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el elogio fúnebre de José Agustín Caballero PDF

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La mitificación criolla de Colón: el elogio fúnebre de José Agustín Caballero Mariana Serra García eNsayista e iNvestigadora. Profesora de la facultad de letras de la uNiversidad de la HaBaNa H 2 1 0 Resumen: El estudio del Sermón fúnebre pronunciado por José Agustín Caballe- 2 2, ro (1762-1835), con motivo de trasladarse los supuestos restos de Cristóbal Co- o. lón a la catedral habanera (1796), permite conocer cómo se reelabora su mito N en esas circunstancias temporales cubanas. Para ello, se analizan la conven- 03, 1 cional estructura “externa” y el complejo sistema de oposiciones y asociaciones O sobre la base de muerte – vida, las apropiaciones de autores antiguos y moder- Ñ A nos, la configuración del protagonista, el modelado neoclásico y otros aspectos de interés. Es un elogio de Colón y también de la opulenta Habana. En suma, un TÍ R texto paradigmático de la Ilustración reformista criolla. A M É Palabras clave: Caballero, Colón, sermón fúnebre, Neoclasicismo, Reformismo, OS Ilustración criolla A J B U C Al cumplirse el tercer centenario del Francisco de Arango Parreño (1765- E D “descubrimiento” de América, la efe- -1837), en su magistral “Discurso so- L A méride parecía transcurrir inadver- bre la agricultura de la Havana y me- N O tida. No puede olvidarse que, por dios de fomentarla” (1792). Véase un CI A entonces, las principales potencias elocuente fragmento: N europeas arreciaban su campaña de Nada es tan falible y equivoco como A C desacreditación conocida como la le- las esperanzas humanas. ¿Cuáles TE O yenda negra, ni tampoco el hecho de mejor fundadas que las que lison- LI B que “la España oficial estaba enfras- jeaban a España, cuando descubrió BI cada en el difícil manejo de las refor- el Nuevo Mundo? ¿Quién no temió A L mas y los conflictos de sus colonias y, su poder? ¿Quién no envidió su for- E D por otro lado, la fecha (1792) esta[ba] tuna? Y ¿quién no confiesa ya que A T en el centro de las contradicciones re- S VI sultantes de la Revolución Francesa”.1 1 Julio Le Riverend: Prólogo a Bibliografía co- RE En la metrópoli existía un estado de lombina, Biblioteca Nacional José Martí, Mi- opinión desfavorable, al cual se refirió nisterio de Cultura, La Habana, 1986, s/p. 133 Revista final BNCJM 2-2012.indd 133 16-Jul-13 10:49:38 AM 19 de enero de 1796. El acto dio marco al Sermón fúnebre pronunciado por el presbítero José Agustín Caballero (1762-1835). El propio Caballero dejó constancia, en un documento paratextual, de que realizó esa tarea —con sacrificio de su salud y dejando de lado algunas ocu- paciones— por encomienda del doctor don Diego José Pérez Rodríguez, canó- nigo de merced de la Catedral habane- ra. Puede estimarse —conociendo el conjunto de su obra— que la elección del disertante se debería a su maestría oratoria. Pero esa no fue la razón que 2 1 adujo cuando le solicitó autorización 0 2 este preciso aumento ha tenido mu- al Ayuntamiento de la ciudad para pu- 2, o. cho influjo en la debilidad y decaden- blicar el texto. Por encima de cualquier N cia de esta grande Monarquía? Todos consideración estética antepuso una 03, los españoles lloran con amargura lo función utilitaria, basada en el interés 1 O que celebraron sus mayores con tan- de “que no ignore el mundo ni la me- Ñ ta alegría y entusiasmo […]2 nor de las demostraciones que ha he- A cho la Havana en honor y obsequio del TÍ Pero, cuatro años después, Cris- Descubridor de las Américas […]”.3 Sin R A tóbal Colón se convertía en foco de embargo, al pasar de la oralidad a la es- M É atención de los habaneros con mo- critura, y precisamente por sus valores OS tivo de inhumarse sus supuestas ce- literarios, el Sermón de Caballero ha A J nizas, provenientes de la Catedral de sido el testimonio más valioso e inde- B U Santo Domingo, en una ceremonia