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el gran diccionario PDF

326 Pages·2010·1.71 MB·Spanish
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EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES. El diccionario más amplio sobre las causas de las dolencias y enfermedades relacionadas con los pensamientos, sentimientos y emociones. De JACQUES MARTEL. Editions Quintessence. 1 Dedicado a todos los buscadores de la Verdad. Agradecimientos. Quiero dar las gracias en particular a la señora Lucie Bernier no sólo por su labor de coordinación en los trabajos del libro sino también por su valiosa ayuda como colaboradora durante los dos últimos años de la producción del libro. Su experiencia de vida personal, de psicoterapeuta, su formación en el enfoque metafísico de las dolencias y enfermedades, su mente sintética y su intuición facilitaron los progresos significativos de los trabajos de este libro. Gracias en especial al Sr. Claude Sabbah quien, por sus investigaciones desde hace más de 30 años, su excepcional competencia, su gran experiencia y su enseñanza de la biología total de los seres vivos bajo forma de historia natural me permitió ir más lejos en las investigaciones y constataciones que había hecho hasta la fecha. Su mente abierta y su amor por el ser humano son para mí un ejemplo por perpetuar, sabiendo que el amor es el único sanador en el trabajo que desempeñamos para resolver los conflictos que hicieron que se manifestará la enfermedad. Quiero agradecer también al Sr. George Wright, psicoterapeuta y amigo personal, por su constante apoyo y su ánimo frente al trabajo que a veces me parecía largo y laborioso en el curso de los siete años de la producción de este libro. Gracias también a la Señora Claudia Rainville que me permitió trabajar a su lado (1988-89) y con quien pude profundizar beneficiándome de sus conocimientos en el campo de la metafísica de las dolencias y enfermedades. Su dinamismo y sus convicciones personales, junto con su experiencia, fueron para mí una fuente de motivación en la continuidad de mi orientación profesional más centrada en el campo del crecimiento personal. Quiero dar las gracias también a las personas siguientes por su participación en la realización de este libro: Sra. Nicole Gagné Sr. Jean Dumas Sra. Ginette Quintal Sra. Ginette Caron Sr. Simon Alarie Sra. Danielle East Sr. Paul-Emile Drouin Sra. Louise Drouin Sra. Denise Boucher Sr. Laurent Chiasson Sr. Pierre Couture. Sr. Bob Lengham Mi padre: Noé Martel Sra. Fleurette Couture. 2 Prefacio. 'fl Acepto mi curación. Tomar consciencia de quien soy y de la transformación que se está produciendo en mí resulta siempre excitante cuando lo que descubro con relación a mí y frente a los demás es positivo y hermoso. ¿Qué sucede cuando los descubrimientos que resultan de un andar personal, el que sea, me llevan a ver aspectos ocultos de mi persona y cuando implican que me vuelva consciente de las dolencias y enfermedades que me sucedieron o que probablemente hubiesen tenido lugar en el interior de mi cuerpo? Pues bien, es lo que sucedió a lo largo de estos dos últimos años cuando comprendí que las enfermedades se habían sutilmente instalado a causa de emociones mal administradas y que, aprendiendo a volver a armonizar este torbellino de emociones de toda clase que me habitaban, podía tener el poder de curación sobre cualquier dolencia o cualquier enfermedad que había dejado instalarse como rey y dueño en mi Templo de Carne. 'fl Naturalmente, la responsabilidad que acepté volver a asumir frente a mi salud, fue un largo proceso de introspección y de un nuevo planteamiento de mis valores y, sobre todo, me concedió la certeza de que tengo el poder de curarme. Para ello, tuve el privilegio, desde ahora hace nueve años (1988), de conocer y estar al lado de Jacques y poder adquirir conocimientos durante los múltiples talleres y conferencias que dio. Gracias a su facilidad por hacer simple y accesible un tema que para muchos puede parecer muy complejo, por su amor incondicional y su deseo de ayudar a que la gente alcance un mejor bienestar tanto a nivel físico como a nivel emocional y espiritual, fue y sigue siendo un pilar, un guía que sabe ayudarme a ahuyentar mi culpabilidad y sustituirla por un asumir de mi vida, para