Description:Victory Hacker acariciaba con mano temblona el sudoroso flanco de su yegua, nerviosa aún a causa de la fantástica carrera que acababa de sufrir, y al mismo tiempo miraba de reojo a aquel solitario forastero, que tan oportunamente había puesto el Destino a su paso para librarla de una muerte cierta. La yegua, asustada por un lobo que les había salido al paso entre los árboles, se lanzó a una desenfrenada carrera que su mano fina no pudo detener, y yegua y jinete devoraron varias millas en un galope de vértigo sin rumbo fijo, pero que de modo inexorable les llevaba hacia una de las innumerables y profundas simas del Monte San Juan.