Hay verdades que no deberías descubrir nunca.
Todo comienza con una carta que no debería haber encontrado:
“Querida Cecilia: Si estás leyendo esto, entonces habré muerto…”.
Empieza a leer...
Imagina que tu marido te hubiera escrito una carta para que la abrieras después de su muerte. Imagina también que la carta contuviera su secreto más oscuro y mejor guardado, capaz de destruir vuestra vida juntos y también vidas ajenas. Imagina, entonces, que encontraras la carta mientras tu marido todavía estuviera en plenitud de facultades...
Cecilia