que me sienta cada vez más libre, bien en mi piel, dueño de mi vida. Jacques me 'fl ayudó a aceptar la enfermedad, la que sea, como una experiencia positiva porque es para mí ocasión de pararme, interrogarme sobre lo que está sucediendo en mi vida. Para mucha gente como yo, la enfermedad me dio la ocasión de pedir ayuda, cosa que frecuentemente quiero evitar. Debo recordar que caer, es humano; pero levantarse, es divino y que para empezar un proceso de curación, es esencial abrirse a los demás, abrirse a sí – mismo y en primer lugar, abrirse al Amor, porque cualquier dolencia o cualquier enfermedad puede curar si estoy lista para aceptar 'fl dejar caer mis viseras y echar una mirada nueva y positiva sobre cualquier situación que pueda vivir, por más difícil que pueda parecer, porque sé que, cuando haya comprendido en mi corazón la llegada de dicha experiencia en mi vida, ésta podrá seguir su camino y recobraré una salud perfecta. 3 Éste es el objetivo de este libro que considero un instrumento de transformación excepcional. Es una ventana abierta sobre este mundo aún muy desconocido de las emociones. Es un instrumento que me da la posibilidad de que me abra a la semilla que permitió que este microbio, este virus, este tumor o cualquier otra afección física germine en mi cuerpo y brote a la luz del día. 'fl Dándome ocasión de amarme y aceptarme a través de todas estas emociones mal vividas o no vividas, daré un paso hacía más armonía, más paz, más amor. Aprendiendo a descifrar este nuevo diccionario de las emociones, ahora voy a poder invertir en mi capital salud, siendo ahora capaz de prevenir y evitar muchas dolencias que me acechaban. En el curso de estos últimos años en que estuve colaborando con Jacques al nacimiento de este libro, me sorprendió la cantidad de tiempo (miles de horas) que fue necesario invertir, sin contar toda la energía y apertura imprescindibles para canalizar todas estas informaciones que estaban mal administradas y que, frecuentemente, tocaban o bien un período de mi vida personal o bien una situación vivida por una persona que conocía. Todos fuimos enfermos como mínimo una vez en nuestra vida y el hecho de “desmenuzar” la causa de un mal que nos afecta o afecta a una persona cercana nos invita a desapegarnos (en el sentido de ver una enfermedad de un modo positivo y despojarnos de la influencia negativa que dejamos que tenga sobre nosotros) y volverme un testigo de todos estos males y ya no más una víctima. Esto es lo que deseo a todos, mediante este instrumento. Que cada uno de nosotros se vuelva cada vez más autónomo, más capaz de reconocer de donde proceden las dolencias y enfermedades que le afectan o podrían afectarle. Este reconocimiento servirá de prevención y aportará los cambios necesarios en nuestra vida para recobrar la salud. Se trata de un complemento extraordinario que se añade a la multitud de técnicas que ya existen, tanto al nivel de la medicina tradicional como nueva, y que se revela esencial no sólo para una curación a nivel físico, sino 'fl también al nivel del corazón (del amor) , ahí donde se opera la auténtica curación… ¡A su salud! Lucie Bernier. Psicoterapeuta, Coordinadora de los trabajos. 4 Introducción. La salud siempre ha sido para mí un tema preocupante. En efecto, ya en temprana edad, empecé a tener problemas de salud sin conocer exactamente la causa de éstos. Mi madre estuvo confrontada con situaciones difíciles que, durante numerosos años, requirieron cuidados tales como operaciones, tratamientos los cuales causaron años de hospitalización. En cuanto a mí, como no se conseguía encontrar lo que tenía, es como si una duda planeara constantemente: creía que estos males podían ser psicológicos. Entonces, me dije a mí – mismo: o bien esto está “en mi mente”, o bien hay un motivo a lo que está sucediendo. Decidí optar por la segunda elección y es cuando empecé a buscar lo que le llevaba a vivir todos estos inconvenientes. En 1978, empecé a trabajar en el campo de la salud, en los complementos alimentarios. Entonces, empecé a darme cuenta por mí – mismo, en el curso de las consultas individuales que hacía y por mi observación, que podía existir un nexo entre las emociones, los pensamientos, y las enfermedades. Había empezado intuitivamente a descubrir el nexo