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El mundo de los bienes : hacia una antropología del consumo PDF

118 Pages·1990·5.974 MB·Spanish
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MARY DOUGLAS BARON ISHERWOOD EL MUNDO DE LOS BIENES Hacia una antropología del consumo Traducción: ENRIQUE MERCADO ......... LOS NOVENTA pone al alcance de los lectores una colección con los más variados Consejo Nacional temas de las ciencias sociales. Mediante la publicación de un libro parala -.CulturaylasArtes semanal, estaserie proporciona un amplio espectro del pensamien to crítico de nuestro tiempo. MÉXICO, D.F. íNDICE cultura Libre EL MUNDO DE LOS BIENES Hacia unaantropologíadelconsumo Titulo original en inglés: The WorldofGoods. Agradecimientos. .... 11 Towards anAnthropologyofConsumption Prefacio. ... 17 Traducción: Enrique Mercado, de laedición de Norton and Company, Nueva York, 1979 PRIMERAPARTE LAS MERCANCÍAS COMO SISTEMA DE INFORMACiÓN © 1979,Mary Douglas D.R. © 1990por EDITORIAL GRIJALBO, S.A. Capítulo l. Por qué lagente necesita mercanctas.. 29 Calz. San Bartola Naucalpan núm. 282 El silencio de la teoría utilitarista. 29 ArgentinaPoniente 11230 Autocritica de los economistas . 34 Miguel Hidalgo, México. D.F. Primera edición en lacolección Los Noventa Capítulo 11. Por qué ahorra fa gente. 41 La versión de Keynes. 41 Coedición: Dirección General dePublicaciones del La versión de Weber.. 43 Consejo Nacional para la Cultura ylas Artes! El entorno grupal... 51 Editorial Grijalbo, S.A. El entorno individualista... 53 La presentación ydisposición enconjunto La emulación según Duesenberry.. 59 ydecada páginade EL MUNDO DE LOS BIENES, La prudencia según Friedman.. 63 son propiedad del editor. Quedaestrictamente Consumo normativo......... . . 69 prohibidala reproducción parcial ototal de esta obra por cualquier sistema ométodo electrónico, incluso elfotocopiado, Capítulo lll, Los usos de los bienes. 71 sinautorización escrita deleditor. Una redefinición del consumo.... 71 Un universo construido con mercancías... 74 ISBN968-419-952-X IMPRESOENMÉXICO 7 8 EL MUNDO DE LOS"BIENES ÍNDICE 9 El individualismo teórico. .................................. 77 Capítulo IX. Clasesde consumo...... 193 Establecer los significados públicos. .......... ............ 80 Clasificación. ..................... .......... 193 Admisión a la clase superior........ ......... 197 Pruebas de vinculación......... .................... 200 Capítulo IV. Exclusión, intrusión.................. 87 El factor tiempo............. .................. 209 Los bienes corno cultura material. .......................... 87 Servicios marcados............................ ........ 90 Problemas de síntesis. .......................... 92 Capítulo X. Control del valor . 213 Estrategias de intrusión.......... ..................... 97 Parentesco y matrimonio. .................... 101 Condiciones sociales del comportamiento racional. .... 106 Indice analítico. . 223 Capítulo V. La tecnologia del consumo. ............... 111 Mercancías compuestas............... ... ... ... ..... 111 Nuevas mercancías............... ................. 114 El modelo de la difusión por contagio. ..................... 117 Sistema de adquisición................................... 120 Disponibilidad personal.................................... 126 Capítulo VI. Periodicidades de consumo. ....................... 131 La jerarquización de los acontecimientos de consumo. ......... 131 Calidad.................................................. 133 La periodicidad como principio en la división del trabajo. ..... 136 Nivel de consumo 141 SEGUNDAPARTE LAS CONSECUENCIAS EN LA POLÍTICA SOCIAL Capítu.loVII. La~esferaseconómicasseparadasenlaetnografía..... 