Description:Robin Dalton se miró en el espejo. Estaba orgulloso de sus orejas azules, su ojo semicerrado, y otras tumefacciones. Eran huellas gloriosas de su triunfo por «K. O.», en el séptimo «round» sobre el duro pegador negro que la noche anterior deliberó con él, entre cuerdas, para averiguar cuál de los dos hacía más méritos para ser el finalista del torneo cinturón de oro, aficionados, peso medio. Robin Dalton, de ancho cogote, rostro chato y fornida anatomía, no aceptaba consejos de nadie. Era, por naturaleza, agresivo, aunque sin maldad. Pidió con autoridad: —Un doble de coñac, tú.