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El Pensamiento Latinoamericano En El Siglo XX PDF

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Desde la CEPAL al neoliberalismo (1950 - 1990) El pensamiento latinoamericano en el siglo XX Eduardo Devés Valdés CENTRO üdilarfcil Biblos DF. INVESTIGACIONES DIEGO BARROS ARANA HISTORIAS AMERICANAS El pensamiento latinoamericano en el siglo XX TOMO II Desde la CEPAL al neoliberalismo 1950 1990 ( - ) Eduardo Devés Valdés Editorial Biblos />C¡¿ CENTRO DE INVESTIGACIONES ^\T DIEGO BARROS ARANA 199.8 Devés Valdés. Eduardo DEV El pensamiento latinoamericano en el siglo xx: desde la cepal al neoliberalisno 1950-1990. - Ia ed. - Buenos Aires: Biblos. 2003. v. 2. 331 pp.: 23x 16 cm. - (Historias Americanas) ISBN 950-786-357-5 I. Título - Filosofía-Ainérica Latina Diseño de tapa: Horacio Ossani Armado: Ana Souza Coordinación: Mónica Urrestarazu © Eduardo Devés Valdés, 2003 © Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2003 © Editorial Biblos, 2003 Pasaje José M. Giufi'ra 318, C1064ADD Buenos Aires [email protected] / www.editorialbiblos.com Hecho el depósito que dispone la Ley 11.723 Impreso en la Argentina Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en forma alguna, ni tampoco por medio alguno sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico de grabación ó de fotocopia, sin la previa autorización escrita por parte de la editorial. Esta primera edición de 1.500 ejemplares se terminó de imprimir en Laf SRL, Loyola 1654. Buenos Aires, República Argentina, en junio de 2003. ÍNDICE Prefacio............................................................................................................................................ ] i Introducción ..............................................................................................................................13 Partí; iv EL PARADIGMA DEL DESARROLLO Y EL PROYECTO MODERNIZADOR DE LAS CIENCIAS ECONÓMICO-SOCIALES . Capítulo I El concepto, el lema y el problema del desarrollo ........................... ...................21 1. Introducción, 21 - 2. El desarrollo y la evolución del pensamiento eco­ nómico, 23 - 3. La inserción del cepalismo y de las ciencias económico- sociales en el contexto de ideas existentes: el caso de Brasil, 25 - 4. Orí­ genes del paradigma desaiTollo/subdesarrollo, 29 - 5. Prebisch y el desa­ rrollo. 31-6. William Arthur Lewis: dualidad económica, industrializa­ ción exógena e invitación, 33 - 7. Los “factores sociales de desarrollo" y el cambio en los paradigmas, 35 - 8. El “desarrollo” y la constitución del pensamiento latinoamericano. 42 Capítulo 11 La instalación de las ciencias económico-sociales y sus temas ...........................47 1. Introducción, 47 — 2. La prehistoria y el quiebre epistemológico, 50 - 3. Sociología del desarrollo, 52 - 4. Sociología, ensayo, humanidades, crónica. 54 5. Transición modernización, 56 - 6. Las ciencias socia­ les en el Caribe no ibérico, 58 - 7. Transición, feudalismo y capitalismo, 60 8. Las ciencias sociales como ideologías, 61-9. Conclusión, 63 Capítulo III El ensayo durante un periodo moderni/ador: cunciencia y expresión ................69 1. Introducción, 69 - 2. La conciencia, 72 - 3. Decadencia y mutaciones del ensayo sobre el carácter. 77 - 4. Soledad y sentido, existencia y con­ ciencia. 86 - 5. El pueblo mestizo, 90 - 6. América Latina sometida al neo- colonialismo, 96 - 7. Los estudios sobre la evolución del pensamiento, 103 - 8. La expresión americana, 106 - 9. Concusión y proyecciones, 114 Capítulo IV Las propuestas integracionistas (modernización/identidad) y la sensibilidad de. los 60 ...................................................................................... 117 1. Introducción, 117-2. Felipe Herrera y el mito de la integración, 118 - 3. La integración y la recuperación de la historia del pensamiento, 120 - 4. Integración, conciencia y poder. 123-5. Integración y desarrollo 126 - 6. Integración y cambio estructural, 128-7. Las ideas de integración más allá de los 60: proyecciones. 129 Parte V EL BREVE Y FULGURANTE VIRAJE IDENTITARIO Capítulo I La sensibilidad sesentista ...................................................................................... 135 Capítulo 11 Dependencia, dependentismo y dependenlistas ................................................. 