leble de la trascendencia y el significa- C E que culminó en la de La Habana, el do que tuvo aquel ceremonial, si bien su D L descripción fue dada a conocer ese mis- A N 2 Francisco de Arango Parreño: Obras, t. I, mo año, impresa también por Esteban O CI Publicaciones de la Dirección de Cultura del Boloña. Al comparar ambos textos, se A N Ministerio de Educación, La Habana, 1952. percibe un similar propósito de confir- CA 3 Relación del funeral que hizo la muy noble mar la sacralización de Colón y que la TE y leal ciudad de La Habana a las cenizas del escritura constituyese la garantía de di- O LI descubridor de las Américas y esclarecido Al- fusión y perdurabilidad de una prácti- B BI mirante don Cristóbal Colón trasladadas de ca social basada en la tradición católica. A la iglesia metropolitana de la ciudad de San- Por eso, resulta muy sugerente la L DE to Domingo en la isla Española y depositarlas notable suspicacia de las palabras A en esta iglesia catedral de Nuestra Señora de de Caballero en la misiva que diri- T VIS la Concepción, el 19 de enero de 1796. Havana, gió “Al muy ilustre Ayuntamiento de RE mdccxcvi. Impreso a expensas de la misma esta ciudad de la Havana”, solicitan- ciudad, por Esteban Boloña, familiar de la In- do su protección: “[…] yo espero con- 134 quisición, con licencia del Superior Gobierno. fiadamente que los Aristarcos que Revista final BNCJM 2-2012.indd 134 16-Jul-13 10:49:38 AM mordieron mi Sermón al oírle, y los dad de los huesos de Colón, toman- Zoilos que lastimaron entonces y do criterio de verdad autoridades después mi reputación, embotarán españolas y extranjeras, antiguas y sus dientes a vista del digno Mece- modernas. Resumen de la utilidad y nas que abriga mi producción.4 La la importancia de su obra (párrafos carta —como una especie de para- XIX al XXI). peto— acompañó la publicación del V. Peroración: Énfasis en honrosa Sermón. acogida de sus restos en La Habana Al pasar a la estructura “externa” y la pomposa ceremonia de sepul- de la pieza oratoria, se advierte de in- tura en la Catedral, en razón de los mediato una composición convencio- méritos del elogiado (párrafos XXII nal: al XXIV). Exergo o lema: cita de Ezequiel (s. VI a. n. e.), uno de los cuatro Ahora bien, en la medida en que la profetas mayores. lectura penetra en niveles más pro- 2 I. Exordio: Presentación del objeto y fundos se transparenta la armazón 1 0 el objetivo del discurso (párrafo I). “lógica” del discurso, basada en una 2 2, II. Proposición: Justificación de la ce- relación de causalidad, en la que Dios o. remonia y legitimación del discurso o la voluntad divina resultan el moti- N en la Teología y la Religión Católica vo inicial o primera causa o causa efi- 03, 1 (del párrafo II hasta parte del IV). ciente y recurrente. Así, el exordio y la O I II. División (cuerpo argumental): proposición develan algunas claves Ñ A Pasajes de la vida de Colón demos- del texto. Luego del apóstrofe, en que trativos de sus virtudes. La volun- el sujeto hablante se dirige a las ce- TÍ R tad divina constituye el motivo nizas de Colón, se establece un con- A M recurrente (del párrafo IV al XIII). traste entre las diferentes situaciones É IV. Confirmación: Reminiscencia del de sus primera y “última entrada” a OS fundamento teológico. Autentici- América, en la cual se produce un pa- A J B ralelismo de elementos aparentemen- U C Busto de José A. Caballero a la entrada te simétricos. E D del Seminario Dimas. L A 4 José Agustín Caballero: Sermón fúnebre en N O elogio del excelentísimo señor don Cristóbal CI A Colón. Primer Almirante, Virrey y Gobernador N General de las Indias Occidentales, su Descu- CA E bridor y Conquistador, pronunciado con mo- T O tivo de haberse trasladado sus cenizas de la LI B Iglesia metropolitana de Santo Domingo a BI esta Catedral de Nuestra Señora de la Con- A L cepción de la Havana, por el Doctor Joseph DE Agustín Caballero, Maestro de Filosofía en A T este Real y