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El Jardín de Niños ya es Muy Tarde PDF

126 Pages·1997·2.468 MB·Spanish
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El jardín de niños ya es muy tarde Masaru ibuka De sobra es conocido que los niños pequeños tienen un apetito verdaderamente voraz por aprender. Si les tenemos paciencia y sabemos canalizar sus energías, es posible que pronto sepan varios idiomas, toquen algún instrumento musical, manejen muy bien las matemáticas, pinten al óleo o naden como peces. Esta magnífica obra afirma que los niños pueden aprender casi cualquier cosa siempre y cuando los apoyemos. El jardín de niños ya es muy tarde es un plan de trasformación del enfoque que tradicionalmente empleamos para educar a los niños. Si aprovechamos la enorme curiosidad que sienten los pequeños. Si aprovechamos la enorme curiosidad que sienten los pequeños hacia su entorno, pronto tendremos como resultado niños más felices, adolescentes más brillantes, adultos realizados y un mundo mejor. El jardín de niños ya es muy tarde MASARU IBUCA PRIMERA EDICIÓN DE EDITORIAL UNIVERSO, S.A. de C.V Agosto de 1988 3ª. Impresión, Junio de 1990 1ª. Edición, EDITORIAL DIANA, S.A. DE C.V. Junio de 1994 2ª. Impresión, Junio de 1995 ISBN 968-13-2493-5 DERECHOS RESERVADOS © --- Titulo original: KINDERGARTEN IS TOO LATE--- Traducción: Guadalupe Meza Staines ---Copyright © 1977 by Massaru Ibuka. Edición original en inglés publicada por souvenir Press, Lid. Londres, Inglaterra --- copyright © 1993 por editorial Diana, S.A. de C.V. --- Roberto Gayol 1219, México D.F., C.P. 03100 IMPRESO EN MEXICO ---- PRINTED IN MEXICO Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización por escrito de la casa editorial. CONTENIDO Prefacio por Glenn Doman 5 Introducción 11 PRIMERA PARTE. POTENCIALIDAD DEL INFANTE 15 1. El Periodo Importante 17 2. Lo que Puede Hacer un Niño Pequeño 26 SEGUNDA PARTE. EL IMPACTO DE UNA EXPERIENCIA TEMPRANA 43 TERCERA PARTE. ¿QUÉ ES BUENO PARA EL BEBE? 61 CUARTA PARTE. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO 93 1. El Estímulo y su Sentido del Orden 95 2. La Formación del Carácter en la Infancia 115 3. Creatividad y habilidades 129 QUINTA PARTE. ALGUNAS COSAS QUE DEBEN EVITARSE 151 Y una Mirada Hacia el Futuro 153 PREFACIO Por Glenn Doman Autor de how to Teach Your Baby to Read Si la gracia y delicadeza con la cual se ha escrito este libro no oculta la magnificencia de lo que en él se expone, sí podría originar, junto con otros cuantos libros igualmente delicados, la más gloriosa y benévola de todas las revoluciones en la historia de este mundo. Es una consumación que todos deberíamos desear con suma devoción. Imaginen, sí así lo quieren, una revolución para originar el más espléndido de los cambios, pero una en la cual no hay derramamiento de sangre, ni torturas, ni dolor, ni pies congelados, ni odio, ni hambre, ni muerte, ni destrucción. En esta revolución, la más benévola de todas, sólo hay dos enemigos. El primero de ellos son los antiguos mitos y el segundo es el statu quo. No es necesario que las antiguas tradiciones se hagan añicos contra el suelo, sino solamente que las viejas falsedades se agoten sin lamentaciones. No es necesario que lo que en la actualidad es bueno se queme hasta que ardan sus cimientos, basta que se enmohezcan poco a poco, gran parte de lo terrible que actualmente hay en el mundo, como si fuese un producto de desecho. Lo podría originar la visión del señor Ibuka es la destrucción de cosas tales como la ignorancia, el analfabetismo, la inseguridad y la inutilidad y quién podría decir que eso, a su vez, no ocasionaría una disminución de la pobreza, el odio y la criminalidad. El libro del señor Ibuka no promete nada parecido, pero para el lector perceptivo, tales sueños danzan constantemente sobre la pantalla de los ojos de la mente, a medida que avanza de la mirada al pensamiento, a la imagen y al sueño. ¿Qué sería necesario para originar tan hermosos cambios? ¿El derrocamiento de los gobiernos? ¿La destrucción de las instituciones? ¿El incendio de los sistemas escolares? El señor Ibuka no pronuncia tales amenazas, como tampoco hace ninguna promesa dorada como las que acabo de mencionar. Sencillamente no me es posible leer el libro del señor Ibuka sin ir a parar en tales sueños. El maravilloso y amable libro del señor Ibuka no hace declaraciones estremecedoras de ninguna clase; simplemente expone la tesis de que los niños pequeños poseen en su interior la capacidad de aprender virtualmente cualquier cosa a una edad temprana. Sugiere que lo que aprenden sin ningún esfuerzo consiente a los dos, tres o cuatro años de edad, se aprende con grandes esfuerzos más adelante en la vida o quizá ni siquiera se aprenda. Propone que lo que los adultos aprenden dolorosamente, los niños lo aprenden con alegría. Propone que lo que los adultos aprenden al paso del caracol, los niños pequeños lo hacen casi