Description:Eran tres. Acababan de salir de las celdas de castigo de la prisión de Remedios, en Texas, cuando se les notificó su orden de libertad. Aquello era tan inesperado para ellos que en el primer momento no lo creyeron. Tuvieron que repetírselo dos veces. —Estáis en libertad, ya lo sabéis —dijo el teniente Murdock—. Aunque os faltaba un tiempo para cumplir la condena, vais a quedar libres de momento. Luego, ya veremos. Clive puso los brazos en jarras, aunque le costaba moverlos porque la humedad de la celda de castigo había penetrado en sus huesos.