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el fin del Antiguo Régimen y el nacimiento del capitalismo burgués en los «Episodios Nacionales PDF

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Pérez Ga1dós: el fin del Antiguo Régimen y el nacimiento del capitalismo burgués en los «Episodios Nacionales» por el Académico de Número Excmo. Sr. D. JUAN VELARDE FUERTES (*) Señor presidente; señores académicos: Para tratar de entender lo que le su cedíaa la economíaespañola,he empleado,desde hace muchos años fuentes pu ramente literarias. Considero que no usar lo que capta la sensibilidad del buen escritor, seria un errordescomunal. Por supuesto que ello implica no abandonar las noticias recogidas por el espejo situado por los novelistas en la orilla del ca mino, de acuerdo con la bella imagen de Le Rouge el leNoir stendhaliano. Pero también me he encontrado con que los poetas, o los dramaturgos, ofrecen inte resantísimas informaciones. El mejorcomplemento y refrendo a la gigante obra Carlos Vy sus banqueros de Carande lo he encontrado en la lectura de las bellí simas y barrocas poesías de Quevedo. Viniendo a tiempos contemporáneos, fui capaz de ofrecerun pequeño cursillo, hace ya muchos años, en el CEU, sobre la economía española vista en la poesía de Antonio Machado, y aún recuerdo el gesto curiosode LuisRosales,cuando,anteél,comencéa desmontarelpoemacé lebrede Chamizo,LajesadelaMorgaña. paraaclararen unasesiónde trabajoso bre Extremadura,cómoera un latifundiode esa región en el marco de la agricul tura tradicional española. Sin el mensaje revolucionario socioeconómico ¿qué quedaría del espléndido parlamento de Marco Antonio en elJulio César de Sha kespeare? Y en otro plano, ¿quién dibuja de mano maestra lo que es un econo mistahistoricistasinoIbsenen HeddaGebler?Yesa especiede agobiadasituación (*) Sesión del martes 25de abril de 1989. 19 económica producida por la Restauración, ¿no quedó reflejada para siempre en Tres sombrerosdecopa de Miguel Mihura? Poreso, a lo largo de mi vida profesio nal, con unas últimas colaboraciones en numerosos números de Economistas, en la sección El revés del espejo. he procurado extraer de obras literarias noticias valiosas sobre la realidad económica l. I Acontinuaciónofrezcoun censode mis principalestrabajos en este sentido:Literatosespañoles ante nuestra decadencia económica, en De Economía, enero-abril 1954.año VII, n." monográfico 111, págs. 349-386;Azorínantelosproblemaseconómicosespañoles. enAlcalá. 10marzo 1954.n,"52.págs.8-9; Gironella. laSegunda Repúblicay laEconomíaEspañola, en CorreoLiterario, 15marzo 1954.añoV.n." 92.págs. 8-9;LuisRomero, «LaNoria» ylaEconomiadeEspaña, enCorreoLiterario, 1enero1954.añoV. n."87.pág.3;recensiónde la obrade Ramirode Maeztu,Elsentidoreverencialdeldinero, en Revista de EconomíaPolítica.septiembre-diciembre 1957.vol.VIII. n."3.págs. 1421-1424;GinerdelosRiosyladi fusión delaeconomía, enRevista deOccidente,junio1965.2.8época.año111,n."27.págs.357-362;Ciudad Rebeldeosobre la problemática cubana. en Arriba, 13.14.15Y16de mayo 1970.respectivamente n." 11.687.11.688.11.689Y11.690dela11época.en lapág.2decadauno.antecediendoalprimeroun Elo giodelfolleton. puescomofolletónsepublicó;Azorin, reformadorsocioeconómicodeEspaña, enAnuario deCiencia Económica, 1973.n."4.Madrid.ColegioUniversitariode SanPablo(CEU). 1973.págs. 141 155;Más para rescataralpoeta, prólogo al volumen En elprimerCentenario desu nacimiento. Antonio Machadoy Ruiz. ExpedienteAcadémicoy Profesional 1875-1941.Madrid.Serviciode Publicacionesdel Ministeriode EducaciónyCiencia. 