velozmente. Propone que los adultos en ocasiones rehúyen el aprendizaje, mientras que los niños pequeños preferirían el aprendizaje a comer. Manifiesta todo esto en una forma de lo más encantadora. Su libro es sencillo, sincero y tan claro como el cristal; además, como un producto de todo esto, cada una de sus páginas posee el eco de la verdad. Expone que entre las cosas más difíciles que el hombre emprende, está, por ejemplo, aprender idiomas extranjeros, a leer y a tocar el violín o el piano. Yo soy un buen ejemplo de ello. Aun cuando chapurreo en una docena de idiomas extranjeros, como resultado de toda una vida de trabajo dedicada al estudio de los niños de todos los continentes y de todas las sociedades, desde la más sofisticada hasta la más básica de todas las culturas, sólo puedo expresarme en una forma efectiva en mi lengua materna. A pesar de que disfruto de la música, no puedo tocar un instrumento musical y ni siquiera puedo seguir bien una tonada. Aun cuando los adultos llegan a dominar todas estas cosas con dificultad, lo niños pueden casi sin ningún esfuerzo consiente de su parte. Todas estas cosas los niños pequeños pueden dominar y lo hacen con facilidad y alegría. Todo lo que se requiere para que un pequeño crezca hablando muchos idiomas con fluidez, lea los lenguajes más complejos, haga cálculos matemáticos instantáneos, nade, monte a caballo, pinte al óleo, toque el violín y haga todo eso en una forma magistral, es que concedamos a nuestros hijos amor (por lo común lo hacemos) respeto (muy rara vez lo hacemos) y que los expongamos con alegría a las cosas que deseamos que aprendan. ¿Es difícil imaginar que el mundo sería un lugar más valioso, más sano, más seguro y más encantador, si todos los niños dominasen los idiomas, las artes y las ciencias básicas antes de llegar a la adolescencia y entonces pudiesen dedicar sus años de adolescentes al estudio de la semántica, la filosofía, la ética y las religiones comparativas, así como artes o ciencias avanzadas, o cualquier otra cosa que quisieran aprender? ¿Es difícil de imaginar cómo sería el mundo si a los pequeños se les alimentara y viviera su ardiente ansia de aprender, en vez de sofocarla con juguetes y juegos? ¿Es difícil de imaginar que el mundo sería un sitio más encantador si el hambre de un niño de tres años, de ver todo lo que hay que ver se alimentara con Miguel Angel, Winslow Homer, Manet, Rembradt, Renoir, Leonardo y Rockwell, así como con el Ratón Miguelito y el Payaso Feliz? Ya que en verdad, el niño pequeño posee un infinito apetito de aprender todo lo que no sabe y no tiene ni la menor pizca de juicio en cuanto a lo que es bueno y lo que es malo. ¿Podría dudarse que el mundo sería un lugar más sano si el hambre de un niño de dos años, de escuchar todo lo que hay que escuchar se alimentara con Bach así como con música rock, con Beethoven así como “María tenía un corderito”, con el sermón de la montaña o con la declaración de la independencia, así como con el cuento de Caperucita Roja? Ya que en verdad, el niño pequeño puede aprender una u otra cosa con la misma facilidad. ¿Podría dudarse que el mundo sería un sitio más seguro si el hambre de hablar de hablar de un niño de tres años se alimentara con portugués y japonés, así como “los tres cochinitos” y “los tres gatitos”? Ya que de hecho, el deseo de un niño de tres años de darse a entender, pude expresarse con la misma facilidad en japonés que en un lenguaje chabacano, y sin rastro alguno de acento. ¿Exactamente quién es Masaru Ibuka para decirnos que todas estas cosas tan maravillosas son posibles? ¿Cuáles son sus credenciales para ser tales declaraciones? Pues bien, sus credenciales son impecables. 1. No sabe nada acerca de la educación y por consiguiente no sabe qué es lo que puede o no puede hacerse. (Un requerimiento absoluto para lograr un sorprendente adelanto en un territorio establecido.) 2. Es un absoluto genio. (Empezando en el año de 1947, cuando su propia nación estaba desolada, con tres hombres muy jóvenes que lo ayudaron y un capital de 700.00 en dólares, estableció una empresa en la cual bautizó con el nombre de Sony formó parte del grupo de pioneros que sacaron a Japón de la ruina física y la desaparición espiritual hasta alcanzar una posición de liderazgo en el mundo.) 