EL MEDIO AMBIENTE, OTRA VÍCTIMA DEL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO ACTUAL María Consuelo Londoño Holguín1 Ledy Johana Martínez Agudelo2 Resumen: El presente artículo problematiza al medio ambiente como otra víctima del conflicto bélico. En este sentido, el caso específico que se planea develar, después de las consideraciones necesarias para tal objetivo, es el colombiano. El método de la disertación es de tipo descriptivo y cualitativo, pues, se tiene en cuenta el estado oculto que adquiere el medio ambiente en este tipo de situaciones. Como conclusiones de la presente especulación se determina que el medio ambiente es un actor implícito o pasivo en la lucha de poderes; sin embargo, directamente afectado en la misma. Cabe señalar, entonces, que no existe una legislación explicita que le proteja en estas circunstancias. Palabras claves: Medio ambiente, conflicto, victima, leyes, recursos. Abstract: The following article intends to consider the environment as another victim of the war.In this sens, the specific case plans to unveil, after the consideration necessary for that purpose, is Colombian. The method is descriptive and qualitative, as it takes into account the hidden state that takes the environment in these situations. As conclusion of this speculation, it is determinate that the environment is an implicit or passive in the power struggle actor, yet directly affected by itself. I should be noted that there is not an explicit law that protects the environment in these circunstances. Key words: Environment, war, victim, laws, resources. 1Estudiante último semestre de derecho. Integrantes del Semillero de Investigación en Derecho y Conflictos Ambientales “SIDCA” de la facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Manizales. Correo electrónico: [email protected] 2Estudiante último semestre de derecho. Integrantes del Semillero de Investigación en Derecho y Conflictos Ambientales “SIDCA” de la facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Manizales. Correo electrónico: [email protected] INTRODUCCIÓN La protección ambiental es una necesidad para toda nación y, en cierto sentido, especie, pues, asegura el crecimiento sostenible en el futuro. Por eso, existe una cantidad considerable de disciplinas, la mayoría de naturaleza técnica, que convergen en estudiar los problemas ambientales, evaluar sus riesgos y explorar posibles propuestas para una mayor conservación y cuidado. Siguiendo esta fundamental idea, también existe una delicada jurisprudencia, quizá un poco más importante que las disciplinas técnicas, que procura formular leyes que se encarguen de proteger el medio Ambiente. En el caso de Colombia, la autoridad suprema respecto al sector natural es el Ministerio de ambiente y desarrollo sostenible quien tiene como misión, guiado por los principios internacionales, “ser la entidad pública encargada de definir la política Nacional Ambiental y promover la recuperación, conservación, protección, ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables, a fin de asegurar el desarrollo sostenible y garantizar el derecho de todos los ciudadanos a gozar y heredar un ambiente sano”3 Desde que se creó el Ministerio de ambiente en 1993 tras la liquidación de INDERENA4 , el gran pionero de la gestión ambiental en Colombia, el medio ambiente ha adquirido una importancia tal que la mentalización y concienciación del ciudadano en cuanto al cuidado, explotación, exploración y uso de los recursos ha crecido. Hoy en día la mayoría de los colombianos, ya sean individuos, entidades privadas o públicas, tienen herramientas y hábitos suficientes para intentar cumplir las disposiciones legales y velar por la protección de todo lo que incumbe al medio ambiente. Sin embargo, debido a la problemática bélica que atraviesa la nación, el 3Ministerio del medio ambiente y desarrollo sostenible.”Misión y visión 2014-2018”Disponible: http://www.minambiente.gov.co/index.php/ministerio/mision-y-vision. Consultado octubre 2014 4 INDERENA era el instituto nacional que manejaba los recursos naturales y el medio ambiente en Colombia desde 1968. Sin embargo, su liquidación fue ordenada por la ley 99 de 1993 que es llamada la Ley del Medio Ambiente. medio ambiente también se ha convertido en otro mártir del conflicto, pues, las consideraciones legales en cuanto a su cuidado, no tienen en cuenta dicha situación. En efecto, en los últimos 30 años de disputas internas, el medio Ambiente ha sufrido, igual que el pueblo colombiano, las duras consecuencias de la guerra, la devastación y la muerte. Alarmantes cifras del Ministerio