1975.págs. VII-XIII;Chamizoy ellatifundiotradicionalextremeño, enelvolumenUISeminarioBravoMurillo. Comunicaciones. Badajoz,enero 1978.págs.65-78;Novelade quiosco.Crímenesmanchegos, enRevista deAsturias, 25enero1979.añoI.n.?2.pág.6;Efímeroesplendor. ElsigloXIXcomoantecedentede laeconomiade hoy, en Ya,8marzo 1980.afio XLV. n.O 12.974.pág. 7; Unaconversación con ValentínAndrés, enLosCuadernosdelNorte, enero-febrero 1980.afio1,n.?O.págs. 58-61;Sobrelafabricacióndeunanovela,en LosCuadernosdelNone, abril-mayo 1980.añol.n."I(espe cial). pág.80;Elretratodelosestudiosos:Mircea Eliadeen LosCuadernosdelNorte,junio-julio1980.año l. n.?2.págs. 72-73;Crimeny catedralenAsturias, en Los CuadernosdelNorte, agosto-septiembre 1980. año1,n.v3.págs. 58-59;UncrimenalfinaldelAntiguoRégimen, en LosCuadernosdelNorte,octubre-no viembre 1980.añoI,n."4.págs. 162-163;Historia mágicadeAsturias, enLos CuadernosdelNorte, enero febrero 1981.afio Il, n."5.págs. 80-81;Los nuevos libertinos. en Los Cuadernos delNorte, marzo-abril 1981.año11.n."6.págs. 95-96;Mamaé, señoritadeTacna,en Los CuadernosdelNorte, mayo-junio 1981. añoII.n."7.Extra.págs. 137-139:UnanotasobrevariantesenlasMemoriasdeCasanovaylacolonización deSierra Morena, enAgriculturay Sociedad, enero-marzo 1981.n."18.págs. 245-252;Pavana en unadis coteca,en Los CuadernosdelNorte,julio-agosto 1981.año II. n."8.págs. 85-87;La marquesitadeLoria xx. abreenMadridelsiglo enLos CuadernosdelNorte.septiembre-octubre1981.año11.n."9.págs. 105 106;Recuerdosdelporvenir.oNostradamusprofetizasobreLlanes, enLos CuadernosdelNorte,noviembre diciembre 1981.año11.n."10.págs.88-89:Unamunoy losestudiososespañolesdeeconomía, en Investiga ciones Económicas, enero-abril 1982.n.? 17.págs. 5-22:El hombrey losanimales, en Los Cuadernosdel Norte. marzo-abril 1982.año I1I,n," 12.págs. 103-104:Un rumano universal. en Ya,2julio 1982.afio XLVII,n."13.692.pág.63;Nota deurgencia sobreaspectosliterariosde ValentínAndrésAlvarez, enAnales dela RealAcademiadeCienciasMorales y Políticas,cursoacadémico 1981-1982.1982.año XXXIV.n." 59. págs. 359-382; La novela de quiosco, en Mirador de la Complutense, enero 1983. n." 3. págs. 11-12;Dunsany, enlanovela dequiosco, en MiradordelaComplutense. febrero 1983.n.?4.pág. 11; La Sombra, política, enMiradordelaComplutense, marzo 1983.n."5.pág. 13:Ortegaentreseconomistas, en Ya,8mayo 1983.año XLVIII. n."13.995.pág. 40;Odisea planetaria, en Miradorde la Complutense, mayo 1983.n."6.pág. 23;El mundodeAgathaChristie, en MiradordelaComplutense, junio-julio 1983. n."7.pág. 21;Llantopor una muchachamontonera, en Ya.9julio 1983.añoXLVIII.n."14.009.pág. 52; Elhumoren lapostguerra española, en Ya,9julio 1983.añoXLVIII.n.?14.009.pág. 52;Borges,en Ya,2 septiembre 1983.añoXLVIII.n."14.056.pág.5;VuelvelaEraglacial, enMiradordelaComplutense, sep tiembre 1983.n."8.págs. 12-13;PremioNobelalaCiencia Ficción,enMiradordelaComplutense, noviem- 20 En mis indagaciones había recogido, de modo informal, mucha información sobregrandes escritoresespañoles: Azoríny Unamuno porejemplo. Pero me ha bíadetenidofrente a ese trío espléndidode Galdós, BarojayValleInclán. Decido rompereste largo silencio coneste trabajo sobre el primero,limitado a los Episo diosNacionales 2. Porsupuesto que las perspectivas completas del mismo se enri quecerán de modo extraordinario cuando dispongamos del trabajo, con toda se guridad espléndido, que sobre Galdós nos proporcionará nuestro compañero CarlosOllero. Pero una vez recogidoel materialexiste una especiede inercia que obliga a escribir sobre lo que se tiene trabajado, al menos parcialmente, sin perjuicio de rectificaciones posteriores. Dejo a un lado, también, cualquier otra cuestión relacionada con investiga ciones filológicas, biográficas o históricas. Lo que inmediatamente sigue es,sólo, algo así como el acta notarial que considera Galdós que debe levantar sobre la realidadsocioeconómica que percibeen la Españadel sigloXIX, a partirdel mo mento en que abandona el acompañamiento del Antiguo Régimen,conel motín de Aranjuez y la guerra de la Independencia y hasta que, con la Restauración -yen ella, con esa fusión de Constitución de 1876y de viraje proteccionista de 1875-yconCánovas concluye el análisis efectuado en los EpisodiosNacionales. Se trata de una etapa apasionante de nuestra vida económica. Muy bien la sintetizóasí Floresde Lemus: «Generalmentesesitúaelorigendel resurgimiento de España en la reacción nacional que siguió a la pérdida de las Colonias...Para bre 1983,n.?9.pág. 16;Memoriafamiliar; en Los CuadernosdelNorte, septiembre-octubre 1983.añoIV, n.?21,págs. 96-98;Memoriasy olvidos. en Ya.29enero 