139 1. Las necesidades de una teoría de la dependencia (Theotonio dos San­ tos), 141 -2. La crítica de las ciencias sociales de inspiración norteame­ ricana y conservadora: Pablo González Casanova, Gerard Pierre Charles, Aníbal Quijano, 144 - 3. Crítica a la industrialización y economía de plantación: el dependentismo del New World Group, 146 - 4. Metrópoli y satélite: André Gunder Frank, 148-5. El subdesarrollo no es sólo efecto de un sistema económico sino también de un sistema político internacio­ nal: Fernando Henrique Cardoso, 150-6. Nuevo intento de explicación del subdesarrollo: economía, sociedad y relaciones internacionales, 151 — 7. Difusión, justificación y renovación, 152 Capítulo III Liberación .................................................................................................................. 157 1. Introducción y antecedentes, 157-2. Acción cultural y educación libera­ dora, 158-3. Estrategia y liberación, 166 - 4. Teología de la liberación, 168 - 5. Filosofía de la liberación, 181 - 6. Proyecciones del liberacionismo, 189 Capítulo IV El ensayo entre los 60 y los 70: Humanización, dependencia cultural y autenticidad ........................................................................................................... 193 1. Antiimperialismo, cambio social y humanización, 195 - 2. Tiempo, 206 - 3. Dependencia y cultura, 211 - 4. El ensayo de los 70 y 80: ex­ presión de los cambios en la sensibilidad, 223 Capítulo V Pensamiento político y politológico ......................................................................231 1. El pensamiento politológico, 232 - 2. Pensamiento político, 235 Parte VI SEGURIDAD, NEOLIBERALISMO Y DEMOCRACIA Capítulo I La seguridad, la guerra y la geopolítica. La geopolítica, los derechos humanos y la paz ....................................................................................................................... 247 1. El panbelicismo nacionalista de Golbeiy do Couto e Silva, 248 - 2. Osi- ris Villegas: nacionalismo y desarrollismo, 250 - 3. Edgardo Mercado Ja- rrín: el imerés nacional. 251 - 4. Sin planteamiento geopolítico no habrá derechos humanas: .Alberto Methol Ferré, 252 - 5. La responsabilidad de los intelectuales. Fablc Neruda. 254 - 6. Desnuclearización: Alfonso Gar­ cía Robles. 255 - 7 Fíz. justicia, derechos humanos e integración: Adol­ fo Pérez Esquivel 25" Capítulo II Neo y liberalismo .................................................................................................... 261 1. Introducción, 261 - 2. Paradigma modernizador, 261 - 3. La sospecha, la crítica, la descalificación y la demonización del Estado, 263 - 4. Mer­ cado, racionalidad, cultura, libertad, 269 - 5. Algunos antecedentes del neoliberalismo en América Latina, 272 - 6. Demarcación entre neo y libe­ rales, 278 - 7. El neoliberalismo como pensamiento latinoamericano, 280 Capítulo 111 Democracia y renovación ...................................................................................... 291 1. El punto de partida, 292 - 2. Perplejidad, 294 - 3. Gramsci como crí­ tica al marxismo y al leninismo, 297 - 4. De la clase obrera al pueblo, 299 - 5. Democracia-socialismo-democracia, 300 - 6. Feminismo y democra­ cia: en el país y en la casa, 305 - 7. Democracia, modernización y recon- fíguración del escenario intelectual. 307 Epílogo ........................................................................................................................................ 309 Índice de nombres ............................................................................................................................ 313 Anexo fotográfico 323 PREFACIO Escribir sobre la historia de las ideas que comprende aproximadamente en­ tre 1950 y 1990 es más difícil que hacerlo sobre la primera mitad del siglo, aunque el material sea más abundante y la comunicación mayor. Los au­ tores y textos del período 1900-1950 han sido ya decantados v selecciona­ dos. igualmente sus obras, aunque éste sea un proceso nunca terminado. La historiografía de las ideas ha trabajado enormemente sobre la pri­ mera mitad del siglo xx. Ha trabajado tanto como no lo ha hecho sobre la segunda. La historiografía de las ideas continúa excesivamente apegada al ensayo, sin mirar suficientemente hacia otras formas de producción inte­ lectual donde se han generado importantes ideas sobre el continente. La afinidad disciplinaria de quienes hacen esta labor con los ensayistas tergi­ versa la evaluación de lo producido durante la segunda mitad del siglo cuando el ensayo ha sido, en