Fuentes orales y actitudes romanas ante la familia * JUAN CAscAJERo UniversidadComplutense deMadrid RESUMEN El estudio de los escasos restos escritos de laoralidad permite matizar algunas de lasideasmásextendidas sobrelasideologíasdelaAntiguedad. Peroesosrestos noson, sinembargo,monocordes,pudiendoobservarse, enellos, notablesdiferencias, en rela- ción tanto con su origen comocomo con su campode difusióny forma y avatares de conservación. Desdeesepuntodevista, el estudiodel universoparemiológicocontras- tadoconotrasfuentes, tambiénorales, puederesultarclarificador. Con esepropósitose aborda, como campode aplicación, el tema de las actitudes romanas ante lasrelacio- nesfamiliares, atravésdelaatencióncomparadadelasmáximas ysentencias, poruna parte, y de las fábulas, anónimasy no anónimas,por otra. 1 Afortunadamente, se va extendiendo entre los estudiosos de la AntigUe- dad, y sin que ello suponga una confusión entre mis deseos y la realidad, la sensación de que las fuentes escritas tradicionales resultan del todoinsuficien- tes para el conocimiento de aquellas sociedades a través de sus producciones ideológicas. Esverdad quetodavía no sólo son frecuentes sino quesiguen pre- dominando criterios y usos de seguidismo máso menos acrítico, de los dicta- dos deunas fuentesque conducen, inexorablemente, a laconfusión de valores, actitudes y mentalidades de quienes las crearon ylos delconjunto de la socie- dad. Muestran, así, unpanorama ideológico falso por cuanto se asientan, casi exclusivamente, en unas sensibilidades cultas y selectas y,por tanto, en abso- 1. luto representativas del conjunto social *Estetrabajose inscribeenel ProyectodeInvestigaciónfinanciadoporlaUCMdeMadrid «Fuentes alternativasparaelconocimientodelassociedadespreitidustriales». Véasemi«Oralidad, escriturae ideología: haciaunareubicacióndelasfuentesescritaspara laHis- toriaAntigua., Gerión, II, 1993,95-144. Cerión, n.’ 13, 1995.ServiciodePublicaciones. UniversidadComplutense.Madrid. 70 Juan Cascajero En otros lugares, se ha pretendidomostrar lamedida en que aquellas socie- dades,múltiplesencuantoasus condicionesdeexistencia,fueron, también,capa- ces de generarun paisajeideológico diverso ycontrastado. Por ello, puesto que las actitudesmentales yformasde concienciaque lasfuentes escritas tradiciona- les transmiten mayoritariamente no pueden extenderse gratuitamente a toda la sociedad, sino sólo a los gruposque las produjeron, parece necesario atenderal restode gentes del cuerposocial.En estesentido, seha intentado rompercon esa actitud claramentediscriminatoriadelquehacerhistórico paraatisbar, asumiendo nopocos riesgos, las exiguas huellas concernientesa las mayorías, pero no sólo desdelaspremisas quelas minorías asentaronsinotambién desdeellosmismosy sus propias formas de expresión, medianteel análisisde los exiguosy metodoló- gicamente problemáticos restos de su oralidad cuotidiana. Se viene trabajando, asi, sobre sus fábulas, sus cuentos, suscanciones, chistesyfrases festivas, sobre sus consejas y dichos, intentando valorarcomo fuente históricaunascomposicio- 2. nes que se fundaron en lacreación, transmisión yconservación oral básicas Jamás pretendí que las nuevas fuentes queofrecía alosestudiososde laAnti- guedad, y por ello mismo también del presente, fueran exeluyentes, sino sólo complementarias. Nunca las he dispuesto como alternativa sino como comple- mento necesario para arribar