Description:Roger Nead prendió fuego a su cigarrillo, mientras se arrellanaba en el asiento posterior del coche policial. A su lado, el sargento Gorg parecía muy satisfecho y así lo expresó. —Asunto resuelto. Esa pandilla de hampones va a pasar mucho tiempo dentro de la cárcel. —Da satisfacción el deber cumplido —opinó el teniente Nead. Roger Nead era mucho más joven que el sargento Gorg. Sin embargo, sus estudios de abogacía, anteriores a su ingreso en la policía metropolitana de Los Ángeles, le habían hecho alcanzar graduación con cierta facilidad, máxime cuando los casos que se les habían encomendado se contaban como éxitos. —No estaríamos tan contentos si tuviéramos los casos que han recaído sobre el teniente Michael y su equipo —objetó el sargento.