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Geografia De Las Practicas Cientificas PDF

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GEOGRAFÍADELASPRÁCTICASCIENTÍFICAS filcien/martinez/1 INSTITUTODEINVESTIGACIONESFILOSÓFICAS Directora: DRA. PAULETTE DIETERLEN SecretarioAcadémico: DR. EFRAÍN LAZOS Colección: FILOSOFÍA DE LA CIENCIA filcien/martinez/2 SERGIO F. MARTÍNEZ GEOGRAFÍA DE LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS Racionalidad, heurística y normatividad UNIVERSIDADNACIONALAUTÓNOMADEMÉXICO MÉXICO 2003 filcien/martinez/3 Primeraedición DR(cid:13)c 2003 UniversidadNacionalAutónomadeMéxico INSTITUTODEINVESTIGACIONESFILOSÓFICAS CircuitoMtro.MariodelaCuevas/n, CiudadUniversitaria,Coyoacán,04510,México,D.F. Tels.:56227437y56227504;fax:56654991 Correoelectrónico:libros@filosoficas.unam.mx páginaweb:http://www.filosoficas.unam.mx ImpresoyhechoenMéxico ISBN 970–32–0707–3 filcien/martinez/4 Prefacio La epistemología se desarrolló durante el siglo XX a través de dos tradiciones que han tendido a ignorarse mutuamente: la teoría del conocimientoylafilosofíadelaciencia.Lateoríadelconocimiento se preocupa sobre todo de ofrecer una explicación del origen de la normatividad epistémica desde una perspectiva en la que el co- nocimiento es un logro generalizado de los seres humanos; por su parte,lafilosofíadelacienciasepreocupamásbiendeformularun modelo descriptivamente apropiado de la estructura y dinámica de lacienciaquesirvademarcoparadarunarespuestafilosóficamente satisfactoriaatodaunaseriedepreguntasplanteadaseneldesarro- llo de la ciencia y que, en particular, permita explicar el origen y la estructuradelasnormasmetodológicas.Losesfuerzosenambasdi- reccionesllevaronaplanteamientosmuydiferentesquefomentaron el mutuo y creciente desconocimiento de ambas tradiciones filosó- ficas. La separación entre teoría del conocimiento y filosofía de la ciencia se ahondó progresivamente a medida que, en el caso de la primera, el interés se fue centrando en el problema de la justifi- cación de las creencias, mientras que en la segunda cobró fuerza una perspectiva metodológica de la ciencia que permitía pensar la filosofía de la ciencia como “una teoría del conocimiento sin suje- to cognoscente” (para decirlo usando la famosa frase de Popper). Está claro, pues, que un proyecto como el que me propongo aquí, quepretendetomarenseriolasmotivacionesdeambastradiciones, tiene que cuestionar la concepción usual de qué es conocimiento, tantoenteoríadelconocimientocomoenfilosofíadelaciencia. Existe un supuesto compartido tanto por las teorías del conoci- mientocomoporlasfilosofíasdelacienciaquehasidodecisivopara generar esta separación en la epistemología. Se trata del supuesto filcien/prefacio/1 6 Geografíadelasprácticascientíficas de que la epistemología puede y debe estudiarse de manera inde- pendiente respecto de la psicología en particular, y de las ciencias empíricasengeneral.Elcuestionamientodeestesupuestohaestado en el centro de la atención de los proyectos de naturalización de la epistemología. A lo largo de este libro veremos cómo este supuesto puedeydebeserpuestoenteladejuiciodediferentesmaneras. La separación tajante entre epistemología y ciencia muchas ve- ces se formula a través de caracterizaciones de las normas episté- micas que presuponen tal separación. Así, en la filosofía de la cien- cialógico-positivista,lasnormasepistémicassecaracterizabancomo normas lógicas. El rechazo al positivismo lógico en el último tercio del siglo XX se asocia con un rechazo a este tipo de caracterización de las normas, y más bien se tiende a pensar en ellas como la ex- presión de una búsqueda eficiente de fines en relación con ciertos medios.Desdeestaperspectiva,laepistemologíatienepocoquever con una teoría de la racionalidad. La epistemología se distingue de otras actividades simplemente por los fines o valores que busca al- canzar. Pero en la medida en que las normas son algo más que esa racionalidadpuramenteinstrumentalqueseplanteaentérminosde la relación entre medios y fines, por ejemplo, en la medida en que lo que se considera un medio no es independiente de los fines y valores implícitos en las prácticas, el tema de la racionalidad se va haciendo más complejo. Sobre esto hablaremos en los últimos capí- tulos;porahorabastedecirquepuestoquevamosaconsiderarque