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El surgimiento de la antropología posmoderna PDF

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B13H1; EL SURGIMIENTO Editorial Gedisa ofrece los siguientes titulos sob're DE IA ANTROPOLOGIA ANTROPOLOGIA Y ETNOGRAFIA 'POSMODERNA por c. Clifford1Fotros Geertz,~J: "Compilaci6n de Carlos Reynoso .. }" '1> ',~ " ESCUElA NACiONAlDE "::-~NTROPOlOGIA ,fE HISTORIA. ' UNIDAD CHIHUAHUA BIBi.. OrEtA ,,~.~. "GUIUERMO BONFfL BArAltA. . :,:lm.treSV()Cf:S de lti •. frrUlginf.J:I:i6n colectiva·· credisa " >N<;OISL~:;~)~~~O~~~.J;l~ t:>' " editorial· . 13 g if) ~~ INDICE Se agradece a las editoriales Y revistas que han autorizado la pu­ . blicaci6n de los trabajos aquf compilados,'cuyos creditos figuran a1 pie de pagina de cada capitulo. . •..~'J;:,.. . ;,:,";>,:,':;'..'. "--:,'t­ COLABORAnORES....................................................................................... . 9 Traducci6n: Carlos Reynoso PRESENTACI6N, por Carlos Reynoso ..................~..................................... . 11 I ANTROPOLOGIA SIMB6UCA ....• J.l~.~n~co~.l.a~figuraciondel ~~entosocial, por_ ... ..=:·....······....·....··.......................... ..\:~}·....~Cfilfiir~~,I~~~E.~·:~ ·~··~·~::::::::~··~ 63 ,2!.J,a.rebelipnri;niinnca de la antropologfa contra el iluminismo, 0 el '.' ~~~~~l!:'~sque razon y evidencia,JIOr Richard A. Sh:weder... 78 II c: .' Am'ROPOLOOIA FENOMENOWGICA 117 III ANTROPOLOGIA POSMODERNA .H;D,e~nS6§I~JtNo.l:~~g7a413::iB4-79-~57.9.g J1.9.~'g " . ." ~~.4 ,-.~S. o.b r"e~: l .a.. 'a , ,u " t-.c. >~~,'"'-~.' g'"r8fica, por James Clifford ................................ . 141 '. . ' ....... <i!i,?~q.~t~~ ;~;l:;?,"t:,~·~~!'Jtt~~texlos, por George E. MarCus y Dick E. •.••..•.••••.•...•.....••.....•............•.......••......•................... -----·.:~Crull11'diJ; ::.:;.'~:.~:~~·~.~l.;'.'i_ ~ ·171 . , .. ~;l!rij:tr~!:i~ e,n;,pntP~&!'- ,~.' '?·;~:4i;l~~::?~2n; !~'tl~.1\I1ogoda:~9~31.{)S2IP! '. ' ~.J~4e~~~~Lasficciones persuasivas de la antropolOgla. por ~,:~:;;J,.. ':MQ,;j)n·~hern.:"gt~~~···..··......··..·..·..·............·.......·.·............................. 214 ': Itnpreso ;:,D Espana .' ,·CO~~os,po~'JlI' R. Crick, R. Fardon, E. Hatck, 1. C.Jarvie, R. .' Printl}d i.n Spain . Pinxten~P.Rab~;E. Tonkin, S. A. Tyler y C. Marcus..................... . 253 " Resp~tJ~jt;JuynStrat1iem .......................................................... 270 7:~~~~~entes . ala antropologla dialogica, por Dennis . Tedlock.:~................................................................................................ 275 CARLOS REYNOSO Universidad deBuerws Aires El surgimiento de la antropologfa posmodema es, en sentido estricto, un proceso de transformacion experimentado pol'una de las tantas corrientes in- temas de la disciplina, la llamada antropologfa interpretativa. Tras una fase ti- bia de "antropologfa simb61ica" en las decadas de 1960 y 1970, yluego de un falso arranque bajo las banderas de la fenomenologfa (demasiado escolasticas, trascendentales y solemnes para los tiempos que corren), los interpretativos hallaron en un posmodemismo que algunos reputaran predigerido y fragmen- tario su marco de referencia mas afln. Adespecho de la naturalidad con la que los posmodernos asumen su propia transicion en el relevo de las modas, la po- lemica que se ha desarrollado en tomo del movimiento es una de las mas ten- sas y clelicadas de la histori3 disciplinar; no hay mas que asomarse alas revistas antropo16gicas recientes: sucede casi como si todo otro tema hubiera sido postergado en espera de su resolucion. Digamoslo enseguida con otros matices yadoptando otro angulo de mira. Despues de algunos anos en que no se pudo hablar a ciencia cieI1a de ningun paradigma dominante, la antropologfa mundial ha sido ganadapor 10que pare- ceria ser una nueva moda intelectual que responde alas premisas del posmo- demismo. Desplegaremos mas adelante la caracterizacion de los aspectos mas puramente antropologicos de este movimiento, es decir, la obligada semblanza de la antropologfa posmoderna. Primero corresponde caracterizar el posmoder- nismo en sent.ido amplio, como movimiento intelectual generico, en el cual se inspira -'--en teoria- la antropologfa que lleva su nombre. Hay que hacer, eso sf, una salvedad, pues algunas facetas de la cuestion han sido fatigadas en exceso ylas not.asque siguen no quisieran ser redundan- tes. La avent.ura del posmodernismo se puede contar siguiendo innumerables t.rayectorias, variadament.e validas; la forma que aqui elegimos apunt.a a