GÉNERO Y MUJERES EN EL MEDITERRÁNEO ANTIGUO. ICONOGRAFÍAS Y LITERATURAS Pedro David Conesa Navarro Rosa María Gualda Bernal José Javier Martínez García (Coords.) I(cid:3463)(cid:3453)(cid:3458)(cid:3452)(cid:3454): Prólogo Gonzalo Matilla Séiquer 9 Presentación Pedro D. Conesa Navarro, Rosa Gualda Bernal, José J. Martínez García 15 G(cid:3491)(cid:3463)(cid:3454)(cid:3467)(cid:3464) (cid:3474) (cid:3455)(cid:3454)(cid:3462)(cid:3458)(cid:3463)(cid:3458)(cid:3453)(cid:3450)(cid:3453)(cid:3454)(cid:3468) The position of women in the court of the fi rst Sassanians Kataryna Maksymiuk 27 “Mujer” y “naturaleza” en el pensamiento griego antiguo Aida Míguez Barciela 39 Mujeres, género e historia antigua: Una nueva historia a partir de otras historias Rosa María Cíd López 47 La maternidad como instrumento de propaganda dinástica: el caso de Iulia Domna Pedro David Conesa Navarro 71 M(cid:3470)(cid:3459)(cid:3454)(cid:3467)(cid:3454)(cid:3468) (cid:3465)(cid:3464)(cid:3453)(cid:3454)(cid:3467)(cid:3464)(cid:3468)(cid:3450)(cid:3468) Matriarcado, matrilinealidad y fratriarcado en el Próximo Oriente Antiguo: el ejemplo del reino de Arraphe Josué J. Justel Vicente 95 Poder femenino en el mito, la competición por la esposa Elena Duce Pastor 117 Nihil muliebre praeter corpus: le manifestazioni del potere di Fulvia su Clodio, Lucio Antonio e Marco Antonio Federica Caputo 137 Gosvinta y el poder: de reina a tirana José Ángel Castillo Lozano y José Antonio Molina Gómez 155 D(cid:3458)(cid:3464)(cid:3468)(cid:3450)(cid:3468) (cid:3474) (cid:3467)(cid:3458)(cid:3469)(cid:3464)(cid:3468) La comadrona y la Anciana: el papel profesional de la mujer en los rituales de nacimiento de Anatolia central en época hitita Laura Puértolas Rubio 175 A propósito de las diosas madre en el Mediterráneo antiguo: los casos de la Bona Dea y de la diosa Cupra Federica Gatto 193 Redescubriendo a Diana: culto y arquetipo en la Wicca Feminista” Aura Fernández Tabernilla 219 Una introducción a la Vita Melaniae Iunioris de Geroncio: cuestiones metodológicas Oihana Carrasson Torrontegui 235 Las mujeres y la religión de Hispania (ss. III a. C. - I d. C.). Una aproximación a la religiosidad “invisible” desde las fuentes literarias Rosalía Hernández García 247 I(cid:3462)(cid:3484)(cid:3456)(cid:3454)(cid:3463)(cid:3454)(cid:3468) (cid:3461)(cid:3458)(cid:3469)(cid:3454)(cid:3467)(cid:3450)(cid:3467)(cid:3458)(cid:3450)(cid:3468) La mujer en la literatura del antiguo Egipto. Decoro, realidad y educación Antonio Pérez Largacha 261 Las mujeres en el mundo fenicio-púnico: desde las fuentes clásicas a la actualidad Lorena Marín Muñoz y Aurora Rivera Hernández 277 Diferentes vertientes del afecto femenino en la Odisea Susana Reboreda Morillo 295 Mujer y actividad textil en la Antigüedad Tardía y la Edad Media temprana Laura Rodríguez Peinado y Ana Cabrera Lafuente 309 V(cid:3454)(cid:3467)(cid:3468)(cid:3458)(cid:3464)(cid:3463)(cid:3454)(cid:3468) (cid:3458)(cid:3452)(cid:3464)(cid:3463)(cid:3464)(cid:3456)(cid:3467)(cid:3484)(cid:3455)(cid:3458)(cid:3452)(cid:3450)(cid:3468) Donne reali e donne straniere: analisi delle fonti iconografi che e letterarie Alessia Leone, Annalisa Valente y Daniela Galeano 327 Bendis ethnisches Symbol oder Göttin weiblicher Fertilität Maria Deoudi 339 Mujeres y armas en Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia) Rosa María Gualda Bernal 347 Imagen y estatus de la mujer en los mosaicos de la antigua Lusitania Jorge Tomás García 365 Lanifi ca. The feminine ideal into the grave. Textile tools in Roman burial practice: social inferences and ideological meaning of a funerary gesture. Results from the research in Gallia Narbonensis Cecilia Rossi 385 Forme di rappresentazione e modalità di trasmissione del ruolo femminile nella concezione museale delle società contemporanee Giuseppina Torella 407 P(cid:3467)(cid:3500)(cid:3461)(cid:3464)(cid:3456)(cid:3464) De sobra es conocido que la historia como relato de los hechos pasados de los hombres debe su primera existencia a Herodoto. Y aunque éste se proponga que no caiga en el olvido el enfrentamiento que hubo entre griegos y persas, son muchas más las cosas, personas y acontecimientos que han conservado su recuerdo gracias al autor de Halicarnaso. Comienza Herodoto su obra recordando los diferentes agravios acontecidos en el pasado entre griegos y asiáticos y lo hace racionalizando una serie de leyendas que tienen el denominador común del rapto de mujeres de especial relevancia en su lugar de origen: Io, hija del rey de Argos que fue capturada por mercaderes fenicios, Europa, princesa de Tiro, que fue llevada a la fuerza a Creta, Medea de la Cólquide que fue seducida y Helena de Esparta que huyó con Alejandro a Troya. Se puede constatar como en esos primeros párrafos del Libro I los nombres de las raptadas son recogidos mientras que de sus captores solo se menciona el de Alejandro. Se da así la circunstancia de que