Las seis mil cruces levantadas por el procónsul Craso a lo largo de la vía Appia, para ajusticiar a los esclavos sublevados y aleccionar a las generaciones futuras, no consiguieron borrar el recuerdo de Espartaco. «Aquellos que son recordados no mueren —dice Espartaco—. Hemos sido vencidos, pero hemos vivido como hombres libres». Su nombre superó el olvido de los siglos, llegando hasta nuestros días como un ejemplo de dignidad y de rebeldía heroica ante la opresión. Max Gallo recrea la vida de Espartaco siguiendo el destino de este tracio que rechazó la dominación romana, fue reducido a la esclavitud y convertido en gladiador hasta que huyó con un puñado de fieles compañeros cuyo destino era también la muerte en la arena. Su ejemplo fue seguido por miles de esclavos con los que derrotó a las legiones que Roma envió en su persecución. Un viento de libertad recorrió toda la península, desde el Vesubio al río Po, hasta hacer temblar la República Romana. Max Gallo elabora un amplio y minucioso retrato de esa guerra «servil». De un lado, el orden de las legiones, el poderío y la riqueza de Roma, sus tribunos, sus cónsules, César, Craso, Pompeyo. De otro, el ansia de libertad, el salvajismo, la anarquía de hombres que han roto sus cadenas y que roban, saquean y siguen a Espartaco sin obedecerle. Max Gallo reconstruye de forma prodigiosa este periodo cruel en el que la historia se hace carne palpitante, rostros, lágrimas y pasiones, voces que narran intentando dejar su huella. Con Espartaco: La rebelión de los esclavos, Max Gallo inicia una suite novelesca e histórica: Los Romanos. Cada uno de los cinco volúmenes que la conforman ilumina un momento y un personaje claves de la historia de Roma: Nerón: El reino del Anticristo; Tito: El martirio de los judíos; Marco Aurelio: El martirio de los cristianos y Constantino el Grande: El Imperio de Cristo.