resal- t.arcieI1as Hneas (las que conciemen alas ciencias sociales) en det.rimento de ot.ras(las que tienen que vel',pol'ejemplo, con la lit.erat.ura, la filosofla yel ar- t.e),que acostumbran ser mucho mas cOIiocidas. Examinemos ahora el posmo- demismo en general subrayando los aspectos que se refieren a nuestra disciplina especlfica, echando sobre el una mirada antropologica; y hacia el fondo del articulo int.ent.aremos mostrar de que manera los ideales del posmo- demismo como filosofla de una epoca se han reformulado en t.erminos de una concepcion de la antropologfa, de su objet.oyde sus practicantes. cialmente uno. Una cosa es segura: la clase obrera industrial -contabiliza Bell- esta disminuyendo en numero, y su importancia en la economfa de De 10que no cabe ni sombra de duda es de que el termino "posmoder- los pafses mas avanzados tiende a ser marginal. Ni hablar del campesinado. nismo" (igual que "postestructuralista") se origina en los Estados Unidos; en Es diffcil que el futuro presencie la "dictadura del proletariado" cuando el sus inicios, parece haberse acuiiado a prop6sito de cierto giro paradigmatico proletariado, como quiera que se 10defina, se muestra en trance de desapa- ocurrido en el seno de las tendencias intemas de la arquitectura, en la que se ricion. comenzo a poner en tela de juicio el concepto de vanguardia. Pero la idea de En el discurso de Bellia construccion del objeto evoca las grandes confi- una condicion "posmoderna" tiene una gestacion compleja: arbitrariamente guraciones parsonsianas, similares a las que se encuentran en la base de cier- comenzaremos pOl'los postulados de Bell, aunque dejando constar que (dado tas vertientes de la antropologfa simb6lica. A su juicio, la sociedad se puede que 10que se analiza es un movimiento de convergencia) el punto de partida dividir en tres Rmbitos: la estructura social, la polftica yla cultura. La estruc- podria haber sido cualquier otro. tura social comprende la economfa, la tecnologfa y el sistema de trabajo. La En 1973 Daniel Bell publico un extenso libro de prognosis social, a ca- polftica regula la distribucion del poder. La cultura es el reino del simbolismo ballo entre la economfa, la ciencia polftica yla sociologfa, en el que anunciaba expresivo yde los significados. Una de las transformaciones basicas que se es- el advenimiento inminente de la sociedad postindustrial. Esta modalidad so- tan produciendo concieme a la burocratizacion creciente de la ciencia y a la cietaria involucraria primordialmente no tanto un cambio en la infraestructura, ::specializacion del trabajo intelectual en parcelas muy pequeiias. Ademas, sino una metamorfosis de fondo en toda la estructura social. Los procesos que como la sociedad postindustrial aumenta la importancia del componente permiten diagnosticar esta transformacion, segiln Bell, se encuentran mas tecnico del conocimiento, obliga a los cientfficos, ingenieros y tecnocratas avanzados en los Estados Unidos que en cualquier otro pafs. a competir con los polfticos 0 a convertirse en sus aliados. A vista de paja- EI libro de Bell no es el primero en llamar la atencion sobre el particu- ro, conviene distinguir cinco dimensiones a 10 largo de las cuales se esta lar, pero sf10es en alcanzar amplia difusion. Como siempre, han surgido que- manifestando el cambio: rellas poria precedencia: Bell asegura que el introdujo el concepto de sociedad postindustrial ya en 1962, 10que a la escala de esta especie de neo- 1.Sector economico: el cambio de una economia productora de mercan- sociologfa es fecha temprana; posteriormente descubrio que un socialista in- C£asa otraproductora de servicios. Colin Clark, hacia 1940, habfa dividido la gles (Althur Penty) ya habfa utilizado la palabra en 1917 para referirse a una economfa en los sectores primario (agricultura), secundario (manufactura, in- sociedad artesanal del futuro, descentralizada yque ennoblecfa el trabajo, con- dustria) yterciario (servicios). En el mundo no occidental, la importancia del traria al "estado de ocio" que anunciaban otros futuristas. Bell admite que sector primario es aun abrumadora (70% de la fuerza de trabajo); en los Esta- otros nombres Ie hubieran cabido igual: "s.ociedad del conocimiento", "socie- dos Unidos la proporcion es la inversa. Pero nose trata de cualquier servicio, dad de la informacion" 0 "sociedad profesional". Pero en aquel entonces, sino de servicios relacionados con Rmbitos especfficos: educacion, investiga- cuando acuiio el termino, se encontraba bajo la influencia de Ralf Dahrendorf, cion ygobiemo. Estos