147 Esferas econormcas 147 Escala de consumo ····..·· 152 Negativa a la transacción. .................................. 154 Circulación restringida.... ........... 157 Control de la economía " 159 Capítulo VIII. Comparaciones internacionales ''" ..' 163 Demanda separable de bienes............. ............ 163 Individuos pobres y países pobres........................... 169 La brecha........................................ .... 172 Consumo subdesarrollado................................. 174 Vinculación. ............................................ 177 Vinculación tecnológica del consumidor. .................. 181 Vinculación social del consumidor..................... 183 Vinculación informativa del consumidor. .. . ' 187 AGRADECIMIENTOS Eltrabajo deinvestigación que sirve debase aeste libro habríacon tinuadodemaneraindefinida, fragmentaria yesporádica, deno ha ber sido por la invitación que recibí en 1971de la Universidad de Essex para dictar seis conferencias sobre un tema de interés inter disciplinario, invitación quepartiódeunagenerosainiciativadePen guin Books denominada "Conferencias Penguin". Debo, pues, mi primeragradecimientoalvicerrectordelaUniversidad deEssex, Al bert Sloman, asi como al consejo directivo de dicha universidad, tanto por lainvitación como por su consideración, confianza ypa ciencia excepcionales. Fue una consideración que el consejo direc tivomehaya permitidoelegirlibrementeeltemademisdisertaciones, una muestra de confianzaelque haya aceptado como tal un tópico de estudio en elque apenas me iniciaba, yun gesto de paciencia el haberesperadoaquemiinvestigaciónestuvierasuficientementeavan zada; haber escuchado lasconferenciassignificó después una doble dosis de paciencia, puesto que no estuvieron listas para su publi cación hasta elverano de 1975.No olvido la particulargentileza de P.D.A. Walker, coordinador administrativo, yde Stanley Cohen, en ese entonces coordinador del Departamento de Sociología, gra cias aquienes me fue posible reunirmecon algunos delos integran tesdemuydiversos departamentos académicosde Essex. Agradezco especialmente a Anthony King, Michael Bloxham, Ronald Atkin, Leonore Davidoff, Oliver Hart y Alan Gelb sus interesantes co mentarios. 1I 12 ELMUNDO DElOS BIENES AGRADECIMIENTOS 13 Originalmente, miesposomehabiainstado haceyamucho tiempo investigar acerca de una tipología de los sistemas presupuestales y a que intentara tender un puente entre la economía y la antropo para disponer de un econometrista como asistente de investigación logía. El matrimonio es un foro reconocido para debatir los diver enuntema específico, elmonitoreosocialdelconsumo. Hedeagra sos principiosacercade laasignaciónderecursos. Nuestradiscusión deceraM.G. Smith, directordel DepartamentodeAntropologíadel lo llevó a buscar apoyo en la teoría económica. Sin embargo, una University Collegede Londres (UCL), haberme concedido unalicen cienciaque ostentalapretensióndeinterpretar lademanda, seequi cía laboral de un año (1973-1974), la cual me permitió íniciar esta voca al calificar el comportamiento del consumidor como irracio investigación. nal. Sila teoría económicaes un instrumento inútil para regular el En noviembre de 1974,realicé una breve visita a la Universidad presupuesto familiar, sus enseñanzas respecto del presupuesto na de Northwestern para estudiar la nueva economía doméstica bajo cionalbienpodían sererróneas. Hacemuchomiesposo presagióque la dirección de Marc Nerlove, gracias a quien conocí a Theodore loseconomistasseverían obligadosa modificar elmétodo que pre Schultz, Margaret Reíd, J. Mincer, G. Stiglery Gary Becker, quíe tende explicar el consumo en términos de recompensas y restriccio nesa suvezmeconcedieronelbeneficio desu amable hospitalidad nes monetarias. Descubrió que la