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El Legado De La India PDF

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¿Conoce usted los magníficos volúmenes publicados O X F O RD en nuestra colección HISTORIA? De Córcega a Santa Elena NAPOLEÓN. Un vol., 16 ptas. El progreso en la Historia Universal EL Por TUR'GOT, Un vol., 14 ptas. LEGADO La civilización bizantina Por STEVEN RUNCIMAN, Prof. del Trmity Cpllege. Cambridge. DÉLA "Un libro de una idea compleja y apretada sencillez... satisface al lector culto, le da noticias y le orienta."—N. González Rjuiz, I N D IA en Ya. Un vol., 20 pijas. Historia de Grecia Por ULPvICH WILCKEN. "El profesor Wilcken ha podido elaborar, con exquisita ponde ración, un hermoso libro sobre la Historia de Grecia, después de largos años de labor monográfica esparcida en libros y revistas." Profesor S. Montero Díaz, Catedrático de la Universidad Central. Un vol., con grabados, 30 ptas. Siete estadistas romanos Por Sir CHARLES OMÁN, Prof. de Historia Moderna de la Universidad de Oxford. "Narración plena de dramatismo de uno de los más decisivos : períodos que haya vivido jamás la Humanidad..."—José M-* Es cudero, en Revista de Estudios Políticos'. Un vol., 20 ptas. Historia del liberalismo europeo *"".1Mi r. ...-.i 111 - Por el Prof. GUIDO DE RUGGIERO. 1:: La autorizada pluma del profesor italiano, discípulo predilecto del profesor Benedetto Croce, en esta obra suya clásica, ha tra zado un panorama ¡magistral de la historia de uno de los movimien tos que mayor importancia ha tenido en el desarrollo de la cultura. Un vol., 50 ptas. Historia general de la cultura Por MANUEL BALLESTEROS CAIBROIS, Catedrático de Historia de la Cultura de la Universidad de Valencia. EL L E G A DO Obra que puede servir de modelo a las publicadas de este género, por su claridad expositiva y acierto en las materias utilizadas... Un vol., con grabados, 80 ptas. Los orígenes de Europa DE LÁ I N D IA Por CHRISTOPHER DAWSON. "Realmente admirable... Gracias a la erudición de Mr. Dawson y a su genio para ordenar los hechos, comenzamos a comprender lo que ocurrió en aquellos tiempos."—Aildoux HuxJey. Un itp\., 25 ptas. UNIVERSIDAD DE OXFORD EL L E G A DO DE LA INDIA Editado bajo la dirección de G. T. GARRATT <5 Con una introducción del MARQUES DE ZETLAND T r a d u c i do p or A . J . D O R T A La obra original inglesa, publicada por la Universidad de Oxford, lleva por título EDICIONES PEGASO THE LEGACY OF INDIA MADRID 19 4 5 N D E FAGS. INTRODUCCIÓN Por el MARQUéS DE ZETLAND LA INDIA EN LA LITERATURA Y EN EL PENSAMIENTO EUROPEOS Por H. G. RAWLINSON • :S LA LENGUA Y LA LITERATURA PRIMITIVA Es propiedad. Por F. W. THOMAS 6S Queda hecho el depósito ARTE INDIO Y ARQUEOLOGÍA que marca la ley. Por K. de B. CODRINGTON , I09 Copyright by "Ediciones Pe FILOSOFÍA gaso". 1945 Por S. N. DAS GUPTA •• I.S* LAS CASTAS Y LA ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD Por R. P. MASANI 183 BUDISMO Por D'H LA VALLéE POUSSIN a37 LENGUA Y LITERATURA Por F- W. THOMAS 269 ARQUITECTURA MUSLÍMICA EN LA INDIA Por MJAMíN S. BRIGGS 3119 HINDUISMO Por S. RADHAKRISHNAN. • 363 LAS INFLUENCIAS CULTURALES DEL ISLAM Par ABDUL ¿TADIR. 409 MÚSICA Por A. H. Fox STRANGWAYS.: 438 LA CIENCIA Por WAXTER EUGENE CLARK 475 LITERATURAS INDÍGENAS rov J. G. GHOSH 521 LA CIVILIZACIÓN INDOBRITANICA . , ,- l CíBZ Mesón de Paños, 6. Telétono 11944. Madrid, far (j. T. GARRATT 555 Imp. Vii uda de Gal" :>í'el• 1 s •HHBHiH íNDICE DE GRABADOS Un barco. De las esculturas budistas del stüpa de Borobodur, Java; siglo vin. De Intercowse between India and the West, de H. & Rawíinson (Cambridge Uniyersity Press) FrontKPKio i. Mpnedas indogriegas y persas. De Raw- •linson, op. cit. Jrenft a p. 32 2. Estatuita de bronce de Harpócrates de Taxila. De la Cambridge History of India, vol. I — 33 " Gemas del noroeste de la India, talladas al estilo griego — 33 3- Siva y Urna. Claustros de Kailása, Elu ra; siglo vm. Fotografía de K. de B. Codrington — 120 4. Siva. Claustros de Kailása, Ekira; si glo vm. Fotografía de K. de B. Codrington — 121 5- Mafaishasuramiardini. Kailása Elura; si i glo vm. Fotografía de K. de B. Codrington — 128 6. Interior de la cueva II, Bádámi; siglo vi. Fotografía de K. de