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El relato historiográfico : textos y tradiciones en la España medieval PDF

180 Pages·2006·42.007 MB·Spanish
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Papers of the Medieval Hispanic Research Seminar 48 EL RELATO HISTORIOGRÁFICO: TEXTOS Y TRADICIONES ,.,, EN LA ESP ANA MEDIEVAL Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN EL RELATO HISTORIOGRÁFICO: TEXTOS Y TRADICIONES ,,., EN LA ESPANA MEDIEVAL Editado por (cid:143) FRAN SCO BAUTISTA Department of Hispanic Studies Queen Mary, University of London 2006 Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN GlAt> DP 63 • f<-4-5 6 d_ fFD A la memoria de Richard Fletcher Copyright by the Department of Hispanic Studies, Queen Mary and Westfield College, London, 2006. ISBN O 90223815 9 ISSN 1460-051X Ali rights reservedE. xcept as permitted under current legislation no part of this work may be photocopied, stored in a retrieval system, published, performed in public, adapted, broadcast, transmitted, recorded or repro duced in any form or by any means, without -the prior permission of the copyright owner Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 111:tf- / 2/7/()(, Índice ' Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Abrevia turas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 ALAN DEYERMONDI,n troducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 ENRIQUEJ EREZ, El Tudense en su siglo: transmisión y recepción del Chroniconm undi en el Doscientos . . . . . . . . 19 FRANCISCOB AUTISTAP, seudo-historia y leyenda en la historiografía medieval: la Condesa Traidora . . . . . . . . . . . 59 GERALDINEC OATFS,' Et si desto menguas': decadencia imperial en la Estoriad e España ...................... 103 MANUELH IJANOV ILLEGASC, ontinuaciones del Toledano: el caso de la Historiah asta 1288 dialogada. .............. 123 CRISTINAM OYA GARCÍA,A proximación a la Valeriana (Crónicaa breviadad e Españad e Mosén Diego de V alera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 Índice de materias .................................. 173 Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN Quiero dar las gracias a los colaboradores por su rapidez en la entrega de los originales, por sus ánimos y por su buena dispo sición en todo momento. A Ian Macpherson por su impagable asistencia en la maquetación del volumen. Y muy· en especial a Alan Deyermond por su constante ayuda y por sus páginas introductorias. Todo ello ha hecho que mi tarea de editor resultara envidiablemente cómoda y agradable. F. B. Abreviaturas AEM Anuario de EstudiosM edievales AHlM Asociación Hispánica de Literatura Medieval Ail-1 Asociación Internacional de Hispanistas BAE Biblioteca de Autores Españoles BRAH Boletín de la RealA cademiad e la Historia CCCM Corpus Ouistianorum: Continuatio Mediaevalis CLCHM Cahiersd el inguistique et de CivilisationH ispaniquesM édiévales CLHM Cahiers del inguistique HispaniqueM édiévale CSIC Consejo Superior de Investigaciones Científicas cr Colección Támesis FCHE Fuentes Cronísticas de la Historia de España FRMP Fundación Ramón Menéndez Pidal PL Patrologia Latina PtvlHRS Papers of the Medieval Hispanic Research Seminar RFE Revista deF ilologíaE spañola SEMH Séminaire d'Études Médiévales Hispaniques SMP Seminario Menéndez Pidal UP University Press Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN Introducción ALAN DEYERMOND (Queen Mary, Universityo f London) Este libro, que se debe a la iniciativa de Francisco Bautista, es de importancia excepcional, tanto por su contenido como por representar el trabajo de una nueva -e impresionante- generación de investigado res de la historiografía medieval española. Cuatro de los cinco artículos -los de Enrique Jerez, Francisco Bautista, Geraldine Coates y Manuel Hijano Villegas- nacieron como ponencias leídas en el simposio sobre historiografía celebrado el 18 de marzo de 2005, dentro del programa del Medieval Hispanic Research Seminar. El quinto, el de Cristina Moya García, fue leído en una reunión del Seminar el 1 de octubre de 2004. Digo que nacieron como ponencias; esto significa que se revisaron y ampliaron a la luz del debate. Un rasgo