antropología podía ofrecer una y espíritu crítico. Esta visita resultó fundamental para mi investi soluciónque cerrara la grieta entre la intuición ylateoría, yme ex gación; ojaláque todos aquellos que emprendieran un proyecto di hortó a que conversara con economistas. ficilosobre un tema poco frecuentado gozarandeuna oportunidad No dejaba desertentador intercambiar buenas maneras con esa similar. Los aportes recibidos no se traslucirán lo suficiente en el clase de personas tan sofisticadas y atentas, pero advertí de inme texto que he escrito. La persona ajena a un tópico empieza su re diato que tenía que aprender algo de economía. El siguiente paso corrido en él con prejuicios y resistencias. Timidez, ignorancia, fi consistía en solicitar una licencia, para lo cual tenía que decidir en delidad a la inspiración oríginal, todo secombina paradificultar el qué proyecto iba a trabajar. Como las preguntas giraban en torno aprendizaje. La cálida acogida, la amistosa disposición de tiempo delpresupuesto, alprincipiocreía quelasfinanzas públicasolateo yla amabilidad que me fueron prodigadas en Chícago y Evanston ría monetaria serían elcampo adecuado. Finalmente, gracias a los no podían sino inducirme a una actitud mental más receptiva. consejos de Charles Goodhart y Robin Matthews, medecidí por la Otra reunión sobre antropología económica me lleva a mencio teoría del consumo. Les estoy particularmente agradecida por su nar aún más nombres. El seminario sobre consumo que tuvo lugar apoyo, puesto que ambos han persistido en el ofrecimiento gene en 1974en elUCL fue entusiastamentesustentado por Morris Perl roso de su tiempo y de sus atinadas advertencias. Si hubiera ima man, Alan Budd, Philip Burnham, MichaelThompson, Angus Dea ginado deantemanocuán dífícílera esecampo detrabajo, no habría ton, Terence Gorman, John Muellbauer, Farouk Husein y Owen perseverado en élde no haber sido por elestimulo recibido de am Nankivell. En 1973,también en Londres, tuve la suerte de asistir bos. Quizá fue una osadía no haber hecho caso a aquel afamado en el UCL a las conferencías de Anil Markandya sobre el consumo economista que, una vez enterado de mi proyecto, lo declaró im y al seminario de Richard Layard sobre la economía de la educa posible y se empeñó constantemente en disuadirme de él. ción en la London School of Econornics, así como la oportunidad VickyChickyMorris Perlman merecenmigratitudpor haberreu deconversar acerca de mi proyecto con elahora fallecido Sigmund nido a un selecto grupo de economistas para que discutieran en un Zienau. Las sugerencias de Louis Moss, Anne Jackson, Richard territorio común con algunos antropólogos, en el marco de un se Stone y Michael Bacharach me fueron de gran utilidad en las pri minario realizado en 1971 sobre instrumentos de pago. Aaron Wil merasetapasdemitrabajo, ylasdeAlbert HirschmannyHansSin davsky colaboró con una charla sobre procesos presupuestales en ger, haciaelfinal.Agradezcoasimismoalosestudiantesdeposgrado, lospaísespobres. Suestímuloyapoyosuponen paramíuna enorme particularmenteaJosé Llobera, suscríticas sobre algunas partes de deuda con él, puesto que siempre percíbió con claridad que el as miinvestigación; David Worsley yFrank Blackaby también fueron pecto sociológicamente interesante e inaccesible de un presupuesto generosos enotorgarmesu tiempo yofrecerme todas las instalacio está en la estructura implícita de supuestos que sólo afloran bajo nes del National Institute of Economic and Social Research. la forma de un conjunto formidablemente estable de rubros presu Aun siendo tantas las personas a quienes debo agradecer su co puestales.ElSocialSciencesResearchCouncilmeotorgó fondos para laboración, esevidente que suayudayestímulo no las hacen enab- 14 EL :vIUNDO DE LOS BIENlS AGRADt::Ci\1IE~TOS 15 soluto responsables del resultado general de esta investigación, ni valiosas críticasdelos numerosos participantesenesos actos, enpar delusoparticularaque fueron sometidassusideas. Despuésdeesta ticular las de Michael Thompson, Alan Budd y John Muellbauer. experiencia, nunca más podré coincidir con los antropólogos que Pero sobre todo agradezco la colaboración de Nuala Swords, que menosprecianelanálisis económico. Considero queelresultado más en buena parte compartió mi propio compromiso con lainvestiga respetable deesteejercicio está constituidoporla práctica constante ción a medida queésta avanzaba, que me ofreció fructíferas apro de un grupo de estudiosos sumamente disciplinados e interesados ximaciones alternativas a ciertos problemas dado su conocimiento a fondo en la metodología. del material sociológico, y cuya actitud de franco escepticismo en El título del libro fue sugerido por Donna Richards, a quien le importantestramos deestetrabajo con frecuenciaresultó uncorrec describílasgeneralidades demitema. Meexplicóque, en sucalidad tivo adecuado. deesposa de un militar, sujeta a un estilo muy cambiante de vida, podía entender fácilmente que la elección del consumidor a favor BARON ISHERWOOD de taleso cuales mercancias forma partede un intento por imponer identidad y sentido al medio ambiente. Para ilustrar su punto de vista, mecitó una frase de Henry James que alude al "imperio de los objetos". Todas nuestras cosas, en efecto, descendieron a los imperios del abandono mientras yo escribíaeste libro; los pisos es tán sin pulir ylascortinas vuelan fuera de sus ganchos. Agradezco a mi familia su paciencia. MARY DOUGLAS Mecorresponde agradecer a los antropólogos sociales y a los eco nomistas que, duranteelbrevelapso enquetrabajé ensusterrenos, estuvieron dispuestos aestimularmiparticipaciónenun mundotan vasto y colorido, y que fueron asimismo suficientemente realistas parainhibir algunasdemismássimplificadoras interpretaciones. Por haberme introducido a la antropología socialyalámbito delosan tropólogos, debo agradecer lacolaboracióndeCarolineWhite yRo bert Wade; en materiadel manejo dedatos, agradezco elauxilio de MickMaclean yAlanCoverdale, asícomo lasmuy provechosas dis cusiones con Alan Jarman sobre la economía de las relaciones so ciales. Laexposicióndeestas ideas enelseminariosobre elconsumo del University College de Londres, en la conferencia acerca de las conductasdelconsumidorauspiciadapor elSocialSciencesResearch Council y en una reunión de la Royal Statistical Society, me per mitió hacer abundantes modificaciones a mitrabajo; agradezco las PREFACIO Lacalumnia persigue alcomercio ylaculpa a la propiedad. La cre ciente ola de protesta contra la sociedad de consumo constituye el antecedente de este libro. El consumismo escondenado como una forma devoracidad, estupidez y falta desensibilidad en losdeseos. Cadamesun nuevo libro alzalavozcontra losexcesosdelconsumo ysu desplieguevulgar. ¿Qué sepuede hacer al respecto? Sinos im pusiéramos laresponsabilidad moraldevivirmás austeramente, nos resistiríamos sin duda a actuar de aquella manera. Incluso sideci diéramos despojarnos de nuestros excedentes físicos, nuestra apa rienciafrente alespejodelbaño podríallegaraagradarnosmás, pero nuestro adelgazamiento dífícilmente corregiría los males de la so ciedad. Sería interesante sabercómo viven esos moralistas, cuál es suestilodevida. Tal vezotorguensusregalías a lospobres. Tal vez gasten sensatamente su dinero como connoisseurs, como coleccio nistas depinturas ymanuscritos raros o bajo otras formas decon sumo prestigiosoquegarantizan buenos rendimientos de inversión. Pero sitodo elmundo invirtiera en antigüedades, eldesempleo al canzaría índices todavía