1984.añoXLIX. n.?14.189.pág. 36;RojaGra nada. en Mirador de la Complutense. diciembre 1983-enero 1984.n," 10.pág. 11:El «día siguiente» en Rota.en Ya.7marzo1984.añoXLIX.n."14.227.págs.5-6;Aniceto SelaenlasredesdePamela.enEcono mistas. febrero 1984.n.?6.pág.56;Excelentesanálisissobre«Lo regenta».en Ya,6mayo 1984.añoXLIX. n,"14.286.pág.37;Elrevésdelespejo,enEconomistas, abril1984.n."7.pág.60;ElcowboyqueleíaaStuart Mill, en Economistas. abril 1984.n."7.págs. 60-61;León Felipey Santander. en Ya.5agosto 1984.año XLIX.n."14.377.pág. 31;Villamedianaoladecadencia económica. enEconomistas, 1984.n.?8.págs. 60 61;La noveladelacrisisdelaagricultura tradicional, en Economistas. agosto 1984.n."9.págs. 52-54;En Mantuleasa. Bucarest, en Economistas, octubre 1984.n.?10.pág. 58;Elwolfram y la Economíaespañola. en Economistas. diciembre 1984.n." 11extraordinario. págs. 238-340;Lo cruel ensalada de Patricia Highsmith, enEconomistas, febrero 1985.n,"12.págs. 58-59;ElJulio Vemedelarobótica.enEconomistas, abril 1985.n,"13.págs.60-61;Losnuevospobres,enEconomistas. agosto 1985.n,"15.págs.80-81;La no velaperdidasobrePanamá. enEconomistas. octubre1985.n.?16.págs. 76-77;Cuandonoseponíaelsolen elmundoburguéscapitalista, enEconomistas. diciembre 1985.n."17extraordinario.págs.'266-267;¿Ysi elTajofueseelDanubio? en Economistas, abril-mayo 1986.n,"19.págs. 64-65;Elantitlrwell. en Econo mistas. junio-julio1986.n."20.págs. 60-62;Cuandohayun espejoenelrevésdelespejo,en Economistas. agosto-septiembre 1986.n."21,págs.64-65;Elsubmarinoque escogióelcapitalismo. en Economistas. oc tubre-noviembre 1986.n.?22.págs. 72-73;Pisando ladudosa luz dela utopía. en Economistas. febrero marzo 1987.n."24.págs.72-73;EladiosaBloomsbury, enEconomistas. abril-mayo1987.n,"25.págs.76 77;Economíadelarevolucióny delaguerra.enEconomistas, junio-julio1987.n.O26.págs.68-70;Laeco nomíadesdePernallesydecómo laencontróensuperegrinarunobispodeAbisinia, enEconomistas. agosto septiembre 1987.n."27.págs. 74-75;A Eliot.desdelaEconomía, enABC, 2octubre1988.n.O22.650.pág. 97;Nota sobreel «Diccionario de Economía» de R. Tamames. en Economistas, junio-julio 1988.n.?32. págs. 51-54;Castillaolasilusionestruncadas. enABC, 27noviembre 1988.n.?26.706.pág.85.yGaldos.o elnacimientodelcapitalismo, en ABC, 26marzo 1989.n."26.lQ1,pág. 45. 21 los queestudien a fondo eldesarrollo de la Economíaespañola, no puedeser du doso que ese resurgimiento venía preparándose de tiempo atrás. En general, du rante el siglo XIX, España no ha estado tan inactiva en el terreno económico comogeneralmentesesupone. En plenaguerrade la Independencia,recibeelde recho de propiedad su característica liberal moderna. Sigue la obraenorme de la desamortización, y con ella, un progreso cultural agrícola importante, aunque mal estudiado,especialmenteen la región meridional,en Andalucía. Amediados de siglo serealiza la reforma financiera quedio alas institucionesde la Hacienda de Españala constituciónquetodavíaconservafundamentalmente,yquehaper mitido a la nacíón remontarperíodos tan difíciles de su historia. Siguenla era fe rroviaria y las grandes reformas liberales de la revolución; y después de la paz que significa la restauración de la monarquía, se realizan la reforma bancaria y la reorganización del crédito público, los grandes progresos de la producción vi nícola, yla repatriación de la Deuda,yfinalmente, la era de florecimiento indus trial bajoel régimendel Arancelde 31de diciembrede 1891,quesecontinúaen el períodode actividadde los últimosaños del siglo XIXyde los quevantranscurri dos del Xx» 3. La situación que se heredaba previa a esta llegada a España de la revolucíón burguesa era mala. Se dice en Trafalgar: «Así andan las cosas de España; luego hambre y más hambre...,todo tan caro..., la fiebre amarilla asolando a Andalu cía...»,Yaños después tampocohabían mejorado mucholas cosas, puesen elvo lumenLarevolución dejulio se asegura: «Yosoy una ignorante que ha leído en el librogrande de las cosas,tales como son, y ha visto de cerca a España en cueros, musculosa, cargada de cadenas. Viviendo en ella y con ella es como nos instrui mos. Yosé más que tú, porquesélo que cuesta el pedazode pan negro que selle van ala boca, para no morirsede hambre,cientosde miles de españoles». EnLos duendesde lacamarilla se lee: «Mientras los cortesanos sehartanen banquetes,el pueblocena pan seco, ypor no tenercarbón quevale, como sabeis, a catorce rea les, no puede ni calentaragua para hacer unas tristes sopas...». La situación, por supuesto, va a llegar al Sexenio Revolucionario. Por eso se consigna en Prim: «Pasójunto a los carboneros la tropa sublevada...