Lady Summer, salvaje como una diosa pagana, cabalgaba sobre su semental por la costa de Cornualles. Había participado en el juego del contrabando para salvar la estancia familiar, pero casarse con un hombre acaudalado serviría mejor a sus propósitos. Lord Ruark Helford parecía la respuesta a sus temerarias oraciones. Pero a medida que sus besos hambrientos la llevaban a cometer irresistibles actos de amor, debía meditar. ¿Sería este arrogante y atractivo lord su pasaje de ida hacia el cielo o hacia el infierno?