a un panorama ideológico más rico, dinámico y, estoy convencido, también más real. Al hacerlo, creo haberme introducido de llenoen elproblema, centralen nuestra visiónhistórica,de las relaciones entrela escritura y la oralidad, como trasunto del problema de las relaciones entre inte- lectuales y masas, entre los pocos y los muchos o, si se prefiere, enunciado en forma más radical, entre clase propietaria y gruposexplotados. Parece correcto pensar, ya,que cuanto más seavanceenelestudiodelaoralidad, tanto más seha de progresaren el conocimientode las sensibilidades de las mayorías y, en con- secuencia, tantomejorse podráncomprender, en susjustostérlninos,los alegatos de los intelectuales, exponentes, en general, de los puntos de vista e intereses de losgrupospropietarios. Enotras palabras, elestudio delos restosescritos proce- dentes de la oralidad y el de los restosescritos procedentes de la escritura culta deben avanzarparalelos, condenados aentenderse permanentemente. II Y existe uncampo, no explorado aún por los historiadoresde la Antiguedad yapenas porotrosestudiosos, acaballoentreoralidad yescritura3,yaen suépoca, 2Chimi «Luchadeclaseseideología:introducciónalestudiodelafábulaesópicacomofuenteitistó- nea”, Gerión,9, 1991, 11-58;«Luchadeclases eideología: aproximacióntemática alasfábulasnoconte- nidasenlascoleccionesanónimas».Cerión, 10, 1992,23-63. Asílorecogey reconoceensupropio lema, «Oralidadyescritura: literaturaparemiológica yrefra- nero’, elcoloquio internacionalcelebrado recientementeen Orleans, 19-20denoviembrede 1993 ycuyas actasson recogidasporeln»2delarevistaParemia. Fuentes oralesyactitudesromanasantelafamilia 71 quebienpodría servirde nexo ente ambostipos de fuentes: eselmundopeculiar y complejode las paremias antiguas. Poco a poco, el esforzado tesón de otras ciencias hermanas (Filología yAntropología, fundamentalmente) va impulsando los estudiosparemiológicossinqueporelmomento ypordesgraciasehaya logra- do poner orden en la marañaconceptual reinanteen estecampo. Y, no obstante, existe laconcienciacomúndeque apenas si sepuedeavanzarunos pasossinunas mínimas precisiones conceptuales y, desde luego, según creo, nada o casi nada puede hacerse desdeelpunto devista de su utilizaciónpara la HistoriaAntigua. Siendo, pues, imprescindible su abordaje y no queriendo contribuir a la confusión reinante, con gusto deponemos la introducción de posibles matices personales para aceptar, por su precisión y claridad, la clasificación paremio- 4,yque seguimos de la forma más lógica querecientemente ofreciera J. Sevilla próxima posible. Se trata, pues, de precisarconceptualmente el mundo de las paremias, rindiendo, en consecuencia, útiles para el trabajo histórico5 esas peculiares unidades lingtiísticas caracterizadas por ser «breves, sentenciosas, consabidas, en forma fija y con características lingiiísticas propias». Ofrecemos su clasificación: 1. Paremias propiamentedichas. 2. Paremiasjocosas e irónicas. 3. Paremias científicas. 4. Paremias caballerescas. 5. Paremiaspublicitarias o propagandísticas. 6. Paremiasen desuso, arcaicaso dialectales y de uso restringido. 7. Quasi-paremias. 8. Unidades lingtlísticas conalgunos rasgos paremiológicos. 