La misteriosa oleada de cadáveres calcinados, abandonados en Múnich en esa primavera de 1840, coincidió con la llegada de Alexander Amsel a la ciudad. Nada lo relacionaba con ellos, pero su aura siniestra y esa mirada anciana provocaban un rechazo instintivo en la gente. Siempre había sido así. Década tras década…
Hasta que apareció Eva. La única que supo mirar más allá y dijo que lo amaba a pesar de todo. ¡La única que lo traicionó y escapó de sus garras después!
Por su culpa, Alexander se convirtió en una pesadilla eterna cuyo único objetivo era encontrar su alma reencarnada para vengarse.
Sin embargo, en la actualidad aún existen demasiadas incógnitas y todas las respuestas parecen estar en la mente de Diana, la persona que alberga el alma de Eva en el presente.
¿Por qué está siempre en peligro? ¿Por qué sueña cada noche con su muerte y solo ve los ojos de Alexander cuando la vida la abandona? Y, especialmente, ¿por qué es él incapaz de odiarla como se había jurado que haría?