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Ficcionario de psicoanálisis PDF

311 Pages·2001·2.72 MB·Spanish
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psicología y psicoanálisis DIRIGIDA POR OCTAVIO CHAMIZO Esta página dejada en blanco al propósito. FICCIONARIO DE PSICOANÁLISIS por NÉSTOR A. BRAUNSTEIN siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. CERRO DELAGUA248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D.F. siglo xxi editores argentina, s.a. LAVALLE 1634, 11 A, C1048AAN, BUENOS AIRES, ARGENTINA portada de maría luisa martínez passarge primera edición, 2001 © siglo xxi editores, s. a. de c. v. isbn 968-23-2349-5 derechos reservados conforme a la ley impreso y hecho en méxico / printed and made in mexico ÍNDICE 1. UN RECUERDO INFANTIL DE JULIO CORTÁZAR 1 2. ¿CONOCE USTED A HENRY BOULARD? BIBLIOFILIA Y BIBLIOMANÍA 7 3. EL REY FALTA A LA CITA 12 4. FICCIONARIOS 17 Preludio, 17; Ficciones, 19; Verdad, 21; Sinceridad, 23; Prudencia, 25; Intención, 27; Mentira, 28; Engaño, 30; Performativos, 32; Cre- dulidad, 34; Fe (buena y mala), 36; Avión, 38; Confianza, 40; In- terpretación, 42; Psicoanalista, 45; Poesía, 47; Anagnórisis, 49; Otro, 51; Valéry, 53; Preposiciones, 55; Lectores, 56; Milenio, 58; Anodino, 60; Vacío, 62; Trivial, 64; Carencia, 66; Tamara, 68; Inex- presable, 70; Represión, 72; Ignorancia, 74; Poder, 76; Wittgens- tein, 77; Leyenda, 79; Insoportable, 81; Traducción, 84; Borges, 86; Menard, 88; Intraducible, 92; Benjamin, 94; Entendedor, 96; Ver- siones, 98; Jerónimo, 101; Biblia, 102; Lutero, 105; Idioma, 107; Hölderlin, 110; Delirio, 112; Palabra, 115; Ejemplo, 118; Lengua, 121; Original, 123; Libros, 125; Subversión, 126; Universo, 128; Escrituras, 130; Retórica, 132; Hermenéutica, 133; Interpretar, 135; Transposición, 137; Arte, 139; Ortega y Gasset, 140; Flac, 146; André, 148; Posfacio, 150; “Extranjeado”, 152; Autobiografía, 154; Creación, 156; A-dicción, 158; Descubrimiento, 160; Literética, 162; Hablar, 163 5. EL AMOR EN LA LLAMA DOBLE DE OCTAVIO PAZ Y EN LOS CAHIERS DE PAUL VALÉRY 166 6. EROS-IÓN (DISOLUCIÓN, DESILUSIÓN Y DESOLACIÓN EN LA PINTURA DE LEONARDO CREMONINI 197 7. EL LIBRO DE CABECERA (THE PILLOW BOOK), PETER GREENAWAY Y EL PSICOANÁLISIS 216 [vii] viii ÍNDICE 8. FREUD Y CHILLIDA O CÓMO FILOSOFAR CON UN MARTILLO 230 9. AMBRA POLIDORI: FOTOGRAFÍA, FILOSOFÍA Y POLÍTICA 251 10. LA TOSCA: EL DESEO DE SCARPIA 260 ÍNDICE ONOMÁSTICO 269 OBERTURA DE ESTA SUITE La palabra “suite”, hasta donde sé, no existe en español, aunque ningún melómano, cualquiera sea su procedencia o su idioma, la desconoce. Podría haber escrito “Obertura de esta recopilación”, cosa que hubiese sido más exacta, pero me podrían abrir un proceso por plagio. La palabra “obertura” pertenece al vocabulario de la música y las “sui- tes” armonizan bien con las oberturas. Como la palabra no aparece en los diccionarios del castellano tenemos que ir al benemérito Robert, el francés, donde encontramos la defi- nición precisa: “Composición musical formada por varias piezas de una misma tonalidad.” Así es como quisiera que fuese leído este libro, pensando en que la unidad está dada por la tonalidad aunque las piezas son, en sí, muy distintas. El iniciador del género llamado “suite” fue un músico hoy poco escuchado que se llamaba Johann Jakob Frober- ger. Para los amantes de la música, sin duda, el calificativo de suite (quitemos las comillas, pero no la “e” final que hace castiza a la palabra) va indudablemente unido al nombre inmarcesible de Johann Sebastian Bach. Para sus suites orquestales Bach usó el nombre de “oberturas” aun- que esa palabra correspondía únicamente a la primera de las partes de cada una que luego era continuada por una secuencia (suite) de danzas. En la tradición de Froberger y del Cantor una suite normal incluía una alemanda (ger- mánica), una courante (francesa), una sarabanda (españo- la) y una giga (inglesa). Yo creo que hubiese sido de ele- mental justicia agregar una pasacalle (passacaglia) italiana para completar el panorama musical del occidente euro- peo. La heterogeneidad de las danzas –como la heteroge- neidad de las tradiciones, de las lenguas, de las filosofías en esta, mi suite de artículos– campea o quiere campear [ix] x PRÓLOGO por sus páginas. La homogeneidad se halla en la tonalidad, esa que deriva del psicoánalisis y, concretamente, del que