términos relativos, un género menor. Las ciencias económico-sociales, sobre todo, y los estudios politológicos y cul­ turales, con una producción notoriamente mayor y más importante (en sig­ nificación e impacto), han contado con menos estudios. Felizmente hacia fines de siglo este desequilibrio ha ido compensándose paulatinamente. La mayor producción durante el período 1950-1990, la mayor circu­ lación de materiales, el perfeccionamiento y desarrollo de bibliotecas y centros de documentación, facilitan el acceso a las obras. Este tomo n pretende navegar en este maremágnum. El tomo ni, dedicado a la última década del siglo, navegará en un mar menos grande pero más proceloso. Debo agradecer a Germán Alburquerque, Alejandra Castillo, Cinthia Rodríguez, Liliana Montesinos y Jaime Román, quienes de diversas ma­ neras contribuyeron a que esta obra fuera posible. También agradezco a María Salvadora Ortiz. Beatriz González de B., Otto Morales Benítez. Lan- celot Cowie y Mugo Biagini. que me hicieron conocer parte del pensa­ miento generado en sus respectivos países. [ 11 1 INTRODUCCIÓN 1. Una vez más. y majaderamente, qué significa hacer historia del pen­ samiento latinoamericano. Por qué hacer “historia”, por qué abocarse a una tarea historiográiíca y no sólo “estudiar” o “investigar” u “ocuparse” del pensamiento latinoamericano. Y asimismo, una vez más, qué es eso de pensamiento latinoamericano, concepto tan renuente a dejarse enmar­ car en clasificaciones disciplinarias. En cierto modo, y sólo en “cierto” -no en todo modo-, se trata de ir mostrando cómo se retoman los temas y problemas, cómo van madurán­ dose en la medida en que se mastican y se van rumiando. Así es como este pensamiento se digiere, se va decantando, asentándose, se va ha­ ciendo carne y rehaciéndose a sí mismo. Esto se muestra igualmente en el hecho de que los autores retoman a los del pasado, los leen, los cano­ nizan, los critican, los interpretan, los repasan, quieren superarlos. Se trata, además, de ir mostrando cómo los planteamientos actuales se articulan, se conectan, con otros más antiguos, incluso ancestrales y medio míticos, remontándose por las corrientes del tiempo hacia las fuentes de los siglos xix y xvin, o anteriores xvi, xv y xiv, en la América in­ dígena, en la Europa medieval o en el África profunda. Se trata, también, de ir asumiendo, sea o no como síntesis, todas las voces y todas las sangres en sus concordancias y disonancias, en sus mestizajes, logrados como hibridaciones felices o como simples mezclas de factores no combinados, es decir, como auténticos mestizajes. Claro está, los puntos señalados no son sino maneras de desglosar, de explicitar las diferentes caras de un fenómeno único, pues temas, pro­ blemas, conceptos, etc., se articulan linos con otros, aunque no se en­ cuentran tan amarrados al punto de que un tema forme parte de un so­ lo problema, abordado siempre con el mismo concepto, de manera uní­ voca, según un mismo paradigma. Temas, problemas, conceptos, son su­ ficientemente elásticos, blandos o maleables para pasar, transitar, reha­ [13] 14 Eduardo Devés Valdés cerse y resignificarse. En este devenir es que hay que introducirse para entender cómo fluye el rio de nuestras ideas. Pero a la vez, aunque se diga “pensamiento latinoamericano”, no se está pretendiendo que sea un universo tan monolítico que pueda imagi­ narse idéntico para todo el continente, o mutando de forma simultánea en todas partes y del mismo modo. Sin duda, existen subespacios en los que. de acuerdo con circunstancias diversas (inserción internacional, pe­ culiaridades sociales o étnicas, condiciones económicas o culturales), se acentuarán unas dimensiones u otras. Nuestro alan no podrá ser sordo a estas especificidades que. en ocasiones, son fatalidades y en otras son opciones, pero en ambos casos resultan muy reales. 2. Pero, ¿qué es lo que se está historiando cuando se hace historia del pensamiento latinoamericano? La propuesta que aquí se plantea es que se están estudiando al me­ nos algunas de estas cosas: los temas, los problemas, los conceptos, los paradigmas o los modos de pensar, las escuelas, las influencias recibidas -como recepción, asimilación, reelaboración o como sea-; los caracteres o espíritus de cada época, las rupturas, los hitos o las etapas; los auto­ res más relevantes: los que ejercieron mayor impacto o los que propusie­ ron por primera vez un tema o un problema. 