servicios involucran un nuevo tipo de tecnologfa yuna quien habfa hablado de la "sociedad poscapitalista". La sugerencia de que al- nueva intelectualidad. gotan dominante como la industria 0el capitalismo estuvieran en retirada era peculiarmente desafiante e invitaba al desciframiento de signos; yen esa fas- 2. Dis.tribucion ocupacionaL: Lapreeminencia de LaclasesprojesionaLes y cinacion consistio el exito de un prefijo que no haria mas que extenderse des- tecnicas,/Atodas luces, estan desapareciendo los blue-collars (los trabajadores de entonces. de mam~luco) en beneficio de los white-collars (IostI:abajadores de saco ycor- EI argumento global estructurado pol' Bell es simple, aunque la argu- bata). Mientras la tasa de crecimiento de la clase profesional ytecnica en ge- mentacion sea espaciosa: el maximo detalle en los segmentos, la maxima sim- neral ha sido el doble de la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo, la de plicidad en el conjunto. Dice Bell que la sociedad occidental esta en camino los cientfficos e ingenieros ha sido el triple de la tasa de la poblacion trabaja- de un gran cambio historico en el que las relaciones sociales (que se asenta .. dora en su conjunto. -- ban en la propiedad), las estructuras de poder existentes (centrada en elites re- 3. Principio axial: la centralidad del aesarrollo teorico comofuente de in- ducidas) yla cultura burguesa (centrada en la represion yen la renuncia a la gratificacion) se desgastan rapidamente. Las Fuentes del cataclismO' son cientf- novacion yjormulaciOn pol£tica de la sociedad. Las relaciones entre la ciencia ficas y tecnologicas, pero tambien culturales. La cultura ha obtenido autono- y la tecnologfa estan cambiando. Casi todas las grandes indus trias que hoy mra en la sociedad de Occidente. En parte es pol' ello que no esta para nada existen (siderurgia, energfa electric a, telefono, automovil, aviacion) ya habfan claro cuales habran de ser las formas de esta nueva sociedad. surgido a fines del siglo XIX, pol' obra de inveptores, chapuceros inspirados y lCuales son, sin embargo, los signos de la transformacion? veamos ini- hombres practicos que no posefan mayor conocimiento teorico. Pero la evolu- c~onulterior d~Ia electricidad en electronica y otros desarrollos semejantes solo fueron poslhles cuando la,evolucion tecnoI6mca se fund' I' . ., I I ,.,,: 0 en a mveshga- y 0- CIO~y e. ane~mIento t~onco.!La ideologfa de las corporaciones hacia Ill.in- La caracterizacion que Bell hace de Ill.sociedad postindustrial pronto re- veshgaclOn ha Ido camblandocon el tiempo: el paradigma de I ., d h b .d US S . a corporaClOn percute en otros ordenes, junto con otras formulaciones semejantes. Ideas pa- pue e a er Sl 0 teel en el primer tercio del siglo, la'General Motors en recidas muy pronto estan en el aire yIll.intelectualidad se concentra alrededor el segImdo yIll.IBMen el tercero. de un puiiado de'motivos conductores. Gianni Vattimo, un filosofq italiano que ~~~rientacionfutura: el controlde la tecnolog£ay de Lascontribuciones esta entre los primeros que se han definido como posmodemos, realiza afines t~cnologzcas.Hasta h~~e p~o las nuevas tecnologfas simplemente se introdu- de la decada de 1970 una apologfa del nihilismo y una celebracion de la ~Ian, prestando atenclOn solo a los efectos primarios: el motor de combustion muerte del pensamiento hmnanista, acordes con Ill.idea de que estamos en mte~~, .el aerosol, los detergentes. Es posihle que en el futuro se preste mas una nueva clase de sociedad, experimentando una condicion diferente. EI pro.,. atenclOn al control de la tecnologfa, 0 que se desarrollen nuevas tecnolo 'as ceso referido es el mismo, pero mientras Bell subraya las transformaciones para reparar el efecto pemicioso de las precedentes. gI de Ill.infraestructura, Vattimo se concentra en las rupturas que ocurren en el saber. 5. Toma de decision: la creacion de una nueva "tecnolog£aintelectu al" Los referentes de Vattimo son, en Ultima instancia, Heidegger y Nietzs- Las estructuras de todos los ordenes de Ill.nueva sociedad pertenecen I 'mb .' che. Uno y otro -dice Vattimo- pusieron radicalmente en tela de juicio la tode I~" c.o~pIeJ"Idad orgam.zada," que funciona de una manera hasicaamaente1- herencia del pensamiento europeo, aunque se negaron a proponer una "supe- con~ramtuztlVa:En el siglo XIX todo se movfa aun conforme a dos variables: racion" crftica, pues ella habrfa significado seguir prisioneros de Ill.logica del capIt~1 ~ trahaJo, oferta y demanda. Desde 1940 ha florecido todo un campo desarrollo, propia de ese pensamiento. La modernidad se puede caracterizar, espeClahzado que se ocupa de la complejidad: teorfa de Ill.informacion ciber en efecto, como una forma de pensamiento dominada por Ill.idea de una histo- netica, teorfa de la decision. Para resolver los nuevos tipos de calcul 'h - ria del pensamiento, entendida como progresiva "ilmninacion" que se desarro- faIt ,. 