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el imaginero josé de armas medina PDF

257 Pages·2009·2.25 MB·Spanish
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EL IMAGINERO JOSÉ DE ARMAS MEDINA EL IMAGINERO JOSÉ DE ARMAS MEDINA Javier Campos Oramas Las Palmas de Gran Canaria 2008 3 Presidente de Honor EXPOSICIÓN Fernando Arencibia Hernández Comisario: Javier Campos Oramas Coordinación: Alicia Batista Couzi y Marta Monzón Benítez Presidente Ayudante: Cathaysa Ortega Valido Julio Caubín Hernández Transporte y montaje: Esmenso Seguros: MAPFRE Seguros Generales Vicepresidente Ignacio Baeza Gómez CATÁLOGO Secretario Coordinación: Alicia Batista Couzi y Laura Carvias Carrillo Jaime Álvarez de las Asturias Bohorques Créditos de los textos: Javier Campos Oramas Créditos fotográficos: José de Armas Díaz y Fernando Delgado Mújica Vocales Maquetación: Natalia Nemi Elisetch Sergio Alonso Reyes Fotomecánica e impresión: Gráficas Sabater Carlos Álvarez Jiménez Créditos de la obra editorial: Fundación Canaria MAPFRE GUANARTEME José Barbosa Hernández Calle Castillo nº 6, 35001 Las Palmas de Gran Canaria José Luís Catalinas Calleja ISBN: 978-84-92532-17-9 Fundación Ignacio de Larramendi Depósito Legal: (Repre. Miguel A. Hernándo de Larramendi) Rafael Galarraga Solores José Hernández Barbosa José Antonio Hernández Reja Silvestre de León García Filomeno Mira Candel Humberto Pérez Hidalgo Santiago Rodríguez Santana Matías Salvá Bennasar Juan Francisco Sánchez Mayor Félix Santiago Melián Isabel Súarez Velásquez Patronos Honoríficos Manuel Jordán Martinón Juan Antonio Ossuna Torres Alfonso Soriano y Benítez de Lugo Directora General Esther Martel Gil Directora de Arte y Cultura Alicia Batista Couzi AGRADECIMIENTOS Diócesis de Canarias. Parroquia de La Concepción de Agaete. Parroquia de San Bartolomé de Fontanales. Parroquia de Santa María de Guía. Parroquia de San Mateo. Parroquia de San Nicolás de Bari, L. P. de G. C. Comunidad Franciscana -santuario de San Antonio- de L. P. de G. C. Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Casa-Museo Colón. Casa-Museo Tomás Morales. Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Casa de la Cultura de Tamaraceite. Iltre. Ayuntamiento de La Villa de Agaete. Ministerio AA. EE. de Finlandia, embajada en Madrid (sr. Antero Koskinen). Museo Canario. Colegio Jaime Balmes. Sres. hermanos De Armas Díaz, (herederos del imaginero José de Armas Medina). José Carlos Blassio García. Pedro Bolaños García. Federico Carvajo Falcón. Eulalia de la Cruz Bugallal. Sres. Cruz Socorro – González Hernández. Fermín Delgado Mújica. Gloria García Sánchez. Carlos González González. Germán Jiménez Martel. José Lavandera López. Sres. Lecuona Ribot – Sarmiento Velázquez. Ana María Limiñana Hernández. Tomás Martín Trujillo. Teo Mesa. Juan Prado Verde. Manuel Rodríguez Machado. Manuel Ruiz Rodríguez. Sres. Herederos de Adela Santana Enríquez. Sebastián Sosa Álamo. 6 El escultor y el hombre La mayoría de los que conocen la Fundación Canaria MAPFRE GUANARTEME pueden supo- ner el interés que para ésta tiene una propuesta como la que hoy presentamos. La Fundación que presido, junto al afán de descubrir, promocionar y apoyar los nuevos valo- res emergentes de nuestro archipiélago en todos los campos, lleva pareja la preocupación por rescatar y enaltecer las personalidades pasadas que rindieron un tributo rentable a la comunidad canaria. En este segundo caso, como es lógico, nuestro esfuerzo está en proporción inversa al cono- cimiento y reconocimiento que disfrute la obra llevada a cabo; y no por prurito de originalidad o novelería en el hecho de reivindicarla, sino por estricta justicia y agradecimiento social. Hace tiempo que teníamos que haberle rendido homenaje al artista que hoy nos ocupa. Se- cretas honestidades lo impidieron… Cuando hace dos años Campos Oramas me presentó este libro ya prácticamente concluido, como resultado de una investigación comenzada en 1999, al preguntarle cómo no había presentado antes el proyecto, me contestó que lo intentó pero recibió la radical negativa a darle entrada: el Área de Humanidades de la entidad había puesto sus convic- ciones éticas por encima de las conveniencias y sentimientos filiales. Me alegra, pues, doblemente que Javier Campos tomara sobre sus hombros desde entonces la responsabilidad de escribir la historia de una obra, rebuscando noticias en archivos y hemero- tecas, leyendo