Debo admitirlo, no era lo que esperaba, pero me cautivó. ¡Y vaya manera de hacerlo!
Solo ella era capaz de usar overol y calcetines altos en una fiesta de fraternidad, y llevarlos con tanto orgullo. Y fue justamente allí donde nació el encanto para mí.
Diferente, atrevida, testaruda... y la hermana menor de mi mejor amigo.
No quiero sonar arrogante, pero, a pesar de que era un chico de fraternidad atractivo, deseado por muchas y con un futuro prometedor, me rechazó.
Sí, así como lo lees. Me hizo a un lado y tuve que conformarme con admirarla de lejos, a través de los ojos de su hermano.
Ahora, diez años más tarde, tengo la oportunidad de acercarme a ella nuevamente, de conquistarla, de demostrarle que mis sentimientos no han cambiado, y que sí puede existir un nosotros… aunque no sea la mejor manera de hacerlo, ya que pondrá toda su carrera y estudios en tela de juicio.
¿Estará dispuesta a abrirme su corazón o sus miedos y prejuicios la harán rechazarme de nuevo?