'd os acen d amaqumas mas po erosas, en relacion directa con Ill.complejidad ycanti- lla mediante una apropiacion cada vez mas plena de los "fundamentos". La dad de proble~as a tr~tar. ~a inteligencia no puede apropiarse directamente modernidad se caracteriza a veces como Ill."epoca de la historia", en contraste etodas las vanables slmultanemente enjuego. con la mentalidad antigull.0primitiva, dominada por una idea naturalista ycf- clica del curso de las cosas. Pero si Ill.posmodernidad implica una superacion de esta idea, lno se es- . Las comp~ejas teorfas en t?mo de la toma de decisiones tecnicas en un ta incurriendo en la misma falacia? Decir que estamos en un momento ulterior sIstema complejo se pueden eshmar como Ill.contrapartida de las ideol ' . respecto de Ill.modernidad yasignar a este hecho un significado decisivo pre- a 'II f d I 'I ul . oglas. que as.son. ~to e ca coy henen una funcion instrumental; estas son fru- supone aceptar 10que mas especfficamente caracteriza el punto de vista de Ill. to de la mtmclOn y~seen una funcion expresiva. De allf que se haya procla- modernidad: Ill.idea de historia con todos sus corolarios, el concepto de pro- mado Elfin de Laszdeolog£asen un libro del propio Daniel Bell (1960). EI greso yel de superacion. Para Vattimo, esta sena una objecion vacfa e incon- problema fundamental de Ill.sociedad postindustrial tal vez sea -s ' sistente, caractenstica de 108juicios puramente fornIales. En la posmodernidad Bell- el de conciliar Ill.direccion anti-institucional de Ill.cultura c legun las categorfas de 10nuevo yde Ill.superacion ya no tienen vigencia. Loposmo- , tructura SOC'aIl ,dlf'lg.I'da yor ~fl'entaciones tecnocraticas yeconomicistas.on .a es- demo no 8010se caracteriza como novedad con respecto a 10modemo, sino' Esto ha sldo, en smteslS, Iiicaracterizacion que hace Bell de un t' tamhien como disolucion de Ill.categorfa de 10nuevo, como experiencia del pode socl.edad que se encuentra en trance avanzado de formacion' Benlulevo 1.- "fin de lit historia", Ill.cual no se representa, por lo'tanto, como una etapa su- be d d' , eSCfl- perior de Ill.historia misma. es e una postu~a amblgIIa, que ha ·sido descrita como neomarxista por La historia ha terminado porque Ill.idea de una historia como proceso algunos y como neohberal por otros. Llamativamente, aunque Bell promueve unitario ya no es convincente; en Ill.existencia concreta se instauran condicio- un nuevo concepto sobre Ill.articulacion de Ill.realidad social yaunque en obra h 00 I' ' ' su nes efectivas (Ill.amenaza nuclear pnmero que nada, yen segundo lugar los ay co~ponentes met 0OgIcosque no siempre se encuentran en el dis- sistemas de informacion), que Ieconfieren una especie de inmovilidad histori- curso de los mtelectuales, su influencia directa y explfcita en la antropologfa ca. Fuera de elaboraciones periodfsticas como las de Fukuyama, que han he- ~a d~ ~er escasa: O~r~sautores sacaran de este panorama las conclusiones cho estallar el escandalo, hallaremos ecos de Vattimo en el antrop6logo fllosoflCas y soclOlog~ca~que han sentado las bases del posmodernismo; y Crapanzano, cuando este considere fracasada una etnograffa interpretativa solo e~de.~llos, tortuosa, mduectamente, de quienes la antropologfa tomara ins- puaClOn. porel hecho de yano serconvincente, ysobre todoen Stephen Tyler, quien consi- derara en proceso de extincion justa 108ohjetos yfenomenos mas proliferantes. Decfamosqueantes deVattimo,lospensadores que echaron las basesde ,/ Despues Frank Lentricchia llam6a ese movimientopostestructuralismo, la no-historicidad han sido Nietzche y Heidegger, a quienesaquel recupera y unanimemente se reconocio en el a una especie de vanguardia del pensa- porespasmos, porjirones de textualidad. El desarrollo de sus ideas --dice-- miento posmodemo. Con.lospostestructuralistas surgeuna nueva clase de in- permitini superar las sospechas de que 10posmodemo es meramente una mo- . telectual institucionalizada. La que comenz6siendo, tal vez, una especie de daentre otras.Laposmodemidad esun discurso legftimo,porque10que mejor , extensi6ndelacrftica literaria hacia losdominiosdelafilosoffa,acab6convir- describe la experiencia que tenemos