[Pobregente! Para ellos no ha bía másobstáculostradicionales que la nieve yventisca,la miseria yel bajo precio del carbón» Sin embargo,la pobrezaesdiferentesegúnlas diversas zonasespa- 4. 2 Probablementesiempremelimitaréaesto.porquemi mujerha papeleteadocon ahíncoelresto delaobranovelísticagaldosianadesde hace muchosañosyladebílisimaesperanzaque yasientode queordeneeltrabajoylopubliqueseesfumaríasiyocayeseen latentacióndeescribirlamenorcosa sobre Villamil yelincometax deMiau o sobre JuanitoSantaCruz yelcomerciomadrileñode la in mortalFortunata yJacinta. En esta intervención también me beneficiéde tresoportunísimasreferen cias a las alusiones a la economía verificadas porGaldósen los Episodios Nacionales. que debo a la amabilidad ysensibilidadde Diego Jalón. 3 En su artículo publicadoen The Times: la cita esde laversiónespañola. tituladaAlgunosdatos estadísticossobreelestadoactualdelaeconomíaespañola. enLaLectura. octubre1914.añoXIV,tomose gundo. n,? 166.págs. 175-176. 4 Respectivamente.B.PÉREZGALDÓS:Trafalgar.en EpisodiosNacionales.Madrid.PrimeraSerie. Librería y Casa Editorial Hernando, 1927.pág. 49; La revolución dejulio. Episodios Nacionales. 22 ñolas. Lo que después sevaa diferenciarentrela costa, consus zonas de evidente acumulacióncapitalista, sobre todo comoconsecuencia,ya del tráfico con Euro pa -caso de Bilbao-, ya con América -caso de Cádiz-, o como resultado de una incipienteindustrialización-queera lo quesucedíaen Barcelona-,yelin terioragrario de secano, seexhibe con nitidez en los puntos de vista galdosianos sobre la economía del Antiguo Régimen: «En Cádiz no han abundado tanto comoen otroslugareslos mendigos haraposos ymediodesnudos; esos escuadro nes de gente llagada,sarnosaeinválidaque aúnhoy nos sale al encuentroen ciu dades de Aragón y Castilla. Pueblo comercial de gran riqueza y cultura, Cádiz carecía de esa lastimosa hez» 5. Galdós nos va aexponeren losEpisodiosNacionales los factores esenciales del cambio de nuestra economía desde diez perspectivas esenciales: el papel de los comerciantes; el de las contratas con el ejército; el de la corrupción administra tiva y política; el del establecimiento del derecho de propiedad dentro de una ideologíaliberal moderna; elde la desamortización; elde la esclavitud antillana; el de la usura; el de las innovaciones relacionadas casi siemprect>n la llegada de capital extranjero; el de la búsqueda de algún tipo de protección; finalmente, el de la protesta violenta social, de tipo espartaquista. En esta serie novelística no hay ninguna consideración especial del papel de la reforma tributaria del 45. Vayamos a examinarlas precisamente por este orden. EL PAPEL DE LOS COMERCIANTES En esas zonas más ricas, en las que por supuesto se encontraba Madrid y su zona de influencia, había nacido una burguesía de origen comercial, que poco a pocoiba adquiriendo todo un conjuntode valores urbanos, no rurales. Estos, sin embargo, pugnaban continuamente por resurgir. Tal era el caso del comerciante de Madrid don Mauro Requejo, en cuya familia sonvisibles estas tensiones. Ha bla así Requejo 6: «En fin...algo se ha hecho, gracias a Dios ya nuestro trabajo. Si fuera a hacercaso de ésta, compraría tierras y más tierras. Aésta no le gustan sino las fincas», a lo que replica su hermana, esdecir, ésta. al insistiren el punto de vista rural: «ycon razón: siéste me hiciera caso...todas nuestras ganancias se emplearían en tierras de labor». Y al hilo de unas fincas cercanas a la laguna de Ontígola, Requejo muestra cómo ha cedido en relación con la inversión agraria: «Esta se empeñó en que me quedara con ellas, y al fin me decidí. Allá en el país tenemos muchas más, que hemos ido comprando poco a poco». Madrid,CuartaSerie,LibreriayCasaEditorialHernando,1926,pág. 162;Losduendes delacamarilla, EpisodiosNacionales.Madrid,CuartaSerie,Sucesoresde Hernando,1919,pág.291;Prim, Episodios Nacionales. Madrid,Cuarta Serie, Librería yCasa Editorial Hernando, 1930,pág.240. 