distintivo del Seminar es que solemos dedicar casi tanto tiempo (a veces más) al debate que a la lectura de la ponencia, de modo que los ponentes se aprovechan de nuevos datos y otras perspectivas para modificar y/ o reforzar su argumentación. Los cinco artículos nos ofrecen los resultados de la investigación más reciente sobre la tradición multisecular de las crónicas generales de España, desde el Chroniconm undi de Lucas de Tuy, terminado en su primera redacción en 1237 Qerez, p. 35, abajo), hasta la Crónica abreviadao, Valerianad, e Diego de Valera, terminada en 1481 (Moya Garáa, p. 152, abajo). Las crónicas generales-es decir, las que narran la historia de España desde sus orígenes (o incluso antes) hasta el reinado más reciente-no constituyen el único género historiográfico, ni mucho menos, pero forman la columna vertebral de la historiografía española desde la primera mitad del siglo XIII hasta el Siglo de Oro. No lo digo para menospreciar los otros géneros. Las historias universales (que coordinan la historia sagrada con la laica), cuyas dos cumbres son la Generale storiaa lfonsí y las Edadesd el mundo de Pablo de Santa María, son de gran importancia, influyendo profundamente en el concepto de su pasado que tenían los españoles El relatoh istoriográficot:e xtos y tradicionese n la España medieval,e d. Francisco Bautista, PMHRS, 48 (London: Department of Hispanic Studies, Queen Mary, University of London, 2006), pp. 7-17. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 8 ALAN DEYERMOND medievales, hasta tal punto que la Estoriad e Españae mpieza como historia universal (su primer capítulo se ocupa de Moisés).1 Las crónicas de reinados, que nacieron hacia mediados del siglo XIV con el grupo encargado por Alfonso XI y escritas por Fernán Sánchez de Valladolid, maduraron en manos de Pero López de Ayala y, con la creación del oficio de cronista real, llegaron a dominar la historiografía de la segunda mitad del xv.2 Y hay otros géneros, relativamente menores: los anales tempranos y escuetos, las historias familiares y, hacia finales del siglo XV, las cartas de relación que narran un suceso determinado.3 Pero la continuidad está garantizada por las crónicas generales, y por eso es especialmente valioso este conjunto de estudios, que tratan de las cinco etapas principales en el desarrollo de dichas crónicas. El enfoque del artículo de Enrique Jerez es más amplio de lo que promete el título, ya que se ocupa primero de la tradición textual del Chroniconm undi de Lucas de Tuy, el problema de la doble redacción y su fecha. Pasando luego a lo que anuncia el título, y entrando por lo tanto en la segunda etapa de la historiografía con un estudio de lo que debe el De rebus Hispanied e Rodrigo Jiménez de Rada al Chroniconm undi.J erez estudia también el papel-cierto o discutible- del Chronicone n la Chronicala tinar egum Castellaed e Juan de Soria, el De preconiisH ispaniaed e Juan Gil de Zamora, y-tercera etapa la Estoriad e Españat,e rminando con un breve esbozo de su recepción en la Baja Edad Media y el Siglo de Oro. El artículo de Francisco Bautista, dedicado no a una crónica sino a un tema, el de la Condesa Traidora, abarca varias etapas, empezando 1 La inmell.5al abor de editar la Generale storiae, mpezada en 1930 por Antonio G. Solalinde, no se ha terminado todavía. Para las Edadesd el mundo, en cambio, obra bastante larga pero mucho menos que la Generale staríay, a contamos con una edición y estudio que me parecen definitivos (Conde 1999). 2 Debemos al llorado Germán Orduna y a José Luis Moure (1994-97) la casi inmejorable edición crítica de lo que se había creído dos crónicas distintas de López de Ayala, pero que demuestran ser una sola obra. Aunque el excelente libro panorámico de Beryl Smalley se restringe a la época 800-1150, y por lo tanto no dice nada de la historiografía vernácula de &paña, las obras de los cronistas reales constituyen un ejemplo excelente de lo que ella llama 'civil-service history' (1974: 107-19). 