9. Unidades no pertenecientes al universo paremiológico que, a veces, pueden participarde algúnrasgo paremiológico. Entre ellas,pero sin poderevitar algunos matices, de acuerdo con los fines aque se ordenan, resultan especialmente interesantes las tresprimeras catego- rías y, sobre todo, la primera de ellas o «paremias propiamente dichas», entre las que se cuentan todas aquellas que, generalmente relacionadas con las cos- tumbres y las formas de conducta en cada caso, en tono aleccionador, unas veces, otras criticandovicios y defectos,pretenden ofrecerconsejos ysolucio- nes a los múltiples problemas de la vidadiaria, tanto pública comoprivada. «Lasparemiasespañolas:clasificación,definiciónyconespondenciafrancesa»,Paremia, 2, 1993, 15- 20. Paraunanálisis másdetallado,puedenconsultarseotrasaportacionesdelamismaautora,especialmen- te,Uaciaunaaproximaciónconceptualdelasparemiasfrancesasyespañolas.Madrid, 1988:«Paremiolo- gíay lexicografía.Algunas precisionestenninológicasyconceptuales».PhilologicaHispaniensia, inliana- rem M.A/van JI. Lingñistica,Madrid. 1985;«Propuestadeaproximaciónparemiológica», RevistadeFilo- logía Románica, 8, 1991,31-39,comosíntesis desusmúltiplesaportacionesenestecampo. Seacepta,así,elretolanzadoporlaestudiosaPorgasBerdet,E.,«Cultura popularyculturamaterial: el refranero»,Paremia, 1, 1993.35-39. 72 Juan Cascajero Estas son las más importantes: 1. Refrán que sueledefinirse como dichosentencioso, popularybreve de uso común y que, a su vez, puede tenercarácter geográfico, metereológico, temporal laboral, moral, religioso, etc. Se suele limitar a afirmar una realidad evidente y, comúnmente, se manifiesta en forma bimembre. 2. Proverbio, que, muy próximo al refrán, con el que comparte no pocos rasgos sémicos, se destaca de él por su carácter más culto y grave, así como porque, además, advierte y aconseja, en fonna mas diáfana. 3. Adagio, que, también próximo al refrán, y de carácter culto, como el proverbio, quizás se individualice por encerrar un mayor sentido pragmático. Podría decirse que se caracteriza por su membrana poética, habiéndose dicho 6. de él que se tratade «un refrán de sangre azul» 4. Máxima, que, también de origenculto, pero ya de autorconocido, suele ofrecer normas de conducta en tono moralizante yde fondo transcendente, en las cercaníasde esa otra paremiaque llamamos aforismo. 5. Principio, que, igualmente culto y de autor conocido, pretende erigirse en modelo de comportamiento o constituir una finalidad, aplicándose tanto a las situaciones de la vidacomún como a la ciencia. 6. Sentencia, que,también cultayde origen conocido, seidentifica porque suele teñir a las dos anteriores de sentido filosófico, de transcendentalidad, otorgando ciertaactitud sabiay solemne ante losavatares de la vida. 7. Apogíema, cuando algunas de estas tres últimas paremias son célebres porhaberlascreado un gran personaje o porhaberse desarrolladocomo conse- cuenciade un hecho famoso. Debeprecisarse que estas paremias (máximas, principios, sentencias,aforis- mos, apogtemas), cultastanto por suongen comoporsuscontenidos yformas de expresión, alpasarel tiempo, no alazarsino siempregracias aciertas cualidades poseidasdeformayfondo, puedenacercarse a las paremiascultas o popularesde origen anónimo. Desde ese momento, relegado yasu origen y con independencia de la voluntaddel autor que las creó, convertidas unas, bien en dichos populares orefranes yconsejas obienenfrases proverbiales o adagios, seadentran, almar- gen de laescritura, en elterreno de laoralidad disputando estecampo a las locu- ciones propiamente populares. Se trata, por tanto, de laconcreción escrita, atra- vésde sus cultos portavoces, del pensamiento o visión del mundo de la clase propietaria, pero con la especificidad de que, además, reúnen las condiciones para que, olvidado su origen, circulen y se conserven, con variantes más o menos acusadas,al margende los restringidos circuitosdel pensamiento culto, extendiéndose alos más amplios círculos del analfabetismo o niveles de alfa- betización más bajos. 