que existía entre ciertas emociones y ciertas enfermedades. En 1988, me matriculé a cursos de crecimiento personal y tomé contacto con lo que hoy se llama el enfoque metafísico de las dolencias y enfermedades. Veo como otros y yo, consultábamos la recopilación de dolencias y enfermedades hecha por Louise Hay en su libro. También, observaba a la gente que empezaba su investigación consigo – mismos o con los demás para comprobar la exactitud de lo que ella decía, apasionados por descubrir nuevas avenidas de investigación para permitirles comprender mejor lo que estaban viviendo. A partir de este momento, mi interés para este enfoque no dejó de aumentar, sobre todo porque me orientaba hacía el campo más específico del crecimiento personal. Desde ese día, no he dejado de comprobar, a través de mis consultas personales, los cursos o talleres que animo, la pertinencia de estos datos sobre las dolencias y las enfermedades. Aún hoy, en el colmado o cuando voy a hacer fotocopias, hago preguntas a personas sobre lo que viven en relación con sus dolencias o sus enfermedades. Aún veo a estas personas que me miran con aire asombrado e interrogante, preguntándose si soy un vidente o un extraterrestre ya que sé tantas cosas sobre su vida personal sin que me las hayan comentado. Cuando se sabe descifrar las dolencias y las enfermedades y cuando se sabe a cuales emociones o a cuales pensamientos están vinculadas, entonces es fácil decir a la persona lo que está viviendo. Entonces, digo a la gente que sencillamente es el conocimiento del 5 funcionamiento del ser humano y el conocimiento de los nexos con los pensamientos, emociones y enfermedades que me permiten dar esta información. En un sentido, les explico que se podría entrar la cantidad de datos más grande posible en un ordenador, y que alguien diera los síntomas de su dolencia o de su enfermedad, o simplemente nombrarla y la información podría salir revelando lo que está viviendo esta persona en su vida personal, sea consciente o no ella de ello. Entonces, no se trata de videncia sino de conocimiento. Hoy, con la experiencia y los conocimientos que tengo, puedo afirmar que es imposible que alguien padezca de diabetes sin vivir una tristeza profunda y una repugnancia frente a una situación que vivió. Para mí, es imposible que una persona padezca artritis sin vivir una auto crítica o criticando a alguien o situaciones de su vida. Para mí, es imposible que una persona viva problemas del hígado sin vivir una ira, una frustración hacía sí – misma o hacía los demás, etc. A veces, se me ha hecho la replica siguiente: “Cuando descifras las dolencias y enfermedades, “te las arreglas” para que esto funcione”. Entonces se me dice que todo el mundo está viviendo ira, frustración, pena, rechazo, etc. A esto, contesto que todo el mundo no reacciona del mismo modo. Tomemos por ejemplo el hecho de que haya crecido en una familia de doce hijos cuyo padre era alcohólico y la madre depresiva. Mis hermanos y hermanas habrán tenido los mismos padres que yo pero cada hijo, incluido yo, estará afectado o no y lo será de un modo diferente debido a su interpretación de lo vivido con sus padres. ¿Porqué? Porque todos somos diferentes y que tenemos que tomar consciencia de un modo diferente en nuestro recorrido personal. Así el fenómeno de rechazo podrá activar una enfermedad en una persona pero no en otra. Esto depende del modo en que me sentí afectado, conscientemente o inconscientemente. Si mi estrés psicológico es suficientemente grande, estará traducido en un estrés biológico bajo forma de enfermedad. Durante un taller que daba sobre el enfoque metafísico de las dolencias y enfermedades, con ocasión de una feria de muestras sobre la salud natural y las terapias alternativas, las dolencias y enfermedades que se me comunicaron estuvieron descifradas bastante rápidamente y con exactitud. Un poco más tarde, una amiga que estaba entre los asistentes durante este taller, me dijo: “Jacques, deberías prestar atención cuando contestas a la gente y das la respuesta directamente y rápidamente. Las personas que estaban a mi lado tuvieron la sensación que el taller estaba preparado para que esto funcione.” No había nada de esto naturalmente. Lo que aquí hay que entender, es que primero, la persona afectada por la dolencia o por la enfermedad sabe que lo dicho para ella es verdad pero quizás no es tan evidente para los demás que no están personalmente relacionados. Segundo, lo que es nuevo y revelado a nuestra consciencia puede parecernos irreal. Negar esta realidad puede también ser un modo de protegerse para no sentirse responsable de lo que nos sucede. 