ESTÉTICA DEL PENSAMIENTO: EL DRAMA DE LA ESCRITURA FILOSÓFICA FRANCISCO JOSÉ RAMOS ESPIRAL HISPANO AMERICANA Editorial Fundamentos está orgullosa de contribuir con más del 0,7% de sus Ingresos a paliar el desequilibrio frente a los Patees en Vías de Desarrollo y a fomentar el respeto a los Derechos Humanos a través de diversas ONGs. Este libro ha sido impreso en papel ecológico en cuya elaboración no se ha utilizado cloro gas. © Francisco José Ramos, 1998 © Editorial Fundamentos, 1998 Caracas, 15.28010 Madrid. 8 91319 9619 E-mail: [email protected] Primera edición, 1998 ISBN: 84-245-0794-0 Depósito Legal: M-36928- 1998 Impreso en España. Printed in Spain Composición Francisco Arellano. Asterisco Impreso por Printing Book, S. L. Diseño de cubierta: Paula Serraller, sobre el cuadro En la tarde de Roxana Riera Gata. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, conocido o por conocer, comprendidas la reprografía, el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. índice general PREFACIO ........................................................ 9 INTRODUCCIÓN .......................................... 13 I. EL EMPLAZAMIENTO MITOLÓGICO 27 1. La escenografía prefilosófica ....................... 27 2. El encanto de las musas .............................. 33 3. El mito de la Verdad ................................... 43 4. La escritura ontológica ................................. 61 II. El DESAFÍO LITERARIO ................. . ....... 73 1. La escenografía del concepto ........................ 73 2. La poíesis del logos ...................................... 79 3. El logos de la escritura .................................. 89 4. La extravagancia de la poesía ....................... 101 5. La escritura filosófica ................................... 120 III. LA FICCIÓN ONTOLÓGICA ................. 131 1. El filósofo artista .......................................... 131 2. La conjetura metafísica ................................ 141 3. Una conjetura metafísica ............................. 149 4. La recuperación del mito ............................. 163 5. La agonía de lo divino ................................. 173 6. El sentido de la obra de arte ......................... 178 7. El mundo visionario de la escena ................. 204 8. La fiesta del pensamiento ............................. 223 IV. LA ESCRITURA FISIOLÓGICA .............. 231 1. El momento de la imagen ............................ 231 2. La imagen del pensar ................................... 244 3. La physis del logos ....................................... 251 4. El logos de physis ......................................... 273 5. La ironía de los mundos .............................. 285 6. La práctica del buen pensar ......................... 296 7. El di/simulo de la physis ............................... 302 A MODO DE EPÍLOGO .................................. 323 BIBLIOGRAFÍA DE LAS OBRAS CITADAS ... 331 La voix de la pensée est-elle plus qu 'un réve? ARTHUR RIMBAUD Que difícil ser próprio e não ver senão o visivel! ALBERTO CAEIRO Y amaneció riendo en lo infinito. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ A mi hermano Jorge Luis Ramos González, actor A la memoria de mi padre Y a la vida de mi madre Prefacio Este libro es el testimonio de una experiencia filosófica que nos habla del arte de pensar con las palabras, pero a sabiendas de que se vive en una época en la que el sentido de las palabras y del pensamiento está en todo momento mediatizado por la nueva religión del capital y su particular acopio de las veleidades del programa cibernético. Todo indica que habiéndose reducido dicho "sentido" al espectáculo de la autocomplacencia, al cálculo onanista de la satisfacción a toda costa, se hubiese desvanecido también la articulación del pensar, el cuidadoso empeño de atender a lo que las pa- labras dicen y al silencio de su decir. Tal parecería que el énfasis en las telecomunicaciones hubiese hecho enmudecer la actividad del pensamiento. Y, sin embargo, la necesidad de pensar y de redescubrir lo que sólo puede hacerse, construirse, inventarse con palabras es hoy tan urgente como evidente es el mutismo sobre el cual gravita esa necesidad. En tal contexto quizá se explique que a alguien se le ocurra aventurarse en la escritura de un experimento filosófico independiente, a sabiendas que ello se hace desde una isla caribeña -Puerto Rico- saturada hasta más no poder por la dependencia y cuna o criadero, en muchos aspectos, de los modelos de servidumbre del capitalismo norteamericano que ahora inundan el planeta entero. Aun así, podría alguien preguntarse: ¿a qué viene una tal osadía? Un libro... y de filosofía, ¿quién lo va a leer cuando ya apenas se lee, no porque haya muerto el