Description:Jeff Dickson estaba a punto de llegar a las puertas del saloon Princesa, cuando éstas se abrieron de repente y un proyectil humano surcó el aire, cruzó limpiamente la acera y fue a caer sobre el lodo de la calle. Jeff se detuvo sonriendo comprensivamente. Luego, observó a los dos camareros que habían aparecido limpiándose las manos, como si no quisieran conservar la más ligera huella del hombre que acababan de arrojar del establecimiento. Ambos eran forzudos, de largas patillas y grandes mostachos. El vapuleado cliente se puso en pie, señaló a los mozos con el dedo y soltó una maldición. —¡No volveré a pisar este apestoso local…! ¡Mantengo lo que dije! No es *whisky* lo que venden, sino un condenado matarratas. Los mozos hicieron ademán de ir tras él y el fulano se puso a correr chapoteando por la calle hasta que se perdió en la oscuridad.