Carl Hamilton, alias Coq Rouge, es oficial del servicio secreto sueco; en otras palabras, espía. De familia aristócrata pero comunista en su juventud, Hamilton ha sido entrenado en Estados Unidos y es un espía frío, brillante y eficaz, un brazo ejecutor que no tiembla ni al disparar su arma ni al rodear a una mujer. En esta ocasión, su misión le lleva hasta Italia. Los directores de una empresa gubernamental de fabricación de armamento negocian una venta de armas para el gobierno italiano cuando son secuestrados por la mafia, que exige el rescate en armamento de alta tecnología. El gobierno no puede tratar oficialmente con la mafia y manda a Coq Rouge y su grupo en calidad de emisarios para negociar.