Description:Si hacia el año 1870 hubo en el Oeste americano —concretamente al noroeste de Colorado— algún lugar al que se le pudiese aplicar con toda justicia el nombro de el paraíso de los desalmados, este lugar no pudo ser otro que el que los fuera de la Ley denominaron con macabra ironía “Pozo de la muerte”, un terreno desolado en la tundra del Estado de Colorado, a cierta distancia del White River y distante varias millas del monte Danforth. Lo que nació explosivamente como un poblado y debió ser calificado como tal, pues llegó a cobijar a más de cuatro mil habitantes en su época de esplendor, nació por generación espontánea y sin que su accidental fundador llegase a sospechar nunca que la fugaz racha de suerte que le llevó a descubrir oro en aquella desolada región, fuese su trágica desgracia, y más tarde costase muchas docenas de vidas en el breve tiempo en el que lo que se llamó “Pozo de la muerte”, brilló como una tremenda aurora boreal tinta en sangre. La historia empezó una mañana de ardiente verano, cuando un sempiterno buscador de oro llamado Walter (no se llegó a saber su apellido), recaló con su paciente pollino, sus gamellas, su tienda de campaña y sus herramientas, en un lugar a casi una docena de millas del macizo montañoso de Danforth.