libro (¡cuántos libros no se publican!) sino 10 FRANCISCO JOSÉ RAMOS porque se vive en pleno apocamiento de la lectura? Pero, sobre todo, ¿quién se va a creer que pueda hacerse filosofía -y ya no sólo "comentarla"— en el aislamiento cultural y no sólo geográfico de una isla como Puerto Rico, y en medio de tanto calor, de tanto barullo, de tanta confusión? Después de todo, ¿qué se puede esperar más allá de las proverbiales risitas, de una casi total indiferencia o, como mucho, del empeño por reconocer en este o aquel pasaje de este escrito una u otra marca (label) de algún pensamiento en boga? Aún más, dado que el autor es puertorriqueño, escribe en castellano y se dedica a la filosofía, ¿se quiere una mayor acumulación de "minorías", una más clara "literatura menor"? Estos detalles geofilosóficos no pueden pasarse por alto, sobre todo si se escribe bajo el predominio del mercado cultural de la lengua inglesa, francesa o alemana, las cuales suelen tomarse como las portadoras privilegiadas de los criterios de validez conceptual y de las estrategias de mercadeo de una obra. Pero precisamente por todo lo anterior, y por ser el legado filosófico la expresión más exigente de lo que significa pensar con palabras; por ser también su práctica el reconocimiento de una vigencia intempestiva, de un tiempo que saca de tiempo, de unas voces que muestran la vida y la muerte de nuestros pensamientos, hoy - quizá como nunca antes- la filosofía dignifica, es decir, saca a relucir lo más excelso de una u otra forma de pensar, aun en medio de la más eficiente mediocridad. La escritura filosófica de un libro responde al reclamo de escribirlo, a la alegría de compartir la fiesta del pensamiento y al riesgo de hacer pública y exponer una particular apuesta del pensar. De ese reclamo, de esa alegría y dé ese riesgo se nutre este libro. Un libro que no tiene otra pretensión que abrirse paso en medio de lo que ya ha sido pensado, para transformarse en aquello que permite volver, desde donde se está, a pensar de nuevo. Precisamente porque ya todo ha sido dicho, queda todo por decir. Este Drama de la escritura filosófica, el primer volumen de una planificada trilogía, comenzó a elaborarse durante PREFACIO I I un año sabático en París, entre 1987 y 1988. Luego de revisiones múltiples, el libro llegó a ser lo que es en el año 1993. Desde entonces aguardó, con paciencia filosófica, su oportunidad de publicación. Quiero agradecer a Manfred Kerkhoff su examen de las diferentes etapas y de la versión final de este escrito. Sus palabras y sus elocuentes silencios me fueron indispensables. Del mismo modo quiero destacar, de una manera muy especial, la lectura que Ludwig Schajowicz y Luisa Caballero de Schajowicz hicieran del manuscrito. Gracias también a Carlos Varo su lectura cuando el libro empezaba a vislumbrarse como algo más que una suma de capítulos. Gracias a Giannina Braschi por su acertada recomendación acerca de las páginas introductorias, por su amistad, por su poesía. Y gracias a mi amigo Arturo Ramos Dalmau por su conversación infinita que tanto estímulo brindó a buena parte de lo que aquí está escrito. En España, mi amigo y poeta Miguel Florián ha sabido con lucidez y perspicacia llamar mi atención sobre aspectos que necesitaban una mayor claridad expositiva. A Enrique Pajón y Ana María Leyra, mi más sincera y profunda gratitud por la confianza que depositaron en este trabajo, por sus palabras de aliento, por su nobleza. Debo también mencionar a mis colegas de la Sociedad Puertorriqueña de Filosofía, José Echeverría Yáñez, Joaquín Medín, Rafael Aragunde, Carlos Rojas, Federico Acevedo, Walter Murray, José Rafael Echevarría, Andrés Rodríguez Rubio, que directa o indirectamente, de una y otra manera, han alentado este escrito. Por último, tengo que mencionar un grupo muy particular de personas que me han convencido de que una comunidad de pensamiento no es una difusa reunión de espíritus y de que el pensar es, después de todo, una experiencia comunitaria. Con estas personas me he estado reuniendo durante trece años, dos sábados al mes, en las calles y los bares del viejo San Juan para honrar, con insólita despreocupación, el legado del pensar que este libro ha querido hacer suyo. Han sido ellos mis estudiantes y también mis maestros 12 FRANCISCO JOSÉ RAMOS y maestras: Antonio Maldonado, Rafael Tufiño, Rene Pietri, Teodoro Peña, Luis Alonso, Jorge Sierra, Manuel Junco, Patsy Mally, Francisco Luciano, Gaché Franco, Edwin Reyes, Lilly Tirado, Magaly Hernández, Norma Velasco, Antonio Ramírez y, muy particularmente, una mujer y una niña con las que he compartido los últimos doce años de mi vida: Roxana Riera Gata y Alejandra Ramos Riera. Vivamus atque amemus. F.J.R. Nueva York/San Juan 1996y 1998