elobjetodeestudiodelaepistemologíaescualquiertipodeindaga- ciónracional,loquesetomecomounanormaepistémicaestaráen una relación recursiva con nuestros recursos racionales: un cambio en lo que para nosotros es conocimiento tendrá implicaciones con respectoaloqueconsideramosracional,yviceversa. En este libro, buena parte de lo que voy a decir sobre la raciona- lidadseformulaatravésdelconceptodeestructuraheurística.Una estructuraheurísticaeselandamiajesobreelcualseconstruyenmu- chos de los contextos en los que podemos generar inferencias con- fiables (de cierto tipo), tomando en cuenta el horizonte normativo propiodeunasituacióncomplejadedependenciaepistémica.Dicha dependenciasedaconrespectoa(loqueconsideranconocimiento) otros agentes, con respecto a los medios materiales (instrumentos por ejemplo), así como con respecto a las limitaciones de tiempo y capacidad de procesamiento de información que tenemos en una situación dada. Ésta es, pues, una dependencia que se articula pre- cisamenteenestructurasheurísticas.Comoseplanteaalolargodel filcien/prefacio/2 Prefacio 7 libro, las estructuras heurísticas se articulan en prácticas, y éstas a su vez conforman tradiciones. Es posible entender este proceso de constitución de diversas maneras, pero lo importante es reconocer que muchos problemas filosóficos tradicionales pueden formularse deunmodomásadecuadounavezquesereconocelapresenciade las diferentes prácticas y tradiciones. Por ejemplo, como se expon- drá más adelante, las diferentes tradiciones científicas tienen una manera distintiva de caracterizar fines epistémicos y, en particular, loqueseentiendeporprogresoyporobjetividad. Comoveremos,estereconocimientodebeconsiderarsepartecru- cial de una filosofía de la ciencia que puede abandonar, por lo menos en ciertas direcciones, el individualismo metodológico que sigue siendo el eje de las propuestas más sistemáticas en episte- mología (tanto en filosofía de la ciencia como en teoría del cono- cimiento). No pretendo sugerir que el enfoque de la filosofía de las prác- ticas científicas que se expone aquí sea la única manera de hacer este estudio, mucho menos que sea la más importante de todas las quesonposibles.Lapreeminenciadelosmodelossobrelasteorías, manifiestaen Wimsatt yotrosautores apartirde losañossetenta, y más recientemente en los trabajos recogidos en la compilación he- cha por Morgan y Morrison (1999), puede verse como otra forma de estudiar la autonomía de las tradiciones científicas desde una perspectivadistintaperorelacionadaconlaqueaquísepropone.A diferencia de la tendencia predominante todavía en filosofía de la cienciaaentenderlosmodeloscomo“modelosdeteorías”,Wimsatt ha recalcado la conveniencia de entender la construcción de mode- loscomounasumadeprácticasepistémicasquegeneranproblemas y soluciones desde la perspectiva de los recursos limitados que las constituyen. Wimsatt en particular ha sugerido que esto pone de manifiestolaimportanciadelrazonamientoheurísticoenlosproce- sos de decisión científica. Tanto para Wimsatt como para muchos deloscolaboradoresdelaantologíade1999compiladaporMorgan y Morrison, los modelos deben entenderse como instrumentos me- diadoresentrelateoríayelmundo,ysuautonomíapuedeexplicar- se por ese papel que cumplen como instrumentos mediadores. La construcción de modelos, como la construcción de experimentos, nopuedereducirseaalgunasreglas;involucratodaunaseriedeha- bilidadesaprendidasatravésdeprácticas.Losmodelos,aligualque las normas y los estándares, se construyen escogiendo e integrando conjuntos de partes disponibles considerados relevantes para una filcien/prefacio/3 8 Geografíadelasprácticascientíficas tarea particular, y estos dos rasgos, la disponibilidad y la relevancia locales, dan pie a la explicación evolucionista de la dinámica de es- tándaresynormasdelaquehablaremossobretodoenelcapítulo4. En este libro pongo el énfasis, sobre todo, en la descripción del tipodeestructurasheurísticasquedesempeñanunpapelnormativo enlageneracióndeconocimientoenlastradicionesexperimentales, aunquereconozcoqueéstaessólounadelasmanerasenlasquelas estructuras heurísticas inciden en la generación y estabilización de lasprácticascientíficas. Lapublicacióndeestaobrarecibióelapoyodelproyecto30966H del CONACYT y del proyecto 403999 de la DGAPA. Agradezco a Vi- vette García Deixter y a Carlo Almeyra Cataneo su ayuda en la pre- paración del manuscrito para su edición, y a Huang Xiang y a