6 He aquí una anécdota ilustrando esta constatación. El famoso inventor Thomas Edison encontró a los miembros del Congreso Americano para presentarles su nuevo invento, el fonógrafo, una máquina hablante. Se relata que cuando hizo funcionar su invento, ciertos miembros del Congreso lo tacharon de impostor, diciendo que debía tratarse de algún fraude ya que, para ellos, era imposible que la voz humana pueda salir de una caja. Los tiempos han cambiado. Por esto es importante mantenernos abiertos a las nuevas ideas que podrían aportarnos respuestas innovadoras a muchos problemas. Muchas personas de Estados Unidos y Europa han desarrollado esta perspectiva según la cual existe un nexo entre los conflictos de las emociones y pensamientos y la enfermedad, esto ayudando a que se conozca este campo de investigación no sólo en el Quebec (Canadá) sino también en otras partes del mundo. Frecuentemente digo, en el curso de mis conferencias, que tengo un mental que es muy fuerte pero que también tengo una intuición muy fuerte y que el reto más grande de mi vida ha sido y sigue siendo hoy, conciliar ambos. Mi formación académica como ingeniero en electricidad me llevó a concretizar el aspecto lógico y racional de las cosas. La física me enseñó que a una causa está conectada un efecto bien real. Es esta ley de causa a efecto que, más tarde, pude aplicar al campo de las emociones y pensamientos, aunque sea menos tangible que la propia física. Pero ¿es esto verdad? Incluso en un campo que trata de física o electricidad, se trabaja con algo que el ser humano nunca vio: la electricidad. Porque, de hecho, se trabaja con los efectos como la luz, el calor, la inducción electromagnética, etc. Del mismo modo, los pensamientos y emociones no necesariamente son físicos en el sentido literal de la palabra pero pueden tener repercusiones físicas bajo forma de dolencias y enfermedades. Por esto, uno de los objetivos de este libro es demostrar que, a algo no – visible como los pensamientos y emociones hay una reacción que, ella, es física y mensurable, frecuentemente bajo forma de dolencias y enfermedades. ¿puedo medir la cólera? No. Pero puedo tomar la medida de mi fiebre cuando tengo fiebre. ¿Puedo medir el hecho que frecuentemente tengo la sensación de tener que luchar en la vida para lograr lo que quiero? No, pero puedo medir la cantidad de glóbulos rojos que han disminuido cuando tengo anemia. Puedo medir el hecho que la alegría no circula bastante en mi vida? No, pero puedo medir el porcentaje de colesterol sanguíneo demasiado elevado, etc. Entonces, si tomo consciencia de los pensamientos y emociones que hicieron que se manifestara la dolencia o la enfermedad, ¿puede que cambiando mis pensamientos o mis emociones, pueda recobrar la salud? Me atrevo a afirmar que sí. Sin embargo, esto puede ser más complejo o más hondo que la parte en la cual puedo estar consciente. Por esto, puedo tener necesidad de consultar a personas que trabajan en el campo médico o a otras personas que usan otros 7 enfoques profesionales para ayudarme a efectuar cambios en mi vida. Si me he de hacer operar y comprendo lo que me llevó a vivir tal situación, es muy posible que me recupere mucho más pronto de mi operación que otra persona que no quiso saber lo que sucedía en su vida o que lo ignoraba muy sencillamente. Además, si no he comprendido el mensaje de mi enfermedad, la operación o el tratamiento parecerá hacer desaparecer esta enfermedad, pero ésta podrá repercutir sobre otro aspecto de mi cuerpo, bajo otra forma, más tarde. Hay que confiar que cada vez habrá más empresas que tomen consciencia de la utilidad de ayudar a sus empleados en su andar personal, en el plano emocional. Esto permitirá disminuir más los accidentes en la empresa y el porcentaje de ausencias, aumentando a la vez la eficacia individual. Si mi vida personal, familiar o profesional hace que no esté bien conmigo mismo, tendré tantas más