Gente muy rebelde Protesta popular y Modernización capitalista en Colombia (1909- 1929) 1. Enclaves, transportes y Protestas obreras Renán Vega Cantor Ediciones Pensamiento Crítico Gente muy rebelde 1. Enclaves, transportes y protestas obreras © Renán Vega Cantor Ediciones Pensamiento Crítico Correo electrónico: [email protected] Apartado Aéreo No. 24621 Bogotá, Colombia ISBN (Obra completa): 958-97224-0-7 ISBN (Este volumen): 958-97224-1-5 Selección Gráfica y Documental: Luz Ángela Núñez Renán Vega Cantor Reproducción fotogra9fíca: Material Gráfico: Mark Bravo Biblioteca Nacional de Colombia Biblioteca Luis Ángel Arango Archivo General de la Nación Archivo CISF Foto de portada: Manifestación cívica en Bogotá. Revista Cromos, No. 664, junio 15 de 1929. Diagramación y Edición: Ediciones Pensamiento Crítico Impreso en Panamericana Formas e Impresos S.A. . Quien actúa sólo como impresor A la memoria de Raúl Eduardo Mahecha [1880?-1939], tipógrafo rebelde y luchador popular, consagrado a organizar a los habitantes de los puertos del río Magdalena y de los enclaves imperialistas, a preservar la dignidad de los trabajadores y a defender la soberanía nacional. AGRADECIMIENTOS Para realizar los cuatro volúmenes de esta obra he contado con la invaluable colaboración de un puñado de amigos y amigas, sin cuyo apoyo y aliento habría sido imposible llevarla a término: Michael Lowy, connotado escritor e intelectual revolucionario, me brindó sus sabios consejos, sugerencias y recomendaciones, que posibilitaron que esta investigación friera concluida y sustentada como Tesis de Doctorado en la ciudad de París. Luz Ángela Núñez, está presente en todas y cada una de las páginas de este libro, porque las leyó, corrigió, aportó y discutió con todo el esmero y dedicación que le caracterizan y, de manera infatigable, sorteó todos los obstáculos que debió afrontar la publicación de este proyecto intelectual. Jaime Ariza, me colaboró como asistente de investigación durante muchos meses de ardua labor. Luis Carlos Ortiz y Blandine Descloquemant, fueron decisivos, por su solidaridad y colaboración, para poder terminar la versión francesa de este trabajo, que fue presentada como Tesis de Doctorado en la Universidad Vincennes -Saint Denis (París 8). Isidro Vanegas, me facilitó tanto su tesis inédita sobre el Socialismo Mestizo en Colombia como importante documentación sobre las luchas sociales durante las primeras décadas del siglo XX. Jairo Gutiérrez, profesor de la Universidad Industrial de Santander, amablemente me proporcionó información pertinente sobre diversos aspectos del socialismo en Bucaramanga y el Departamento de Santander. Jorge Enrique Salcedo, me colaboró en la consecución de libros y documentos que resultaron muy valiosos para la redacción de este trabajo. Gustavo Armando Vega Cantor, efectuó la traducción de los documentos en inglés que aparecen publicados en la Antología Documental. Mark Bravo, se esmeró en hacer presentables las fotografías e ilustraciones que tanta vida le dan a estos libros. Sin la ayuda proporcionada por todos ellos, de seguro estos libros adolecerían de muchas más limitaciones. INDICE PRESENTACION GENERAL INTRODUCCION LA PROTESTA POPULAR EN COLOMBIA AL DESPUNTAR EL SIGLO XX. MOVILES Y RAZONES DE LA PROTESTA POPULAR. TRAS LAS HUELLAS DE LA PROTESTA POPULAR. 1. IRRUMPE EL CAPITALISMO. LA POBLACIÓN. EL DESPEGUE CAFETERO. LAS VIAS DE COMUNICACIÓN, LA INFRAESTRUCTURA Y LAS OBRAS PÚBLICAS. EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN. Medellín y Antioquia. Bogotá y el centro del país. Cali y el Valle del Cauca. Barranquilla y la Costa Atlántica. LA FORMACIÓN DE LOS EMPRESARIOS CAPITALISTAS. LOS NUCLEOS EMBRIONARIOS DE LA CLASE OBRERA. INTERESES IMPERIALISTAS EN COLOMBIA. Primera Misión Kemmerer en 1923. Concesiones y enclaves imperialistas. LA CONFIGURACIÓN DEL ESTADO CAPITALISTA. LOS ESCENARIOS DE LA PROTESTA POPULAR EN LA DECADA DE 1920. ANEXO. Principales empresas capitalistas fundadas en Colombia en las primeras décadas del siglo XX. 2. SANGRE Y PETROLEO EN BARRANCABERMEJA. LA CONSECIÓN DE MARES. LA INPLANTACIÓN DEL ENCLAVE PETROLERO DE LA TROPICAL OIL COMPAÑY. El exterminio definitivo de los Yariguíes. Conflictos entre los colonos y la tropical. LA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL ENCLAVE. Demografía y límites geográficos del enclave. Prostitutas y economía de enclave. Represión y segmentación espacial del enclave. LA FORMACIÓN DE LOS TRABAJADORES PETROLEROS. LA HUELGA DE 1924. LA HUELGA DE 1927. LA IDEOLGIA DE LA PROTESTA OBRERA. 