Description:Un panorama natural y cultural.
Escribí estas páginas valiéndome de dos condiciones: la de naturalista y la de museólogo. Aunque los museólogos somos pocos, el área de acción es imaginable. Su epicentro está en el estudio, puesta en valor y conservación del patrimonio (natural y cultural), dentro y fuera de los museos, porque el gran desafío es que ese patrimonio perdure donde se encuentra. Y si en su lugar no puede ser salvado el museo opera como un centro de rescate, como lo son (o deberían ser) los zoológicos y jardines botánicos. Ahora, bien, como no todos tienen en claro qué es un naturalista, aproximo una suerte de “términos de referencia”. Diría que es alguien capaz de experimentar avidez perpetua por conocer el mundo viviente para convertirse -sin complejos- en un aprendiz crónico de la antigua “historia natural”, es decir, del estudio de la naturaleza.
Conservando la capacidad de asombro propia de la niñez, elige recorrerla y detenerse para observar, contemplar, estudiar y comprender la vida en su más restringido o amplio sentido. Incluso, reparando en lo inanimado, desde el sonido del agua o la brisa del viento a la rigidez de una roca. Con frecuencia enfoca su trabajo en una especie, sea diminuta o enorme. Indefectiblemente, ella lo llevará a ampliar su mirada hacia una comunidad, un ecosistema o una región hasta reflexionar sobre la biosfera.