más elevados que los actuales. El consu mismo es un asunto más complicado que la gordura individual, y la indignación moral no basta para comprenderlo. Enlabibliografía profesional contemporáneaacercadelconsumo hay una marcada tendencia a suponer que la gente compra bienes pordos otres particularesmotivos: bienestar material, bienestar psí- 17 18 EL MliNDü DE LOS BIENES PREFACIO 19 quico yexhibicionismo. Los dos primeros responden a necesidades economíaestá obligadaa incorporar este nuevo código que supone personales: alimentación, vestido y protección, así como descanso una rupturacon lasconvensionesanteriores, estaactividad dela in mental y recreación. El tercero esun término muy amplio que pre teligenciahumanaqueseexpresaen lahabilidad parasolucionaracer tende contener todas las demandas sociales, burdamente sintetiza tijos. Si ledamos a la comprensión metafórica el crédito que lees dasenunasimpleostentacióncompetitiva.ThorsteinVeblen* tendría debido, podremos acceder aunaideamás precisasobrelos motivos mucho que decir frente a nuestra percepción de que su análisis de por los cuales los consumidores compran mercancías. las clases ociosas ha gozado de una excesiva receptividad y de que O para describir con términos de la teoría económica una más su absoluto menosprecio del consumo generalizado ha ejercido una común desgracia: es imposible abstraer la idea del individuo racio enormeinfluencia. Es precisoefectuarmuchoscambios paraencau nal por encima de la vida social. Es totalmente absurdo llegar a su zar el análisis hacia terrenos más realistas. mar millones de individuos que compran y utilizan mercancías sin En primer lugar, la idea misma de consumo debe ser colocada tenerencuentalas transformaciones deque son objetopor elhecho en la base del proceso social, y no considerarla simplemente un re de compartir el acto del consumo. sultado o un objetivo del trabajo. El consumo tiene que ser reco Una vezque hemos colocadoal individuo en elseno de sus obli nocido como parte integral del mismo sistema social que explica el gaciones sociales y al consumo en el marco del proceso social, las impulso paratrabajar, elcual forma parte dela necesidad social de mercancías senos presentancomo unacontribuciónsumamentepo relacionarse con otras personas yde disponer de objetos de media sitiva a la vida racional, sobre todo desde la perspectiva del razo ción para conseguirlo. Los alimentos, las bebidas, la hospitalidad namientometafórico. Este libro da porsupuestoque elenteracional hogareña, las flores y las ropas para manifestar una alegría en co fracasará en suintentodecomportarseracionalmente, amenos que mún oelatuendoluctuoso paracompartirun pesar, todo elloforma en el mundo que lo rodea exista una dosis mínima de coherencia partedel repertoriode objetosde mediación. Las mercancías, eltra y formalidad. Para proseguir en el camino del pensamiento racio bajo yelconsumo han sido artificialmente abstraídos del conjunto nal, elindividuo necesita un universo inteligible ytal inteligibilidad del esquema social. Esta extirpación no ha hecho más que obstruir precisará de algunas señales claramente visibles. Sólo si adoptan la posibilidad de que entendamos tales aspectos de nuestra vida. ciertaaparienciafísica, serádablefijar yrecordarlosconceptosabs A primera vista, parecería que la restauración de semejante uni tractos. Enestelibro, alasmercancíasselestratacomoseñales-más dad bastaría como punto de partida. Sin embargo, el problema es o menos valiosas, más o menos transitorias- de las categorías ra tan profundo que lo que senecesita es nadamenos que unaversión cionales. En este sentido, asumir la conducta de agente económico corregida dela racionalidad económica. Durante mucho tiempo ha quieredecir que