3. BALAS Y BANANOS EN EL ENCLAVE DE LA UNTED FRUIT COMPAÑY. LA PERTINENCIA DEL CONCEPTO DE ENCLAVE PARA ESTUDIAR LA UNITED FRUIT COMPAÑY. SURGIMIENTO Y EXPANCIÓN DEL ENCLAVE AGRICOLA DEL BANANO. Control del ferrocarril y de los medios de transporte regionales. Monopolización de la tierra. Control de aguas y canales de riego. Control del sistema de crédito. ESTRUCTURA AGRARIA. FASES DE LA PRODUCCIÓN DE BANANO. FORMAS DE COTRATACIÓN LABORAL. CONDICIONES HIGIENICAS Y SANITARIAS. RELACIONES ENTRE LA UFCO Y LOS HACENDADOS LOCALES. DESARROLLO DEL MOVIMINTO OBRERO EN LA SONA BANANERA. LAS HUELGAS CONTRA LA UFCO. LA HUELGA DE 1928: FUSILES Y BANANOS. LA MASACRE. LA IDEOLOGIA DE LA PROTESTA EN LA HUELGA BANANERA DE 1928. 4. BRACEROS, MARINOS Y FERROVIARIOS. CAPITALISMO, TRANSPORTE Y COMUNICACIONES. LAS LUCHAS DE LOS TRABAJADORES FERROVIARIOS. Los trabajadores ferroviarios. Las huelgas de los trabajadores ferroviarios. PROTESTAS DE LOS TRABAJADORES DEL RIO MAGDALENA. La importancia económica del río Magdalena en la formación del capitalismo Colombiano. Empresas capitalistas en la navegación fluvial. Los trabajadores del río. Las huelgas de los trabajadores del río. PUERTOS COMBATIVOS EN EL MAGDALENA. Girardot: La «Guardia Imperial» del Socialismo colombiano. Honda – La Dorada. LA INPORTANCIA POLITICA DEL RIO MAGDALENA Y LAS LUCHAS ADELANTADAS POR LOS SOCIALISTAS. ANEXO: No. 1. Huelgas y protestas sociales en Girardot (1915-1928). ANEXO: No. 2. Huelgas y protestas en Honda y La Dorada (1905-1929). ANEXO: No. 3. Conflictos ferroviarios (1878-1930). ANEXO: No. 4. Huelgas de braceros, marinos y otros trabajadoras portuarios en Colombia (1910-1930). ANTOLOGIA DOCUMENTAL. 1. La huelga del ferrocarril de la Dorada. 2. Agitación social. La sangrienta huelga de Cartagena. 3. Una carta de los obreros de Barranca. 4. Nuestra campaña socialista en Barranca. 5. Informe del jefe de la policía de Barranca sobre la huelga ocurrida en octubre de 1924. 6. La gran huelga del F.C. del pacífico. 7. Los graves sucesos del jueves en la noche en la población de Barrancabermeja. 8. Declaración de Biófilo Pancrasta sobre su participación en la huelga de Barrancabermeja. 9. Carta de Raúl Eduardo Mahecha. 10. Entrevista con Raúl Eduardo Mahecha. 11. La Dorada prácticamente en estado de sitio. FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA. INDICE DE CUADROS Cuadro. 1. Concesiones petroleras existentes en Colombia en 1927. Cuadro. 2. Construcción de líneas férreas y cables aéreos en Colombia Década de 1920. Cuadro. 3. Evolución demográfica de los principales puertos del río Magdalena. INDICE DE MAPAS Mapa No. 1. Migraciones internas 1879-1920. Mapa No. 2. Áreas cafeteras de Colombia. Mapa No. 3. Red férrea, 1900. Mapa No. 4. Red férrea, 1940. Mapa No. 5. Formación especial petrolera. Mapa No. 6. Rutas de exportación del Café colombiano. Mapa No. 7. Ferrocarril Honda –La Dorada. PRESENTACIÓN GENERAL 1 Existen temas que nos obsesionan de manera permanente y quisiéramos que alguna vez se plasmaran en un libro. Aunque pase el tiempo y nos veamos forzados a efectuar diversas tareas que aparentemente nos distancian de ese proyecto de elaborar el libro que soñamos, cada cierto tiempo, y casi sin proponérnoslo, reaparece la idea que nos inquieta, hasta que finalmente, para poder dormir tranquilos, debemos abocar definitivamente la realización del tan anhelado proyecto intelectual. En nuestro caso particular, desde hace mucho tiempo habíamos imaginado un libro dedicado a las luchas sociales