Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 215 AL-QANtARA XXXVIII 2, julio-diciembre 2017 pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 El poblamiento andalusí en las tierras de secano: el área sudoriental de La Mancha (ss. XI-XIII)* The Andalusian Settlement in Dry Lands: South Eastern La Mancha (XIth-XIIIth centuries) Pedro Jiménez Castillo Escuela de Estudios Árabes, CSIC https://orcid.org/0000-0002-6012-4414 José Luis Simón García Universidad de Alicante http://orcid.org/0000-0002-5118-8790 Desde los años 80 del pasado siglo, se ha Since the 1980s, there has been a significant avanzado mucho en el conocimiento del po- increase in the number of studies concerning blamiento rural andalusí vinculado a la agri- Andalusian rural settlements linked to irri- cultura de regadío, tanto en relación a las gated agriculture, both related to large subur- grandes huertas periurbanas como a los peque- ban green belts and to small hydraulic ños sistemas hidráulicos de las comunidades systems. In the vast areas where water is campesinas. En las extensas zonas donde es- scarce, the settlement apparently would have casea el agua, el poblamiento estaría aparen- been concentrated in cities and fortified towns temente concentrado en ciudades y núcleos (ḥuṣūn), leaving without population most of fortificados (ḥuṣūn), entre los que se extendían the dry lands between them. However, thanks secanos deshabitados. Sin embargo, la pros- to the intensive survey of one of these regions, pección intensiva de una de estas comarcas, el La Mancha’s Southeastern area, we are sector sudoriental de La Mancha, nos está per- recording a dense rural settlement correspon- mitiendo documentar un intenso poblamiento ding to a pattern unknown until now. It con- rural que responde a un patrón hasta ahora sists basically of small villages (qurā) in plain, desconocido. Se trata de alquerías (qurā) en devoid of community defense elements, which llano, carentes de elementos de defensa comu- must have been inhabited by humble peasants, *Este trabajo se ha realizado en el marco de un Proyecto I+D, perteneciente al Pro- grama Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, Sub- programa Estatal de Generación del Conocimiento, del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, convocatoria de 2015. El proyecto se titula “Almunias del Occidente islámico: arquitectura, arqueología y fuentes documentales” (HAR2015-64605-C2-1-P), ha sido cofinanciado con fondos FEDER y el investigador principal es el Dr. Julio Navarro Palazón (EEA-CSIC). Copyright: © 2017 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de uso y distribución Creative Commons Attribution(CC-by) España 3.0. Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 216 216 PEDROJIMéNEzCASTILLOyJOSéLUISSIMóNGARCíA nitarios, que debieron de estar habitadas por judging by the modesty of the architecture and campesinos humildes, a juzgar por la modestia domestic goods. Surely they make use of the de la arquitectura y de los ajuares domésticos. scanty natural resources, which have tradition- Seguramente explotarían los únicos recursos ally oriented the economy of the region to- naturales existentes, que tradicionalmente han wards livestock and rainfed agriculture. In orientado la economía de la región hacia la ga- particular, the studied settlement would be re- nadería y la agricultura de secano. De manera lated to the demand of wool for the export-ori- particular, el poblamiento estudiado se rela- ented textile production of the region, within cionaría con la demanda de lana para las pro- the framework of the commercial expansion ducciones textiles de la comarca orientadas a of that period. Apparently, most of those vil- la exportación, en el marco de la expansión lages could have appeared in the eleventh cen- comercial del periodo. Mayoritariamente estas tury, disappearing in the middle of the alquerías parecen haberse desarrollado a partir thirteenth century because of the Christian del siglo XI, desapareciendo a mediados del conquest. Their existence would be associated siglo XIII con motivo de la conquista cris- with a general context of population growth tiana. Su existencia estaría asociada a un con- that pushed the competition between