6Cfr. Calvo Sotelo, J., Introduccióna Martínez ICleiser. L.. Refranerogeneral ideológico español, Madrid, 1989,p. VII. Fuentes oralesyactitudesromanasantelafamilia 73 7, como «nudos en el amplísi- Son, según las palabrasde E. Tierno Galván mo tapiz del saber» que, asentados enfórmulas de autoridad, seofrecen como saber consolidado por una opinión común. Son como abreviaturas clarividen- tes del saber, del pensar, conocer y sentir de toda la comunidad y ahíradica, precisamente, su autoridad. Su uso retórico pretende arroparseen la experien- cia intelectual y moral detodala colectividad advirtiendo, amonestando ydiri- giendo las conductas a través de una insistente llamada a lo establecido, a lo permanente, a lo que no puede cambiarse sin incurrir en graves riesgos para uno ypara todos. Porello,las paremiasaludidas constituyen «excelentes testi- monios del contenido y sentido dela culturade quien las dijo y del tiempo en que sedijeron»8 y, también, no se olvide, la frecuencia desu uso admonitorio implica la posibilidadde vigencia de actitudes contestatarias con lo estableci- do y permanente, que haría necesario sus nuevos enunciados. No es fácil calibrar; hoy, en un mundo marcado, afortunadamente, por el relativismo intelectual y la contestación, el indudablealcance retórico de unos usos orales afianzados y sostenidos por un saber y por unaexperiencia que se tienen por incontestables. Pero al margen del papel que desempeñaran en su época, loque noes poco y yajustificaría suestudio, aquí interesan,sobre todo, por loque expresan,porla medidaen quepueden ayudara lacomprensiónde aquellas sociedades. Todos los estudiososestándeacuerdoenquehoy, en lospaises desarrollados, se asiste a la irremediable desaparición del universo paremiológico, siendo su espaciorápidamenteocupado porotrasformas decomunicación.Perovalelapena avisarde queno debe incurrirse en elgravísimo errorde valorarel alcance de las formas de expresión de otros tiempos apartirdesu transcendenciaenla actuali- dad,porque talcarencia deperspectiva noharíasino impedir la comprensiónhis- tóricade las sociedades. Por eso, vale la pena recordar, una vez más, que en un mundodominado porlacomunicaciónoralel valorde losenunciados paremioló- gicos hubode revestiruna importanciacapital. Deahíque su tratamientono sólo puedaconvertirse en unelemento másparael estudio de lasociedad que los pro- dujo,como dijeraCombet9, refiriéndose aotrasépocas, sino que deba introducir- se necesariamente paraun conocimientomenos parcial de las mismas. Existen, desde luego, suficientes referencias10 de que el fenómeno paremiológico ya Introduccióna Aurea ficta. Dichosyproverbiasdelmundoclásico, Sel. deE. Valentí,Barcelona, 1990,7. tlbid.. 15. 9 Combet,L.,Recl,erchessurleRefranerocasillían,Paris, 197t,338, dice.