Description:Antes de darle la marcha al coche, Montgomery Finters echó una mirada a su casa. Y fue una mirada que en aquellos momentos hubiera querido tener el poder de destruir… ¡Malditas mujeres aquéllas! La casa era de planta baja y un piso, con un interior aparentemente grato y acogedor. Pero a él, allí dentro, el aire se le hacía sencillamente irrespirable. Se ahogaba, se asfixiaba. No podía resistirlo. El día menos pensado lo echaría todo a rodar…