probabilidades de “atraer hacía mí”, incluso inconscientemente, una enfermedad o un accidente para poder tener “vacaciones” o para que se cuiden de mí. En 1990, se me ocurrió la idea de redactar un diccionario tratando de las causas metafísicas de las dolencias y enfermedades, y en 1991, inicié la tarea. En aquel momento, no sospechaba la cantidad de trabajo que me esperaba. Por suerte, porque de saberlo, creo que nunca hubiese empezado este proyecto. Pero me dije a mí mismo: “ Una cosa a la vez! Lo conseguiré; voy a trabajar hasta que esté lo bastante satisfecho como para publicar esta obra”. Si menciono esto, es también porque esto requiere mucho trabajo, energía y voluntad para hacer los cambios sobre sí – mismo. Un autor americano escribió un día “Sólo los valerosos y los que gustan de la aventura tendrán la experiencia personal de Dios.” Lo que entiendo de esta citación, es que mi determinación a vencer los retos y el valor de experimentar avenidas nuevas para mí me procuraron cierto estado de realización y de bien estar. Este estado de bien estar corresponde a la salud física, mental y emocional. De 1978 a 1988, trabajé en el campo de los complementos alimentarios que se puede llamar el enfoque orthomolecular, lo cual significa “dar al organismo los alimentos necesarios como las vitaminas, minerales y otros nutritivos, bajo forma de alimento o complementos alimenticios, para ayudar a restablecer o mantener una salud óptima.” Entonces me fundaba en los trabajos de psiquiatras y demás médicos, bioquímicos y diversos investigadores canadienses y americanos (sobre todo) que, por su experimentación, demostraron que dando los nutritivos necesarios, se podía llegar a mejorar, incluso curar en ciertos casos la salud física, mental y emocional. De hecho, existen varios enfoques para obtener una salud óptima que todos tienen su importancia, cada uno de ellos actuando de un modo u otro sobre todos los aspectos de nuestra vida. En 1996, vi un reportaje1 en la 1 También relatado en la revista LIFE de septiembre de 1996 bajo el tema general: “The HEALING revolution”. 8 televisión referente a un hospital, el Columbia-Presbyterian Hospital de Nueva York, en el cual hablaban de un paciente, el señor Joseph Randazzo, que iba a estar operado por tres puentes coronarios. Este paciente se benefició de sesiones de visualización, tratamientos energéticos, reflexología antes de su operación. Durante la operación recibía tratamientos energéticos. Después de su operación, este mismo paciente participó otra vez en sesiones de visualización, recibió tratamientos energéticos y reflexología para permitirle recuperarse más rápidamente. Estas intervenciones dieron su fruto ya que el paciente se recuperó mucho más rápidamente después de esta operación mayor que lo hubiese hecho otro paciente en condiciones habituales. El médico tratante, Mehmet Oz, mencionaba que hacía esta experimentación sobre 300 de sus pacientes para analizar los resultados del añadir estas terapias alternativas al tratamiento médico convencional. Así que el presente libro quiere ser un complemento de cualquier enfoque, bien sea médico o en relación con las medicinas suaves. Trata tanto del enfoque alopático, más médico, como del enfoque holístico que comprende mejor el aspecto físico, mental, emocional y espiritual de mi ser. Deseo ardientemente que todos los profesionales de la salud, al nivel que estén, usen este diccionario como complemento de su práctica, como instrumento de trabajo y de investigación, para ayudar a sus pacientes en su proceso de curación. Por mi parte, experimenté las operaciones, la medicina tradicional, los medicamentos, la acupuntura, los tratamientos energéticos, la radiestesia, la vitaminoterapia, las esencias florales del Dr. Bach, la quiropráctica, la orthoterapia, la iridología, la psicoterapia, el “rebirthing” (respiración consciente), la homeopatía, etc. Sé que si una técnica fuera válida para todo el mundo , solo habría ésta. Pero no es el caso porque el ser humano es el animal del planeta con más posibilidades pero también con la complejidad más grande. Por esto, debo intentar entender comprender por mí - mismo lo que vivo haciéndome ayudar por los demás si es necesario, en el campo respectivo de su competencia. El mismo autor que