EL SENTIDO Y EL MÉTODO Sociología de la cultura y análisis de contenido Hugo José Suárez Coordinador © El Colegio de Michoacán SKN K1 sentido y el método : sociología de la cultura y el análisis de contenido / Hugo José Suáre/ coordinador.—Zamora, Mich.: El Colegio de Mitho.ic.in : Universidad Nacional Autónoma de México-lnstituto de Investigaciones Sociales. 2008 330 p.: il, 23 cm.~( Colección Investigaciones ) ISBN 978-970-679-251-8 1. Cultura 2. Sociología 3. Estructura Social I. Suárez. Hugo José, coord. Imagen de portada: (¡radas en la Chiquitania. Fotografía tomada por Hugo José Suárez © D. R. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales, 2008 Circuito Mario de la Cueva sJn Zona Cultural de Ciudad Universitaria Col. Copilco. Del. Coyoacán 04510 México. D. F. El Colegio de Michoacán. A. G, 2008 Centro Público de Investigación CONACyT Martínez de Navarretc 505 Las Fuentes 59699 Zamora. Michoacán [email protected] Impreso y hecho en México Prittted and made in México ISBN 978-970-679-251-8 A Betina y a Anahí L'hiscoire n’est pas écrite á lavance, clic ddpend en parrie de notre acrion, méme si n'importe quoi n’est pas possible rí importe quand. L’étre intentionnel est un dtre de projet. Jean Remy (1992: 84) El objetivo de este libro es mostrar de qué modo catego rías empíricas, tales como las de crudo y cocido, fresco y podrido, mojado y quemado, etc., definibles con precisión por la pura observación etnográfica y adoptando en cada ocasión el punto de vista de una cultura particular, pueden sin embargo servir de herramientas conceptuales para desprender nociones abstractas y encadenarlas en propo siciones. Claude Lévi-Strauss (2002: 11) ¿No vendrás conmigo al sur? Sí, iré pero no quiero encon trar nada. Lo que quiero es seguir buscando. E. Breccia y C. Trillo Alvar Mayor ÍNDICE Introducción Sección I. La teoría I. El análisis estructural de Hiernaux. Una colonización sociológica de la lingüística Fernando de Laire II. Producción y transformación cultural. Elementos para una teoría de la transición simbólica Hugo José Siuírez Sección II. El método III. Mito de la colectividad. Dialéctica del sí y de lo social lean Remy IV. Análisis estructural de contenidos y de modelos culturales. Aplicación a materiales voluminosos lean Pierre Hiernaux V. El método de análisis estructural de contenido. Principios operativos Hugo José Suárez Sección III. Aplicaciones VI. Colombia. “Lincamientos auriculares en ciencias sociales". Análisis estructural de sus sistemas de sentido Óscar Saldarriaga Vélez VII. Colombia. Evaluación de la construcción del conocimiento social en la educación. Análisis estructural de sistemas de senrido en alumnos de ciencias sociales en colegios de Bogotá Óscar Saldamaga Vilez VIII. La reencarnación como teodicea. Dos modalidades de la producción de la creencia en el “más allá” en la población ¡oven valona belga JoséJ uan Osés IX. Análisis del discurso de Joaquín Sabina Hugo José Stuírez X. Ensayo del análisis estructural de la fotografía cristera Hugo José Suárez Entrevista con Jean Pierre Hiernaux Bibliografía Glosario Autores INTRODUCCIÓN I ii los agitados años setenta, un grupo de sociólogos que trabajaba junto con loan Remy en el seno de la Universidad Católica de Lovaina-Bélgica, colocó a la cultura en el centro de sus inquietudes intelectuales. Cuando estuvieron en boga las perspectivas analíticas que consideraban que el hombre actúa Je acuerdo con la racionalidad económica, o como reacción mecánica a sus condiciones sociales, este colectivo -del cual destacan Jean Pierre Hiernaux y Liliane Voyé- propuso la tesis de un ser humano dotado de sentidos psi- coafectivos el cual desempeña un papel primordial en la lógica social. El argumento sostenía que en la explicación de las prácticas sociales no es suficiente considerar al actor como un "homo economicus" o un “homo sociologicus" que reacciona unilatetalmeiue solamente según la racionalidad de una economía material o de relaciones de tuer zas estructurales. Al contrario, el actor debe ser comprendido sobre todo como un ser de sentidos y símbolos que funcionan según otra racionalidad que le es otor