acoje todas esas confluencias, el psicoanálisis de Lacan, al que uno llega por el camino de Freud. El lector que hojea este libro puede verse abrumado por la posible dispersión de los temas que se abordan. Por eso quiero explicarle desde ahora la metodología de este géne- ro híbrido, mitad periodismo, mitad literatura, mitad ensayo psicoanalítico, que he dado en llamar ficcionario, copiando sin darme cuenta a quienes hicieron una recopi- lación de textos borgesianos. La idea es sencilla: escribir textos breves para un periódico mexicano (Excelsior), cada uno de ellos independiente, pero eslabonados en lo mani- fiesto porque cada uno termina con una palabra que sirve como título del ficcionario siguiente. De modo que he es- crito los artículos con la idea de que cada uno de ellos era un capítulo de un libro que los recogería y los empalmaría como a las variadas danzas que integran una suite. Así van deslizandose temas diferentes, algunos de la filosofía mo- ral (la verdad, la mentira, la sinceridad), otros de la teoría del lenguaje (la poética, los performativos, Wittgenstein), otros más sobre la literatura, sobre la teoría y la experien- cia de la traducción y los comentarios a una traducción de una novela que perpetramos con Tamara Francés y que editó Siglo XXI (Flac, de Serge André). Así, el ficcionario o suite de artículos psicoanáliticos es el testimonio de un iti- nerario que deja sus marcas en un diario pero que tiene destino de libro y, puesto que son ficciones, destino de no- vela, a la que agregaría sin pudor el adjetivo de autobio- gráfica. Mas no es esto todo. La calidez de unas amistades me llevaron a discutir la pintura de Cremonini con Leonardo (Cremonini), la película de Greenaway con su director, la fotografía de Polidori con Ambra. Me pareció que todas esas reflexiones y encuentros dispares se integraban en la unidad de los ficcionarios y que otros textos que había PRÓLOGO xi cometido, acometido, en el pasado formaban parte de esa autobiografía. Hacia 1984 había ya ingresado en ese ries- goso género que es el periodismo cultural, mucho más res- baladizo cuando se lo quiere abordar desde el lado del psi- coanálisis. Mi técnica de aquel entonces, en Uno más uno, era otra. Tomaba cada artículo como si fuese una sesión de psicoanálisis que terminaba cuando uno, el Otro, decía “Dejamos aca”. De ahí salieron reflexiones sobre el teatro (El vestidor), sobre la ópera (Tosca) y sobre los libros como objetos (Henry Boulard). Para esta suite los he vuelto a es- cribir, desarrollándolos más allá de la sofocación que siem- pre me produce el espacio restringido de la columna del periódico. Pude sentir el placer de extender mis ideas más allá de los rígidos renglones, escrupulosamente contados, que me impone el jefe de la sección editorial. No soy crítico literario aunque puede que un poco llegue a tener algún día de escritor. En verdad, no me animo a ha- blar de poesía, pero me intrigó que uno de los temas esen- ciales sobre los cuales los poetas han pensado –y no sólo escrito sus versos– sea el del amor. Cuando leí lo que ellos publicaron, Lucrecio, Nietzsche, Paul Valéry y Octavio Paz, se me ocurrió que yo, que paso tantas horas de mis días trabajando en un laboratorio del amor que se llama gabinete psicoanalítico, podía adjuntar mis reflexiones a las de ellos y mostrar lo poco que todos sabemos del asun- to. Así nació el texto sobre el amor que algunos encuentran demasiado crítico para con el mayor poeta mexicano del siglo pasado. Me consuelo pensando en que no es a su poe- sía a la que pongo objeciones. Algunos amigos de España no acaban de resolverse a editar el libro que han armado sobre la escultura genial de Eduardo Chillida. Chillida fue amigo y recibió los comen- tarios de Martin Heiddeger. El tema del espacio como ca- tegoría filosófica y del espacio como producción espiritual en el campo de las artes los unía. Creí que Freud no debía estar ausente de ese diálogo y por eso convoqué a su fan-

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En este libro, Braunstein enfoca su interes en los productos de la cultura y en las palabras de la experiencia cotidiana. Se lanza a partir de ejemplos concretos sobre las distintas artes. Su metodologia no consiste en aplicar lo que el como psicoanalista supuestamente sabe del inconsciente, sino pr
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