5 B.PÉREZGALDÓS: Cádiz, Episodios Nacionales. Madrid, Primera Serie, 1927,pág.211. 6 B.PÉREZGALDÓS: El19demanoy el2demayo, EpisodiosNacionales. Madrid, Primera Serie. Obras de Pérez Galdós, 1902,págs. 31y32. 23 La actividadde este Requejo era muy importante,yde la relaciónquesigue se desprenden tres cosas: el permanente papel lusitano en conexión con Gran Bre taña, queelevaríaRicardoa lacategoríade ejemplar,conel famosopañoinglés de la teoría de los costes comparativos, precisamente en el mercado portugués, que ni elbloqueocontinentalnapoleónicolograba frenar; los restos de la vieja indus tria textil castellanay,finalmente, la alta rentabilidadde la ventade los perfumes, con 10quesesubrayanciertastesis que, paralos economistas,ordenaría Sombart en Lujoy capitalismo. He aquí el texto: «Los Requejos vendían telas de lana yal godones, a saber: pañuelos del Bearn, género muy común entonces; percales ingleses que desafiabanen la frontera portuguesa las aduanas del bloqueoconti nental; artículos de lana de las fábricas de Béjary Segovia; algunas sederías de Talavera y Toledo; y por último, viendo don Mauro que sus negocios iban siem pre a pedir de boca, se metió en los mares de la perfumería, artículo eminente mente lucrativo» 7. La galería muy minuciosa de los comerciantes galdosianos yde sus actitudes vitales es importante. Constituyen estas gentes, que eran poco más que arrieros y usureros buena parte de las veces, una especie de caldo de cultivo de donde va a surgir grandísima parte de nuestra clase empresarial a partir de la época isabe lina, desde los banqueros a los fabricantes De Primitivo Cordero escribirá: 8 9. «Su comercio de hierro(era) un modelode buena fe,créditoyorden. En las rela ciones sociales fue siempreunhombre muy ejemplar: a nadiecalumnió,ni estafó ni maltrató. Sino odiara con toda su alma a los serviles, sele tendría porpaloma torcaz antes que por hombre. Con sus amigos es leal ycariñoso,y su opinión de buen muchacho está tan arraigada que ha llegado a ser dogma de fe desde los portales de Bringas hasta el portillo de Gilimón. En su casa es modelo de padres y esposos. Para que nada le falte, hasta es buen católico y cumple con la Iglesia sin dar que decir al sacristán de su barrio, ni menos al cura, que saben 10que pesan la cera, las limosnas y las misas del señor don Primitivo Cordero» 10. Pero en la casta de los comerciantes Cordero, también anidaba el gusano de la llamada bucólica como inversión: don Benigno Cordero también tiene fincas en «los Cigarrales de Toledo, donde poseían extensas tierras y una casa de la branza», pues era «muyaficionadoa la dulcevida del campo» Incluso «eraya 11. 7 B.PÉREZ GALDÓS: El19demarzoy el2de mayo, ob.cit..pág. 128. 8 VéaseelensayodePedroTEDDEDELORCA:Comerciantesybanqueros, madrileñosalfinaldelAnti guoRégimen. enelvolumenHistoriaeconómicaypensamientosocial.EstudiosenhomenajeaDiegoMateo delPeral.Madrid, Alianza, 1983,págs. 301-331,yla interesanteobra de José RAMÓN GARCÍA LóPEZ: Loscomerciantes banquerosenelsistema bancario español. Estudio decasasdebanca asturianaenelsiglo XIX.Gijón, Universidad de Oviedo, 1987. 9 Ladinámicade loscomercianteshacia las actividadesindustrialesen elsiglo XIX falta porin vestigarde modo adecuado. lo B.PÉREZGALoós: 7dejulio, EpisodiosNacionales.Madrid,SegundaSerie,ObrasdePérez Ga1 dós, 1904,pág. 83. 11 B. PÉREZ GALDÓS: Los apostólicos. Episodios Nacionales. Madrid, Segunda Serie, Obras de Pérez Galdós, 1904,pág. 188. 