del medio Ambiente demuestran que la guerra también afecta a las posesiones naturales. Por ejemplo, a los bosques tropicales y fuentes hídricas. Así, pues, vale la pena considerar a continuación cómo el conflicto colombiano convierte al medio ambiente en otra víctima de la guerra. Esta reflexión puede contribuir, por un lado, a exhortar a las autoridades a formular políticas que contribuyan a proteger al medio ambiente en estados de conflicto y a considerar como criminales no solo aquellos que atenten directamente5 contra él, sino , también, aquellos que indirectamente lo perjudican. Por el otro, puede contribuir a exhibir que el medio ambiente, fuera de ofrecer un caudal considerable de recursos necesarios para la existencia de muchas formas de vida, es el único lugar donde habita cualquier criatura y, por tanto, merece protección en cualquier circunstancia. El MEDIO AMBIENTE, OTRA VÍCTIMA DE LAS GUERRAS EN EL MUNDO. En general, cuando se desata un conflicto los miembros de las partes en disputa pueden vociferar ¡basta! También puede proclamarse un cese al fuego, un tratado de paz o, en casos extremos, la posibilidad de recuperar las victimas de cualquier bando del campo de guerra. Sin embargo, una mirada atenta a cualquier conflicto puede considerar que no solo existen como victimas los individuos que luchan entre sí, sino, además, el espacio donde se desarrolla la contienda. Esta premisa, 5Se está hablando en este caso del enfoque del actor directo quien premeditadamente contamina, extermina y atenta contra el medio ambiente y los recursos naturales. entonces, identifica al medio ambiente como una víctima olvidada de la guerra, pues, es precisamente en él donde se despliega dicha lucha. Desde que los conflictos bélicos alcanzaron una tecnificación tal, el medio ambiente se ha visto afectado seriamente. Por ejemplo, los mares se han contaminado de los desperdicios de los submarinos atómicos. Los campos han sufrido daños irreparables gracias al abuso de los medios de destrucción masiva. Ciertas especies de fauna y flora se han visto casi extintas y los frutos de la tierra se han sido alterados. El caso más notable del problema ambiental en el mundo debido a las guerras es el caso de Hiroshima y Nagasaki. En 1945, el presidente Truman decide enviar a Little boy y a Fatboy, nombre clave de los proyectiles dirigidos contra la nación japonesa. Esta letal arma arrasó con un amplio terreno natural en Japón devastando campos, animales, plantas y humanidad .Las dos ciudades ardieron y todo lo que poseía vida murió, especialmente el medio ambiente. Varios sobrevivientes de las dos ciudades, padecieron los efectos de la radiación y nunca recuperaron su estado natural. Problemas genéticos, entre otras cosas, repercutieron en sus futuras generaciones Nagasaky destruida Tomado de: Enciclopedia Encarta 2007 Cuando explotó la bomba atómica, el estallido inicial provoco una que contaminó la atmosfera e impidió la respiración. En definitiva, el efecto sobre el ambiente fue inmediato. Muchos casos de este tipo pueden rastrearse en el último siglo para exponer cómo el medio ambiente también se convierte en víctima de los conflictos. Varios años después de las bombas gemelas, los Estados Unidos invadieron Vietnan. Con eso, atacaron con armas químicas a toda la comunidad hasta agotarlo y erradicar la fauna y la flora. Treinta años después, esta zona tan solo dispone de unos pocos arbustos, pues, la toxicidad de los compuestos empleados en el ataque le afecto casi para siempre. Un caso que parece eterno en la historia de la humanidad es el conflicto bélico en medio oriente y parte de África. En países que integran este sector, los conflictos culturales han demostrado ser implacables con la naturaleza y el medio ambiente. En esta parte del globo, las supuestas guerras santas entre musulmanes han devastado el continente. Esto ha dado pie para múltiples enfrentamientos en países como Irán, Irak, Afganistán y Egipto, entre otros. Si se tiene en cuenta estos problemas, el medio ambiente se ha visto completamente destrozado. Los bombardeos de un país a otro han ocasionado la destrucción de los campos, los animales, los recursos hidroeléctricos, la fauna y la poca flora que puede existir en el desierto. Según los últimos informes de las Naciones Unidas, la guerra en el medio oriente ha devastado a la naturaleza y a los recursos más que el propio consumo de sus habitantes. Esto significa que los países envueltos en esta contienda, en vez de disfrutar de las bondades de la naturaleza para una excelente calidad de vida, están agotando toda clase de recursos en