Description:Sterling Remick detuvo su caballo frente a aquella estación de diligencias situada en pleno desierto de Arizona. Consistía tan sólo en un edificio de adobe de una sola planta y un corral donde permanecían encerrados los caballos de repuesto. Y en torno, a lo largo de millas y millas, la tierra parda y requemada por el sol, con alguna erupción rocosa que rompía la monotonía del paisaje. Sterling descabalgó sin prisa. Era un individuo alto y musculoso, de apenas treinta años, con el cuerpo flexible y un poco desgarbado de los jinetes consumados. Su rostro era de facciones irregulares, pero que en conjunto formaban un cuadro de aspecto sumamente agradable y atractivo. Es posible que a esta impresión contribuyeran su perpetua sonrisa burlona y el brillo irónico de sus ojos, cuyo color gris destacaba sobre el bronceado intenso de su piel. Unos mechones, de un rubio casi plateado pelo, le caían sobre la frente.