urban texto general de crecimiento demográfico que elites and peasants pursuing the privileged empujó a la competencia entre las élites urba- agricultural areas, as well as the colonization nas y los campesinos por los espacios agríco- of less favorable production areas. las privilegiados, así como a la colonización de áreas productivas menos favorables. Palabras clave: Al-Andalus, La Mancha, al- Key words: Al-Andalus, La Mancha, farm- querías,poblamiento rural, agricultura de se- steads, rural settlement, rainfed agriculture, cano, ganadería, producción textil livestock, textile production. Introducción La reciente investigación sobre la historia social y económica de al-Andalus ha puesto en evidencia el interés fundamental que presenta el estudio del papel desempeñado durante los primeros siglos por los grupos tribales campesinos y su opción por un tipo de agricultura orien- tada a la autosuficiencia, que no creaba grandes excedentes de produc- tos duraderos y almacenables que fueran fácilmente aprehensibles por parte del Estado o de cualquier tipo de poder ajeno a la comunidad1. Al introducirse nuevos cultivos de origen tropical, cuyo crecimiento estival requería abundante riego, además de calor2, la agricultura dejó de estar basada casi exclusivamente en la tríada mediterránea (olivo, trigo y vid), que en rigor es la más apropiada a las condiciones naturales de gran parte de la península ibérica. Para ello fue necesaria la cons- 1La bibliografía al respecto es muy extensa, así que nos limitaremos a citar algunos textos fundamentales como los de Glick, Irrigation and Society;Bazzana y Guichard, “Irri- gation et société”; Barceló et al., Arqueología medieval;Barceló, “El diseño de los espa- cios”; Barceló, Kirchner y Navarro, El agua que no duerme; Trillo, Agua, tierra y hombres. 2Watson,Agricultural Innovation. Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 217 ELPOBLAMIENTOANDALUSíENLASTIERRASDESECANO 217 trucción de unos sistemas hidráulicos que aportaran el agua que el clima mediterráneo no proporciona de manera natural, lo que implicaba una utilización intensiva de la tierra y requería un cultivo de gran de- dicación. El discernimiento de la estabilidad de los sistemas de irriga- ción y la lógica que determina su desarrollo han permitido el estudio de estos paisajes históricos como fósiles arqueológicos de la sociedad que los diseñó y utilizó. Dado su carácter hegemónico, la agricultura de regadío se ha con- vertido así en un referente determinante a partir del cual entender las otras opciones productivas: la agricultura de secano, la ganadería y las diferentes maneras en que se beneficiaban las zonas incultas, activida- des que se han percibido como supeditadas o subalternas a la produc- ción irrigada3. De esta manera, durante las últimas décadas se ha venido investigando intensamente en diferentes regiones de lo que fue al-An- dalus el desarrollo de los regadíos tras la conquista musulmana y su relación con la implantación de una determinada formación social y sus estrategias económicas. En contraste con estos estudios, existe un notable vacío historiográfico relativo al poblamiento y explotación de las tierras de secano, lo que puede deberse a varias razones. Por un lado, creemos que se dan causas de índole estrictamente metodológica, a saber, la dificultad que entraña el análisis de los espacios productivos medievales mediante las técnicas de la arqueología espacial en ausencia de elementos físicamente identificables en la actualidad como los sis- temas hidráulicos. Por otro, y creemos que esta razón ha tenido un peso mayor, porque se ha considerado que el estudio del aprovechamiento económico del secano, explotando en definitiva los mismos recursos naturales que en la Antigüedad, tendría un menor valor desde el punto de vista histórico para el análisis y caracterización de la sociedad an- dalusí, pues ésta se diferenciaría de la que le precedió en la península ibérica, y también de la feudal con la que coexistió, precisamente por el desarrollo de la agricultura irrigada4. 3Trillo, Agua, tierra y hombres, pp. 53, 54 y 61; Retamero, “Pautes per al l’estudi”, p. 32. 