de la actual sociedad occidental parece tiendose enuna practica que habrfa dedecretar (entreotras cosas)la crisis de serla categorfade posthistoria. Esta fueintroducida en laterminologfacultu- laraz6nydelaciencia. ralporel antrop6logofilosoficoArnoldGehlen, quien figuratambien entre los El inventario de los postestructuralistas variasegUnla 6pticade losdis- precursores de Berger y Luckmann. Para Gehlen, el concepto de poshistoria tintos autores, perotodoel mundoreconocea Foucaultcomounode losorien- implica la condicion enla cual el "progresose convierte en rutina": la "nove- tadores principales. Lo que pueda haber escrito concretamente Foucault no dad" ya no,tiene nada de revolucionario ni de renovador, es simplemente viene alcaso en este preciso momento;baste decir que difundi6 un fuertees- aquello que permite que Ias cosas marchen siempre de la misma manera. El cepticismo hacia ciertas categorfasanalfticas de las ciencias sociales y de la desarrollo de la tecnica ha secularizado, vulgarizado,vaciado, la idea de pro- ciencia en general, resaltando la relatividad yel caracter construido de nocio- I greso.El ideal de progresoes algovacfo,pues consiste en las condiciones en nes aparentemente tan basicas como "enfermedad mental", "hombre", "po- que sera posibleun nuevoprogreso,yasfhasta elinfinito. Frente aeste estado der" y"conocimiento". ~urelativismo, mas temporal que culturol6gico,habra de cosas, 106nico que cabe es el nihilismo, y Vattimorealiza una prolija y derealimentar yotorgarnuevorigoraviejascorrientes delaantropologfa. exaltada reivindicacion de esta filosoffadesmovilizadora por definicion. La Una de las ideas centrales de Foucault es la de la arbitrariedad de las historia (afirmanlosnihilistas) carece desentido; 10que ellospiensan sobrela epistemes (un termino que compendia, por asf decirlo, las connotaciones de posibilidad ylanecesidad detransformarlaesdesde ahoraimaginable. "concepci6n del mundo" yde "paradigma"). Cadauna deellas define nosolo Laincidencia indirecta de Vattimoen la antropologfa(ecosde.ideas en losobjetosmas importantes para cada epoca,sino que losconstruye: el "hom- expansion, reflejadostal vezapartirde otrosintelectuales enel campodeuna bre", por ejemplo, como problema filos6ficoy comoentidad sobre la que se intertextualidad enredada) arrojamenosinteres que lalectura que hahecho el pudierahablar,noexistlahacealgunossiglos,yprobablementevuelvaanoexistir \ filosofodelaantropologfacomociencia, lectura restringida aun librode Remo dentrodepoco.Cadaepistemedefine10queespensabley10queno,ycadaepis- Guidieri y .aun artfculo ignoto de America ind£gena. Vattimodescree de la teme disfrutade coherenciaintema ydeuna especiedeautonomfa.Deestafor- eventual fusion de antropologfay hermeneutica, y aparentemente desconoce ma,elpensamientoevolucionistade Darwintieneque vermasconotrasideas y que ese maridaje yase materializo: a laantropologfacomodescripci6n cientl- premisasdesuepocaqueconla"biologfa"delossiglosprecedentes. fica de las constantes de la cultura, profundamente condicionada por la idea Foucault, fue,quiZ8s,elprimer autorfrances lefdocasi masivamente por metaffsicade ciencia, nose Iepuede oponer-asevera- el ideal de una an- Ios antrop610gosnorteamericanos, con la posible excepci6n de .Levi-Strauss. tropologfacomolugardel encuentro autentico con el otro.Cualquiera haya si-. Seacomofuere,conelseinicia algoque nosehabfadadoconmucha frecuen- doel exitode sus otros vaticinios (losposmodemos son dados a augurar), el cia: que los pensadores franceses, caracterfsticos por sus profundos conoci- caracter unanimemente interpretativo de la antropologfaposmodema no hace mientos de filosoffa y por su erudici6n comparativamente enciclopedica, masque desmentir las prohibicionesdelfil6sofo. comenzaran a ejercer influencia directa sobre la comunidad antropo16gicade IosEstados Unidos. Porprimera vez,quiza, los antrop610gosnorteamericanos exploraronliteraturas de ensayoextranjeras ajenas a la disciplina. Cabereeo- nocerunas pocas excepciones ala escasa apertura de esos profesionales, yso- bre todo una: CliffordGeertz,representado en esta compilaci6n por "Blurred Aesta altura debe caer de suyoque nopretendemos construir la historia Genres"; por10demas, antes del advenimientodel posmodemismo, ni siquiera del posmodernismo.Perotodasfntesis serfaincompleta si noseiialara algunos loscientfficos sociales inclinados hacia la fenomenologfaacostumbraban leer de sus precedentes mas notorios. En los primeros tiempos, cuando s610unos ensayosque nopertenecieran almismo cfrculode ideas filos6ficasque