Bhaal era un dios colérico que se regocijaba con los actos sanguinarios y violentos. Cada vez que sus seguidores mataban invocando su nombre, él se sentía más y más fuerte, más y más satisfecho. Era el terrible dios de la muerte. Su dominio se extendía por el llano de Gehenna, un reino desolado y opresivo, construido sobre una vasta e interminable ladera de montaña. Chorros de vapor surgían de la vertiente y ríos de lava la recorrían.