Description:La mujer, una señora de cincuenta y cinco años, más bien gruesa, tuvo que apoyarse en la pared para no caer. —¿Es que no sabe dónde pisa? —Gruñó, dirigiéndose al hombre que la había empujado. El individuo volvió la cabeza y la miró fijamente. Era una mirada absurda para un hombre que pretendía excusarse. La señora esperó la disculpa y viendo que él permanecía quieto abstraído, hizo una mueca despreciativa. —¡Bah!… ¡Ni siquiera educación!