«Lesproverbcs,unl’asouvent dit,constituensundocumentdechoixdontlinterptetationpeut pennetred’étudiersousunéclairageinséressant etpaifoisnouveaulardalitéobjectived’unesociétéhumaine~unmomentdonnédesondevenirhistorique». lOCfr., leraciBio,A.M.,«Leconceptdeparoimía:proverbiurodanslahauteellabasseantiquité»,en Richessedaproterbe. París, 1984, vol.It, 83-1II: Le Bourdelles,H., «Lesproverbeset seursdesignations dans les langues antiques’, Richesse..., II, 115-119;Kindstrand, .1. F., «The Creek Concept ofProverbs,,, Eranos, LXXVt. 1978,71-85. 74 Juan Cascajero suscitó, positivamente,laatencióndelaescrituracultatanto griegacomoroma- 1 Los rasgos fundamentales para su definición habrían sido ya apuntados na ~. por Aristóteles12: antiguedad-intemporalidad-universalidad, eficacia-utilidad, veracidad y concisión. Rasgos que habrían de ser seguidos, desarrollados y apuntalados por otros pilares del pensamiento culto griego y romano, como, por ejemplo, Demetrio Falero (Eloc., 156), Cicerón13 oQuintilianot4. Naturalmente, lo que convierteaun enunciado en paremia no es tanto lo acertado oprofundo de sus contenidos cuanto su aprobación, su éxito, su popu- laridadlogradas. Yello seproducesiempreenrelación tantoconel modoenque su mensaje es capaz de atender y expresar puntos de vista suficientemente amplioscomoenrelación con elmodoenque suforma, por su ritmo,su humor, su brevedadresulta gratayfácilmente recordable15.Pero noes fácil, sin embar- go, ni laidentificación ni lavaloración de lapopularidad, y, en consecuencia,de la importancia,de cada unade ellas, existiendo siempreampliasdosis desubje- tivismo en la tarea de aquellos que, encomiablemente, se han preocupado de recogerlas. Así lo demuestra el variopinto panorama ofrecido por los distintos II ParaAristóteles, según SinesiodcCirene (Cali’., 22,85, C).tras lascatástrofes periódicasquedes- truyenelmundo, lospocossupervivienteshandeservirsedelos mitosydelos pocosrestosquelesqueda- bandelaantiguasabiduríafilosóficaperdidayconservadosenformadesentenciasyproverbios(véase,lera- ciBio, «IIconcettodiparoimíainAristotele»,Retid.Acc.AcM. Leen eDell. Art. Nap., 1978, LIII,235-248; Natali,C.. «La teoriaaristotelicadelle catastrofi»,Rit Fil, eItt.Class CV, 1977,403-24). Ensucomenta- rio,Sinesioconcedevalor alasparemiasenfuncióndesuantiguedad, insistiendoyaenquelosantiguosles concedían másvalorque suscontemporáneos(Calv., XXtl,85,d).Para Aristóteles,los rasgosquela defi- nenson suantiguedad, su contenidofilosófico,sueficaciay, enfuncióndelasexigenciasdesumemoriza- clon, su formaconcisa. Asípues, si sucontenidoesfilosófico ylaFilosofía esdefinida,en suMetafísica, comobúsquedade laverdad (993 a30)ycienciade laverdad (993 b 20),este rasgodc veracidad parece incontestableyasíloentendieron,entreotros, Sófocles(AJ. 664),Teofrasto(CItar,, XXIX,7),Cicerón (De Fin., II, 11)5), Elio Aristides (Gr.. II, 393) y Quintitiano (Insí., V, 11,41), quien vinculasu capacidadde supervivencia con la veracidadque encierra:Neque eni,ndurassertt haecin aeternum. nisívera omnihus viderentur.Otrorasgoque seleotorgaessueficacia-utilidad, enlazado,poralgunostestimonios,con lapro- piaetimologiadel término«paremia».Así,Diogeniano(Praef enC.PC.,1, 177)afirmaqueenotrostiem- , posloshombresescribíanalo largodelasrutas(pará toúsolmaus)másimportantes,todoloquejuzgaban útilparaprestarayuda aquienesporallípasaran. Enelsentidode utilidadnodejaríandeinsistirBasiliode Cesarea(Hom., XII,2),oAtanasio(Sino¡í.Scrip.Sucr., 1,XtV,22),paraquien «sedenomninanasílasparoi- ni/al,porqueestánescritasalolargodeloscaminoscon elfinde mejorareinstruiralos viajeros:se