seestáencondicionesdeelegir de maneraracional. prevalecido una idea muy estrecha acerca del raciocinio humano, Un conjunto de mercancías en propiedad de alguien constituye un según lacual sólo lasoperacionesdeinducción ydeducción son dig informe físico yvisible delajerarquíadevalores que suscribe quien nas de llevar el nombre de pensamiento. Pero existe una clase pre lo ha elegido. Las mercancías podrán ser estimadas o tenidas por via y penetrante de razonamiento que permite explorar un asunto inadecuadas desechables o remplazables, pero sólo si apreciamos y evaluarlo, de manera que en un solo vistazo se pone en marcha el modo en que son utilizadas para conformar un universo inteli un procesodeconfrontación,clasificaciónycomparación. No viene gible, podremossabercómosolucionarlascontradiccionesde nues al caso invocar aquí una misteriosa facultad de la intuición o de la tra vida económica. asociación mental. La apreciación metafórica, tal como 10insinúan En el interminable diálogo sobre el valor que está implicito en las palabras que hemos utilizado hasta ahora, es una labor de me elactodel consumo,-las mercancías ensuconjunto representan una diación aproximativa, de clasificación y de comparación entre ele serie más o menos coherente y deliberada de significados, que po mentos iguales ydiferentes en un modelo dado. La primera parte drán ser percibidos sólo por quienes conozcan el código y los es de este libro establece por qué y CÓmo la idea de racionalidad en cudriñen en busca de información. A los grandes novelistas no les ha cabido nunca la menor duda de la distancia que separa a esta función de creación de significados respecto de la utilización de las "En español, puede consultarseT. Veblen, Teorta de laclaseociosa, Fondo de mercancías como instrumentos de bienestar yostentación. La gran Cultura Económica, México, traducción de Vicente Herrero, 1974. (N. del T.) 20 ELMUNDO DE LOSBIENES PREFACIO 21 sensibilidad de Henry James en este campo nos resulta aquí parti de su lectura. Si hubiera dispuesto de mejor información, los ob cularmentebenéfica. Nosencontramosantetres habitaciones cada jetos le habrían dicho más cosas, pero lo cierto es que la mayoría una de las cuales ha sido amueblada por una rica mujer. U~ visi delossignificadosseleescapa. Esobvio queellaera unaconnoisseuse tante las ve por vezprimera y de un vistazo registra algunas de las yque estaba más informada que él sobre la historia yelarte. Pero características generales más pertinentes de estas habitaciones así otros mensajes aparecen con mayor precisión cuando el mismo vi como la vida, la personalidad yel rango social de quienes las ocu sitante se presenta ante madame de Vionnet: pan. Es preciso subrayar lavelocidad del registro, a través del cual salen a la luz tanto los significados íntimos como los intencionales ...Ocupabaella, laanfitriona, en la Rue de Bellechasse, elprimer piso La~rimerahabitaciónmuestraun "supremoajustegeneral alaopor~ deuna casaantiguaalaque nuestrosvisitanteshabíantenidoaccesopor tu.mdad y las.condiciones.dadas". La dama que lo ha compuesto un patio viejo y limpio. El patio era amplioy despejado, lleno de re Ira desvaneciéndose a medidaque avanza la narración, puesto que, velaciones, paranuestroamigo, delacostumbrede la intimidad, lapaz de acuerdo con elexquisito ydelicado talante de los ingobernables de los intervalos, la dignidad de las distancias y las entradas; la casa, para sus inquietos sentidos, pertenecía al muy doméstico estilo de los enredos de la historia, es evidente que ella espera poco de su visi antiguos días yel viejo París que siempre buscaba-unas vecesinten tante; sin embargo, salta a la vista que ha convertido su departa samentesentido, otrasmásprofundamenteañorado-estabaenelbar