Description:Veintidós años tenía Lamartine cuando conoció a la bella napolitana Antoniella Jacomino. Cuarenta años después evocaba e idealizaba aquel vago amor en las páginas levemente autobiográficas de Graziella. Como buena exaltación romántica no escapa al tono convencional de sentimentalismo y abuso de lágrimas típico de la época. Pero como descripción de la Italia de campesinos y pescadores, de sus tareas en el mar o en sus jardines y viñedos, alcanza momentos realmente insuperables. En este aspecto, ha dicho J-M. Gardair, «hay en Graziella dos o tres páginas que valen por todo Catón el Viejo, todo Varrón y todo Columela».