Conciliar Colegio Seminario de VIS San Carlos y San Ambrosio, en la mañana del RE 19 de enero de 1796. Habana, por don Esta- 135 ban Joseph Boloña, p. I. Revista final BNCJM 2-2012.indd 135 16-Jul-13 10:49:38 AM Última entrada Primera entrada [espacio] “calles y plazas de la Havana” “isla deliciosa de Guanahaní” “acá” “allá [tiempo] [1796] = “ahora” 1492 = “antes” [situación] “en medio de una pompa fúnebre” “entonando festivo hacimiento de gracias” “enrollados los pabellones nacionales, sorda “rodeado de un aparato de triunfo, música militar la música, destempladas las cajas y apagado el y banderas desplegadas” resplandor de tu dignidad” “eres conducido en ajenos brazos hasta el interior “fuiste el primero en pisar las márgenes incultas del Santuario” de aquel territorio […]” “te trae el derecho que exclusivamente asiste a “te incitó el deseo de ver realizadas tus conjeturas los americanos de conservar tus cenizas, y esca- y comprobadas tus profundas meditaciones sobre parlas del insulto que podrían inferirlas alguna la existencia de un nuevo mundo” nación envidiosa…” 2 1 0 “vienes a recibir decorosamente los sufragios que “fuiste a engrandecer los timbres del Evangelio, 2 2, merece tu digna alma” y dilatar el imperio de los Reyes Católicos” o. [sujeto paciente] [sujeto agente] N [voluntad divina] [voluntad propia = libre albedrío] 3, 0 1 O Después de otro apóstrofe —en de la razón. El punto de partida es una Ñ este caso una invocación a Dios, que suposición (“¿no es verdad?), asentada A ratifica la determinación de su volun- en verdades sempiternas, universal- TÍ tad en el acontecimiento—, varios mente conocidas y admitidas. Toman- R A enunciados de la cláusula muestran do en cuenta esa competencia de los M É la apariencia de una formulación silo- receptores, se les involucra en el proce- OS gística. so de razonamiento: “Subamos, si que- A J 1. “¿Qué os parece, vivirán, o no estos remos desengañarnos, al origen de la B U huesos”? verdadera grandeza, veremos concilia- C E 2. “¿no es verdad, Señores, que el hom- das estas aparentes contradicciones y D L bre, aun el más noble y distinguido, justificada la ceremonia que estamos A N puede reducirse a polvo…” practicando sobre los huesos siempre O CI 3. “no es verdad que este mismo polvo vivos del famoso Colón”.5 A N puede elevarse a la cumbre excelsa Cenizas (o sus equivalentes: huesos, A de los honores?”. polvo, cadáver, restos, fragmentos, reli- C TE quias) indican el estado de Colón des- O LI Las conjeturas o hipótesis son pre- pués de su muerte. Los epítetos que B BI sentadas bajo el aspecto de pregun- acompañan estos vocablos: “yertas ce- A tas retóricas, que llevan implícitas una nizas”, “áridos huesos”, etc., redundan L E contradicción. Por lo tanto, no se apela en la condición inerte del sujeto. Sin D A a la fe sin más ni más, hay además la re- embargo, la oposición a cuerpo y vida T S clamación a un convencimiento basa- es presentada como aparente. Alrede- VI E do en la veracidad, a través del ejercicio dor de estos términos se construyen R antinomias significativas, desde la in- 136 5 Ibídem. troducción del discurso. Revista final BNCJM 2-2012.indd 136 16-Jul-13 10:49:38 AM Última entrada Primera entrada Cuerpo humano [definición] “obra admirable del omnipotente” [espacio] “calles y plazas de la Havana” “isla deliciosa de Guanahaní” “ni es tan […] precioso como se lo figura el secta- “ni tan despreciable como lo cree el impío que lo “acá” “allá rio Epicuro que lo idolatra” desatiende […]” [tiempo] [1796] = “ahora” 1492 = “antes” “ni merece el aroma que se le quema “ni los ultrajes de que suelen cubrirse sus exequias a su hermosura” […]” [situación] “en medio de una pompa fúnebre” “entonando festivo hacimiento de gracias” [función] “enrollados los pabellones nacionales, sorda “rodeado de un aparato de triunfo, música militar Funesto Útil la música, destempladas las cajas y apagado el y banderas desplegadas” Odioso Respetable resplandor