gada pot la economía de las percepciones o de las relaciones de sentido (Hiernaux y Remy 1978a: 102). El desafío intelectual en ciernes implicaba desarrollar tres dimensio nes articuladas entre sí: la construcción conceptual, las herramientas meto dológicas y los estudios empíricos. Indudablemente cada polo iba articulado .il otro, y de hecho levantar la problemática como tal ya significaba haber avanzado en la reflexión sobre cada uno de ellos. En esta tarea, Liliane Voyé contribuyó con sus estudios acerca del Hcsio religioso (1973) y sus investigaciones sobre la ciudad (Remy y Voyé 1976). Por su parte, Jean Pierre Hiernaux fue quien desarrolló con mayor profundidad el método de análisis estructural en su tesis doctoral defendida i ii 1977 en la citada Universidad, ademas de sus reflexiones versadas en los sistemas simbólicos y religiosos (Hiernaux y Ganty 1977; Hiernaux y Remy 1978b; Hiernaux 1996). Además de los dos pilares de esta propuesta de sociología de la cultura, en las últimas tres décadas se han publicado múlti ples libros, artículos, investigaciones y tesis doctorales que han contribuido a afinar y enriquecer la reflexión. Esta obra pretende ser un aporte a esta corriente intelectual. Su objetivo es ofrecer una serie de textos que permita sintetizar, problematizar y abrir nuevas pistas analíticas respecto de la pers pectiva de la sociología de las estructuras simbólicas. Sin ubicarse directamente en el linaje del estructuralismo clásico, la siguiente reflexión retoma múltiples aportes fundamentales de autores de esta corriente, pero “colonizados" -como sugiere Femando de Lairc en su trabajo- a partir de un acercamiento propiamente sociológico que vincula la estructura con la cultura, con lo social y, en definitiva, con el sentido movilizado! de la existencia de los actores sociales. La organización del texto pretende mantener la triada fundamental que compone este enfoque: la teoría, el método y las aplicaciones, lo cual gira alrededor de los dispositivos psicoafectivos y los modelos culturales.1 Estructura, acción y movilización psicoafectiva. El problema teórico I j perspectiva conceptual busca, como se señala en el texto clásico Producir o reproducir de Remy, Voyé y Serváis, “analizar los modelos que sostienen las prácticas y que están en el origen del sentido de donde deriva una exaltación individual o colectiva" (1991, TI: 10). Se trata de comprender y explicar el funcionamiento de estructuras de sentido que son una de las dimensiones de la acción. Remy sostiene la idea de un mito omnipresente que, si bien no asume forma explícita -incluso puede ser negado por los actores-, subjetiva 1. Las preguntas que están detrás de la necesidad de vincular esta* tres entradas son “¿Cómo te conoce tocioló ptamente? ¿Cómo construir un conocimiento válido, fiable, pertinente que revele una verdad de lo social, que aclare d juego de los actores sobre una ncena determinada*' (Van Gtmpenhoudt. Chaumonr y Hranoen 2005: 15). Precisamente d traltaio sociológico -cualquiera que sea- tiene la tarea de triangular la lenria. d método y d fenómeno too J en Li uwntrucción de su conocimiento. mente es el que les otorga capacidad de “interpretación y táctica” en la vida cotidiana (véase capítulo III). Jean Pierre Hiernaux, preocupado por definir con mayor precisión <-l objeto teórico de conocimiento al que se hace referencia, desarrolló en su disertación doctoral el concepto de "institución cultural”. Su tesis funda mental es que el ser humano dotado de sentidos responde a una “institución c ultural” -producida e interiorizada socialmente- que es un conjunto de sistemas de reglas de combinación constitutivos de sentido, informando las percepciones, las prácticas y los modos de organización puestos en práctica por los actores” (Hiernaux 1977, I: 16). Este trabajo, con las respectivas tradiciones y rupturas, es explicado por Fernando de Laire en “El análisis estructural de Hiernaux. Una colonización sociológica de la lingüistica”. Si bien hasta el momento el énfasis lo hemos puesto en el desarrollo del polo simbólico y psíquico, el enfoque considera paralelamente el aspecto social. La