3. Está haciendo precisamente lo que propone que debería hacerse. (como director ejecutivo de la Early Development association [Asociación para el desarrollo temprano], de Tokio, y como director de talent education [Educación de talento] en Matsumoto. En la actualidad ofrece a miles de niños japoneses la oportunidad de aprender y de hacer las cosas descritas.) El señor Ibuka no se propone cambiar el sistema educativo y como resultado de ello, cambiar lo que aprende un niño. El señor Ibuka se propone cambiar la forma en la cual se ofrece al niño la oportunidad de aprender y como resultado de ello, cambiar los sistemas educativos. Toda la evidencia indica que lo primero no pude lograrse en un grado importante. Lo último está sucediendo en la actualidad. ¿Son posibles estas cosas, o simplemente se trata de sueños color de rosa? Son ambas cosas, porque yo he presenciado esto una y otra vez por todo el mundo. He visto a niños recién nacidos nadar con los que Timmerman en Australia; he visto a pequeños de cuatro años hablar inglés con el doctor Honda en Japón. He visto a niños pequeños practicar gimnasia avanzada con los Jenkins en Estados Unidos; he visto a niños de tres años de edad tocar el violín y piano con el doctor Suzuki en Matsumoto. He visto a un niño de tres años leer tres idiomas con el doctor Veras en Brasil. He visto a pequeños Sioux de dos años de edad montar a caballo en Dakota; he visto a niños de tres años leer Kanji el idioma de los eruditos. Tengo en mi poder cartas de miles de madres de todo el mundo que me han escrito en lo más amables términos para hablarme de las cosas maravillosas que le han sucedido a sus hijos de dos años después de que los enseñaron a leer, usando mi libro How to Teach your baby to read. Creo que este enternecedor libro es uno de los más importantes que jamás se han escrito y creo que también que todos los padres deberían leerlo. En vez de presentar este libro con las mayores alabanzas que puedo encontrar, debería odiar al señor Ibuka por escribirlo. Toda mi vida me prepararé para escribir dos libros y esa era mi meta. El primero de los libros para el cual he pasado toda mi vida preparándome, es sobre la fantástica capacidad de pequeños para aprender cualquier cosa con facilidad y alegría. El segundo libro que pienso escribir, tratara sobre el ema de cómo hacer de cada niño un ser física, intelectual y emocionalmente superior. Ya no es necesario que escriba el primer libro, puesto que este industrial ya lo ha escrito y en este momento lo tiene en sus manos. Es absolutamente necesario que termine ya esta introducción, a fin de que el lector que pueda iniciar el estudio de uno de los libros más deliciosos e importantes que jamás haya leído y para que yo pueda dedicarme a escribir mi segundo libro, antes de que Masaru Ibuka, el industrial y autoridad sobre la forma de aprender de los niños, me tome la delantera una vez más y también me gane a escribir el segundo libro. Glenn Doman Director Instituto para el desarrollo del potencial humano Filadelfia, EUA INTRODUCCIÓN Desde épocas muy antiguas, se ha aceptado en general, que el talento o el genio excepcional entre los seres humanos se debe en gran parte a factores hereditarios, a una anormalidad de los genes. Cuando nos hablaban de que Mozart, el virtuoso de la música, ofreció un concierto de piano a los tres años de edad, o de que John Estuart Mill podría leer literatura clásica en latín a esta misma edad, la mayoría de nosotros concluye simplemente que “por supuesto, los genios nacen siendo diferentes”. Sin embargo, un examen más de cerca de los primeros años de esos hombres nos indican que tanto Mozart, todos hacían la educación de sus hijos en un grado extraordinario. Mis tesis es que ni Mozart ni Mill nacieron siendo genios, sino que a cada uno de ellos se les proporcionó desde sus primeros años, una educación y un medio ambiente adecuados para el desarrollo de sus talentos hasta un grado máximo. En contraste, un bebe recién nacido educado en un medio ambiente hostil a sus necesidades, no tendrá más adelante en la vida ninguna de desarrollarse plenamente. Un ejemplo extremo es la famosa historia de las “niñas lobas”, Amala y Kamala, encontradas en la década de 1920 en una cueva del sur oeste de Calcuta, en India por una pareja de misioneros realizó grandes esfuerzos por devolver a esas niñas criadas por lobos, a su humanidad original, pero cuyos esfuerzos resultaron vanos. Damos por sentado que un niño por ser humano es humano y que una criatura nacida de un lobo es lobo; no obstante, estas dos niñas continuaron exhibiendo las características de un lobo. ¡De manera que lo que parece determinar si un niño se convertirá en un ser humano o en un lobo es la clase de educación y de medio ambiente en que se desenvuelve el niño inmediatamente después de su nacimiento! Al meditar acerca de esos ejemplos no puede evitar pensar cada vez en la gran influencia que tiene la educación y el medio ambiente sobre los bebés recién nacidos. Este aspecto llegó a asumir una importancia máxima, no sólo para los niños individuales, sino en bien de la salud y la felicidad de la sociedad en general, de manera que en el año 1969 coadyuvé el establecimiento de una fundación llamada Early Development association, con sede en Japón. Algunas personas dedicadas a la investigación, tanto nativas como extrajeras, se reunieron para estudiar este tema; al mismo tiempo inauguramos unas clases experimentales con objetivo de analizar, desarrollar y aplicar el método del doctor

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