de tu dignidad” Pecado = vicio Virtud = cumplimiento de obligaciones Horror = denigra = difama Honores = exalta = ennoblece “eres conducido en ajenos brazos hasta el interior “fuiste el primero en pisar las márgenes incultas del Santuario” de aquel territorio […]” Infierno = tormentos Paraíso = delicias Ángeles malos = desobediencia Ángeles buenos = obediencia “te trae el derecho que exclusivamente asiste a “te incitó el deseo de ver realizadas tus conjeturas los americanos de conservar tus cenizas, y esca- y comprobadas tus profundas meditaciones sobre parlas del insulto que podrían inferirlas alguna la existencia de un nuevo mundo” nación envidiosa…” Nítidamente se observa el uso de profesamos, los honores que rendi- 2 la redundancia como recurso para fi- mos a los huesos de Colón”, lo que 1 “vienes a recibir decorosamente los sufragios que “fuiste a engrandecer los timbres del Evangelio, 0 merece tu digna alma” y dilatar el imperio de los Reyes Católicos” jar determinados conceptos (virtud amplía diciendo que: “[…] si esta jus- 2, 2 [sujeto paciente] [sujeto agente] vs. pecado y sus relaciones con obe- tificación se deriva de la dignidad de o. [voluntad divina] [voluntad propia = libre albedrío] diencia vs. desobediencia), así como los objetos a que se aplicaron los di- N una constante reiteración de la volun- funtos cuando vivos, ningunos ho- 03, 1 tad divina: “[…] Dios ha querido que nores ni más justos ni más merecidos O los cuerpos, a quienes se unen las al- que los que estamos haciendo a las Ñ A mas, aumenten nuestra luz, o nuestra cenizas del Descubridor de la Amé- tiniebla”,6 enfatizada con una referen- rica”. Es notable la insistencia en de- TÍ R cia bíblica. Valiéndose del eufemismo, jar marcada su colocación dentro de A M el panegirista rechaza con fuerza cual- la institución eclesiástica —“Cátedra É quier interpretación de sus palabras del Espíritu Santo”— y el basamento OS que puedan acercarlo o identificar- teológico de su discurso, con los que A J B lo con el jansenismo. De ahí la execra- pretende cifrar la veracidad de sus U C ción: “Mil anatemas estampados en el juicios. E D nuevo y viejo testamento caerían sobre En la división o cuerpo de argu- L A mí, si yo delinquiese en este punto”.7 mentos, el orador desarrolla la demos- N O Asimismo, establece una distin- tración, tanto directa —cadena de CI A ción entre la ceremonia que se está razonamientos cuyas premisas son los N llevando a cabo respecto a otros ri- argumentos de ellos inferidos—, como A C tuales o cultos a los muertos, no solo con la utilización de conjeturas com- TE O paganos, entre los cuales menciona plementarias —mediante el empleo de LI B los egipcios y atenienses e, incluso, los las conjeturas se demuestran algunas BI hebreos, lo que puede considerarse proposiciones, luego la demostración A L una crítica implícita a la antigüedad de estas se transforma en demostra- E D y a la existencia de parentescos entre ción de la tesis inicial, sin suposicio- A T las religiones, al tiempo que una vali- nes, aplicando determinadas reglas. S VI dación del catolicismo. Declara abier- E R tamente: “Mi ánimo ha sido justificar, 6 Ibídem. según las doctrinas de la Religión que 7 Ibídem. 137 Revista final BNCJM 2-2012.indd 137 16-Jul-13 10:49:39 AM De este modo, la interpretación de A este intertexto están vinculadas la la vida y la muerte de Colón y de las Sa- mayor parte de las remisiones al An- gradas Escrituras, teniendo como sis- tiguo Testamento en el discurso del tema modal secundario los sermones orador criollo, quien muestra cierta religiosos de carácter fúnebre, confi- identificación con el método alejan- guran una reelaboración del mito en drino de este modelo, abundante en la las circunstancias de la Cuba a finales alegoría, a diferencia del antioqueño, del siglo xviii. más propenso al sentido literal y la pu- La deconstrucción de las Sagra- reza ática. Le siguen en frecuencia las das Escrituras está mediatizada