en las primeras décadas del siglo XX. Aunque en varias ocasiones, de manera directa o indirecta, elaboramos algunos escritos en tomo a esa apasionante fase de la historia colombiana (masacre de las Bananeras, la crisis y caída de la República Conservadora, los negocios petroleros, la influencia del legado democrático de la Revolución Francesa en los artesanos y líderes socialistas, la vida novelesca de Biófilo Panclasta), no habíamos podido concretar el objetivo de efectuar un estudio sistemático y detallado. Diversas labores docentes, investigativas y editoriales nos fueron alejando de esa meta, pero haciendo un gran esfuerzo intelectual, por fin concluimos Gente muy Rebelde. Durante casi dos décadas fuimos recogiendo la información plasmada en estos libros, a cuya elaboración y redacción nos hemos dedicado en nuestros ratos libres durante los últimos tres años. Dada la amplitud de la información encontrada, los temas tratados en esta obra desbordaron los límites de un solo libro. Tratando de presentar la riqueza y variedad de la época estudiada, junto con las copiosas fuentes, se han elaborado cuatro volúmenes. En el primero se examina la emergencia del capitalismo, el contexto en el que discurren las protestas sociales, y las luchas de los trabajadores de los enclaves norteamericanos y del sistema de transportes. En el segundo se estudian las luchas indígenas, los conflictos agrarios y la republica Independiente del Arauca de enero de 1917. En el tercero se consideran las luchas de las mujeres, las movilizaciones populares desarrolladas en Bogotá entre 1909 y 1929 y las protestas cívicas de la época. Por último, en el cuarto se estudia la ideología y la cultura socialista, resaltando los orígenes de la fiesta obrera del primero de mayo, los aspectos centrales del socialismo y la incidencia de las protestas populares en el fin de la cincuentenaria República Conservadora. Aunque todos los temas están encadenados entre sí, cada volumen, e incluso cada capitulo se ha elaborado como una unidad orgánica en la que se aborda cada tópico, que puede ser leído por separado, sin necesidad de recurrir al resto de la obra para ser entendido. Este procedimiento expositivo pretende concentrar la atención del lector en cada volumen, sin que éste tenga necesariamente que leer el resto para poder entender el tópico que particularmente le interese. Además, para hacer más atractivo cada tema, se han acopiado fuentes visuales (mapas, fotografías y caricaturas), cuyo fin es el de aproximarse al ambiente de la época y hacer un poco más grata la lectura. Se ha querido brindar un libro agradable, bien presentado, con abundante material gráfico y porque en la actualidad, cuando leer es casi un castigo, se deben elaborar obras atractivas, que intenten superar esos productos grises y acartonados del mundo académico, por lo general destinados a los propios especialistas de un determinado tema. 2 En estos libros se emplea un lenguaje proscrito en el mundo aca- démico de Colombia y de otras latitudes, que procede de la rica y diversa tradición marxista, cuyas categorías analíticas siguen siendo indispensables para comprender el funcionamiento de la sociedad capitalista. El contenido directo de conceptos como capitalismo, imperialismo, clases sociales, luchas de clases, burguesía, clase obrera, etc., instrumentos analíticos que se emplean a largo de esta obra nos ayuda a comprender la realidad mucho mejor que las jergas posmoderna y neoliberal que han invadido a la investigación social, en las cuales sobresalen términos como economía de mercado, globalización, interdependencia, modernización, consenso, «sociedad civil», gobernabilidad, exclusión, todo lo cual constituye, como lo afirmara fehacientemente en sus últimas investigaciones el malogrado Pierre Bordieu, una Vulgata planetaria1. Esa Vulgata, que ha sido asumida sin ninguna perspectiva crítica por la mayoría de los investigadores sociales, y tras la cual se encentra la defensa a ultranza de los intereses del capitalismo y la consecución