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Hacia un orden social cristiano - Marqués de La Tour du Pin PDF

387 Pages·2020·6.817 MB·Spanish
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MARQUÉS DE LATOUR DU PIN rY -* Q< 1 •‘•"l ·’ ‘aí¿,ww ♦ ' i* i ? ** «v ' ; avia •i4« % x ¿u -J HACIA PRÓLOGO DE :V ' 3 E D U A R D O A U N Ó S >r :--í ■· '4? „ -, i ■m*. V *’ <v. “ ' T j #* + :A± ·£ V i# * i£ «’’A ' ·,< M A D R I D % >··.' „M\ CULTURA ESPAÑOLA í*‘ ■. , 1 9 3 6 £a*rl M A RQ U ES DB LA t o u r ; DU PIN ' v " '■! iv ,,‘V ; -■ '1' ' \ ‘ SOCIAL CRISTIANQ \ It PQOLOGO de E D U A R D O A U t t O S j i; II ■ , \ M o d r i cl Culturci Española 1936 I Escaneado con CamScanner ES PROPIEDAD GrAfica Universa e. - Evaristo San Miguel, 8. Tee£f. 34079. Escaneado con CamScanner I N D I C E Páginas. Prólooo....................................................................... 5 Capítulo primero.—Observaciones sobre la naturaleza del Contrato de Trabajo................................................................ 41 Capítulo II.—Del régimen corporativo....................................... 49 Capítulo III. —Crisis agrícola o cuestión agraria.................... 101 Capítulo IV.—Del capitalismo....................................................... 135 Capítulo V. — Esencia de los derechos y de la organización de los intereses económicos......................................................... 189 Capítulo VI.—Introducción a los estudios sociales.. . . ___ 219 Capítulo VII.—Democracia contra Plutocracia......................... 245 Capítulo VIII.—De las Instituciones representativas.............. 271 Capítulo IX.—Los retiros obreros................................................ 299 Capítulo X.—El patrimonio familiar............................................ 311 Capítulo XI.—La representación profesional............................ 321 Capítulo XII.—La Constitución nacional.................................... 343 Escaneado con CamScanner ■' ,, . \ ► í * \ ' f , i I ' j ' 'i * ■: >i 1 , ’ I ■.I M , i 1 i i, \ i 1 i P R O L O G O i La T our du Pin: Su vida y sus doctrinas I Una vida ejemplar El castillo de Arrancy evoca, como en una su­ prema síntesis, la vida de La Tour du Pin. Fue construido a fines del siglo XVI por el Obispo Valentín Douglas, descendiente de Jaime Douglas, personaje de aire legendario que vino a España para pelear contra los moros, muriendo en el cam­ po de batalla. Resalta el castillo por su elegancia severa, mostrando con orgullo sus dos cuerpos cen­ trales y cuatro torreones de ladrillo, que presiden el parque señorial extendido en su derredor, c in­ cluso la aldea, destacándose como una mancha grisácea en el poniente de oro. El paisaje de Arran­ cy es particularmente pintoresco, recubierto de ¿r- t v i Escaneado con CamScanner 6 E D U A R D O A U N O S boles y -plantas, rico en fuentes, arroyos y prados que van a enlazarse con las alturas del camino de las Damas. Los trigales, los viñedos y las labores campesinas, desgranándose entre rumor de cancio­ nes y nobles tareas productoras, son las notas vi­ brantes de un cuadro bucólico y reposador, donde la Iglesia de Arrancy, edificada en el siglo XIII y reformada en el XV I por el Obispo Douglas, se yergue patriarcal y acogedora. El padre de La Tour du Pin dirigía por sí mismo la hacienda heredada de sus antepasados. Era el jefe de una familia de tradiciones militares y de ilustre linaje, cuyos miembros destacaron como caudillos valerosos y leales, habiendo incluso una mujer de su estirpe, Philis de La Tour du Pin, que en 1662, al frente de una tropa de aldeanos, detuvo el avance de los destacamentos de montañe- . ses que el Duque de Savoya lanzó contra el Rey de Francia para apoyar al ejército imperial. En el castillo de Arrancy, donde todavía se conservaban los vestigios del viejo tiempo, nació el i.° de abril de 1834, Carlos Humberto Rene de la Tour du Pin-Chambly. Según él mismo cuenta en sus Ho­ jas Militares, verdadera antología de recuerdos, pic­ tórica de lozanía y claridades de estilo, se educo entre ese ambiente de grata floración espiritual que es la vida campesina, con sus soledades fecundas, escuela de meditaciones y de actividades, de con­ Escaneado con CamScanner P R O L O G O ; ... 