por citas de San Gregorio de Nacianceno famosas homilías de oradores sagra- (siglo iv a. n. e.), llamado el Teólogo por dos de la antigüedad, frecuentemen- el carácter doctrinal de sus sermones. te citados, y la interpretación que se le La retórica está al servicio de la doctri- da a este intertexto, como soporte de na en ambos modelos. asociaciones. Resulta sugestivo que A veces Caballero se manifiesta 2 1 Caballero no haga referencia en su con cierta falta de ortodoxia en las re- 0 2 Sermón a ninguno de los clásicos en glas del arte oratorio, como cuando 2, o. la tradición española del género, for- afirma: “Alguno dirá, que he desorde- N jada en los siglos xvi y xvii. nado el discurso, pero advierta que la 03, No obstante la ausencia de una alu- muchedumbre de los hechos autori- 1 O sión directa a esos clásicos, hay na- za a veces el desorden”. Ahora bien, de Ñ turalmente ciertos puntos en común modo constante asoma una preocu- A con la preceptiva de las dos tenden- pación estética. ¿Mera retórica? A ella TÍ cias que ellas conforman. En especial se debe, en alguna medida, que el su- R A se advierte una ficticia cercanía con jeto hablante se represente pobre de M É lo expuesto por el franciscano fray fantasía y elocuencia, en contraste OS Francisco de Ameyugo en su Retóri- con los altos méritos del elogiado. En A J ca Sagrada (1663). En ese sentido, Ca- tanto colige que, el conocimiento de B U ballero exclama, adoptando la figura esos méritos y un consecuente sen- C E de una deprecación: “Yo no sé hablar, timiento de admiración por parte de D L Dios mío. Yo soy un muchacho; es me- los oyentes, son los que cimientan su A N nester que tú me enseñes, a la manera expectativa de un discurso excelen- O CI que enseñaste en la antigua ley al tar- te. Está plenamente consciente de que A N tamudo Moysés; comunícale a mi ex- el asunto requiere de artificios que lo A presión el vigor que necesita, para que embellezcan y le impriman emotivi- C TE este rasgo, que voy a producir de los dad. Así, entre emisor y receptores se O LI merecimientos de Colón, no pierda de establece un convenio implícito, que B BI su valor al salir por mi boca”. da amplio margen a la imaginación A El orador sagrado más mencionado y la fantasía de ambos: “Cuando yo L E por Caballero en su elogio a Colón es me figuro […] me parece que veo…”; D A Juan de Antioquía o San Juan Crisósto- “Pero ¿qué es lo que escucho? ¡Si me T S mo (¿344 o 347?-407), considerado uno engañara mi imaginación…!”; “[…] VI E de los más profundos moralistas y el como para sacar cada uno un retra- R máximo orador de la Iglesia cristiana to según se lo figura su fantasía […] Si 138 antigua. Alude a él en cinco ocasiones. la mía no me alucina […]”; “Plegue al Revista final BNCJM 2-2012.indd 138 16-Jul-13 10:49:39 AM Cielo le veamos el día del juicio final, desde la perspectiva de un intelectual no como acaba de representárnoslo la nacido en Cuba. Resulta conocido que, imaginación […]” y así otras expresio- precisamente, en el mismo año que nes de este tipo. pronunció la oración fúnebre, el pro- Bien se sabe que en esta época, la fesor del Seminario de San Carlos pu- retórica —ya se trate de la oratoria o blicó en el Papel Periódico una acerba de cualquier otro género— es enten- valoración acerca del libro de Urrutia, dida como ornamentación del discur- que atendía tanto a la ampulosidad y so y cuando más un instrumento al amaneramiento del lenguaje y el dise- servicio de las ideas o verdades. Pero ño argumental —deudores del barroco la utilización de las diferentes figuras y el escolasticismo—, como a sus erro- o elegancias del lenguaje desempeñan res interpretativos y de información. también una función significativa. En Mientras que al historiador español el texto de Caballero se aprecia una Juan Bautista Muñoz si lo identificó en tensión entre el efecto de un ejercicio una anotación fuera del texto.8 Pero, 2 reflexivo y, por ende, cognoscitivo — 1 0 