de los porcionados por los «triunfadores» de la contribuir a clarificar los problemas de confusión y ha desorientado a grandes grupos de población que esperarían de los intelectuales imaginación y dignidad. Imaginación para orientarse en estos terribles tiempos de arremetida capitalista e imperialista y enfrentar esas «nuevas» formas de dominación. Dignidad para sobreponerse al fetichismo de la mercancía y el dinero y para plasmar proyectos con rostro humano, que recuperen los valores de la justicia, solidaridad y trabajo colectivo, que tanta falta le están haciendo al país y al mundo. El contenido de los cuatro volúmenes que conforman Gente muy Rebelde puede parecer bastante extraño para las corrientes dominantes en la historiografía colombiana, que en los últimos años han renunciado a la historia social y se han plegado a los estudios culturales, el último grito de la moda para consumo de intelectuales de alquiler, listos para cualquier programa. Esto ha significado el rechazo explícito a todos los temas considerados peyorativamente como anticuados», entre los cuales sobresalen los consagrados a la clase obrera, a los sectores populares y a la protesta social. Una primera característica de la investigación histórica colombiana actual es su excesivo monografismo y súper especialización que ha llevado a que los jóvenes investigadores impulsados por muchos de los «consagrados», se dediquen al estudio de temas muy localizados en el tiempo y en el espacio, que en la gran mayoría de los casos llevan a descubrir evidencias y trivialidades sin sentido, tales como que la sala (de las casas) de las familias de la elite en el siglo XIX era distinta a la sala del siglo XX o a estudiar a partir de un documento aislado el hermafroditismo durante la época colonial. Muchos de esos tópicos pese a su inutilidad para explicar y entender el funcionamiento de una sociedad que debe ser la tarea del conocimiento histórico- se han convertido en temas «trascendentales» precisamente por su carácter pretendidamente «neutro» y «apolítico» pues para nada confrontan el poder y la dominación. Ese tipo de estudios históricos dan la impresión de ser apolíticos, en cuanto han abandonado por completo la lógica analítica y las categorías referentes a clase, conflictos y desigualdades sociales, económicas y políticas. Vale, entonces, preguntarse, como lo hacía hace algunos años un historiador español, si «la exorcisación de todo concepto inspirado en alguna utopía política, incluso en el caso de ser como hipótesis de trabajo» no equivale en la práctica a «dar vida a una historiografía útil al orden, o desorden, establecido»2. Otra característica dominante en la historiografía colombiana es su abierto elitismo, que se ha manifestado en una historia empresarial de tipo apologético en la que aparecen como grandes constructores del país los industriales, banqueros y terratenientes, cuyas familias han ejercido un poder antidemocrático y excluyente en la vida nacional hasta el día de hoy. Ha resurgido la vieja historia heroica con nuevos ropajes, pero con sus mismas características discriminatorias, racistas y justificadoras de la dominación y la desigualdad. En esa dirección predominan los estudios sobre grandes personajes (financiados por sus descendientes actuales) elaborados por historiadores a sueldo y ha cobrado fuerza el retomo de explicaciones sobre la política y la cultura aparentemente muy sofisticadas (como las que brindan los alumnos de cierta escuela oxeniense, dirigidos, como en los tiempos coloniales, por un «mandarín inglés») pero desprovistos de sentido (tal como el anuncio que la masacre de las bananeras fue inventado por García Marquez e infundíos por el estilo) y sin ningún nexo con las relaciones sociales y las estructuras materiales esencialmente desiguales del capitalismo colombiano. Tampoco es sorprendente que los historiadores se hayan convertido en asesores presidenciales intentando darle una imagen democrática al Estado colombiano y a sus partidos tradicionales, para lo cual se