las mujeres aparecen personifi cadas mientras que los hombres se diluyen en las generalidades del grupo al que pertenecen: griegos, cretenses o fenicios. Aunque otras fuentes nos permitan concretar acerca de estos hombres, por ejemplo Jasón para el caso de Medea, Herodoto considera relevantes las acciones generales de los hombres y las características específi cas de las mujeres, como rango, fi liación, origen y nombre. Lo que no deja de ser una anécdota (recordemos que el contexto es el de las Guerras Médicas) es interesante para refl ejar como siendo el género humano en su conjunto y sin distinción de tipo alguno el protagonista de la historia, la forma en que hacemos ésta va a dar relevancia, a ocultar o a difuminar a muchos de esos protagonistas. No es inusual que haya actores que en función de características étnicas, sociales, culturales, sexuales o cualesquiera otras tengan un papel nimio en el relato histórico. De esta manera cuando nos enfrentamos al pasado del Próximo Oriente Antiguo hay una tendencia a olvidar la importancia de los nómadas merced a que la documentación que ha llegado hasta la actualidad procede de los sedentarios y sin embargo los nómadas estaban e interactuaban continuamente con ciudades u otros asentamientos estables. De ello dan fe, en especial, algunos libros de la Biblia, los textos de Mari y unos cuantos textos egipcios, en especial el relato de Sinuhé. Otro tipo de documentación ofrece una versión sesgada y estereotipada. En cualquier caso el carácter de las fuentes hace que se genere una imagen urbana del Antiguo Oriente que desde luego no se corresponde a la realidad. Si consideramos a las mujeres como sujetos de la historia el caso es bastante parecido. Se ha generado una visión cómoda en la que los personajes de los grandes acontecimientos, o simplemente de los acontecimientos, son hombres. Efectivamente si el interés que nos mueve como historiadores es el político, en todas sus dimensiones, el militar, el económico, el religioso o incluso el social, las mujeres no tienen mucha cabida. En la Guerra del Peloponeso importan las causas remotas e inmediatas, las fases de la guerra, las repercusiones internacionales, los enfrentamientos concretos… ¿y dónde están las mujeres? Pues en los mismos escenarios que los hombres aunque con funciones distintas. No estar en primera línea de combate o no haber recibido el elogio de Pericles no las hace ajenas a los acontecimientos. Aunque se trate de una comedia que mucho tiene de burla hacia lo femenino, un claro ejemplo de lo que signifi caba la guerra para ellas lo encontramos en la Lisístrata de Aristófanes. Un documento que tiene un marcado carácter de propaganda interna es el Código de Hammurabi, donde tras un prólogo donde se destacan todas las virtudes del rey y se establecen las bases de su legitimación en los territorios conquistados se muestra la bonanza se su gobierno refl ejando en 282 artículos un ejemplo de las leyes que se aplican en el Estado. Este código pensado para ser divulgado y conocido en la sociedad paleobabilónica tiene 86 artículos (30 %) donde de forma explícita o implícita aparecen las mujeres. A veces es en su papel familiar, como madres, hijas, esposas, viudas, novias o esclavas. Otras en función de su trabajo como nodrizas o taberneras. Incluso emergen con especial signifi cación como sacerdotisas de diferentes categorías. Los artículos legales que hacen referencia a las mujeres tienen que ver con lo que podríamos denominar leyes familiares (contrato matrimonial, dote, divorcio, adulterio, incesto…), pero también con las propiedades, las herencias, la libertad de comercio, el fraude, el cambio de estatus (de esclava a esposa y al contrario), la responsabilidad fi scal y el talión. Efectivamente el Código sitúa a la mujer en el ámbito familiar y domestico, pero cuando lo hace ubica al hombre en el mismo ámbito. Pero hay aspectos concernientes a las mujeres que van más allá del funcionamiento de la casa y de las relaciones de cuantos en ella viven. En cualquier caso lo que hay que destacar es el refl ejo en el documento legal de una situación social que se muestra compleja y en la que las mujeres no son prescindibles a pesar del tipo de relato histórico que haga cada historiador. Si pensamos en la Persia Aqueménida la fi gura de las mujeres no es lo que aparentemente más destaca. El lugar común respecto a ellas, siempre a través de la información proporcionada por los griegos, sitúa a las mujeres dentro del harén, en una fantasía occidental que imagina 360 concubinas reservadas para el monarca. Pero también podemos encontrarnos con la fi gura de mujeres poderosas, como es el caso de Parisátide, la madre de Artajerjes II, de la que Plutarco nos cuenta las intrigas que promovió y algunas de las maldades que fue capaz de hacer. Intentó que accediera al trono Ciro, su hijo menor, en lugar de Artajerjes II, conspiró con éste para el derrocamiento de