3. A lo largo de la exposición, abocada a la primera mitad del siglo, se vio cómo en 1900 se había inaugurado una gran oleada identitaria que ha­ bía cubierto, al menos, las tres primeras décadas de la centuria, con una hegemonía indisputada hasta la crisis económica mundial de 1929-1930 e incluso más allá. Esta gran oleada con tres subperiodos -uno más cul- turalista-arielista, otro más social-indigeno-afroamericanista y otro más económico-nacionalista- se había comenzado a debilitar durante los años 30 para sumergirse con la Segunda Guerra Mundial, que había permiti­ do la emergencia de la oleada modernizadora. Las posiciones modernizadoras fueron encabezadas por las ciencias económico-sociales, armadas de conceptos como desarrollo, industrializa­ ción, cambio social, transición y sociedad moderna, entre otros. Este pa­ radigma cubre buena parte de la segunda mitad del siglo, a pesar de un breve y fulgurante período de énfasis identitario no muy nítido entre 1965 y 1975, que incluso va a radicalizar lo modernizador entre Jos 70'y los pri­ meros 90 con el neoliberalismo. Éste alcanzó un carácter 'padecido al po­ sitivismo de las últimas décadas del siglo xix, suscitando a fines del xx una reacción identitaria que se hizo del todo nítida en las ideas del últi­ mo lustro, con la reivindicación global de las culturas. No corresponde definir qué es “modernización" o qué es “identidad”. Para este efecto se está aludiendo a las ideas modernizadoras y a las identitarias en el pensamiento latinoamericano. Corresponde definir qué Introducción 15 se está entendiendo por cada una de estas posiciones. Ya en la Introduc­ ción al tomo i, que cubre la historia de nuestras ideas entre 1900 y 1950 -es decir, entre la publicación de Ariel y la creación de la ciípai -, se esta­ blecieron oeho criterios que apuntaban a caracterizar cada una de estas posiciones. Allí, lo modernizador fue caracterizado como la propuesta de “poner­ se al día” con los modelos emanados de las regiones que se consideran a la vanguardia; ello significa abrirse a esas regiones e implementar lo cien­ tífico-tecnológico para aumentar los niveles de eficiencia que nos permi­ tan superar esta condición de atraso. Lo identitario, por su parte, fue ca­ racterizado como ese afán por vivir un ritmo autóctono y autónomo, bus­ cando un modelo de vida en el interior de la propia cultura e historia -apuntando más que a abrirse a encontrarse a sí mismos-, que permita el despliegue de un modo de ser y el encuentro de modelos auténticos de economía política u organización social. 4. La segunda mitad del siglo tiene algunos trazos que la diferencian de la primera. Desde nuestra mirada, el más importante de éstos es la pri­ macía (no la exclusividad) de lo modernizador. En la segunda las ciencias sociales toman franca delantera respecto del ensayo, modificándose con esto no sólo el “género literario" o la disciplina predominante sino impac­ tando fuertemente a la vez sobre la estructuración del quehacer intelec­ tual. que durante la segunda mitad del siglo es más “institucional” y más de equipos o redes. También durante la segunda parte del siglo la pre­ sencia femenina es notoriamente mayor que en la primera, sin menosca­ bo de que la presencia masculina haya seguido siendo predominante. Con respecto a las regiones, quizá lo más importante de la segunda mi­ tad del siglo sea la progresiva articulación de la intelectualidad brasileña con la hispanoamericana y los intentos, aunque débiles, de articulación de la intelectualidad caribeña que no escribe en español, partiendo de la francófona. Con respecto a los temas, allí la ampliación es mayor: hay te­ mas muy propios de la segunda mitad, al menos en su formulación: el desarrollo, la seguridad, los derechos humanos, la multiculturalidad. los movimientos sociales. Pero obviamente, más allá de las formulaciones, fueron cuestiones profusamente abordadas en los primeros cincuenta años del siglo. 5. La comparación entre la primera y la segunda mitad del siglo provoca la comparación entre el movimiento de ideas del siglo xx y el del siglo xix. Las semejanzas entre ambos son grandes, aunque debamos precavernos de establecer analogías excesivas o sólo basadas en apariencias. En la segunda década de cada uno de los dos siglos se producen grandes convulsiones. En el xix son las guerras napoleónicas y las luchas emancipatorias, en el xx son las revoluciones mexicana y rusa y la Pri­

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