Description:»—Hay millares de periodistas en Nueva York, señorita Herzl —le había dicho el hombrecillo de la mirada perspicaz —. En realidad, cualquiera puede ser periodista. Lo difícil es encontrar la buena noticia. ¿Le han enseñado eso en la escuela? ¿Sabe usted cómo se logra una buena noticia? ¡Ah, pequeña! ¡Buscando! »La información hay que ir a buscarla donde se encuentra. Primero, como hemos hecho todos, pagamos de nuestro bolsillo. Luego, cuando uno ya ha demostrado ser un buen informador, paga el periódico. Y cualquier medio informativo es bueno. »Lo siento. Aquí necesitamos noticias, no reporteros. Cuando tenga una buena noticia, tráigamela. Entonces hablaremos de trabajo. Miriam Herzl había escuchado ya muchas veces casi las mismas palabras en todas las redacciones de periódicos de la ciudad. Noticias. ¿Y dónde estaban?