esen- benalolargodeloscaminosporquenotodoelmundoconocelosdiscursosverdaderos(toástéalethelas); deeste modolosviajerosquereflexionan sobreloqueleensoneducados»,Otra líneadeinterpretación eti- mológica,yaenunciadaporDiogeniano(Praef en CFC., 1, 178),lavinculaconlaalegoría,puesmuestra , unaideaómoía,semejanteaaquelladelcontexto. Elproverbioseríauntrópos atravésdelcual severifica- ríaundiscurso,puesreenvía aunaverdadreconocidaportodoel nundo, delo quederivaría suincontesta- bleautoridad. ‘Quien, además,segúnDiógenes Laercio(y,45)habríapreparadounacoleccióndeproverbios. 3Defin.. II.52;De0ff, II,55,dondedice Omninomeminissedehemus ídquodo nostrishominibus saepiss¡nmeusurpa¡uni 1aminproverbiiconsue¡udinemvenit; Tusc.. IV,36yDe Orat.,II,258,porejemplo. 4lnst., V, ll,36;V, tl,37;V, 11,41. 5Esosrasgosson,entreotros, algunosdeloselementosquesirven parasuidentificación.Como,tam- bién,suevolución posterior,loque nosólojustificaríasuseguimiento,sino queloharíaobligado.almenos, durantelaEdad Media. Fuentes oralesyactitudesromanasantelafamilia 75 16 ocolecciones de expresiones y dichos de la Antiguedad, en los que thesauri losdistintos editores mezclan,sin individualizar suficientemente, diversos tipos deparemias, introduciendo, incluso,algunas que claramente no lo son. III Este trabajopretende, y hepreferidohacerlocon criterios amplios, ofrecerel específico tipode paremias que sonlas máximas ysentencias referidas alámbi- to familiar en el mundo romano. Sus argumentos, sin que pueda precisarse su extensión y popularidad, pudieron transcender, sin duda, los estrechos círculos cultos de laclase propietariaparaalcanzarunamayor difusión e incluso llegara rivalizarenel propio terreno de laoralidad cuotidianacon esosdichos, refranes, cuentos, canciones ofábulas,tambiéndisputados, pero, desde luego, máscerca- nos, por su origen y contenidos, a los grupos populares. Su acción, su eficacia ideológica, no se limitaría ya, básicamente, ala autosatisfacción-justificación- legitimación de las opciones del propio grupo emisor, sino que podría, dada su difusión, alcanzarese terrenocomúndela oralidad, almargen delas intenciomes de sus creadores,disputandoelcontrol deesemedioalosgruposnopropietarios. Sin entraren precisiones conceptuales sobreel significadode lafamiliaen el ámbito romano, no ofrece dudas ni asociólogos ni aantropólogos ni a historia- dores laconsideracióndelafamiliaylaspeculiaresrelaciones, internasyexternas que elparentesco establece, comounelemento decisivo a lahorade comprender las condicionesde existencia de los hombres ymujeres dela AntigUedad. Las paremias que se ofrecen17, sin que puedanconsiderarse completas y reconociendo que su recopilación responde a condicionantes subjetivos, Po- drían agruparse, según sus contenidos, delsiguientemodo: I~ Cfr., por ejemplo.Curotto, E.. Monumenta sapien¡iae. Thesaurus sentenziaruin, Ilirio, 1930; De Mauri,L.,5000proverbiemotiflatintFloressenten;iarum. (Raccoltadi5000sentenzeeproverbiemotti latinidiusoquotidiano, Milán, 1967;Fumagalli,F.. tApelatina. Dizzionarettode2948sentenze,prover- bi, moíti,divise,frassielocuzianelatine, Milán, 1969;Binder,W.,Novas Thesaurusadagiorumlatinorum, Wiesbaden, 1971; Schmidt, P.