Description:La mujer contemplaba en actitud displicente la pelea que tenía lugar a pocos pasos de ella. Mordisqueaba un tallo de hierba y su hombro izquierdo aparecía generosamente desnudo. La falda que vestía apenas si merecía el nombre, dada su brevedad. Estaba apoyada con indolencia en el tronco de un árbol, mientras los dos hombres luchaban salvajemente con sus cuchillos bifoliados. Era una pelea a muerte, sin cuartel, y el superviviente tendría a la mujer como premio. Los contendientes estaban desnudos de la cintura para arriba. Habían conseguido ya algunos golpes, pero las heridas no eran graves, aunque sí aparatosas. Ambos eran igualmente hábiles con aquellos enormes cuchillos, de dos hojas paralelas, separadas entre sí por un espacio de dos centímetros y de filo tan agudo como el de una navaja de afeitar. La ciudad quedaba a lo lejos, a un par de kilómetros de distancia. El paraje era solitario; nadie interrumpiría, por tanto, la salvaje pelea.