el que pocos hablaban de posmodemismo, la vanguardia intelectual estaba rerre- ellos frecuentaban. Aunque Ia dominancia de su civilizaci6n tome artificioso sentada por un puiiadode pensadores franceses, mas 0 menos estrechamente hablar de provincianismo, se percibe que los antrop61ogosnorteamericanos relacion~doscon Tel Quel, que escribfan en 10que podrfamoscaracterizar co- modemos noeran, antes deasimilar aFoucault, genuinoscosmopolitas. moun dialecto del frances de Pans con rotundas inflexiones lacanianas. La Tomemo,?nota de algunos signos tenues del influjo foucaultiano. En el \ unidad de ese movimiento,sumamente laxocomotal, era en efectomas bien artfculode Richard Shweder"La rebeli6n r01pantica de la antropologza contra estilfstica,0por10menosmasestilfsticaque ideologica0metodol6gica. el iluminisT1W",que luego reproducimos, se encu.entrauna referencia Iila fa- mosa clasificaci6n zoolOgicainvent dB' " de John Wilkhis" de Ot . . ~ .apor) orges (vease EI idioma analftico , ras tnquvnczones . esa clasifi ., errores que puedan achacarse a los razonamientos de un determinado· autor. casloextrem~ de arbitrariedad, categoria ti;ica de la cIl~aclO~ sedexIpone co~o En una desconstrucci6n se atacan y se des-sedimentan ya no las afirrnaciones na .Ahora blen la cita de Bo ' enSlOn e 0no-raclO_ parciales, las hip6tesis espedficas 0los errores de inferencia, sino las premi- . . ' rges no esta tomada de sus b I't . , slgmficativamente de Laspalab !as :t d 0 ras Ieranas, SInO sas, los supuestos ocultos, las epistemes desde las cuales se habla, Ocasional- por este mismo texto de B rasy cos~ e Foucault, lIDensayo inspirado mente, algunos autores demasiado exquisitos niegan que la desconstrucci6n smo Con los alios la infl~:~~~: r~este despliegue de arbitrariedad. sea meramente un metodo negativo 0 siquiera un metodo, desautorizando Ia t: cana reciente se hizo enorme L e o~ca t sobre la antropologla norteameri_ interpretaci6n habitual de la desconstrucci6n como destrucci6n gratuita y es- el prolijo detalle de la carac;eri::~:~: asi~lado de.su obra no e~tanto ceptica; aquI no necesitamos complicarnos en discusiones tan finas, porque al marse la arqueologla del sabe (. epistemes m 10que podna lIa- fin yal cabo 10que cuenta son mas las lecturas y los usos antropol6gicos del toria siempre se escribe retro:p:t::~~~~t~rd:uperar el ~echo de que la his- concepto que Ias intenciones del mismo Derrida. situando alas teorias a los libros I " 'fi sde un clerto punto de vista, La mayor parte de los trabajos antropol6gicos desarrollados con el auspi- contrario, 10que. se ha tornado ya ~tSc~enh lcosdcomo protagonistas); por el cio del posmodernismo (por 10menos en Ios Estados Unidos) son trabajos de , mayon anamente e Fou ult ' vanante un poco ' f d d I ca no es sino una desconstrucci6n, como veremos· mas adelante: 10que se desconstruye es, en d . d I mas re Ina a e relativismo ique situa Ia "verd d" I pen enCla e a multiplicidad de epistemes d' I a en (e- general, el marco global, la ciencia social convencional, la antropologfa ante- bre de verdades, todas ellas vaIidas. ..y a lsue ve en una muchedum- rior al advenimiento del posmOdernismo. Toda una corriente de la antropoiogla contemporanea funda su aporte en una prolija desconstrucci6n de la obra de Otro pensador frances que ' otros antrop610gos, a veces bajo el disfraz de un interes por los aspectos litera- a teamericana, incluso con mayor ;~~e~~ d xenetrai en la intelectualidad nor- rios de la escritura etnografica. ;> ques Derrida, otrora cultor del m un ~ a que.e pr~~io Foucault, fue Jac- Podemos decir que el creador del concepto proporcion6 el modelo de la aOlsmo. 0bre su IrrupclOn evoca Lentricchia: desconstrucci6n antropol6gica al refutar ciertas afirmaciones de Levi-Strauss a prop6sito de Ia irrupci6n de Ia escritura entre los nambikwara. El texto que Enalgun momentode principiosdeIadecada de 1970 pordogmiilicode nueslro suenofenomeno16ico d nosdesperlamos delso- cuestiona Derrida es un capItulo de Tristes tropicos, yel libro en que 10hace es nuevapresenciase habfaasentadoennueS!i';' p<y~ra,~rnos~uentade que una De LagramatoLog£a, de 1967. En este se realiza una afirmaci6n muy curiosa, Jacques Derrida.Concierlabrusqu d d . ImabmaclOncrflIcade vanguardia: bastante trpica de la clase de razonamientos en que abundan los practicantes deecaraclerizacionesinconexasde10caonst'uplmosque'.apesardeunabuenasuma del juego desconstructor. EIjuego consiste en afirmar, como si fuera un impe- noalgoquepodrfallamarse"posleslru Ira~~o,n~~~rJono:1 eSlruclura!ismo,si- rativo