B. Codrington... — 129 7- Pilares de pórtico. Cueva III, Bádámi; siglo^ vi. Fotografía de K. de B. Codrington • — 144 8- Medallón de pilar. Cueva III, Bádámi; siglo vi. Fotografía de K. de B. Codrington • — 145 9- Cfaát en Benarés. Fotografía de New- tornan Illustraed Press Service — 168 10. Orfebre trabajando, Delhi. Con el per miso de Indian Railways Bureau Loo- dres . _ 324 n- Bodlhisattva. Gandhára (Grecobudista), si glos n-v. Museo de Labore. Fotogra- tia de Archaelogical Survey of India. — 264 ^pH^^^MM^^HMHH lUlUMIUlHUIIMIIMIHPi VIII ÍNDICE DE GRABADOS 12. ai) Karli: Interior de cueva chaitya; c. 150 a- de C. Fotografía del India Office jrpnteap. 328 b) Nasik: Claraboya y arco de herra dura; c. 150 a. de C — 328 13. <t) Ajmilr: Gran Mezquita; c. 1200. Fotografía del Museo Indio, Cal cuta • — 329 b) Delhi: Kutb Minar, 1232. Fotografía del Museo Indio, Calcuta — 329' 14. Delhi: Tumba de Humáyün. Fotogra fía del C- P. Bureau, Indian State Railways — 356 15. El Butand Darwáza. Fatehjpur - Sikri, 3 i'5?5- De Mughal Rule in India, de .AO S. M. Ejdwardes y H. L- O. Garrett (Oxford University Press) — 357 m 16. Táj Mahal. Agrá, 1632. Fotografía del India Office — 352 17. La Mezquita de las Perlas. Agrá, 1653. a. De S. M, Edwardes y H. L. O. Garrett, <3 Opúsculo citado • — 353 18- Siva Nátarájá. Cobre, Ceilán; siglo VIH. Fotografía del doctor A. Nell — 368 19. Escena familiar, por Mohamed Fakirulláh 3 Khan, Escuela mogol; siglo xvn. In dia Office Library. Colección Johnson, volumen XVII — 424 20. Rágmálá. Escuela Rajunta; sigilo XVIII. Museo Británico — 46-5 ai. a) Harpas y flautas. Amaravati; c. 200. Museo Británico — 466 b) Viña en míanos de Saravasti; c. 900 O Museo Británico — 466 23. Tejido rajputana, de algodón estampado; siglo XVIII. Museo Alberto y Victoria. — 576 23. El Yaksha desterrado, por A. N. Ta- a ¡3 gore. Moderna escuela de Bengala. Fotografía del doctor A. K. Cooma- raswamy • — 577 Mapa indicador de las rutas comerciales de la India a Levante Al final. I N T R O D U C C I ÓN E L legado de la India: ¡qué rica herencia y cuán tas aportaciones, de diversas razas y múltiples épocas, anteriores y posteriores a la gran incursión aria procedente de las tierras situadas más allá de las cordilleras nevadas del Kusfa indostánico! De la ci vilización prehistórica del valle del Indo, sacada a luz por las excavaciones de Harappa y Mofaenjodaro, a la India inglesa del siglo xx, hay un lapso de tiempo que abarca con toda probabilidad de cinco a seis mil años. Durante todos esos siglos, los pueblos de la In dia han vivido y desarrollado su civilización en un relativo aislamiento; pues, si exceptuamos la invasión de Alejandro de Macedonia y la de los griegos bac- trianos que le siguieron en el siglo n a. de C, sólo ha sido durante un período comparativamente corto, y ello en la parte más próxima de este inmenso lapso de tiempo, cuando las influencias europeas se han hecho sentir seriamente en este territorio. No obstante, son de tal importancia las consecuen cias del contacto de la Gran Bretaña con la India du rante los últimos ciento cincuenta años, que recibimos una sacudida al descubrir en el capítulo final de este volumen lo poco qué se ha añadido durante ese tiem po al legado de la India en el sentido que damos aquí a esa palabra. En la esfera de la administración, de la i wmsmmmam 1NTRODUCCIÓN 2 INTRODUCCIÓN puestas probables a estas cuestiones nos ofrece el lega jurisprudencia, de las obras de ingeniería y de la cien do de la India que tenemos en las manos. cia política, sería difícil exagerar las consecuencias del Sabemos, efectivamente, que la ciencia política—ar- contacto de los dos pueblos; aunque Mr. Garrat de thashastra en sánscrito—fué un tema favorito de los dique su principal esfuerzo, en las páginas que consa indios cultivados algunos siglos antes de la Era cristia gra a la civilización indo-británica, a mostrar que tales na. El contrato social como origen de la realeza es consecuencias no existen, es decir, en el sentido de lo analizado én la obra, actualmente famosa, atribuida a que alude como «una nueva forma dé civilización» Kautilya, principal ministro del emperador Ghandra- derivada «del estrecho contacto entre la India y Gran