4Por ejemplo, Jiménez Puertas y Carvajal López, “Opciones sociotécnicas”: “A lo largo del texto dedicaremos relativamente poco espacio al secano y mucho al regadío, lo que puede parecer inapropiado en un encuentro para hablar del primero” (p. 57). La razón se puede resumir en que “podemos concebir la opción del regadío [andalusí] como opuesta a la opción de secano existente en la sociedad tardoantigua…” (p. 74). Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 218 218 PEDROJIMéNEzCASTILLOyJOSéLUISSIMóNGARCíA En este contexto general de penuria historiográfica, cabe destacar los estudios relativos a las áreas de secano que formaban parte de los espacios agrícolas de las alquerías y que pudieron establecerse al mismo tiempo que las parcelas irrigadas, durante el proceso de cons- trucción del sistema hidráulico5. Aún más excepcionales son los estu- dios que se ocupan estrictamente del aprovechamiento y poblamiento del campo; es decir, el espacio de secano en el que las huertas son ine- xistentes o irrelevantes en el conjunto de la economía campesina6. De igual manera, apenas tenemos información acerca de la ganadería en al-Andalus, por razones análogas a lo que sucede con la agricultura de secano, y lo poco que sabemos corresponde mayoritariamente a época nazarí, es decir, a un momento tardío7. Este precario estado de la in- vestigación es, precisamente, una de las razones que avalan el interés del presente trabajo, pues tenemos intención de examinar una amplia comarca cuyas condiciones geográficas no permitían la existencia del regadío más que de forma testimonial. Está situada en el sector sudo- riental de La Mancha, en la actual provincia de Albacete, que en época andalusí constituía el iqlīm o territorio dependiente de la madīna de Chinchilla. En este limitado espacio hemos podido documentar decenas de alquerías, por lo que parece que el desierto de asentamientos anda- lusíes en el secano es más historiográfico que histórico. Sin embargo, no se puede poner en duda que el regadío, que minimiza los riesgos derivados de la meteorología, era la opción campesina preferente, mientras que la colonización y explotación del secano era una alterna- tiva aventurada que comportaba peligros y escasa rentabilidad, al igual que la ganadería que en la etapa preindustrial registraba siempre altas mortandades por la amenaza constante de las epidemias8. Las prospecciones sistemáticas de campo nos han permitido loca- lizar una serie de yacimientos cuyo estado de conservación permite en 5Trillo, Agua, tierra y hombres, pp. 208-219; Kirchner, “Redes de asentamientos”, pp. 85 y 86. 6Sabaté y Brufal, Els espais de secà. Entre los escasos precedentes cabe destacar los estudios de Jesús Brufal relativos a los asentamientos andalusíes del Pla de Lérida, que estaban asociados de manera casi exclusiva a cultivos de secano y a la ganadería (Brufal, “La Lleida de secano”). 7Podemos destacar: Cara, “Huellas de pastores”; Malpica, “La vida agrícola y la ga- nadería”; García-García y Moreno-García, “De huertas y rebaños”. En estas publicaciones queda recogida el resto de la bibliografía sobre el tema. 8Newfield, “Early Medieval Epizootics”, p. 77. Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 219 ELPOBLAMIENTOANDALUSíENLASTIERRASDESECANO 219 muchos casos levantar planimetrías generales en las que se pueden re- gistrar los perímetros de manzanas y edificios e, incluso, a veces la dis- tribución interna de estos últimos9. El objetivo del presente estudio no es sólo efectuar una relación y descripción de dichos asentamientos, sino analizarlos como una parte del registro arqueológico para el estu- dio histórico de la economía y sociedad del territorio, en un contexto que, en general, parece que podría interpretarse como la colonización de espacios marginales y pobres, asociada a un proceso de comerciali- zación intenso en al-Andalus durante la fase central de la Edad Media. El territorio El territorio de la actual provincia de Albacete está inscrito en la re- gión sudoriental de la Meseta Ibérica, en el borde marginal del zócalo meseteño. Se divide a grandes rasgos en cinco extensas comarcas na- turales: el Campo de Hellín, la Sierra de Segura, los Llanos de Albacete, las tierras de Montearagón y el Valle del Júcar y el Cabriel (fig. 1).Den- tro de estos ámbitos se dan espacios con una singularidad