3 Las ediciones de María Isabel Hernández González (1996) y de PedroM . Cátedra (2003) sirven de modelos para la edición de las cartas de relación y las crónicas de familia, respectivamente. Para el desarrollo post-medieval de las cartas de relación, véase Garáa de Entenia 1996. Si no me equivoco, esperamos todavía un estudio de conjunto sobre los anales; por ahora, véase Sánchez Alonso 1947: 141-51 & 256-62 y Gómez Redondo 1998: 96-100. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN INTRODUCCIÓN 9 con un estudio pormenorizado del tema en la prehistoria de las crónicas generales, es decir, en la ChronicaN aierensisa fines del siglo XII. Pasa a notar el papel reducido del tema en Lucas de Tuy y Rodrigo Jiménez de Rada, pero la segunda tabla de su díptico es una investigación minuciosa del tratamiento de la leyenda en las distintas versiones de la Estoriad e España Oa Versiónp rimitiva de 1270-74, precedida por dos borradores perdidos), la crítica (1282-84) y la amplificadad e 1289. Termina con reflexiones sobre la relación entre leyendas de tipo épico e historiografía. Es un artículo con implica ciones importantes para el estudio de toda la poesía épica ahora conocida a través de la prosa cronística. Huelga decir que la ideología es una constante en los trabajos que constituyen este libro, pero Geraldine Coates la pasa al primer plano. Se restringe a la tercera etapa, es decir, a la Estoriad e España,p ero su artículo no es por eso de enfoque estrecho, sino todo lo contrario, ya que relaciona la Estoriac on la ideología imperial alfonsí y su fracaso. Su estudio del tema de la decadencia imperial se enriquece no sólo con la comparación con otras obras historiográficas, sino también con sus lecturas de las teorías actuales del crecimiento y decadencia de los estados.4 Tanto su trabajo, como el resto de los que efectúan interpretaciones de tipo político, superan la dicotomía entre estudios textuales e ideológicos, de la que se hablado en más de una ocasión, fundamentando todas las lecturas en una base textual sólida. La cuarta etapa de la tradición (relacionada, claro, con la segunda y la tercera) es la de las refundiciones y ampliaciones de la Estoria de Españay del De rebus Hispaniee n las décadas que siguieron a la muerte de Alfonso X, y es a uno de estos textos al que se dedica Manuel Hijano Villegas. Se trata de la Historiah asta 1288 dialogada, obra poca conocida y hasta el momento inédita (menos mal que Leonardo Punes va preparando una edición). Hijano Villegas enfoca esta Historiac omo continuación de un romanceamiento del De rebus Hispanie.E studia las cuestiones de voz narrativa o su ausencia, de estructura argumental, de ideología (se solidariza con Sancho IV en sus luchas contra su padre), y de su relación con el De rebusH ispanie. La quinta etapa, la evolución de la historiografía en gran parte del siglo XIV y en el XV, incluye no sólo refundiciones como la Crónica de 1344 sino también crónicas abreviadas como las que escribieron 4 Otro aspecto de la ideología de Rodrigo Jiménez de Rada, y por lo tanto de la corte de Fernando 111s, e estudia en el importante libro de Lucy K. Pick (2004a). Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 10 ALAN DEYERMOND Juan Manuel y, siglo y medio después, Diego de Valera. Recuérdese que 'abreviada' no significa necesariamente 'breve'. Algunas sí son breves, como los 17 folios de la Suma de las crónicasd e España de Alonso de Madrid, los 37 de la anónima Crónicab reve de España,y los 47 de Suma de las coránicasd e España de Pablo de Santa María (véase Jardin 1991 y 2000), pero la Crónicaa breviadad e Juan Manuel ocupa 149 folios, y un siglo más tarde la Atalaya de las coránicasd, e Alfonso Martínez de Toledo, ocupa 250 folios en un códice y 290 en otro. En este segundo grupo se encuentra la Crónica abreviada,o Valeriana,d e Diego de Valera, cuya editio princepsd e 1482 tiene 185 folios. Sánchez Alonso dice que 'Hay unanimidad en conceder muy poco mérito al compendio de Valera' (1947: 366), pero una carac terística muy interesante de esta crónica es su mezcla de géneros historiográficos: la cuarta parte se dedica al Od, y, terminando la crónica con un capítulo sobre el reinado de Juan 11,l o narra con tal amplitud que se desplaza hacia otro género, el de las crónicas de reinados (es muy posible que, si la Estoria de España se hubiera