&(cd.),Proverbioseníen¡iaeque latinitatismcdiioc recentiorisaevi. Gétin- gen, 1982-86,3 vols.Valentíy Galí,Aureadicta.Dichosysentenciasdelmundoclásico, Barcelona, 1990; llenero Lorente,V., Diccionariodeexpresionesyfraseslatinas. Madrid, 1992;Merminod,Y, Expresions et Proverbeslatines, adagesjuridiques, Neuchátel, 1992.Naturalmente,estetipodecoleccionesmodernas resultan insuficientes,enrelacióncon losobjetivosmarcadosaquí,porloquehandeseratendidosesosotros coleccionistasantiguos más omenoscreativos,como PublilioSiro,Cecilio Balbo,Catón,ValerioMáximo, CurcioRufo, etc., asícomo,aunqueensegundotérmino,elrestodepensadores delmundoromano. 7Algunasdeellashan sidocompletadasconlarefefenciaarefranescastellanos. Sufinalidadnocon- sisteenatinnarun paralelismoerudito,sino enconstatarlasposibilidadesdeextensiónysupervivenciade cadaunidad(comopruebao, almenos,comoindiciodequeyacontenían,dehechooengermen, losele- mentosquelahabríanpermitidoconvenirseenparemia). Naturalmente,lasreferenciasnoson,nilopreten- den,completas.Consúltense,paraello, losrefraneros delosdistintos paises,porejemplo,entre otros:Art- haber,A.,Dizionaricomparatodiproverbiemodiproverbiali.Milán, 1986; Bergua,J..Refranero español, Madrid, 1961;BubIdeFaber,C., Cuentos, adivinanzasyrefranesespañoles,Madrid, 1877:CampoyBarre- 76 Juan Cascajero 1. Unidades paremiológicas que destacan la importancia de la familia, con las que deben relacionarse aquellas otras que descubren sentimientos de cariño y elogio a lacasa propia y de amorpor las cosas de cada uno. 2. Máximas y sentencias que ofrecen consejos para el desarrollo de un buen matrimonio. 3. Existencia de una misma naturalezaentre padres e hijos. 4. Constatación, igualmente, de los lazos irrompiblesque, pornaturaleza, unen a padres e hijos, asícomo consejos para establecer una relación correcta entre ellos. 5. Constatación de los vínculos positivos reinantes entre los hermanos, así como recomendaciones al respecto. 6. Constatación del afecto mutuo existente entre familiares, así como consejospara mantenerlo. 7. Asesoramiento al padre de familia paraque, conmano firme, dirija y mantengaunida y sana la familia de acuerdo con las responsabilidades que la sociedad le confía. 8. Consejos al padre para que mantenga una actitud correcta, en general de firmeza, con respecto a los hijos, y recomendaciones de cariño, obediencia y sumisión a loshijos conrespecto a los padres. lía,Diccionarioderefranes, Madrid, t975;Cantera,J. yVicente, E.de,Selecciónderefranesysentencias. Madrid, 1983-4,2 vols.: Covarrubias, 5. de, Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, 1984; Cowie,A. yMackin, R., Dicttonarv ofProverl,s.Londres, 1983: CaroyCejudo, J., Refranes ymodos de hablarcastellanosconloslatinasquelescorresponden. Madrid, 1792; Castro.A., Glosarioslatino-espa- AolesdelaEdadMedia,Madrid,1936;Correas,O.,Vocabulario derefranesyfrasesproverbiales, 1627(cd. porCombes.L..Burdeos, 1967):Ferguson.R.,DicuionayofPros’erbs. Londres, 1983;Finbert,E..Dictian- naire despraverbes da monde, París, t965; Iriarte, j., Refranescastellanos traducidos en terso latino, Madrid, 1774;JaimeGómez,J.,Catálogodebibliografíaparemiológicacastellana,Teruel, 1992;Cela¡tu- rriaga,J.,Refranerojurídicoespañol. Madrid, 1990; Lagane, R..Locutionsel proveniesdautrefois, París, 1983;Maloux, M.,Dictionnairedesproverbes,sentencesetmaximes, París, 1960;Mieder,W.. 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Conciencia de los litigios que pueden amenazar la convivencia entre marido y mujer, culpando de ellos a los vicios que acompañan, inexorable- mente, a la condición femenina. 