diferenciación analítica es entre los conceptos estructura cultural (lo estructural) y estructura social (lo estructurel). La estructura cultural -o lo estructural- es el grupo de (actores ligados .1 las 'condiciones subjetivas de la acción", el impacto e incidencia de los con tenidos culturales sobre el actor y la manera propia de construcción de sentido. "Por 'factor estructural’ entendemos el sistema de combinaciones de sentido a partir del cual el actor percibe lo que es ‘real’ para él, representa su situación y sus posibilidades de acción, estructura su involucramiento afectivo y su proyecto, etc.” (Hiernaux y Remy 1978a: 102). En otros términos, el efecto “estructural” “es aquel que deriva de las estructuras culturales y que es capaz de producir un sentido movilizador, así como una percepción del sí y de los otros, estructurando la percepción de lo normal y de lo posible’’ (Remy, Voyé y Serváis 1991: 95). La estructura social -o lo estructurel- hace referencia a las situaciones (ocíales en las cuales se encuentran inmersos los sujetos al contexto social e histórico particular. Se trata de las “condiciones objetivas de la acción”, es decir, los efectos de la estructura social propia en la cual el individuo se desenvuelve (Remy, Voyé, Serváis 1991: 94). El análisis de un fenómeno social cualquiera debe considerar estas dos dimensiones, pues es en la interrelación de la estructura cultural y social (estruc- tuntl-estructurel) que se desenvuelve la vida cotidiana. A estos dos elementos hay que añadirle un tercero: la estructura material. El estudio de Remy y Voyé acerca de la ciudad y la urbanización (1976) muestra la interacción entre estructura cultural (o modelos cultu rales), estructura social y estructura espacial. Según explican los autores, la estructura espacial es portadora de jerarquías predeterminadas que favore cen “a ciertas modalidades y a ciertos actores”.2 La organización del espa cio valoriza determinados lugares, acciones, grupos que son considerados más nobles que otros (por ejemplo, en la vida urbana se valoriza el centro comercial, la plaza central, etc., en detrimento de la zonas de prostitución o mercados ilegales). Esta territorialidad -predefinida y en construcción a la vez- se relaciona con una estructura social que es la que se apropia de ella y la utiliza regularmente. Así, los lugares más valorados estarán reservados a la elite, mientras que los más desfavorecidos serán para los sectores popula res (recordemos que hasta hace pocos años en algunas plazas principales de ciudades latinoamericanas se prohibía el ingreso a indígenas). Cada sector se distribuye y se adueña del espacio urbano a partir de la posición social que ocupa. Las estructuras territorial y social interactúan con la estructura cultu ral de actores concretos quienes, gracias a los sistemas de sentido que les son propios, identifican “naturalmente” lo bueno, lo malo, lo justo -en suma lo legítimo- y, a partir de ello, actúan en consecuencia. Al igual que con la estructura espacial, la estructura biológica desem peña el mismo papel en la interacción social. Como ha mostrado Christian Lalive d'Epinay en sus trabajos acerca del paradigma del transcurso de la vida (2005), el condicionamiento biológico -que se transforma en el tiempo- es uno de los elementos clave a la hora de comprender la acción. Los niños o los ancianos, los hombres y mujeres, los enfermos y las sanos, los enanos y los enormes, y así hasta el cansancio, están sometidos a una estructura biológica diferente. La relación entre los tres elementos -estructura material, estructura cultural y estructura social- y su justo equilibrio nos permitirá un mejor aná lisis. 2. Pot ejemplo, “una determinada disposición de Lu viviendas, y de los equipamientos requeridos por la vida cotidiana, en tomo a la ftbixa u a la empresa, lleva a favorecer d impacto de ésta, que aparece como d de mento decisivo de las interacciones que se entablan, no solamente dentro de la vida profesional, sino también en la vida nrraprofcsional: familia, vecindad, ocio... repercuten tobre la jerarquía y los conflictos de la vida profesional" (Remy y Voyé 1976: 44).