Description:—Hola, desgraciado, ¿puedo pasar? La frase no era ciertamente afortunada, así que Jim Oversham se quedó mirando malignamente a quien la había proferido. ¿Qué hacer con él? ¿Partirle la cara? ¿O sería suficiente romperle los dos brazos, la nariz y la boca, y dejar la cara para otra ocasión? Bueno, la verdad es que en un instante mil soluciones pasaron por la vivaz mente de Jim Oversham, pero al final se decidió por la más pacífica y cortés de todas: —Cómo no, pedazo de cabrón —sonrió—. Pasa, hombre, pasa.