bibliografías, seleccionando la documentación, entrevistando a familiares y a los ya escasos amigos coetáneos del escultor, visitando templos, plazas y colecciones particulares y empapándose de los restos caóticos del estudio-taller; todo ello sin la certidumbre siquiera de que su trabajo pudiera ver la luz “algún día” lejano. Nos lo imaginamos de esta guisa con la misma desazón con que el escultor desbasta trabajosamente la materia mineral u orgánica sin saber si después su inspiración será comprendida y su oficio aceptado. Indiscutiblemente estas caracte- rísticas han de prestar más objetividad y pasión a la obra que hoy presentamos. En este libro quedan patentes los valores de las esculturas de José de Armas Medina, que como toda obra auténtica señalan con fidelidad la idiosincrasia del autor. Como consecuencia lógica esta obra se nos antoja trasunto de la personalidad que pondera: Homenaje a la religión, a la familia –mirada hacia atrás y hacia adelante-, a la amistad, al paisanaje, a la patria grande y a la patria chica, Agaete, una de sus primordiales obsesiones. Todo ello con una concepción intran- sigentemente clásica y tradicional, y, como tal, sin inmovilismos; con independencia libérrima, si no de modos, sí de modas y de criterios ajenos. Sin embargo el humor que resuma su admirable arte caricato, entre otras cosas, es indicio de un talante asaz liberal, hasta cierto punto anárquico, y desde luego muy heterogéneo. Por todo ello encontramos adecuados los imprescindibles retazos biográficos con que Cam- pos envuelve la obra escultórica de Armas, desde los antecedentes familiares, salpicados con anécdotas de la niñez, hasta las quijotescas batallas de la madurez en pro de la prosperidad del noroeste isleño y, ya en la senectud, la atípica alcaldía de su pueblo, pasando por su drama per- sonal en la Guerra Civil, que, sin la más mínima sombra de fanatismo demagógico, el personaje –enemigo radical de los eufemismos- siguió siempre llamando Cruzada. Hijo, marido, padre de familia, abuelo, amigo y caballero ejemplar, es obvio que José de Armas no vivió de la escultura, pero nos parece que vivió bastante para ella. Queremos acabar estas líneas planteando una duda que sin todo lo dicho pareciera despropósito: ¿Fue Armas Medina un escultor profesional o un cualificado aficionado a la escultura? Creo, en todo caso, que a la vista de este estudio y de la exposición retrospectiva e inevitablemente incompleta que lo acompaña, puede inferirse que estamos ante un magnífico escultor y un hombre excepcional. Julio Caubín Hernández 7 8 ÍNDICE PRÓLOGO 11 RAÍCES 13 ARMAS, EL CARICATURISTA 17 EL TERROR 30 EMPIEZA A AMANECER 36 VUELTA A MADRID 52 VUELTA AL TERRUÑO 56 SEGUNDA ETAPA ARTÍSTICA 66 LA TRAYECTORIA DE SU OBRA ARTÍSTICA 81 EL POLEMISTA 95 AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD 102 EL POLÍTICO 106 LA HORA DE LOS ADIOSES 110 RELACIÓN DE SUS ACTIVIDADES Y OBRAS 115 1. EXPOSICIONES 116 2. R. CRONOLÓGICA DE ALGUNAS DE SUS CARICATURAS 116 3. R. CRONOLÓGICA DE LAS OBRAS MÁS SIGNIFICATIVAS 120 4. RELACIÓN DE BUSTOS Y CABEZAS 122 5. ARTÍCULOS DE PERIÓDICOS 123 6. FICHAS TÉCNICAS DE LA OBRA 129 7. ADDENDA 233 8. FUENTES DE DOCUMENTACIÓN Y OTRAS 249 9 Modelando la madera logró el artista su talla... Escultor: ¿qué obra concibes? Dime, por favor, ¿qué tallas?. Y el escultor sonreía sin contestar mis palabras. Sobre un taburete hebreo posa su cuerpo Santa Ana y a su derecha la Virgen recibe lecciones santas. En los pliegues de su manto hay un no sé qué que encanta y en su rostro, austero, rasgos de una estirpe milenaria. ¿Quién te sirvió de modelo, quién te sirvió, Pepe de Armas? Si desconoces Castilla, ¡Cómo pudiste copiarla! Y el escultor... sonreía sin contestar mis palabras. Se me antoja esta ancianita una vieja castellana que está enseñando a su nieta toda la Historia Sagrada, alternando con la rueca, en el portal de su casa. Modelando con paciencia logró el artista su talla, y se convirtió el madero deforme, en bíblica estampa.1 Benjamín Arbeteta Lope, 1944. 1. Benjamín Arbeteta Lope: “Santa Ana y La Virgen, A mi buen amigo Pepe de Armas, con todo afecto B. A.”, 1 6 /6/44. 10

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verguillas. Aquí traigo este cabrito, dígale a doña Pilar que lo cocine para la noche, que Padre Dios nos va a perdonar el ayuno y la absti- nencia”.
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