mencionaba anteriormente escribió un día: “DEBEMOS APRENDER DE LOS QUE SABEN.” Es así como debo buscar lo mejor de lo que existe en cada una de las profesiones. Cuando me encuentro delante de un médico, me digo que él sabe más que yo en medicina y que debo estar atento a lo que me dice y a lo que me propone, dejándome la libertad de elegir luego mi orientación. Del mismo modo, cuando me encuentro delante de un acupuntor, estoy atento a lo que él me dice o a lo que me propone como tratamiento porque conoce mejor que yo el funcionamiento del equilibrio energético de mi cuerpo en función de los meridianos. Es lo mismo para todas las profesiones. El otro día, una dama me decía que no creía en todas estas historias de pensamientos y emociones en conexión con las enfermedades. Le contesté que no 9 era necesario creer en ello. Después de haberle leído algunos textos que se referían a sus dolencias o a enfermedades que ya había tenido o que aún la afectaban, pudimos observar que su actitud había cambiado y que estaba más receptiva a este enfoque. De hecho, hay una parte interna mía que sabe lo que está sucediendo y que lo que se dice de mí corresponde a lo que vivo y que esto no se debe al azar. Aquí, hay que estar prudente: no debo sentirme culpable de lo que me sucede y pensar que se me está diciendo que estoy enfermo por culpa mía. Soy responsable de lo que me sucede pero, en la mayoría de los casos, no es culpa mía. Es el desconocimiento de las leyes que rigen los pensamientos y emociones sobre el cuerpo físico lo que me lleva a vivir situaciones de dolencias o enfermedades. Debo pues tomar consciencia de mi trayectoria personal o, en el sentido amplio de la palabra, de mi trayectoria espiritual. Ahí donde descubrí que no había amor o que lo había poco, debo volver a descubrir que el amor era presente a pesar de todo. No es evidente, dirá Vd.? Pero así es. Si me tiro desde arriba el balcón y me rompo una pierna, diré que Dios me ha castigado? De hecho, existe una ley que se llama la ley de la gravedad que tiende a traerme al suelo. Esta ley no es ni buena, ni mala, es la ley de la gravedad. Aunque me ponga a discutir y estar enfadado contra esta ley porque por culpa de ella, me he roto una pierna, esto no cambia nada a la ley porque la LEY, ES LA LEY. Así es como se contemplan todas las enfermedades como una carencia de amor. Se dice que el amor es el único sanador. Entonces, ¿si esto es verdad, no sería suficiente simplemente dar amor para ver manifestarse la curación? Esto es verdad en ciertos casos. De hecho, es como si el amor tuviera que entrar por ciertas puertas para que se opere una curación, por estas puertas que se cerraron al amor durante heridas anteriores. He aquí todo un campo de hallazgo y toma de consciencia! Este libro no contempla directamente traer soluciones a dolencias y enfermedades sino preferentemente a ayudarme a tomar consciencia de que lo que siento como dolencia y enfermedad procede de mis pensamientos y de mis emociones y que a partir de esto, puedo tomar los medios que veo oportunos para realizar cambios en mi vida. Sin embargo el mero hecho de saber de donde procede mi dolencia o mi enfermedad puede ser bastante para aportar cambios en mi cuerpo físico. En ciertos casos, el cambio positivo puede ser del 50% e incluso del 100% o sea la curación total. Por mi parte, cuando conocí las clases de crecimiento personal en 1988 y pude tomar consciencia de los cambios que se producían en mí, tuve el sentimiento que empezaba a renacer y vi nacer en el horizonte días mejores. Por fin encontré un medio de hacer cambios importantes en mi vida y de ver los resultados. Debía actuar porque estaba en reacción con relación a la autoridad, vivía enormemente en el rechazo, el abandono y la incomprensión. Sabía todo esto pero necesitaba aún encontrar el medio de cambiar, curar mis heridas interiores. Por esto me 10

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laborioso en el curso de los siete años de la producción de este libro. Aprendiendo a descifrar este nuevo diccionario de las emociones, ahora voy .. a leer otra vez lo escrito en este diccionario para estar aún más consciente de lo que El coma viene del griego “kôma" que significa "sueño
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