encargan de editar libros apologéticos de las últimas administraciones bipartidistas. Los historiadores más conocidos del país, de lo que en un determinado momento se denominó de manera rimbombante la «Nueva Historia», se han instalado cómodamente en el aparato de Estado o en la empresa privada, conviniéndose en los voceros de los inhumanos proyectos neoliberales. ¿Acaso por la Junta Directiva del Banco de la República sujeta incondicionalmente a los dictados del Fondo Monetario Internacional y cuya antipopular política económica ha enriquecido a los pulpos financieros y empobrecido a la mayoría del país- no han desfilado reconocidos historiadores que se dieron a conocer con trabajos sobre el sindicalismo colombiano y la propuesta de escribir una historia materialista y marxista de Colombia? A otros historiadores, la investigación les ha servido con creces para ascender en la escala social y empezar a codearse con la burguesía colombiana en cócteles y convites muy cerrados, en los que de otra forma no hubieran podido ingresar. Además, para completar el cuadro, muchos de esos historiadores se han convertido en «prósperos empresarios del saben> que se desenvuelven con notable éxito en el «competitivo» mercado del conocimiento. A esos historiadores, textualmente se les pueden aplicar los comentarios de Wright Mills, elaborados hace casi medio siglo, sobre el típico profesor universitario de ciencias sociales de los Estados Unidos, dedicado a todo «menos a enseñar» y convertido en consultor de Las grandes compañías, de las lonjas de propiedad raíz, de los comités de negociación entre empleados y patrones; ha construido su propio taller de investigación desde el cual vende servicios y el prestigio de la imparcialidad tradicional de su universidad. Se convierte en un personaje con Staff—y con overhead—. Su alto overhead combinado con el sistema de honorarios para ciertos tipos de trabajos ocasionan su frenesí empresarial (...) Algunas 3 carreras académicas se vuelven dependientes de los rasgos del negociante busca vida . Como es ese caso, los historiadores colombianos más renombrados hacen de todo menos investigar y, desde luego, enseñar, ya que sus ocupaciones privadas como consultores y «cazadores» de proyectos que les impiden dedicarse a la investigación, la cual es realizada por la cohorte de subalternos que explotan como fuerza de trabajo intelectual, por lo demás muy mal remunerada. Considerando, entonces, las tendencias dominantes de la historiografía colombiana, afortunadamente esta obra no está a tono con los actuales tiempos de pragmatismo y resignación de los historiadores y de los investigadores sociales. Reivindicar la voz de los vencidos, en un medio donde todos los días se nos anuncia que el capitalismo representa a los vencedores de hoy y de siempre, aparece como un anacronismo a los cultores del arribismo y del dinero, y por eso no se debe perder tiempo estudiado a los «don nadie» de todas las épocas. Para los representantes de ese discurso histórico pretendidamente apolítico resulta más rentable estudiar a las elites y a los vencedores, a cambio de lo cual reciben unas cuantas migajas. Para completar el cuadro, en la investigación histórica en Colombia ya prácticamente no se escriben libros, es decir, obras de un autor consagradas a un tema especifico, sino que se ha impuesto la moda de publicar compilaciones, muchas de ellas con artículos recocinados, escritos hace mucho tiempo y publicados hasta el cansancio. Incluso, y no es raro que CONCIENCIAS esté detrás de ese «fabuloso descubrimiento», se ha llegado a postular que es mucho más serio y «científico» un articulo escrito por tres o cuatro personas que un libro de autor. Por esta razón, los autores de ciertos centros de estudios políticos se han dado a la caza de cuanto recurso financiero pase por el aire, sin publicar ningún libro, sino simples compilaciones de simposios y seminarios, espacios de los que por demás nunca salen. En Colombia, en el campo de la historia y de las ciencias sociales como