10. Consejos al marido con respecto a la mujer ya ésta con respecto al marido. Desde luego, la primera forma de sociedad, la más importante y decisiva, estáen el matrimonio mismo: Prima societasin ipso coniugio est. (Cic., De 0ff, 1, 17, 54). Por eso, la domus, elhogar, expresión y concreción de los bienes materia- les y espirituales de la familia, como también la propia familia lo supone, se considera el bienmás sagradoy más dignode serpreservado porlos preceptos de la Religión de cuantospuedan rodearse los hombres. Quidestsantius, quidomne religionemunitius, guamdomus unius Cuisque civium? (Cic.,Ad. Pont.,41, 109). Relacionadas con estas sentencias que, por su contenido, deben conside- rarse nucleares en el pensamiento de la clase propietaria romana,está la evo- cación significativamente teñida de connotacionesreligiosas de lapropia casa. Ni/ii! sanCtius, nec omni religione sanetius guam domus uniuscuisque ClvIum. (Cic.,Pro domo sua, según De Mauri, op. cit., 82.). Por eso, incluso el padrede familia debesometerse a las obligaciones que impone dirigiryserresponsablede su familia, poqueél mismodebe mirarsólo por la dignidadde la domus yno servirse parafines propios de una institución 18. que le transciende Ornanda est dignitasdomo, non domo tota quaerenda: necdomo dominus sed domino domus notanda est. (Cic.,De 0ff, 1,39, 139)’~. ‘5Noesobjetivodeestetrabajolaatenciónjurídicadelafamilia.Ctr. noobstante,Digesto, 50, 16. 9Enrelaciónconestamáxima, elaforismomedieval: Necdomas ornatadorninumnecpictadecorat seddomusestgrata,quan,,noribushospeshonorat(Walter, 16186). 78 Juan Cascajero Resulta frecuente, en inscripciones bien visibles en las casas señoriales, la sentenciaque evoca el nexo entre domus yquies: Parva domas, magna qutes. Se traía de un sentimiento que, una vez más, expresa Cicerón cuando se pregunta: Quae est domestica sede iucundior? (AdFam., 4,8,2). Lo que no dejade ser respondido: Nullus est locus domestica sede iucundior (Herrero, 5726)20 21. Domuspropia, domus optimo (Herrero, 2189) Condición que, sin embargo, puede verse amenazada por graves y bien definidos peligros: Sunt triadamna domas: imber malafemina,fumus22. (Herrero, 8452) Con la devoción por la propia familia, con el amor por su casa, podrían relacionarse un conjuntode paremias que, evocando la atracción de cadauno por sus obras y cosas, debieroncircular ampliamente tanto en sus formas ori- ginales como introduciendo algunas variantes. Auctor opus laudar. (Ovidio, ExPonto, 3, 9, 9). Omnes sibi melius essemaluntquam a/ten. (Terencio, Andria, 2, 5, 15). 20 Existenmúltiplesrefranescastellanosenel mismosentido,v.g.: ‘mientras enmi casaestoy, reyme soy»;igualmente,«acadapajarillo,legustasunidillo»; «micasaymihogar,cien sueldosval»; «micasay mimadre, másqueel restodelmundovalen»;«chicaesmicasilla,perovalemásquetodaSevilla»;«dicho- soelgolondrinoquebabitaensunido»:«micasa,mi mesay mimujer,todomimundoes»;«en suolivoel mochuelo, se tiene por reydel universo»; «¿con quéseñorío ymajestad, canta el galloensu muladar?»; «pájaroquecagaelnido,nodebíahabernacido». 21 «Micasaymi hogarcien doblasval»; «másvalehumodemicasa,quefuegodelaajena»;‘más vale humodemichimenea,quelumbredelaajena». 22 «El humo, la mujery lagoteraechanalhombredesucasafuera»,«tres cosasechandesu casaal hombre: elhumo, lagotera ylamujer vocinglera»; «casahumosa, goteraenojosaymujercontenciosa,no haypeorcosa».
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