manifiesta, como la cuenca del río Mundo, las tierras de Alcaraz, las Lagunas de Ruidera, La Manchuela, el Corredor de Almansa o las tierras de Cau- dete10. Sus peculiaridades son determinantes en el tipo de poblamiento, antecedentes históricos y culturales, contactos e influencias con otras zonas y, sobre todo, en su adscripción a los diferentes ámbitos políticos que a lo largo del periodo islámico se sucedieron en el tiempo. El sector oriental, en el cual se agrupan las tierras que en la Edad Media dependían de Chinchilla, se caracteriza por ser un espacio de transición entre las comarcas interiores del Šarq al-Andalus y los llanos de Albacete en La Mancha oriental. Se trata de un ámbito delimitado en su flanco oriental por las últimas estribaciones surorientales del Sis- tema Ibérico y las nororientales del Prebético, entre las que se abre un paso, el Puerto de Almansa, algo más directo que el de Los Alhorines, entre Fuente la Higuera y Caudete, camino tradicional por donde trans- currió la vía Heraclea o Augusta, un espacio de tránsito entre el Levante 9Las cartografías que aquí presentamos han sido elaboradas por D. Ignacio Segura, de Tossal Topografía, S. L. 10Sánchez, Geografía. Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 220 220 PEDROJIMéNEzCASTILLOyJOSéLUISSIMóNGARCíA Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 221 ELPOBLAMIENTOANDALUSíENLASTIERRASDESECANO 221 Fig. 1. Distribución de yacimientos andalusíes en el área objeto de estudio; así como planos de situación de la misma. 1.-Castillo de Caudete, 2.- Torre de Bogarra (Caudete), 3.- Los Palancares (Caudete), 4.- Castillo de Almansa, 5.- Torre deBurharón (Almansa), 6.- Casas Viejas (Almansa), 7.- Cueva del Puntal del Mugrón (Almansa), 8.- Cueva Negra (Almansa),9.- Abrigos del Mugrón I y II (Almansa), 10.- Hoya Matea (Almansa), 11.- Jódar (Almansa), 12.- Fuensanta (Almansa), 13.-Olula II (Almansa), 14.- Castillo de San Gregorio (Alpera), 15.- Malefatón (Alpera), 16.- Loma de la Vega (Alpera), 17.-Casa de la Zorra (Alpera), 18.- Las Fuentes (Alpera), 19.- Bancal del Reviejo (Alpera), 20.- Casa del Sol, (Alpera), 21.- Casadel Sol II, 22.- Tobillos (Alpera), 23.- Cueva Negra de la Vega, (Alpera), 24.- Castillo de Higueruela (Higueruela), 25.- Abrigoy corral de San Juan (Higueruela), 26.- Ceja de Oncebreros (Higueruela), 27.- Cerro Blanco (Higueruela), 28.- Corrales deCasa Guarda (Higueruela), 29.- Corrales de la Solana de Oncebreros (Higueruela), 30.- Covacha de la Solana (Higueruela),31.- Cueva Horadada (Higueruela), 32.- El Villar o Hoya Honda (Higueruela), 33.- Las Grajas (Higueruela), 34.- Los Cas-tillicos o La Rambla (Higueruela), 35.- Los Pocicos (Higueruela), 36.- Prado Viejo (Hoyagonzalo), 37.- Abrigo de Oncebrerosde Arriba (Hoyagonzalo), 38.- Castillo y medina de Chinchilla, 39.- Rincón de Haro (Chinchilla), 40.- Medianil de Honcinas(Chinchilla), 41.- Loma de la Hoya de Los Cerrillos (Chinchilla), 42.- Fortaleza (Chinchilla), 43.- Rincón del Cerro de la Fuente del Cuervo (Chinchilla), 44.- Cerro de las Tinajas de Mompichel (Chinchilla), 45.- Ladera oriental del Almorchón (Chinchilla), 46.- Mezquitillas II (Chinchilla), 47.- Morra de Montesinos (Chinchilla), 48.- Víllora (Chinchilla), 49.- LasPeñicas (Chinchilla), 50.- Los Villares de Horna (Chinchilla), 51.- El Boquerón (Chinchilla), 52.- Los Villares (Chinchilla),53.- El Bachiller (Chinchilla), 54.- La Toyosa (Chinchilla), 55.- Fuentechilla (Chinchilla), 56.- Casa Alhama (Chinchilla), 57.- Aldea de Horna (Chinchilla), 58.- San Cristobal (Chinchilla), 59.- Morreta del Cerro de los Bolos (Pozo Cañada), 60.-Corral del Cerro de los Bolos (Pozo Cañada), 61.- Abrigos de la Cuerda de Santo Domingo (Pozo Cañada), 62.- Cerro de laVilla (Pozo Cañada), 63.- Casa de las Palomas (Pétrola), 64.- Morra de la Cueva de la Paja o Aguaza I y II (Corralrubio),65.- La Carrasquilla (Corralrubio), 66.- Vallejo de la Casa de la Vega (Corralrubio), 67.- Cerrico de los Conejos (Corral-rubio), 68.- Castillo de Montealegre del Castillo, 69.- Torre de Pekín o Los Castellares (Montealegre del Castillo), 70.-Cerrico don Felipe (Montealegre del Castillo), 71.- Casa de los Calderones (Montealegre del Castillo), 72.- Casa de doñaJuliana (Montealegre del Castillo), 73.