del metodo, algo que parece contrario a la raz6n, al sentido comun ya Ia ca eslruclura!isla en Iascarreras inlel~~raIlsm~.p camblOalrumboypolemi- evidencia, 10que justifica que a veces (siguiendo a Geoffrey Hartman) se apli- GeoffreyHarIman,EdwardSaidyJ hU~~slle aul de Man,J. Hillis Miller, que a estas ideas el mote de "derridadalsmo": en este caso, 10que declara De- 1960 fascinados orlas ; osep I e --que eslaban en la decada de rrida es que la escritura es anterior al lengIIaje en todo sentido, tanto hist6rica (JVierthe New Cri~icism, ~~~~lr~~~d.e lafenomenologfa- revela lodalahisloria como 16gicamente. AIgIIDosexegetas aseguran que esta es una lectura superfi- cial de 10que Derrida quiso decir en realidad; sea como fuere, es por 10menos Del calIej6n sin salida de la fenomenolo Ia (en ' . sospechoso que quienes 10interpretamos de este modo seamos tantos yque en perspectiva antropolO ica desde el g. este caso, hermeneutICa y tantas paginas no se pueda clarificar 10que en realidad se quiere decir al usar claras el artICulo de ~ichel A Pundtoddelvlstl~del actor), nos habla alas I gar, en on e os Igamento fi . un terrnino que soporta el peso de un obvio significado preexistente. p ares (Gadam~r, Schutz) suplantan a la fundamentaci6n m:t::I~~as eJem- EItruco de Denida consiste en que el sentido que otorga a la "escritura" postet~cturahsmo I.osmatices serian diferentes. Si Foucault infun~~' ~on el no es el sentido vulgar; parecerla ser que habla de ella en un sentido muy am- tropo ogla norteamencana algunas ideas di D'd 0a a an- plio, un sentido que comprende las marcaciones, el tatuaje sobre el cuerpo, la ciertos principios metodolO,,; spersas, ern a lleg6 a transferirle ,,_cos, y antes que nada la tec . 1 inscripei6n, el trazado de un surco sobre Ia tierra, los espaciarnientos, la insa- deI postestructuralismo primero y de I 't' od mca por exce encia turabilidad de los contextos. Algo nmy exquisito, como se ve, un concepto nue- construccion (0 como reza el g I" adcn lca po~m erna despues: Ia des- , a lClsmo, econstrucclon). vo, que iniciara la moda de que Ia claridad conceptual pase de moda y que hara caer en saco roto las enselianzas de Peirce sobre la posibilidad infinita de mo si~r~~~:~:;er:;:~~~':ri::;~;;aahora se.suele decir "desconstruir", co- invenci6n conceptual. Desde afuera los exegetas se justificaran diciendo, por quien enuncia el juicio el b' t ra una ruptura aun mas profunda entre ejemplo, qu~ las categorias de Derrida son catacreticas, yque si se expresa de actividad crItica extendi~ ::u~~ 0 ~e sedi~ecusla, La desconstrucci6n es una semejante manera es porque los conceptos comunes no son suficientes, porque , 0 mas ra ca que Ia mera exposici6n de los fallan palabras en ellenguaje como para que Derrida exprese las delicadas ar- 18 tieulaeiones de 10que piensa. En todo easo, es imposible determinar que quie- pr6ximosafonetizarse. EIcaraeter masivodeesa informaci6nnosdispensa de in- re signifiear Derricla con "escritura" y pol'que Ie resulta fundamental compro- sistiI'(pag.168). bar su prioridacl frente a una filosoffa clominante que concede clemasiada importaneia allenguaje yque considera a la escritura derivativa, secundaria y epifenomenica. Todo esto es inexacto: las culturas reportadas poria etnologfa como dota- Perry Anderson ha afirmado que estos movimientos estan afectados pOI' das de algiin rudimento de escritura son sumamente escasas, ytodos los casos algo asf como una "desmesura dellenguaje". Pero la caracterizaci6n no es de- conocidos son posteriores a la difusi6n de las practicas gramatograficas occi- masiado adecuada para referir las ideas de Derrida y sus peculiares planteos dentales. Un par de excepciones (Ia isla de Pascua, los indios cuna) no alcan- discursivos. AI contrario: Derrida, sin demostrarlo cabalmente, considera que zan a revertir la tendencia; ninguno de estos casos, ademas, deja de ser el pensamiento occidental esta dominado pol' una postura logocentrica que, en dudoso, a menos que concedamos a la escritura una definici6n tan indefinida, los estudios dellenguaje, se inicia probablemente con Saussure. Su reivindi- catacretica yoblicua como la que Ie otorga Derrida. caci6n de la escritura tiene para nosotros un interes especial, no s610porque a La mas importante que Derrida Ie legam a la antropologfa posmodema, traves de ese eoncepto Derrida discuti6 tal 0 cual idea de Levi-Strauss, sino sin embargo, no son estas discusiones f4tiles sino el propio concepto de.des- porque la postura de Derrida anticipa gestos de uno de los extremistas de la construcci6n, su