apoyado principalmente en las figu- 8 Son numerosas las remisiones a la Histo- 2, 2 ras en las llamadas figuras lógicas o ria del Nuevo Mundo (1793) del renombra- o. intencionales— y la incitación a la ad- do intelectual español Juan Bautista Muñoz N miración o la piedad —en función de (1745-1799), lo cual corrobora la actualiza- 03, 1 lo cual se encuentran en gran medida ción informativa del habanero. Al juzgar el O las figuras patéticas—, si bien en al- único tomo publicado de dicha obra, Julio Le AÑ gunos casos el empleo de ellas puede Riverend ha considerado que “[…] por la co- considerarse simple coquetería. Cier- lección de materiales acopiados parecía des- TÍ R tamente, la metáfora, el símil, la pará- tinada a ser un esfuerzo importante frente a A M bola y otros recursos expresivos están los cronistas ‘clásicos’ del primer ciclo (xvi)” É orientados a clarificar el mensaje éti- y que “[e]ste proyecto tenía una relación in- OS co-religioso. Pero, el empleo de estos dudable con el centenario y puede afirmar- A J B artificios estilísticos —no propios del se que constituyó el mejor homenaje. Lo que U C lenguaje común— no solo revela una puede aducirse de ello es que se anunciaba E D intención estética en el hablante, sino un renuevo en la historiografía acerca de Co- L A que tiene además un gran poder de lón, el descubrimiento y la América”. Mu- N O sugerencia, que amplía las proyeccio- ñoz replica a los detractores europeos con CI A nes de sentido. la perspectiva de los españoles tanto como N Por otra parte, es notoria una espe- la de los hispanoamericanos. Todo induce a CA cie de ocultamiento de las “fuentes” en creer que la obra de Muñoz también fue con- TE O cuanto a la biografía de Colón. No cabe sultada por el científico habanero Tomás Ro- LI B dudas de que Caballero leyó el Teatro may (1764-1849) para escribir su elogio de BI histórico, jurídico y político militar de Colón, dos años antes que Caballero pronun- A L la isla Fernandina de Cuba y principal- ciara el suyo. Romay argumenta su elección DE mente de su capital, La Habana (1791) de del Almirante entre las cuatro personalida- A T su contemporáneo y coterráneo Igna- des a las que debe erigirse un monumento VIS cio de Urrutia (1735-1795), quien —en conmemorativo en el Paseo de Extramuros, RE puridad— fue el primero que difundió de acuerdo con un proyecto de la Sociedad la imagen de un Colón predestinado Económica de Amigos del País. 139 Revista final BNCJM 2-2012.indd 139 16-Jul-13 10:49:39 AM se entiende que tampoco mencionara a otros autores, pese a que los cono- cía. Dando crédito al propio Caballe- ro, “hojeaba de cuando en cuando” la Historia filosófica de los establecimien- tos y el comercio de los europeos en las Indias (París, 1770) de Guillermo To- más Raynal (en la traducción castella- na del duque de Almódovar), la cual —debido a sus ideas liberales e ilu- ministas— entró a la isla burlando las aduanas; la Historia de América (Lon- dres, 1777-1780) de Guillermo Robert- son (1721-1793), cuya circulación fue prohibida en los dominios españoles 2 1 por Real Orden del 23 de diciembre de 0 2 1778, “casi la conserva en la memoria”. 2, o. ¿Cuál es el procedimiento em- N pleado por Caballero para la repre- 03, sentación y exaltación de Colón? De 1 O entrada, el elemento connotativo ini- Ñ cial es su estado en el momento del A acto de habla: cenizas, que como los TÍ vocablos equivalentes están asocia- Primera estatua de Cristóbal Colón. R A dos al campo semántico de la muer- M É te. Pero, se da la paradoja de que sean que, en gran medida, vienen a ser si- OS “huesos siempre vivos”, por lo cual la nónimos: excelentísimo, esclarecido, A J inmortalidad constituye una de las grande, célebre, famoso, sabio, y otros, B U primeras cualidades en que se asien- exponentes de un sentimiento de ad- C E ta la categoría de “héroe tan singu- miración e inherentes a la apología. D L lar”, otorgada a Colón por el sujeto Pero, aparece