- Pozo de la Higuera (Montealegre del Castillo), 74.- Morra de Charrante (Montealegredel Castillo), 75.- Bancal de las Tinajas (Bonete), 76.- El Carrascal (Bonete), 77.- Fuente Somera (Bonete), 78.- Lomas deCuevas Negras (Bonete), 79.- El Chisnar (Bonete), 80.- El Castellar de Meca (Ayora), 81.- Abrigo y Arco de San Pascual(Ayora), 82.- Pozo de Egea (Ayora), 83.- Hoya Marín (Ayora), 84.- Las Torcas (Ayora), 85.- El Olmillo de Abajo (Fuenteá-lamo), 86.- Prados del Olmillo (Fuenteálamo), 86.- Los Torrejones de Carcelén, 87.- Cerro Dolonche (Carcelén), 88.- CerroFino (Alatoz), 89.- Castillo de Albacete y Cerro de San Juan, 90.- San Antón (Albacete). Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 222 222 PEDROJIMéNEzCASTILLOyJOSéLUISSIMóNGARCíA y el sureste peninsular con la Meseta y la Alta Andalucía. Por el norte queda delimitado por el cañón del Júcar, entre Alarcón (Cuenca) y la Muela de Cofrentes (Valencia); por el sur linda con el Campo de Hellín, donde se unen los ríos Mundo y Segura; y por el este, con los llanos que llevan hacia La Mancha. El territorio tiene una altitud media por encima de los 750 m, con zonas que superan los 1.000 m, por lo que presenta un clima mediterráneo con cierto matiz continental, con una vegetación donde predomina el encinar y el matorral. La ausencia de cursos fluviales y el relieve endorreico llevan a las aguas pluviales hacia una serie de lagunas, unas salobres y otras de agua dulce en fun- ción del sustrato geológico, que han condicionado el poblamiento de la zona en todos los periodos históricos, pues se han escogido sus ale- daños, así como los de los escasos manantiales y fuentes, para estable- cer los asentamientos. No es de extrañar que en este medio natural la producción agrope- cuaria de la zona haya estado conformada secularmente por los cultivos de secano —cereales, leguminosas, olivo, almendro y vid—, y la ga- nadería extensiva —ovejas, cabras, así como ganado vacuno y équido—, estos dos últimos asociados a las tareas de tiro y labranza. Así lo acreditaban los relatores que respondieron a la encuesta de Felipe II: “No se trata otra cosa en esta çiudad sjno labrar y criar ganados mercaderes ay muy pocos todos vjuen de labrança y criança suele venjr a la terçia y granero de esta ciudad un anno con otro seys mjll fanegas de trigo de diezmo pie del buey y rrubjon que esto es el pan que en esta tierra se coge sjembrase trigo mas poco criase en esta tierra ganado ovjuno y cabrio ay en esta tierra muchas necesidades de mulas por ser tantas las labranças…”11. Un dato que creemos muy significativo para comprender el paisaje y su potencial ecológico, es el procedente de los datos estadísticos de usos del suelo en la década de 1980-1990 aporta- dos por el Ministerio de Agricultura12, en los que figura que tan solo se dedicaba a la explotación del suelo en forma de huerta el 0,16% de la comarca, incluyendo los espacios irrigados mediante sistemas de ex- tracción moderna, por lo que la superficie de regadío en época islámica seguramente fue aún bastante menor. 11Cebrián y Cano, Relaciones Topográficas, p. 121. 12Datos obtenidos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a través de GEOPortal. Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 223 ELPOBLAMIENTOANDALUSíENLASTIERRASDESECANO 223 Características generales del poblamiento andalusí Como demuestra la exigua bibliografía, hasta finales de los años 90 no se tenía prácticamente información alguna acerca de la ocupación del territorio en el iqlīm de Chinchilla13. Los únicos datos con que se contaba procedían casi exclusivamente de las fuentes escritas o de la toponimia, y daban como resultado un panorama en el que los asenta- mientos se concentraban en tono a las vegas de los ríos como el Júcar, Mundo y Segura, quedando entre medias amplios espacios vacíos en los que sólo figuraban algunas alineaciones de localidades jalonando ciertos caminos. Este panorama ha cambiado radicalmente a partir de la prospección sistemática del territorio en cuestión, compuesto actual- mente por varios términos municipales, que ha permitido rellenar pre- cisamente uno de esos espacios en blanco alejados de las vegas fluviales14. Los yacimientos catalogados hasta la fecha los podemos agrupar en ḥuṣūn, alquerías (qurā), en altura o en llano, y cuevas refu- gio (fig. 1). La cabeza administrativa de este extenso territorio era la ciudad de Chinchilla (madīnatŠantiŷŷāla o Ŷinŷāla)15, considerada como la Sal- tigi romana, que se hallaba en el límite noroccidental de la cora de Tudmīr, según al-‘Uḏrī16. Se ubica sobre un espolón rocoso en el ex- tremo suroccidental del conjunto montañoso de Montearagón, en el centro de la actual provincia de Albacete, entre el valle del Júcar y las tierras del Corredor de Almansa que permiten el paso desde el Vinalopó y La Costera o las tierras altas de Murcia hacia el centro de la Meseta17. Según al-Idrīsī, Chinchilla era una ciudad (madīna) mediana, defendida por una fuerte y extensa fortaleza, que estaba rodeada por jardines o almunias y arboledas18. En Chinchilla nacieron varios personajes entre 13Navarro, “Fortificaciones y asentamientos andalusíes en la actual provincia de Al- bacete”. 14Simón, “El poblamiento islámico en el Corredor de Almansa”; Simón, “Del ḥiṣn al- Karasal Castrum de Alcaraz”; Simón, “El poblamiento islámico en Albacete”; Simón, “El poblamiento islámico de las tierras de Alcalá del Júcar”; Simón y Hernández, “Trashu- mancia y arquitectura”. 15Acerca de la evolución del topónimo de Chinchilla desde su origen prerromano, véase Chavarría, Cuando Castilla-La Mancha, pp. 145-168. 16al-‘Uḏrī, Tarṣī‘, pp. 42 y 63. 17Ponce, El Corredor de Almansa. 18al-Idrīsī, Nuzhat al muštaq, pp. 175, 195 (texto árabe) y 210, 237 (traducción fran- cesa). Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008 Alcantara Vol XXXVIII-2 (008)_Maquetación 1 16/03/18 13:47 Página 224 224 PEDROJIMéNEzCASTILLOyJOSéLUISSIMóNGARCíA la segunda mitad del siglo X y la primera del siglo XI que alcanzaron la suficiente relevancia como para figurar en repertorios biográficos como los de Ibn Baškuwāl e Ibn al-Faraḏī19. De su trama urbana me- dieval solo podemos identificar en la actualidad la presencia de la al- cazaba, en la parte más elevada del cerro; un albacar o espacio abierto en el lado que da al caserío y una medina que se extendía hacia la parte baja del cerro, rodeada de una muralla que partía de la alcazaba20. En su interior, los únicos restos de época andalusí que se conocen, hasta la fecha, corresponden a las salas caliente y templada de un baño pú- blico21. De la madīnade Chinchilla dependían varios ḥuṣūn, situados en los límites del iqlīm, como los de Alpera, Higueruela, Almansa y Carcelén, que ya analizamos en un estudio general sobre las fortalezas de Alba- cete22. La información con que contamos sobre ellos es casi exclusiva- mente arqueológica, pues no existen datos al respecto en las fuentes árabes, mientras que los documentos del momento de la conquista se refieren de forma genérica a un número elevado de castillos en el en- torno de Chinchilla, que fueron tomados al mismo tiempo en 1242 por las tropas santiaguistas del maestre Pelay Pérez Correa: “…pro multo et fauribus seruicio quod michi fecisti in adquisitione Chinchellam et aliorum castellorum illius…”23. Gracias a la arqueología sabemos de la eclosión de estos asentamientos a partir del siglo XI, tal vez en rela- ción con las necesidades defensivas de los habitantes de la región, aso- ciadas a la inestabilidad política de las primeras taifas. A las localidades que ya existían previamente como Chinchilla, Hellín, Alcaraz, Tobarra y Albacete, se sumarán Ayna, Liétor, Letur, yeste y Riópar, en las cuen- cas de los ríos Segura y Mundo; así como los castillos de Alcalá, Jor- quera y Ves, en el río Júcar (al noreste de la provincia de Albacete). También los ḥuṣūnde yakka (yecla)24y de Jumilla25, en la actual pro- vincia de Murcia, despegaron en el s. XI. En el desarrollo de estos núcleos probablemente también tendría que ver el incremento demo- 19Chavarría,Cuando Castilla-La Mancha, p. 156. 20Simón, Castillos y torres. 21García-Saúco y Santamaría, “Unos baños árabes”. 22Simón, Castillos y torres. 23Pretel, Chinchilla medieval, p. 31. 24Ruiz, Ḥiṣn yakka, p. 171; Ruiz “yakka: un castillo de Šarq al-Andalus”, p. 78. 25Hernández y Simón, El castillo de Jumilla, p. 70. Al-Qantara XXXVIII 2, 2017, pp. 215-259 ISSN 0211-3589 doi: 10.3989/alqantara.2017.008
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