7 centración y de lucha. Sus padres cuidaron de su educación, procurando llevarla paralelamente con la. de su hermano menor, del que le separaban es­ casos años y podían, por tanto, coincidir en el es­ tudio de las mismas disciplinas, así como en el solaz de idénticas diversiones. Su infancia y una parte de su juventud discurrió compartiendo con el latín, el griego, la filosofía y las matemáticas, la contemplación de la exiílencia rural, siempre ordenada y fatigosa, desgranándose en un sinfín de arduas labores, engrandecidas por el amor de una naturaleza pródiga que devuelve con frutos de bendición los sudores depositados en su seno. Allí aprendió sus primeras, lecciones de sociología, y en aquella hora temprana recogió de labios de su padre, a quien veneraba, el primer aforismo que es base de toda su doctrina renovadora. «Piensa, hijo mío, que eres tan sólo el administrador de esta tierra para beneficio de sus moradores», le dijo casi en plena niñez, y en el espíritu de La Tour du Pin aquella frase quedó como eje de una filo­ sofía. Desde muy joven se sintió atraído por la vo­ cación militar, hacia donde le empujaba la histo­ ria de su familia, que contó con quince generales y un regimiento, ondeando su apellido como le- ma de desinterés y heroísmo en defensa de la pa­ tria. La norma de su vida fué el espíritu de so* Escaneado con CamScanner E D U A R D O A U N O S 8 crificio, y quiso brindar a su pats casi la mitad de su existencia como soldado, dispueílo a todos los sacrificios y sufrimientos. El 7 de noviembre de 1S52 entró en la escuela militar de Saint Cyr tras de brillantes ejercicios, tomando pronto los galo­ nes de furriel. Terminados allt sus estudios, paso a la escuela de Estado Mayor cuando la guerra de Crimea se hallaba en su máxima intensidad. El más vivo deseo de La Tour du Pin era acudir hacia aquellos lejanos ámbitos donde tantos com­ pañeros suyos daban diarias pruebas de heroísmo, y la patria podía necesitar sus servicios. Pronto logró su empeño, y embarcado con el Eltado Mayor de la legión polaca, pasó de Mar­ sella a ConSlantinopla, recreándose en el viaje con la visión de las tierras de epopeya y los mares lu­ minosos donde el mundo clásico paseó sus indele­ bles glorias; esas aíslas de color de aurora», según su feliz expresión, que presenciaron escenas heroi­ cas de un pasado magnífico, blasón augusto de la humanidad. Tras breve estancia en la vieja Bizan- cio, se trasladó a Kamiesh para reintegrarse a su regimiento, el 6.° ligero, convertido en 81 de línea a consecuenáa de la movilización. En el ejército de campaña se hallaba su primo, el Coronel La Tour du Pin, quien había moftrado en numerosos encuentros un heroísmo sin límites, hasta caer por fin mortalmente herido en el asalto al fuerte de Escaneado con CamScanner P R O L O G O y r ' Malakoff. Eñe ejemplo fue para el recién llega­ do como un aliento mas en su decisión de arros­ trar cuantas pruebas fuesen necesarias en el cum­ plimiento de su deber, y por ello siguió todo el curso de' los combates sin desmayos ni entibia- miento, soportando las penalidades propias de una guerra de sitio, como fue la de Crimea durante el último período de' las operaciones. Apenas cerrado el armiñicio, quiso hacer con algunos amigos suyos una incursión hacia el in­ terior del país, llegando con su caballo, a través de bosques y ríos, hasta Batchi-Serai, capital de La Tartaria, pero tuvieron que regresar revólver en mano, librándose de sus perseguidores tras ha­ ber vencido grandes dificultades. Cuando regresó a Francia, su descanso fue breve. Promovido a ca­ pitán en 1859; le tocó seguir la campana de Ita­ lia tomando parte en la batalla de Palestro, donde se apoderó de una trinchera austríaca con el ter­ cer regimiento de zuavos, y días mas tarde partir cipo también en las de Magenta y Solferino. Poco después de reintegrarse al servicio normal, se le destinó a las órdenes del General Laveaucoupet, continuando en tal situación mientras eñe desem­ peñó mando, al termino del cual pidió ser enviado £ Méjico con las tropas expedicionarias. Denegada ¿a solicitud pasó al Eííado Mayor del Mariscal Mac- Mahon, Gobernador de Argelia, y como tal diri- Escaneado con CamScanner . / 10 , E D U A R D O A'U N o s , · .‘ ;1 ' ■■ . ’’ gió la columna expedicionaria del Sur, cuyo cuartel eneral se bailaba en el oasis de Laghoüát. Las luchas entre los oulad-sidi-cheik le absorbieron totalmente de 1865 a 1869, coronándose sus esfuerzos, y los de su jefe el General Sonis con la victoria dé Ain-Madbi, que señala una etapa decisiva en la conquista y paci­ ficación de Argelia. Las reminiscencias feudales de la vida del de­ sierto, el espectáculo de esa civilización guerrera y· familiar, atraían a La Tour du Pin, quien profesa­ ba verdadera admiración por algunos Jefes árabes y sus rasgos señoriales. Por ello pasó con cierta tris­ teza a las órdenes del General Ladmirault, Subgo­ bernador de Argelia, que le condujo como ayuda de campo a Lille en 1870, viviendo a su lado las jornadas de Rezonville y Saint Privat que auguran los grandes desastres de la guerra franco-prusiana. Im Tour du Pin, llevando las instrucciones de su Jefe, atravesó los campos de batalla en todas direc­ ciones, y como agente de enlace tuvo ocasión de advertir la falta de unidad que condenaba al fraca­ so los más acertados planes. Tras jornadas de una intensidad dramática indescriptible, tuvo que ejecu­ tar las órdenes de retirada a Metz, desde donde pa­ só al cautiverio. Internado en Aix-la-Chapelle, se reunió con el Conde de M un que se hallaba en su misma situa­ ción, y como solaz en las largas horas de inacción Escaneado con CamScanner

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