también un grupo de A N hablante. adjetivos y sustantivos en función ad- O CI Esa singularidad procede asimis- jetiva: encadenado, enfermo, anciano, A N mo de la jerarquía implícita a las va- y varios similares, tendientes a la con- A riadas formas con que se le denomina: miseración. Ya se ha “anunciado” en C TE “primer Almirante, Virrey y Goberna- el exordio —mediante antítesis reite- O LI dor General de las Indias Occidenta- rativa— ese oscilar del sentimiento, B BI les, su Descubridor y Conquistador”, ese “contraste asombroso de gloria y A “Descubridor de la América”, “el pri- humillación, de flaqueza y de poder”. L E mero en pisar las márgenes incultas Polarización que se observa igual- D A de aquel nuevo territorio”, y otras se- mente en enunciados hiperbólicos, T S mejantes. por ejemplo, “ningún hombre has- VI E Como signos que también cualifi- ta entonces se había visto en empeño R can esa condición heroica y fundacio- tan apretado, tan sin recursos”, expre- 140 nal se comportan una serie de adjetivos sión hecha al comentar una situación Revista final BNCJM 2-2012.indd 140 16-Jul-13 10:49:39 AM donde se pone a prueba la fe de Co- Ahora bien, si en el cuarto párrafo lón en Dios y en sus ideas, de la cual se habla de la incidencia de los padres sale victorioso; en cambio, en otra lo de Colón, de su voluntad y vocación, presenta víctima de “la injusticia más y en el quinto de la influencia ejerci- atroz que han cometido los hombres da por las actividades del suegro en con otro hombre”. su destino como navegante, a partir En la configuración dada por Ca- de ahí, los sucesos se articulan sobre ballero a Colón, este está constante- el eje de su virtud, la cual es probada mente referido a algunos personajes constantemente por Dios y premiada bíblicos y célebres de la antigüedad, por él o por su representación terre- con los cuales es asociado por seme- na: la Monarquía. Como su antípoda, janza o superación de un rasgo del aparece la envidia, que —aludiendo carácter o de la situación. De modo al pecado— funciona como un moti- que comparte el enigma del naci- vo secundario. miento con Homero; la predestina- El motivo de la envidia lleva como 2 ción con Moisés; la protección divina contraparte el de la justicia divina y 1 0 con Moisés, Judas Macabeo y David; de la gracia. Por consiguiente, la se- 2 2, el valor ante extraordinarias dificul- cuencia de situaciones y acciones pro- o. tades con Julio César y Milcíades; la tagonizadas por Colón —a guisa de N capacidad de ensanchar un imperio ilustrar sus virtudes: modestia, cris- 03, 1 con Alejandro; es víctima de la en- tiana sabiduría, resignación ante los O vidia como Alcibíades, Temístocles, agravios y perdón hacia los ofenso- Ñ A Dátames y los demás héroes, en ge- res, devoción (relacionada con los neral; aunque esas características sacramentos católicos), inocencia, TÍ R adquieren una gradación superlativa obediencia y otras—, lo avalan como A M en Colón. poseedor de una “multitud de virtu- É Por oposición, se distingue de quie- des morales y cristianas” y posibilitan OS nes son instrumentos de la envidia estatuirlo a la postre como un verda- A J B —Gama, Ojeda, Américo Vespucio, dero ejemplo de “sabiduría, desinte- U C Aguado, Ovando, Bobadilla— y todos rés y constancia”. E D aquellos que manifiestan actitudes Las acciones de Colón son expues- L A irracionales, desconfianza e ignoran- tas empleando el tiempo presente en N O cia —ya sean personajes coetáneos la conjugación de los verbos, en con- CI A o de la antigüedad—, amenazas de cordancia con un sentido de inmor- N muerte por parte de la marinería, re- talidad. Aunque, por otros medios, se A C chazo de su proyecto por diferentes logra un efecto de distanciamiento / TE O monarcas, etc. Antagonistas de Colón acercamiento; este último en íntima LI B son también factores ajenos a la vo- correspondencia con su valor como BI luntad de los hombres, pues se hacen ejemplo. Mediante una argucia del