Description:Golfo de Cádiz, mil ochocientos cincuenta y tantos. Pedro contempla desde la playa junto a su madre y sus hermanos el naufragio del barco en el que va su padre. Llora, pero no se rinde. Y en lugar de tirar la toalla, se mueve, busca ayuda y aguanta sin echar a correr la mirada aguda del único ojo sano del zapatero: de ese Rufus al que todos apodan «el pirata», con su rostro marcado por una aterradora cicatriz, su parche en el ojo izquierdo y ese cristal, ese extraño cristal verde colgado sobre el parche de tal forma que parece un segundo ojo siempre abierto, siempre vigilante.
El chico acaba de entrar en el mundo del pirata, con sus historias de bucaneros y corsarios, sus mares exóticos, sus veloces barcos veleros y sus tesoros perdidos en islas misteriosas que no figuran en los mapas… Pero eso, Pedro aún no lo sabe.