gupta, hacia el año 300 a. de C. Y es de suponer que Bretaña». las gentes que se pusieron de acuerdo para tener un A pesar de todo, sería un error silenciar como algo rey en esos tiempos tan antiguos lo hicieran para que carente de importancia para el tema de este libro la hubiera alguna autoridad externa capaz dé asegurar influencia ejercida sobre la cultura de la India por el que las leyes y normas de los diversos cuerpos que advenimiento de los ingleses. El legado de la India no existían fueran respetados. «El rey—escribe Jajnaval- es una. cosa estática, sino un organismo que se enriquece kya—debe castigar y hacer volver al sendero del deber y desarrolla, y puede ocurrir que la aportación que le a todos los que se han apartado dé sus normas, trátese . ofrece él pueblo británico tenga para las generaciones de familias, castas, gremios, asociaciones...» futuras un valor incalculable. Hoy mismo, la influencia Es probable que la tendencia hacia la gobernación de la lengua inglesa en la evolución de las indígenas autónoma, evidenciada por estas variadas formas de es claramente visible, mientras qué el efecto de la tra actividad corporativa, recibiera huevo impulso dé la dición política británica, como fuerza modeladora del negación budista de la autoridad sacerdotal y, más aún, espíritu, de la India moderna, ha sido profundo, La de su doctrina de la igualdad, implícita en su repudio pureza y eficiencia de la administración; la igualdad de de las castas. Es, en efecto, a los libros budistas adon todos los hombres ante la ley; esto, junto con los idea de tenemos qué recurrir para informarnos de cómo se les de libertad y soberanía del pueblo, expresándose desarrollaron estos ejemplos de primitivas instituciones a través ele las instituciones representativas, ha sido representativas. Y puede ser una sorpresa para muchos sembrado por los ingleses en el suelo- de la India. enterarse de que hemos de hallar los rudimentos de ¿Cuál será su suerte? ¿Resultarán plantas totalmente nuestra actual práctica parlamentaria en las asambleas exóticas, las cuales, cuando dejen de ser atendidas por de los budistas, en la India de hace dos mil años y los que trajeron la semilla, se marchitarán y perecerán? o-T aS" dignidad de la asamblea era mantenida ¿O posee el genio de la raza indoaria algo que les per ^echante la designación de un funcionario especial: el mita sacar nuevas fuerzas vitales del suelo en que han >non del speaker de la Cámara de los Comunes. sido plantadas ahora? Algunas indicaciones de las res- INTRODUCCIÓN 5 4 INTRODUCCIÓN del arte, parlamentario que el sistema constitucional, Un segundo funcionario tenía a su cargo vigilar que vigente durante los pasados treinta años, ha estimulado hubiera un quorum en los casos en que era necesario: necesariamente, tales como la retórica, la habilidad el prototipo del Parliamentary Chief Whip de nuestro dialéctica, la obstrucción, és decir, todas esas armas sistema (l). Un miembro que proponía una cuestión, que puede decirse que son la prerrogativa especial del la presentaba en forma dé moción y quedaba entonces político destinado a actuar en una perpetua oposición. sometida a discusión. En algunos casos, esto se hacía Volvamos ahora a aquellos aspectos del contacto sólo una vez; en otros, tres veces, anticipando de este entre Gran Bretaña y la India a que se refiere más modo la práctica parlamentaria que requiere que un particularmente Mr. Garratt en el capítulo final. Este proyecto sea leído por tercera vez antes de convertirse autor descarta con razón el cargo, formulado demasiado en ley. Si había diferencia dé criterios, el asunto se a menudo, de que los británicos han destruido de modo decidía por mayoría, y la votación se hacía por pape deliberado una civilización india floreciente; pero acha letas. ca a la gobernación británica en la India él fracaso Inscripciones de muchos siglos más tarde, probable —donde, debía haberse logrado el éxito—en la tarea de unir las culturas india y europea. Esté fracaso mente del X de nuestra Era, del templo Vaikuntha —afirma—se ha debido, en su mayor parte, al hecho Perumal, de Uttaramallur, en el Sur de la India, nos de que Inglaterra no ha considerado nunca en serio ofrecen amplios