A L depender de la voluntad divina, casi orador, se permite penetrar en el pro- E D siempre y, en ocasiones, de la fortuna ceso de sus meditaciones durante uno A T o el azar, tales como las dificultades de los momentos más importantes de S VI en la navegación. Entre uno y otro tipo su vida. E R queda establecida una similitud, dado ¡Cómo podré yo pintar la situa- que son pruebas de Dios a la virtud. ción del cerebro de Colón en este 141 Revista final BNCJM 2-2012.indd 141 16-Jul-13 10:49:39 AM momento, disipando preocupa- de madera labrada procedentes del ciones, revolviendo unas ideas, y Oeste, que se han visto flotar sobre creando otras, las más útiles que las aguas? ¿Qué otra cosa denotan ha formado la mente del hombre! esos árboles desarraigados, esos ¡Cómo podré representar vivamen- cadáveres de extraña fisonomía vo- te a un sabio que barrunta y conje- mitados por el mar sobre las costas tura, a un cosmógrafo que mide, a de las Azores?9 un astrónomo que calcula, a Colón en fin que navega idealmente hacia El recurso ejerce un gran poder su- el mar Atlántico! Sumergido en la geridor. Emana una reminiscencia del más rigurosa meditación trae a ri- cogito ergo sum, sin necesidad de una guroso examen los principios de la apelación directa al cartesianismo. La física reinante, y las doctrinas de entidad humana de Colón erigida so- la teología: ¡cómo podrán caminar bre esa racionalidad cuestionadora de con las cabezas abajo hombres colo- verdades admitidas, de donde surge 2 1 cados en un Hemisferio opuesto al un conflicto con la propia estrategia 0 2 nuestro! ¡Cómo es posible que unos del discurso, y que a su vez transcri- 2, o. hombres separados de nosotros be las contradicciones ideológicas del N por los abismos del Océano tengan sujeto hablante, Más adelante, la au- 03, nuestro mismo origen, desciendan dacia queda atenuada, a través de 1 O de Adán, y participen del benefi- una concesión: “Así filosofaba, Seño- Ñ cio de la Redención! ¿Podrá habitar res, nuestro profundo náutico, a veces A la especie humana bajo de la zona convencido, a veces indeciso, cuan- TÍ tórrida donde es tan violenta la ac- do se acuerda de los consejos del libro R A ción directa de los rayos solares? de los Proverbios: no fíes de tu pru- M É Por otra parte, la figura esférica de dencia; no seas sabio en tu estima- OS la tierra me hace concluir que los ción; pregunta, busca la consulta de A J Continentes de Europa, Asia y Áfri- otro”.10 De ese modo, la duda metódica B U ca solo componen una pequeñísi- aparece paliada con el principio de C E ma porción del globo terrestre. La autoridad. La conciliación entre Cien- D L sabiduría y beneficencia del Autor cia y Religión se reafirma con un co- A N de la naturaleza me prohíben pen- mentario basado en la consulta de O CI sar, que el vasto espacio no conoci- Colón sobre sus conjeturas a Correa y A N do sea cubierto enteramente de un Toscanelli. A estéril Océano: no hay dificultad en Colón es mostrado como defensor C TE inferir, que el Continente del mun- de sus verdades frente a las admitidas O LI do conocido, puesto sobre las cos- en su tiempo. Precisamente este ras- B BI tas del globo, es contrapesado por go es el más opuesto a su obediencia. A una cantidad casi igual de tierras Por eso llama la atención que, con el L E en el hemisferio opuesto. ¿Qué otra propósito de resaltar dicha virtud, el D A cosa comprueban esos fragmentos orador utilice un recurso igualmente T S interesante en el pasaje de Colón en- VI RE 9 José Agustín Caballero: Sermón fúnebre, cadenado por orden de Bobadilla, uno Ob. cit. de los tópicos más recurrentes en el 142 10 Ibídem. imaginario colombino. Revista final BNCJM 2-2012.indd 142 16-Jul-13 10:49:39 AM

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Palabras clave: Caballero, Colón, sermón fúnebre, Neoclasicismo, el presbítero José Agustín Caballero .. dacia queda atenuada, a través de.
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