Han pasado 388 años desde que Bo tomó una decisión que cambió su destino. Cada año, en una fecha especial, Bo se sumerge en sus recuerdos, intentando aplacar el dolor que siente por la perdida de Lauren. Mientras tanto, el alma de Lauren vigila los pasos de Bo, ayudándola a ocupar su lugar en el mundo fae y esperando la caducidad de la maldición que las separa físicamente.