detalles del sistema dé gobierno autó a la India como una colonie de peuplément, sino sólo nomo de las aldeas, incluyendo el principio de elección, como una colonie d'exploitation. entonces en vigor, y parece probable que, aunque su mergido por la oleada de desórdenes que acompañó No cabe duda de que esto es cierto, aunque haya el advenimiento del Imperio Mogol, el principio del muchos indios que han bebido profundamente en las gobierno representativo, ora expresado en la forma fuentes de la civilización occidental y, por lo menos, de panchayatos, aldeas, o de esas otras pequeñas uni algunos ingleses que han adquirido un profundo con dades a que se ha hecho referencia, ha persistido a tra cepto del espíritu indio, y debemos suponer que existe alguna explicación más fundamental de la ausencia vés dé las grandes vicisitudes de unos dos milenios y casi total del tipo dé síntesis cultural que podía espe medio de historia india. Si esto fuera así, la deducción rarse del estrecho contacto de dos civilizaciones como que habría de sacarse, por lo menos a título de ensayo, 'a in°ia y Ia británica durante un período de tiempo es que la simiente sembrada ahora encontraría un te considerable. p de decirse, dé hecho, que sólo en rreno propicio: deducción apoyada por el éxito de ¿ ue el caso de l británica ha dejado de tener lugar tal numerosos hombres públicos indios en aquellas ramas a • ¿"ay, po ejemplo, una civilización indomu- r sulmana definida? (i) Diputado encargado de velar por los intereses de su partido en 'él Parlamento. (N. del T.) ma INTRODUCCION / 6 INTRODUCCIÓN lizaciones distintas, incluso al cabo de mil años de Eí contacto de los musulmanes con los indios lia estrecho contacto, se hace inteligible. Y si se objetara sido de mucha mayor duración y, desde el punto de que la iconografía, en cuanto arte indio, es un pro vista de los números, de una escala muchísimo mayor. ducto de la fusión de influencias europeas e indias, Además, éstos han tratado a la India como una coló del mismo tipo de la que, fuera de los límites occiden me de peuplement y no como una colónie d'exploiía- tales de la India, dio nacimiento al arte sasánida y, tion. Sin duda, las dos civilizaciones se han influido dentro de ellos, a la escultura de Gandharan, ha de mutuamente. La arquitectura musulmana debe algo a tenerse en cuenta que los budistas, que aportaron la los primitivos diseños hindúes y mucho a los primitivos influencia india, repudiaban las castas y que, aun en él artesanos indios, como nos dice Mr. Briggs en su ca caso de los mismos hindúes, la casta no había adqui pítulo sobré este tema; y es indudable que la influencia rido en esos primeros tiempos la complejidad, la rigi del monoteísmo del Islam sobre el panteísmo indio dez o la exclusividad de tiempos posteriores. La lectura fué lo que dio origen en el transcurso del tiempo al del capítulo de Mr. Masani acerca de las castas y la culto de los Sikhs. El urdu, con su literatura especí estructura de la sociedad servirá para mostrar cuan fica, fué, como nos hace observar sir Abdul Qaair, formidables son las barreras interpuestas en la vía de una consecuencia sorprendente y directa de la mezcla aquel intercambio íntimo entre el hindú y otros pueblos, de ambos pueblos. Pero, hablando en términos gene que es sólo de donde podía esperarse el nacimiento rales, musulmanes e hindúes siguen siendo hasta el de alguna nueva forma de civilización. presente pueblos aparte, con sus religiones, sus lenguas, Esto no quiere decir, desde luego, qué aquellas ra sus literaturas y sistemas sociales, propios y distintivos; zas que, aun viviendo en la India, no se han mezclado y seguramente es un rasgo notable el que, aunque la con el pueblo hindú, no hayan contribuido al legado primera incursión seria, de los musulmanes en la India que la India ha aportado a la humanidad. Tampoco tuvo lugar hacia la época de la conquista de Inglaterra Mr. Garratt sugiere tal cosa. Por el contrario, es pro por los normandos, no haya habido nunca en el caso bable que el legado de la India hubiera sido mucho de aquéllos una fusión de razas como la que condujo mas pobre de haberse realizado una fusión de razas, a la formación del pueblo inglés. ¿Cuál es, por