dos árbitrosanónimossuscomentariosaunaprimeraversióndeltexto. Finalmente,agradezcoalDepartamentodePublicacionesdelIIFsu trabajoenelcuidadodelaedicióndeestelibro. S.F.M Octubrede2003 filcien/prefacio/4 Introducción: el camino que ha de recorrer una filosofía de las prácticas científicas La principal tarea a la que debemos abocarnos es ladeformarnuestrojuicioparahacerlolomáspre- ciso posible, y he aquí el tema de nuestro estudio. Nosservimosdelarazóncomouninstrumentopara aprenderlasciencias,ydeberíamosservirnosdelas cienciasparaperfeccionarlarazón. ARNAULDyNICOLE,LogicortheArtofThinking 1.Filosofíadelacienciayepistemología La filosofía de la ciencia no es sólo epistemología, pero la forma en que una filosofía de la ciencia plantea la relación entre ciencia y epistemologíaescrucialparaentendereltipodeproyectodequese trata. En las últimas décadas, la filosofía de la ciencia ha tendido a entenderesarelacióndeunamaneraqueconducealapolarización entreproyectoscentradosenunaconcepcióndelacienciacomoco- nocimiento,yproyectosqueentiendenlacienciacomounaempresa social.Buenapartedelafilosofíadelacienciarecienteesunatoma de posición respecto de esa polarización, aunque hay que admitir que pocas veces se analizan los factores de fondo que la ocasionan. Este libro intenta examinar, desde diferentes perspectivas, algunos de esos factores; no pretende ocuparse de todos los que son impor- tantes, ni tratar de manera sistemática aquellos que sí se abordan. Másbienseproponemostrarcómounaactitudcríticaconrespecto alossupuestosquesubyacenentalpolarizaciónabrenuevasformas deveralgunosproblemasdefondo,ysobretodosugerirunreplan- teamientodelarelaciónentrecienciayepistemología. filcien/introd/1 10 Geografíadelasprácticascientíficas Noesésteunreplanteamientoquepuedaresumirseenunaodos tesissimples;pero,agrandesrasgos,laideaesqueresultaindispen- sablerepensareltemadelaracionalidadenlacienciayenparticular desligarlodecaracterizacionesquetomancomopuntodearranque versiones del individualismo metodológico. Considero que a través de una reflexión sobre la manera como se establecen los contornos normativos de la indagación racional, esto es, a través de su arti- culación en prácticas, puede replantearse la relación entre ciencia y epistemología como eje de una filosofía de la ciencia no reduccio- nista.Alolargodellibrotratodemostrarcómoesposibleelaborar una epistemología que tome muy en serio la relación entre ciencia y epistemología, sin caer en el naturalismo fácil que muchas veces seasociaconproyectosdeepistemologíanaturalizada,unnaturalis- mo según el cual las normas epistémicas son normas en disciplinas particulares,ynadamás. En este proyecto resultará importante hacer una crítica de la ma- nera en que se suele plantear la oposición entre lo que llamamos una epistemología social radical y una epistemología individualista. Paraunaepistemologíasocialradical,elobjetodeestudiodelaepis- temologíaesunaformaciónsocialdeciertotipo,y,porlotanto,no hay una normatividad propiamente epistémica; en última instancia, toda norma puede expresarse y justificarse en términos de normas accesiblesparaelestudiosociológico.Porsuparte,paraunaepiste- mología individualista, la epistemología debe empezar por identifi- car las categorías cognitivas relevantes de los individuos, las cuales permitirán explicar el origen de la normatividad epistémica; dicho de otro modo, una epistemología individualista considera que la “fuerza” de las normas puede explicarse a partir de un análisis de la estructura cognitiva y axiológica de los individuos. Como vere- mos, es posible elaborar sentidos en los cuales la epistemología es social, sentidos en los cuales se reconoce que existen mecanismos cognitivosfundamentalesquenopuedenanalizarseentérminosde categorías cognitivas de los individuos, sin que esto nos obligue a abrazarunaepistemologíasocialradical. En la filosofía de la ciencia han sobresalido dos maneras en que se ha intentado entender la racionalidad en la ciencia. Por un lado estánaquellosquepiensanquehayprincipiosúltimosdelaraciona- lidad, y que la historia de la ciencia ejemplifica, o no, la aplicación deesosprincipios.Silapropuestadeuncientíficoounepisodiode la ciencia no puede entenderse a la luz de esos principios, enton- ces se dice que el científico o el episodio en cuestión es irracional. filcien/introd/2

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