los conflictos. Por ejemplo, el agua, tan escasa en esta parte del globo, se emplea en apagar los grandes incendios provocados por los bombardeos de las tropas de cualquier bando. Además, la oscura lucha por el petróleo ha provocado que los pozos de este necesario líquido para la industria mundial se vean envueltos en constantes llamas que duran semanas en ser apagadas; lo cual poco de provechoso tiene. Ante este preocupante panorama, muchas han sido las disposiciones legales y jurídicas formuladas en casi todo el mundo, junto a políticas que apuntan a proteger el medio ambiente en estado de conflicto, las cuales se han visto en las naciones más problemáticas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que después de la segunda guerra mundial, la institución denominada Organización de Naciones Unidas se ha convertido, quizá, en el mayor protector del medio ambiente en periodos de guerra. Cuando se configuró la ONU, sus integrantes formularon el principio que afirma que el enemigo debe medir su fuerza y sus medios. Esto significa que pese a tener la intención explícita de causar daño al enemigo, los bandos deben medir su fuerza, recursos y capacidad destructiva. Como consecuencia de esta idea, se desprende otro ideal fundamental que tiene en cuenta el concepto de proporcionalidad. Esta cualidad atribuida a las guerras implica que se tenga en cuenta al medio ambiente, pues, es imposible negar la vitalidad que rodea a la naturaleza en sus múltiples expresiones. De forma directa “existen tratados que protegen específicamente el medio ambiente: La Convención sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles (Convención ENMOD, aprobada en el marco de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1976); y El Protocolo I de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra de 1949”6. Así mismo, de manera indirecta también existe una serie de disposiciones que procuran velar por el medio ambiente a través del derecho internacional humanitario. Por ejemplo”, la convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxinitas, aprobada el 10 de abril de 1972, y la convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados, aprobada el 10 de octubre de 19807,” entre otras. Debido a la legislación internacional y a la proliferación de conflictos donde el medio ambiente se convierte también en víctima, la Asamblea General de Naciones Unidas declaróen 2002 como Día internacional, el seis de noviembre de cada año para prevenir la explotación del medio ambiente en los conflictos armados y en las guerras. La finalidad de dicha jornada es tener en cuenta la importante destrucción ecológica que los problemas bélicos producen: impurezas del agua y de la tierra, daño a los ecosistemas y extinción de la fauna y flora, entre otros. Según los informes de las naciones unidas, los territorios o estados que soportaron una guerra o conflicto deben procurar la restauración del medio ambiente. En caso opuesto, la población sufrirá las consecuencias durante los años póstumos al conflicto. Con motivo del proclamado Día internacional propuesto en el 2002 para prevenir la explotación del medio ambiente en los conflictos armados y en las guerras, años después, las naciones unidas han formulado una serie de documentos y herramientas sobre políticas que consideran como prioridad prestar atención al medio ambiente en épocas de conflicto y pos conflicto. Por ejemplo, El manejo de los 6 Debe tenerse en cuenta que los documentos de este tipo se encuentran en páginas virtuales donde se distribuye dicha información .En esta caso , para ampliar la comprensión de los lectores se siguiere vistiar www.geo.et.co 7 Acá se incluye la cita textual de las convenciones de Ginebra. recursos naturales en las situaciones de transición, publicado en el 20138. En este documento se proponen una serie de ideas que permitirán la recuperación del ecosistema afectado en las guerras y de los territorios devastados por el combate. No obstante, pese a todas estas exuberantes políticas y a la cantidad de documentos formulados por la ONU, el medio ambiente todavía continúa siendo una víctima oculta del conflicto. Aparentemente, en ningún lugar del mundo las partes en disputa consideran como primordial proteger los recursos naturales, la fauna y flora del ambiente que los rodea. Por el contrario, si destruir una porción considerable de territorio implica ganar la guerra, vale la pena tener en cuenta dicha estrategia con el fin de evitar la derrota. Ahora bien, teniendo en cuenta en la nación colombiana al medio ambiente en época de conflicto, todas las disposiciones legales