Marc Auge HACIA UNA ANTROPOLOGÍA DE LOS MUNDOS CONTEMPORÁNEOS ^W COLECCIÓN EL MAMÍFERO PARLANTE SERIE MAYOR http://Rebeliones.4shared.com http://Rebeliones.4shared.com HACIA UNA ANTROPOLOGÍA DE LOS MUNDOS CONTEMPORÁNEOS por Marc Auge gedisa C^ editorial http://Rebeliones.4shared.com Título del original en francés: Pour une anthropohgie des mondes contemporains © 1994¿yAubier Traducción: Alberto Luis Bixio Diseño de cubierta: Marc Valls Segunda edición, octubre de 1998, Barcelona Derechos reservados para todas las ediciones en castellano © by Editorial Gedisa, S.A. Muntaner, 460, entlo., 1.a Tel. 93 201 60 00 08006 - Barcelona, España e-mail: [email protected] http://www.gedisa.com ISBN: 84-7432-574-9 Depósito legal: B-33.199/1998 Impreso en Limpergraf c/ del Río, 17 - Ripollet Impreso en España Printed in Spain Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de im presión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma. http://Rebeliones.4shared.com índice PREFACIO 9 1. El espacio histórico de la antropología y el tiempo antropológico de la historia 11 2. Consenso y posmodernidad: la prueba de la contemporaneidad 31 3. Hacia la contemporaneidad 61 4. Los dos ritos y sus mitos: la política como ritual 81 5. Nuevos mundos 123 CONCLUSIÓN 165 7 http://Rebeliones.4shared.com http://Rebeliones.4shared.com Prefacio Quisiera que este libro fuera un manifiesto, pero un mani fiesto que compromete solamente a su autor. Este ciertamente debe mucho a todos aquellos que, como él, desean elaborar un proyecto de antropología de los mundos contemporáneos conce bido de manera ofensiva (no como la posición de repliegue de los decepcionados del exotismo); debe mucho señaladamente a Marc Abeles, Gérard Althabe, Jean Bazin, Alban Bensa, Jean- Paul Colleyn, Jean Jamin, Michéle de La Pradelle, Emmanuel Terray, y a aquellos que, desde el interior de la disciplina, como Francoise Héritier, o desde el exterior de ella, como Fernando Gil y Denys Lombard, le aportan la colaboración de una mirada informada, crítica y benévola. Pero los comentarios propuestos aquí, los análisis bosquejados, las nociones o conceptos aventu rados no han sido realmente sometidos a la discusión colectiva y, por lo tanto, no pueden pretender ni abarcar ni resumir las reflexiones, en definitiva personales y originales, de unos y otros. Con este libro nos proponemos pues contribuir a un esfuer zo compartido, pero tan diversificado como su objeto. Lo hemos recorrido todo, el mundo y las ideas. Para algunos, las sirenas del desencantamiento deberían seducir al etnólogo en su cami no de regreso. Pero el camino del etnólogo no tiene retorno. La paradoja del momento actual quiere que toda ausencia de sentido pida sentido, así como la uniformización llama a la diferencia. Es en ese juego complejo de apelaciones y de res puestas donde el antropólogo encuentra hoy sus nuevos objetos de reflexión. El etnólogo no los había olvidado detrás de sí 9 http://Rebeliones.4shared.com cuando partió en busca de remotas tierras: los descubre frente a él el día en que comprueba que, por primera vez en la historia de la humanidad, la tierra es verdaderamente redonda. 10 http://Rebeliones.4shared.com 1 El espacio histórico de la antropología y el tiempo antropológico de la historia La palabra "antropología" se usa hoy de mil maneras diferentes. Los antropólogos de profesión pueden regocijarse por ello al considerar que, cualesquiera que sean los errores de lenguaje, los errores de perspectiva y las deformaciones de pensamiento, algo de la antropología ha pasado a las otras disciplinas. Los antropólogos pueden pues preocuparse al ver cómo el núcleo duro de su empeño (que es la combinación de una triple exigencia: la elección de un terreno, la aplicación de un método y la construcción de un objeto) se diluye aquí y allá en alusiones un tanto imprecisas a la necesidad de una "perspec tiva" o de una "orientación" antropológica y hasta de un "diálo go" con la antropología. Para definir esta necesidad se invocan por turno el interés de la microobservación, de lo "cualitativo", del testimonio directo, de la "vivencia", por un lado, y el interés de las permanencias, de las dimensiones inconscientes, por el otro. Existe pues el peligro de que la "antropología" del diálogo, la "antropología" de la circulación interdisciplinaria, sea una antropología mutilada, reducida ya a sus objetos empíricos (microterrenos), ya a sus supuestos métodos (microobservación, reunión de testimonios), ya a sus supuestos objetos teóricos (las permanencias o el inconsciente).1 Esta inquietud sería sin embargo excesiva y hasta estaría poco justificada si se refiriera principalmente al riesgo de ver una disciplina tan totalizadora como la historia, por ejemplo, apropiarse de aspectos de la dimensión antropológica para recomponerlos en un conjunto disciplinario rejuvenecido o remodelado. Esos intercambios y esos injertos son moneda 11 http://Rebeliones.4shared.com