24 cosa decidida en el espíritu del bueno del comerciante liquidarcuenta, traspasar la tienda, renunciar al comercioy hacerse labrador para el resto de sus días» 12 • Estos comerciantes no eran, en aquella época, sólo los que tenían tienda abierta permanente; también buhoneros yotros tratantes y traficantes parecidos significaban entonces mucho: «La soledadde Atienza se alegró estos días conla llegada de los maranchoneros... Son éstos habitantes del no lejano pueblo de Maranchón, que desde tiempo inmemorial viene consagrado a la recría y tráfico de mulas...Ello es que recorren ambas Castillas con su mular rebaño, y por su continua movilidad, por su hábito mercantil y su conocimiento de tan distintas regiones, son una familia,porno deciruna raza,muy despierta...Alegranlos pue blos ylos sacan de su somnolencia, soliviantan a las muchachas, dan vida a los negocios y propagan las fórmulas del crédito: es costumbre en ellos vender al fiado las mulas, sin más requisito que un pagaré cuya cobranza se hace después en estipuladas fechas» 13. Este mundo comercialestá dispuesto a defender, incluso llegando a la violen cia, sus puntos de vista que rompen, radicalmente,con los propios de losserviles, esdecir, conlos del Antiguo Régimen. Loexplicaráasí Galdós al relatarla suble vación de Riego en Cabezas de SanJuan: «Debo advertirque en marzo de 1820 yo notaba en la población un movimiento mucho más espontáneoygeneral que en mayo de 1814. Todos los tenderos, todo el comercio alto y bajo de los barrios del Surydel Centro se asociaba al impulsocon una franca y natural alegría que me llenóde admiración. En los empleados,en todo elpersonal de la clasemedia, había un sentimiento de simpatía que más tarde llegó a manifestarse en he chos» 14. La Milicia Nacional fue su brazo armado revolucionario. Veámoslo en el ya mencionado Primitivo Cordero, comerciante y Capitán de las Milicias: «Era el tal capitán figura demasiado grande y luminosa en el cuadro de los sucesos de 1822para queledejemos pasarcon una simple mención. Fue su cuna la calle de Toledo y un comercio de hierro muy acreditado que heredó de su honradísimo padre,yque, beneficiadoporél,pudo transmitira sus honradísimos hijos yasus honradísimos nietos, que fueron, años adelante, tan milicianos nacionales como él. Más que un hombre, don Primitivo Cordero era una especie. Su morrión, como las flores que se reproducen de año en año, ha brotado, digámoslo así, en períodos diversos, siempre con igual lozanía» Más adelante veremos cómo 15. esta energíaactúa,también,al servicio de ideas proteccionistasque estos iniciales milicianos nacionale: estaban bien lejos de tener. Esta actividad comercial no sólo tenía tendencia a replegarse hacia elcampo 12 B.PÉREZGALDÓS: Los apostólicos,ob.cit..pág. 206. 13 B. PÉREZ GALDÓS: Narváez, Episodios Nacionales. Madrid, Cuarta Serie. Sucesores de Her nando, 1917,págs. 104-105. 14 B.PÉREZGALDÓS:Losegundacasaca. EpisodiosNacionaLes. Madrid,SegundaSerie, Libreriay Casa Editorial Hernando, 1925,pág. 243. " B. PÉREZGALDÓS: 7dejulio. ob. cit.,pág. 83. 25 y no sólo creó las condiciones para que surgiese un buen espíritu empresarial, sino que produjo cuatro consecuencias: la especulación en solares, al convertir las ciudades,ymás concretamenteMadrid, tierras agrarias en zonas urbanas; las compras de artículos de lujo, que contribuyeron, como resultado de sus dispen dios excesivos, a alterar las estructuras de propiedad a través de situaciones de ruinayenriquecimientosuperpuestos; la usuray,muyespecialmente,al disponer de fondos, la compra de bienes nacionales. De lo primero es muestra esta noticia: «La semana pasada hemos comprado un terreno muygrande más allá de la Era del Mico, pagándolo como fanegadas de pan llevar, ydentro de algunos años, si Madrid crece ycrece, como dicen que crecerácuandohayaferros-carriles, lovenderemosatantoelpie...Fueradeesto,es posible que nos quedemos con una finca muy buena en la Vegade Añoveros... Nos sale por una bicoca, y es tal, que poniéndola riego, será, según dicen, el Potosí del espárrago y la California del melón...» 