertad de costumbres tolerada por las autoridades locales.
El libro relata los vuelos charter para turistas, los hoteles y bares de esta Babel contemporánea en la que casi no se hablaba español.