Description:La luna, rebasando su cuarto creciente, ofrecía la claridad suficiente para que la noche no resultara oscura. Era agradable mirar el cielo negro, como de terciopelo recargado de estrellas. Fred Tyler, reclinado hacia atrás en la silla de mimbre, con los pies descansados sobre un tonel vacío, gozaba de la brisa nocturna. A su lado, vacía, la poltrona del paternal juez Berstein, quien gustaba de sentarse en aquel lugar para dejar transcurrir las horas. Allí se cruzaban las dos calles principales de Austin City y también era el punto donde se recogían las mejores brisas para hacer más soportable el tórrido calor estival. A su derecha escuchó unos pasos. No le hizo falta volver su cabeza para reconocer al hombre.