internacionales antes mencionadas han sido aceptadas, junto con las políticas nacionales implementadas para la protección del medio ambiente. Sin embargo, dicha apropiación parece estar únicamente viva en los documentos que firma la clase política, pues, en el campo de batalla los nobles principios que se han formulado después de las catástrofes naturales en época de guerra brillan por su ausencia. Conviene entonces, a continuación, develar la situación ambiental en el país en tiempos de conflicto ya que es evidente que el medio ambiente en los últimos 50 años de enfrentamientos armados también ha sido otra víctima. Esta intención puede guiarse por las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las consecuencias de la guerra para el medio ambiente en Colombia? Y ¿Cuáles son los efectos del negocio del narcotráfico depara los ecosistemas y hábitats naturales? 8Vale la pena señalar otros documentos formulados por la ONU, por ejemplo, el papel de los recursos naturales en materia de desarme, desmovilización y reintegración publicado en diciembre del 2013. METODOLOGIA. La estrategia metodológica escogida fue la investigación holística, con enfoque socio-jurídico, que aborda la comprensión de una realidad social estimulando la creación de un nuevo conocimiento o acervo normativo, de tal manera que propenda por el aporte de soluciones a la problemática que se pretende estudiar; pues, se tiene en cuenta el estado oculto que adquiere el medio ambiente en situaciones de conflicto armado para describir una realidad secundaria de la guerra: la devastación natural. Este estudio hace parte de una serie de investigaciones universitarias propuestas por el semillero en Derecho y Conflictos Ambientales “SIDCA” de la facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Manizales. Además, corresponde a una línea socio-jurídica, la cual plantea el siguiente objetivo general: analizar la incidencia del conflicto armado en Colombia sobre el medio ambiente. El MEDIO AMBIENTE EN COLOMBIA DURANTE EL CONFLICTO ARMADO INTERNO. Se debe diferenciar entre dos enfoques que están íntimamente relacionados pero que, no obstante, son diferentes, a la hora de hablar sobre el papel del medio ambiente en el conflicto armado colombiano. La sutil desemejanza puede ser presentada mediante la formulación de dos preguntas: ¿la escasez ambiental y la lucha por los recursos naturales renovables y no renovables, son factores explicativos de la violencia y el enfrentamiento bélico en el país? Y ¿cómo afecta la guerra al medio ambiente y cuál es el impacto que la misma tiene sobre éste? Dar respuesta a la primera implica abordar el tema desde la perspectiva de las relaciones de la sociedad con los ecosistemas y con sus recursos, lo que ilustraría sobre ciertas circunstancias históricas de los países relacionados, en especial, con la violencia que lo afecta. Así, pues, el análisis se encaminaría a observar, por ejemplo, que el medio ambiente es “un factor que pone en peligro la integridad territorial del Estado, la paz y la estabilidad interna e internacional, el bienestar humano, los valores, la identidad, el modo de vida, así como el desarrollo económico y humano de un grupo, una sociedad, un Estado o, incluso, de los individuos.”Lavaux (2004, p. 11) Es decir, la probabilidad de conflicto armado aumenta cuando existen cambios o escasez en los recursos naturales y en su poca o nula disponibilidad9, por tanto, este es considerado el pretexto o el origen del mismo. Los recursos aportados por la naturaleza (agua, tierra, suelo, madera, caza, oro y esmeraldas, entre otros) habrían dado lugar a la competencia y dentro de esta se acudiría a la violencia como medio para la consecución de aquellos y su aprovechamiento. Soldados Colombianos patrullando cultivos de amapola Tomado de: jurisnovus.blogspot.com Los lineamientos básicos de este enfoque hacen ver a los ecosistemas y sus bienes como actores indirectos de la confrontación pues “La apropiación y uso de tales recursos generan interacciones sociales, de colaboración y de conflicto, cuyas características se relacionan, a su vez, con las de los ecosistemas mismos. Así, las relaciones cambian, respecto a un recurso dado (agua, tierras, por ejemplo), 9 Téngase en cuenta que implícitamente se habla de la abundancia de dichos recursos; si la lucha se da merced a la poca disponibilidad de estos en determinado territorio, quiere decir que es en otros donde se encuentran con mayor facilidad. De allí surge la necesidad por su posesión y en definitiva la lucha por alcanzarlos.
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