oposici6n militante a los grandes sistemas de pensamwnto anttopologfa posmodema, quien tambien se plantea objetivos piramidales yex- consagrados en Occidente, a la metaffsica, a la ciencia, ysobre todo a la razon. travagantes; si Derrida pretendla defenestrar allenguaje, Stephen Tyler protes- La desconstrucci6n fue, en su origen, un metodo para recursar ydestruir argu- t6 contra la excesiva prevalencia que "occidente" otorgaba a la visi6n pol' mentativamente pero sin razonar, es decir, sin incurrir en los dictllmenes de la encima de los otros sentidos. Curiosa reivindicaci6n, Hpica de las preocupa- argumentaci6n racional. Pero lc6mo es eso posible? ciones de pensadores insertos en una intelectualidad decadente, obesa, huer- Lajustificaci6n de Derrida es bastante inveroslmil, yes obvio que su va- fana de temas yprop6sitos mas apremiantes. lor (de tener alguno) es puramente formal: el desconstructor, segiin Derrida, Se ha dpinado, con fundamento, que la discusi6n de Derrida sobre la in- no razona, sino finge que finge bacerlo. La artimaiia es doble necesariamente, terpretaci6n de Levi-Strauss de cielta escena de escritura entre los nambikwa- porque debe ser efectiva. Si finjo matar no mato de verdad; pero si finjo fingir, ra no constituye un modelo argumentativo clemasiado afortunado. Derrida Ie entonces sf. La estrategia de la desconstrucci6n --dice Derrida- es algo que endilga a Levi-Strauss su fonologismo, su denigraci6n 0rebajamiento de la es- perrnite hablar cuando todo el discurso se ha consumado, cuando no hay nada critura, su apoteosis del lenguaje hablado. Luego Ie espeta dos objeciones: el que decir. Permite razonar sin reconocer la primada de la raz6n, yballar argu- anecdotario de la famosa "escena de escritura" en el capHulo 28 de Tristes tro- mentaciones "razonables" para abolirla. picos, y su teorfa segiin la cual el advenimiento de la escritura y el ejercicio EI Ultimo de los postestructuralistas que mencionaremos es Jean Baudri- del poder estarfan ligados pOI'algiin nexo estructural, hist6rico, 16gico 0 fun- lIard. Este escrito comenz6 a hacerse conocer a fines de la decada de 1960, al cional. Siempre que surgi6 la escritura -recapitula Levi-Strauss- 10hizo en elaborar 10que el bautiz6 con el nombre un tanto pomposo de "economfa poll- estados fuertemente jenirquicos, en teocracias urbanas, en donde era imperio- tica del signo": el analisis crHico de ciertas orientaciones yrasgos semanticos so llevar un cuidadoso registro; ante sus propios ojos; un cacique nambikwara, ysimb6licos propios de la cultura burguesa, como ser el usa de Ios objetos 0el apenas intuida la utilidad burocratica de la escritura, fingi6 ante la mirada de consumo. Mientras Derrida discuti6 fundamentalmente con Levi-Strauss, Bau- los suyos comunicarse con los blancos trazando rayas en un papel. La conso- drillard Ia emprendi6 mas bien contra la antropologla marxista francesa, y so- nancia estructural entre ambos sucesos Ie parece ostensible. bre todo contra Maurice Gadelier, uno de los representantes maximos del EI anecdotario levistraussiano, pol'cierto, es cuestionable: a Levi-Strauss marxismo estructural en antropologfa. Ie llama la atenci6n que, al no tener un vocablo previsto para referirse a la es- No seguiremos aquf cada uno de los caminos explorados pOI'Baudrillard, critura, los nambikwara expresen "escribir" mediante una pariifrasis que sig- desde su Sistema de losobjetos 0 su Critica de la econom£apoUtica del signo a nifica "trazar llneas". Derrida sostiene que no hay nada llamativo en hacerlo, sus Estrategias fatales 0sus artfculos mas recientes, deslumbrados poria tee- ya que "escribir" significa exactamente eso en numerosas lenguas civilizadas, nologla norteamericana. Lo iinico que nos afecta es su influencia en la antro- frances incluido. La segunda discusi6n esta muy maillevada, y podemos afir- pologla posmodema, 0 en la antropologla interpretativa inmediatamente mar taxativamente que para conducirla a su fin Derrida tiene incluso que anterior. Notemos, de paso, que la influencia de Baudrillard en la antropologla mentir: simb6lica ha sido mas notoria que la que ejerci6 sobre la antropologla posmo- . dema',para esta Ultima el no constituye, de hecho, un referente de Ia misma Hoylaetnologfa-dice- nosofrece informaciones masivas sobre escrituras que estatura que un Foucault 0un Derrida. • han precedido al alfabeto, ot1'ossistemas de ese1'itu1'afonetica 0 sistemas muy La discusi6n de Bauclrillard con Gadelier, su refutaci6n aparente de los

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