mento .en un "nido definitivo". Strether, el protagonista nizinmemorialdelaanchaescalera enceradayenlaselegantesboiseries. estadunidensedeLosembajadores, visita lacasadelaseñoritaOos los medallones, las molduras, los espejos, los grandes espacios despe trey en Par-ís: jadosdelsalónblanco ygrisáceo en que había sido presentado. Le pa reció verla al principio en medio de propiedades no ordinariamente ...Esta idea, sinembargo,estuvo por fortunapresenteenéldesdeelmo numerosas, sino con elmatiz de lo heredado, tratadas con esmero, en mentoenquecruzóelumbraldel pequeñoentresuelodelQuartierMar cantadoras... sesorprendió descubriendo, amodo de paisaje de la mu boeu~,en que la muj.er había reunido, según ella misma aseguró, jer, cierta gloria, cierta prosperidad propia del primer imperio, cierto re~o.glendolose.n un millar devuelos y alegres caídas en picado, losad hechizonapoleónico,ciertoesplendor yaamortiguadodelagran leyenda; míniculos del nido definitivo... Los sólidos, atestados ypequeños apo elementos identificables todavíaen lassillasconsulares, en los engastes se~to~ ?e la mujer, casi en penumbras, según hubo de parecerle al mitológicos,lascabezasdeesfingeylasgastadassuperficiesdelraso que principio, representaban con sus acumulaciones un supremo ajuste ge alternaba con la seda. neralalaoportunidadylascondicionesdadas. Doquieraquemirase veía Ellugarensímismoiba más allá, segúnconjeturó, yde qué manera un ma.rfilantiguo, un antiguo brocado, yapenas sabía dónde situarse continuabaallíelviejo París, hastaelpuntode reproducirse; peroelpe por miedo de cometer un error espacial... minuciosas COmo se habían riodopostrevolucionario,elmundoque vagamenteconsiderabamundo vuelto sus ojeadas al imperio de los "objetos", elque tenía delante le de Chateaubriand, de Mme. de Staél, del joven Lamartine, había de obligaba a dil~tarlas: la voluptuosidad de la mirada y el orgullo de la jadosuhuella dearpas,urnasylámparas, unahuella impresaen losdi Vidateman allí sutemplo, ciertamente. Era la profundidad más recón versosobjetos,ornamentosyreliquias pequeñas. Porloquesabía, nunca ~itadel santuario: tan oscura como la cueva de un pirata. En la oscu habíaestadoen presenciade reliquias, de ningunadignidadespecial, de nd~dhabíareflejosdeoro; s.0t;Jbrasmoradasenelnúcleodelresplandor; unorden privado:miniaturas,medallones,pinturas,librosviejos; libros objetos,todosellos, que recibíanatravés de lamuselina,con suenorme encuadernados en piel, rosados yverdosos, con guirnaldas doradas en rareza, laluzdelasbajas ventanas.Nohabía claridadensuentornosalvo ellomo,alineados,juntocon otrasambiguaspertenencias,tras elcristal la de tratarse de objetos valiosos, y borraban la ignorancia masculina delosplúteosribeteadosde latón. Suatenciónseposóenelloscontoda con su.desprec~ocomouna flor, enungesto delibertadparacon él,que ternura. Estaban entre los artículos que diferenciaban con gran noto le hubieran agitado bajo la nariz...* riedad elpiso de Mme. de Vionnet del pequeño museo de gangas de la señoritaBosrreyydelaencantadoracasadeChad;leparecióqueseba Los objetos con su desprecio seabrían paso a través de la ignoran sabamás enantiguasacumulacionesreducidas, posiblemente,devezen CIa del VISItante. Es decir, el visitante reprobó el examen completo vez,que encualquiermétododeadquisiciónoformadecuriosidadcon temporáneos. Chad yla señorita Gostrey habían revuelto, comprado, cogido ycambiado, examinado, seleccíonado, comparado; mientras que *H~nryJames, Losembajadores, MontesinosEditor, Barcelona, traducción de ladamadelescenario que seabríaante él, venustamentepasiva bajo el Antomo-Prometeo Moya, 1981,p. 88. (N. del T.) sortilegiodelatransmisión -transmisiónpor lado paterno, añadiócon

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