16. La conmocióneconómicaoriginadaporelcomercio,conla doble consecuen cia de desbaratarla industria textil tradicional y de arruinar a parte de los com pradoresde estos artículosde lujo, tampocoessoslayadaporGaldós: «La miseria proviene de estas modas malditas que traen ahora trastornados a los pueblos, y de las muchas telas que aquí llegan, falsas como Judas, tejidas como telarañas, perolucidasala vista, ybaratas,eso sí,conunabaraturaquedesvanecea los ton tos y aburre a nuestros tejedores. [Vayaunos lienzos indecentes que nos traen, y unas estameñas y unas tarlatanas que mirados al trasluz parecen cedazos! Pues los montereros también andan de capa caída.Ahora salenestos brutosconla te cla de que las monteras de pellejo, para diario, no son elegantes, y algunos se cubren las chollascon esos buñuelos de paño que vienen de las Provincias Vas congadas...Y habéis de ver a las chicas vistiendo ya a la moda de Madrid, con esas indianas de a dos reales la vara yesos pañuelos de listas que hasta parece que no visten, sino que desnudan» 17. En cuanto al efecto de alteraciónen costumbresyfortunas a través del despil farro privado, Galdós apunta: «Pero a mí me dice la razón natural que la barre derade bolsillos no acabará mientrasvengantales inventos nuevosdecomodida desyregalo del vivir,porqueellos traenlas tentaciones,ylos hombresde acá, que han visto cómo triunfanygastan los extranjeros ricos, quierenser comoellos. La tierra no lo da, que si la tierra lo diera, todos nadaríamos en la bienandanza; y estando secos los pechos de la gran madre, el hombre fino y agudo, que apetece buenavida porqueelcuerpoyhastala mesma ilustraciónselo piden, porleyna turaldeja crecersus uñas todo lo queselemermala voluntadde trabajar. Loco es en Españaelque fíedel trabajoparavivir a sugusto, que de su sudorno ha de sa carmás que afanesyserelhazme reir de losquemanipulanconlotrabajado» 18. 16 B.PÉREZGALOÓS:Las tormentasdel48.EpisodiosNacionales.Madrid,CuartaSerie, Libreria y CasaEditorial Hemando, 1926,pág. 298. 17 B.PÉREZGALOós:Narváez, ob.cit.,págs. 96-97. 18 B. PÉREZGALOÓS:Las duendes delacamarilla, ob.cit.,págs. 290-291. 26 La burguesía madrileñaselanzacondenuedoen este sentido: «Vigenteinnu merable que compraba, o al menos que veía y regateaba. Aquel género de pura distinción y lujo también se va poniendo al alcance de los que no tienen sobre qué caerse muertos. Compran los ricos, los que disfrutan de un modesto pasar,y los empleados de catorce mil reales que dan reuniones en su casa,yse prometen mayorostentación, [cuando logren el ascenso a diez y seis mil!...[El mundo está perdido!...Cuando María Ignacia y yo comentábamos a solas nuestra correría por las tiendas de tan grande novedad, me dijo ella: «¿Tú que te creías, que Madridno progresa?Puesdéjatequeponganlos ferrocarriles; veráscómosecue lan aquí todos los adelantos». Y yo: «Ya veo, ya: nuestro pueblo secasimila los progresosdel lujoyde la comodidadmás pronto de lo queyo pensaba.Tenías ra zón en decírmeque estas cosasinsignificantesycomunes merece que seles inda gue elbusilis...Relacionoestos hechos...conla epidemiareinante,quellamanpa sión deriquezas,fiebrede lujoy comodidades. Así nos lo cuentanyasí lo vemos con nuestros propios ojos». Se completa un poco más adelante con este diálogo: «y ella: Nohaydudade que los españolesquierenentrarporelcaminode la ilustra ción, madre del bienestar».Yyo: «Pero no empiezan porel principio, que es ins truirse y civilizarse, para después gozar. Dicen; gocemos, y luego nos civilizare mos. Ven todo ese material bonito y elegante que los extranjeros han inventado para su goce, para su descanso y recreo; y tomando el fin porel principio, piden que vengan acá esas maravillas, las compran, las usan, quieren gozar de ellas, creyendo que con adquirirlas y poseerlas son tan civilizados como los que las inventaronyluegolas hicieron. Signode cultura sonlas ricas alfombras,las tapi cerías, los sillones de muelles en que se hunde el cuerpo perezoso. Pues tráiga mela,dicen: decoraréconello mi casa, medarétonode hombreculto,yyaseverá luego de dónde saco los dineros para pagarlo. No ha de faltar un buen negocio, un repentino hallazgo de veta minera, un cambio político, un premio de lotería, una herencia de tíos de América...» 