acabado, habría hecho lo mismo). A dicha crónica se dedica el artículo de Cristina Moya Garda, que estudia la fecha de composición, su relación con la Crónicad eJ uanI I (con la posible participación de Va lera en ésta), las ediciones de la Valeriana,s u estructura, su relación con la Crónicap opulard el Cid, y -el apartado más extenso- sus fuentes. Las aproximaciones de los cinco investigadores a sus textos difieren según la disponibilidad de éstos. Nos faltan ediciones modernas de la Historiah asta 1288 dialogaday de la Valeriana,y por eso Manuel Hijano Villegas y Cristina Moya García nos proporcionan estudios globales con todos los datos que necesitamos. Sí tenemos ediciones, recientes y autorizadas, del Chroniconm undi y del De rebus Hispanie, obras que, por otra parte, se han estudiado varias veces, de modo que Enrique Jerez no sólo renueva el estudio de los aspectos fundamentales de la historia textual del Chroniconm undi sino que pasa a investigar su historia recepcional. La Estoria de España es tan conocida (aunque no necesariamente leída) que Geraldine Coates optó prudentemente por estudiar un tema a menudo comentado peron unca antes aclarado suficientemente. Y, ya que se trata no de crónicas no relacionadas sino de toda una tradición, es muy apropiado el artículo de Francisco Bautista, que rastrea una leyenda a lo largo de muchos textos. En este sentido, uno de los rasgos más notables que distinguen al presente libro es la idea de continuidad entre la historiografía latina y la romance, al evidenciar las múltiples conexiones que se producen entre ambas. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN INTRODUCCIÓN 11 Al releer los párrafos anteriores, me pregunto si las cinco etapas -dos que abren el camino hacia la Estoriad e Españal, a Estoriam isma al centro, y luego dos etapas que derivan de ella- constituyen una realidad objetiva o si resultan de factores subjetivos. Una estructura equilibrada, 2 + 1 + 2, o piramidal EE Rodrigo refund. y ampl. tempranas Lucas refund. y abrev. posteriores nos ofrece la satisfacción estética. Se dice a menudo, y con razón, que el historiador tiene que seleccionar y arreglar los datos casi como un novelista, por necesidad práctica pero también por motivación estética y/ o ideológica. Se me ocurre-y la idea me inquieta- que este prólogo es algo parasítico: escribo una breve narrativa de la historia reciente de la historiografía medieval. Me inquieta también la sospecha de que, al ver la Estoriad e Españac omo el centro de un tríptico, o como la cumbre de las crónicas generales, haya aceptado el punto de vista del proyecto historiográfico alfonsí y por lo tanto del proyecto político del 1nonarca. Pero, incluso si estas dudas están bien fundadas, ocultan un aspecto de la realidad: la incesante labor de revisar, ampliar, abreviar la Estoriad e España,a demás del número de manuscritos copiados en el siglo XV y la edición de Ocampo, demuestran que en la Baja Edad Media y parte del Siglo de Oro los historiadores acep taron la centralidad y la preeminencia de la Estoria. El presente libro es en cierto sentido sucesor de HistoricaLl iterature in MedievalI beria( Deyermond 1996), el segundo tomo de PMHRS, que también consta de versiones revisadas de cinco ponencias leídas en un simposio (se celebró el 7 de mayo de 1993, en el Institute of Romance Studies, y no fue oficialmente una reunión del Research Seminar). Es interesante ver las semejanzas y diferencias entre el presente y su predecesor en la colección (Deyermond 1996). Las diferencias son mucho más notables que las semejanzas, en contenido y en autoría. Comentaré luego la cuestión de autoría; por ahora, me fijaré en el contenido. Dije en el prólogo a HistoricalL iteraturei n MedievalI beria:'M y aim [ ...] was to cover all of the major languages of historiographic writing in the lberian Peninsula during the Middle Ages, and to ensure a variety of approaches' (1996: 6). Por eso, todos los ponentes fueron invitados a hablar de cualquier texto o textos de su preferencia en una lengua determinada. La variedad de lenguas Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN

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