tanto, tai como la que ha tenido lugar en Gran Bretaña. Si la explicación de una cosa tan sorprendente? Sin duda, los^ musulmanes hubieran adoptado, por ejemplo, la una causa principal es el sistema de castas de los hin practica india respecto a los cadáveres, el incomparable dúes, que—particularmente en el caso de las clases más mausoleo ele Agrá, reconocido como una de las obras altas y cultivadas—no sólo se interpone en el camino de ls maravi>'osas dé todos los tiempos, no hubiera visto cualquier mezcla de sangre con la dé otros pueblos, i nunca la luz del día. sino que hace imposible el comercio social íntimo. En es uno de los motivos que hacen que el lector tales circunstancias, la existencia paralela de dos civi- XV'::K7H.^<€V?;;.':: 1111111111111111"" ; INTRODUCCIÓN 9 8 INTRODUCCIÓN arquitectura religiosa del hinduísmo brahmánico y del de este libro saque la conclusión, al volver su última budismo. Los rasgos sobresalientes de la primera son página, de que una característica sorprendente del le los altares dedicados a las deidades infinitamente di gado de la India es su infinita variedad. Pero éste no versas del panteón indio; los de la segunda, la sala es el único motivo. Tenemos, aportando cada una su de capítulo, derivada de la práctica budista de la asam contribución, las tres Indias de que habla Mr. Co- blea, y el stupa, que representa el cenotafio del funda drington: la India de las grandes ciudades, que ofrece dor de la orden. su contraste con la India del bosque y de la montaña, Una cosa tenían de común los constructores hin- y, entre estas dos, la India de los poblados, qué sirve duístas, budistas y jainistas, ora hicieran sus templos en de eslabón entre las formas complejas de la vida y sus las grandes rocas escarpadas, en lugares como Ajanta formas primitivas. El pensamiento característico de y Ellora, o los construyeran de madera o piedra: eran estas tres Indias, que va desde las simples supersticio escultores tanto como arquitectos. Y durante un pe nes aborígenes, pasando por las abigarradas creencias ríodo que abarca muchos siglos cubrieron el país de de un pueblo agrícola y pastoril, a las sutiles metafísicas edificaciones, cuya verdadera estructura ocultaban a y filosofías de los intelectuales, ha hallado' su expresión menudo bajo una maravillosa exuberancia ornamental, en la literatura y en él arte. Lo grande que ha sido la del mismo modo que el músico indio propende a su influencia de la India agricultora en la evolución de mergir la tonada bajo la plétora de notas de adorno su cultura lo demuestra la extensión del culto del tin con qué se complace en embellecerla. De aquí el con gara y del yoni y ciertas celebraciones religiosas actua traste con la arquitectura musuliliana, cuya práctica les, como la del Holi, el gran festival de la primavera; religiosa prohibe la escultura de imágenes, y cuyos así como también el lugar qué los cuento® de ]<xta\a arquitectos y albañiles confían, para producir sus efec ocupan en la literatura budista, y gran parte de los tos, en la simetría y proporción dfi sus edificios, y en temas de los grandes poemas épicos, el Rámayana y los dibujos murales con letras del tipo de la bella es critura cúfica, para su ornamentación. el Mahábhdratd. rero los edificios de los musulmanes, como ya se ha Tampoco es esto todo, pues el pensamiento que pro indicado, difieren de los de los hindúes, no sólo en el cede de estas tres fuentes fluyó en tiempos muy anti estilo, sino también, y en grado considerable, én el guos, mucho antes de que el Islam viniera a complicar proposito. Mientras el hindú quema a sus muertos y aún más la diversidad de la civilización india, a través vierte las cenizas en las aguas de sus ríos sagrados, el dé diferentes filtros, brahmánico, budista y ¡amista, ad «musulmán sigue la práctica del enterramiento, con la quiriendo en el proceso, a pesar de mantener inalterada consecuencia de que las tumbas figüífen entre sus cons- una creencia básica, la del kamia y la transmigración, rucciones más famosas. Y a este respecto debe notarse características nuevas y ampliamente diferenciadas. Una muestra típica de esta diversidad se halla en la

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