19. ¿Cómo era posible mantener estos dispendios? Por supuesto, en el interior, con descapitalizaciones de importantes fortunas privadas que pasan a otras ma nos: «La aristocracia,que no sabe administrarsu riqueza, ni cuidarsus fincas, se va quedando en los huesos. Toda la carne viene a poder de los del estado llano, quecadadía afilan más las uñas,yacabarán porserpoderosos...[Comoquetam bién están afanando lo que fue de frailes y monjas!» 20. La quiebra de grandes casas aristocráticas, como consecuencia de todo esto, era bien palpable: «Aprovechó Eufrasia un oportuno ratito para decirme: "No sabe usted nada del empréstito de su amigo Aransis (un gran aristócrata, que podría ser el duque de Osuna, por ejemplo). Trabajillo ha costado a Gregario quien cargue con ese mochuelo; pero al fin veo que...Vamos, que parecieron los cuartos...No me preguntequiénlos dará.Ni lo sé,ni selo diría aunquelo supiera, 19 B.PÉREZGALDOS: La revolución dejulio. ob.cit..págs. 60-62. 20 Cfr. B. PÉREZGALDÓS: Las tormentas del48.ob.cit..págs. 78-79. 27 que esas cosassonmuy reservadas. Lo que síledigo yleruego esqueuse ustedde toda la influencia que tiene con su amigo para irle quitando de la cabeza esa va nidadestúpida,puessino seenmienda,prontodará en tierraconesa casa, un día tan poderosa, hoy resquebrajada y tambaleándose como los borrachos"...» 21. LOS CONTRATOS CON EL EJERCITO En mediode las cuatroconmocionesbélicasque, sobretodo, presidennuestra historia del siglo XIX -la guerra contra Inglaterra, la de la Independencia, las contiendas carlistas y la serie de luchas para la emancipación americana-, los contratos de suministro al Ejército se convirtieron en un poderoso elemento de acumulación de fondos en favor de personasimplicadasen estas actividades. Era lógico que desde esta posición se opinase como sigue: «[Paralización! ¡Vayauna música! Bien ála vista está que concluida la guerra salen porahí hombres riquí simos que anteseran pobres. ¿Usted no ha oído hablarde uno que hace años, no sécuántosaños,ibavendiendopajaconunareatadetres mulas?Puesahíletiene usted, hecho un caballeromillonario,que de algo leha validoelsuministraralos ejércitos tanta paja ycebada. ¿y qué me dice de los maragatos que antes venían aquí con sus cargas de trigo de Castilla, ydespués, llevando víveres al Ejército o haciendo que los llevaban, se han forrado de dinero?» A esto agrega algo des 22. pués, irónicamente: «... Ahora va a salir otra grandeza nueva, la de los que ven dieron paja y después compraron dehesas de frailes; la de los que daban de co mer a las tropas, y luego establecerán los adelantos. haciendo caminos nuevos y poniendo máquinas para todo...» 23. Todos estos planteamientos acaban relacionándose con multitud de cuestio nes de Guerray capitalismode Sombarty,através de Galdós,sejuzgancomo muy corrientes y para cualquiertipo de Ejércitos. Porejemplo: «Diré brevementepor qué estaban allí los dos franceses. Un oficial de Administración militar fue en buscade mi tío-setratabadel comercianteyacitadoMauro Requejo-paraha blarle de no sé qué particularidades relativas al contrato de abastecimientos» 24. No siempre los resultados eran sistemáticamente favorables. Un caso bien claro es el controvertido de Mendizábal. He aquí una conversación en relación con esta polémica: 21 Cfr.B.PÉREZGALDÓS:Lastormentasdel48,ob.cit.,págs. 150-151.Sobreelduquede Osuna.fue muy famosoellibrode AntonioMARICHALAR:Riesgoy venturadelduquedeOsuna. en Vidas españolas ehispanoamericanasdel siglo XIXEspasa-Calpe, 1930.La quiebrade lacasade Osunaha dadolu gar aliteraturamásreciente. Destacaríaloque señalaPedroTEDDEDE LaRCAen su ElBanco deSan Carlos(1782-1829), Bancode España. Madrid.Alianza Editorial. 1988.págs. 272-273. 22 Cfr. B.PÉREZ GALDÓS: Montes de Oca, Episodios Nacionales. Madrid. Tercera Serie. Obras de PérezGaldós. 1900.pág. 130. n Cfr. B.PÉREZGALDÓS:Montes deOca.ob.cito, pág. 132. 24 Cfr. B.PÉREZ GALDÓS: El 19demarzoy 2demayo. ob.cit.,pág. 193. 28

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Pérez Galdós, 1900,págs. 212-213. Es curioso que datos anecdóticos sobre Cordero. como los de sus dudas sobre cómo empechar con monedas de
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